domingo, 1 de julio de 2018

Política

Nota:

De la versión corregida y aumentada del ensayo Carlos Marx: Concepción del Mundo, Dictadura del Proletariado, Realización del Comunismo, publicamos el siguiente capítulo.

01.07.2018.

Comité de Redacción.





El Comunismo y el Humanismo Proletario

Eduardo Ibarra



PRIMERO, UN DESLINDE NECESARIO. El comunismo no es, de ningún modo, el regreso al individuo carente de necesidades poco más allá de la primaria necesidad de la sobrevivencia, así como tampoco postular una especie de comunismo igualitario. Ya en los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Marx señaló:

Este comunismo –al negar por doquier la personalidad del hombre– no es, en efecto, otra cosa que la expresión consecuente de la propiedad privada, cuya negación es. La envidia general, constituida en potencia, es la forma recatada que reviste la avaricia, la cual se satisface así, simplemente, de otro modo. La idea de la propiedad privada en cuanto tal se vuelve, por lo menos, como envidia y afán de nivelación en contra de la propiedad privada más rica, y esta envidia forma la esencia de la competencia. El comunista tosco y primitivo no es más que el perfeccionamiento de esta envidia y de esta nivelación a base del mínimo imaginario. Ese comunismo tiene una determinada medida limitada. Hasta qué punto esta abolición de la propiedad privada no es una apropiación real lo demuestra precisamente la negación abstracta del mundo entero de la cultura y la civilización, el retorno a la antinatural sencillez del hombre pobre y carente de necesidades, que, lejos de remontarse sobre la propiedad privada, ni siquiera ha llegado ella. (Escritos económicos varios, recopilación, Editorial Grijalbo, México, 1966, p. 81; cursivas en el original)

Pues bien, el comunismo por el cual lucha el proletariado consciente, es la

… superación positiva de la propiedad privada, como autoenajenación humana y, por tanto, como real apropiación de la esencia humana por y para el hombre; por tanto, como el retorno total, consciente y logrado dentro de toda la riqueza del desarrollo anterior, del hombre para sí como un hombre social, es decir, humano. Este comunismo es, como naturalismo acabado = humanismo y, como humanismo acabado = naturalismo; es la verdadera solución del conflicto entre el hombre y la naturaleza y del hombre contra el hombre, la verdadera solución de la pugna entre la existencia y la esencia, entre la objetivación y la afirmación de sí mismo, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Es el secreto revelado de la historia y tiene la conciencia de ser esta solución. (ibídem, pp. 82-3; cursivas en el original)

El comunismo coincide en alto grado con el humanismo. En la teoría marxista, el problema del hombre ocupa un lugar central: obras como los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, La sagrada familia, Tesis sobre Feuerbach, La ideología alemana, Manifiesto comunista, Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grudrisse) 1857-1858, El capital, Crítica del programa de Gotha, entre otras, prueban nuestro aserto. En lo práctico, la sociedad comunista es la realización de la emancipación de la humanidad de toda forma de enajenación.

¿Tiene el humanismo proletario una base científica? ¿Cuál es el estatus científico de este humanismo?

Como hemos visto, Marx señaló que el comunismo es la «superación positiva de la propiedad privada, como autoenajenación humana y, por tanto, como real apropiación de la esencia humana por y para el hombre». Bastaría esta cita para demostrar que el comunismo coincide en alto grado con el humanismo proletario.

Pero continuemos. También en los Manuscritos, Marx escribió:

… la vida productiva es la vida de la especie. Es la vida engendradora de isa. El tipo de actividad vital lleva en sí todo el carácter de una species, su carácter genérico, y la actividad libre y consiente es el carácter genérico del hombre. La vida misma aparece solamente como medio de vida. (ibídem, p. 67)

En su famoso ensayo El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre, Engels, siguiendo el razonamiento de Marx, apuntó:
       
… el animal utiliza la naturaleza exterior e introduce cambios en ella pura simplemente con su presencia, mientras que el hombre, mediante sus cambios, la hace servir a sus fines, la domina. Es esta la suprema y esencial diferencia entre el hombre y los demás animales; diferencia debida también al trabajo.

Es decir, la esencia genérica del hombre es el trabajo, la práctica, la capacidad de trasformar el mundo objetivo, de crear «la segunda naturaleza», de proyectarse en los objetos creados por él mismo; en pocas palabras, la esencia del hombre es la creación. 

Por eso Marx señala:

… la historia de la industria y la existencia objetiva de la industria, ya hecha realidad, es el libro abierto de las fuerzas esenciales humanas, la psicología humana colocada ante nuestros sentidos, que hasta ahora no se concebía como entroncada con la esencia del hombre, sino siempre en un plano externo de utilidad, porque –al moverse dentro de la enajenación– sólo se acertaba a enfocar la existencia general del hombre, la religión o la historia, en su esencia abstracta general como política, arte, literatura, etc., en cuanto realidad de las fuerzas esenciales humanas y en cuanto actos humanos  genéricos. En la industria usual, material… tenemos ante nosotros, bajo la forma de objetos útiles sensibles y ajenos, bajo la forma de la enajenación, las fuerzas esenciales objetivadas del hombre… ¿Qué puede pensarse, en términos generales, de una ciencia que, altaneramente, hace caso omiso de esta gran parte del trabajo humano y no se da cuenta en sí misma de que es incompleta, mientras una riqueza tan desplegada de la acción humana no le dice más que lo que puede decirse, si acaso, con la palabra: «necesidad», «necesidad común y corriente»? (ibídem, pp. 87-8; elipsis nuestras).

Pero ocurre que la esencia del hombre se encuentra mutilada, extrañada, enajenada por las relaciones de producción capitalistas imperantes (como lo estuvo también en las sociedades clasistas anteriores); y, precisamente, el capitalismo ha llevado la enajenación a su límite extremo.

Este límite extremo consiste en que la enajenación del hombre es universal no solo en el sentido de que existe tanto en la vida material como en la vida espiritual de los individuos, sino también en el sentido de que lo mismo el trabajador como el no-trabajador están enajenados. Como sostiene Marx:

La clase poseedora y la clase del proletariado representan la misma enajenación humana. Pero la primera clase se siente bien y se afirma y confirma en esta autoenajenación, sabe que la enajenación es su propio poder y posee en él la apariencia de una existencia humana; la segunda, en cambio, se siente destruida en la enajenación, ve en ella su impotencia y la realidad de una existencia inhumana. (La sagrada familia y otros escritos filosóficos de la primera época, Editorial Grijalbo, México, 1962, p. 101)

Es claro que esta afirmación de Marx hay que entenderla no abstractamente, sino en el marco concreto de la relación de explotación existente entre la burguesía y el proletariado.

Pues bien, así como «el comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que haya de sujetarse la realidad», sino el «movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual» (Marx-Engels) y cuyas condiciones de su realización se desprenden del régimen capitalista, así también el humanismo proletario no es un mero ideal ético, una simple utopía, un concepto ideológico (en el sentido negativo del término), como pretende, por ejemplo, Luis Althusser (véase su libro La revolución teórica de Marx), sino una necesidad que surge de las condiciones de enajenación universal a que el capitalismo ha conducido a la humanidad.

En conclusión, el comunismo y el humanismo proletario tienen por base primordial uno y el mismo hecho: a saber, la supresión positiva de la propiedad privada.

Esta supresión es, por tanto, la base científica del humanismo proletario, y, en consecuencia, como parte de la teoría marxista, este humanismo aparece con un estatus científico.

Por eso precisamente, la humanización del hombre tiene su punto de arranque bajo la dictadura del proletariado: socialización progresiva de los medios de producción (desajenación económica); abolición progresiva del Estado (desajenación política); asunción progresiva por la gente de la concepción comunista del mundo (desajenación ideológica).        

Estas desajenaciones se condensan finalmente en el paso del gobierno de los hombres sobre los hombres al gobierno de los hombres sobre las cosas.

Es decir, sin la etapa transicional de la dictadura del proletariado, no hay humanización del hombre realmente posible.

O sea, el humanismo proletario es un humanismo concreto, opuesto por principio al humanismo abstracto.

En síntesis, puede decirse que el comunismo es humanismo real.

Marx formuló varias teorías sobre las etapas del proceso histórico. Por ejemplo en el prólogo a Contribución a la crítica de la economía política, sostuvo:  

A grandes rasgos puede calificarse los modos de producción asiático, antiguo, feudal y burgués moderno de épocas progresistas de la formación económica de la sociedad. Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de la producción, antagónica no en el sentido del antagonismo individual, sino en el de un antagonismo que surge de las condiciones sociales de vida de los individuos, pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver este antagonismo. Con esta formación social concluye, por consiguiente, la prehistoria de la sociedad humana.

Pero en los Grundrisse habló de la «formación primaria» (comunidad primitiva), de la «formación secundaria» (sociedades clasistas) y del comunismo (que sería, como se desprende, la «formación terciaria»). Esta periodización permite captar el progreso histórico que significó el surgimiento de las formaciones clasistas y, al mismo tiempo, el común denominador de estas formaciones y, por tanto, la diferencia sustancial entre ellas y el comunismo.

Si bien es cierto que la teoría de las formaciones es válida desde el punto de vista de las particularidades de cada una de ellas, la periodización que acabamos de exponer permite sostener que el comunismo no es una formación social más en la cadena de formaciones que caracteriza la historia humana, sino un tipo de sociedad cualitativamente distinta a todas las sociedades que han existido en la historia, incluida la comunidad primitiva.

Pero además, al señalar que con el capitalismo termina la prehistoria de la sociedad humana, Marx ofreció de hecho otra periodización del proceso histórico: prehistoria del hombre (comunidad primitiva y sociedades clasistas) e historia del hombre propiamente dicha (comunismo).

Esta periodización permite captar la diferencia entre la historia del hombre carente de mayores necesidades (comunidad primitiva) y el hombre enajenado (sociedades clasistas), de una parte y, de otra, el comunismo como la sociedad donde la riqueza social corre a chorro pero donde la verdadera riqueza del hombre es el hombre mismo, es decir, donde la mayor riqueza del hombre es su lograda cualidad de ser un hombre libre de toda enajenación, universal en sus necesidades y relaciones sociales, que no trabaja ya para vivir sino que vive para trabajar, o sea, para realizar plenamente su esencia, o, para decirlo de otro modo, para crear.

Para crear, se sobreentiende, tanto lo material como lo espiritual y, en este cuadro, para que el propio ocio sea realmente creativo y el mismo placer sea auténticamente humano.

Que el comunismo sea una sociedad cualitativamente distinta a todas las anteriores, y que, con ella, comience la verdadera historia del hombre, no significa, desde luego, que sea la negación de toda la riqueza material y espiritual del desarrollo anterior. Todo lo contrario: el comunismo es la recuperación y el desarrollo de toda la riqueza positiva, material y espiritual, creada por la humanidad, al mismo tiempo que es, como ya lo señalamos con otras palabras, la realización plena de la personalidad humana.

En el comunismo, no existe ya el antagonismo, aunque, naturalmente, continuarán existiendo las contradicciones no antagónicas (entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre la base económica y la superestructura, entre lo avanzado y lo atrasado, entre lo correcto y lo erróneo).

Por eso, el comunismo es un caso particular de la dialéctica.

Así, en el comunismo se producirá un tipo de desarrollo cualitativamente distinto de la civilización humana y de los propios individuos: la supresión de la forma antagónica en que actualmente se desenvuelve la producción, de un lado, y, de otro, la transformación del trabajo enajenado en trabajo emancipado, hace que el comunismo contenga infinitos horizontes para el desarrollo de la producción y de los propios individuos.

En efecto, el desarrollo de la producción en el comunismo se basa en el desarrollo de la producción no para la reproducción y aumento de la riqueza de nadie en particular y, por tanto, en la posibilidad real de liquidar cada vez, sin luchas antagónicas entre los hombres, las barreras que puedan presentarse. Como es obvio, este hecho constituye la base del desarrollo libre y universal de los seres humanos.

Brevemente, el propio desarrollo de la producción aparece en el comunismo como la premisa del desarrollo de los individuos.

Como es de conocimiento común, en el capitalismo los individuos se relacionan como propietarios de valores de cambio. Debido al fetichismo mercantil las relaciones entre los individuos aparecen como relaciones entre objetos, es decir, como algo independiente y externo a ellos, como algo casual, como cosificidad; en otras palabras, las relaciones sociales aparecen como el dominio de las cosas sobre los hombres, del trabajo muerto sobre el trabajo vivo, del pasado sobre el presente y, por tanto, como relaciones en cuyo marco los individuos aparecen unidos únicamente por el mercado, pero realmente desunidos.

En cambio, en el comunismo desaparece el fetichismo mercantil y la asociación de los hombres aparece como la asociación libre de hombres libres y el desarrollo individual de cada cual es la condición del desarrollo de los demás y, por tanto, la sociedad aparece como una comunidad real, verdadera, humana.

Por otro lado, el comunismo es la superación de la contradicción entre el trabajo manual e intelectual, entre la ciudad y el campo y, dado el colosal desarrollo tecnológico, también la contradicción entre el trabajo masculino y el trabajo femenino.

En el capitalismo (y en las formaciones clasistas que lo precedieron), el tiempo de no-trabajo fue siempre tiempo libre para una minoría. En cambio en el comunismo, la reducción al mínimo del trabajo socialmente necesario y la aplicación del tiempo libre resultante permiten el desarrollo universal de los individuos: la ciencia, la tecnología, el arte y otras formas de la actividad humana, cobran, entonces, una posibilidad real de desarrollo inconmensurable, y cualquier persona puede imaginarse lo que se logrará en todos los ámbitos de la vida material y espiritual de los individuos cuando se consuma la participación de la humanidad entera en el trabajo creador.

El comunismo es el aumento constante de la libertad de los individuos, no ya solo en relación a las necesidades sociales y al dominio racional de la naturaleza terrestre, sino también en relación a las necesidades relativas al dominio igualmente racional del cosmos.

En el ya citado artículo Crítica de la filosofía del derecho de Hegel. Introducción, Marx señaló:

… la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta ad hominem, y argumenta y demuestra ad hominem cuando se hace radical. Ser radical es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo. (La sagrada Familia, p. 10; cursivas en el original)

Precisamente el marxismo es la teoría radical que ataca el problema del hombre por la raíz y, por tanto, la realización práctica de esta teoría, la sociedad comunista, es la verdadera solución del problema del hombre.

Por eso, como señaló Marx, el comunismo «es la verdadera solución del conflicto entre el hombre y la naturaleza» (humanización de la naturaleza); «del hombre contra el hombre» (comunidad real); «la verdadera solución de la pugna entre la existencia y la esencia» (coincidencia entre la esencia del hombre y su existencia social);«entre la objetivación y la afirmación de sí mismo» (trabajo creador);«entre la libertad y la necesidad» (dominio de la necesidad);«entre el individuo y la especie» (el amor místico de Dios al hombre y del hombre a Dios es reemplazado por el amor real del hombre al hombre).

Por tanto, desde la perspectiva del humanismo proletario, puede decirse que el comunismo es amor al hombre, que en el comunismo «Se amarán todos los hombres».

Así pues, el secreto revelado de la historia es la realización del trabajo emancipado, el desarrollo constante de los individuos, el reino de la libertad; en una palabra, el hombre nuevo en un mundo nuevo.

Digámoslo una vez más: el humanismo proletario no es un humanismo abstracto, sino una teoría sobre la emancipación del hombre de toda enajenación, es decir, sobre la realización de su libertad. Por tanto, no puede concretarse sino venciendo las realidades sociales que se le oponen y, en particular, la violenta resistencia de la burguesía. Esta circunstancia hace que, en una determinada situación particular, el humanismo proletario coincida con la violencia revolucionaria, racional, metódica, de masas. Se trata, pues, de una coincidencia inevitable pero circunstancial, pues, como señala Lenin, «en nuestro ideal, no hay sitio para la violencia entre los hombres.»

Para finalizar con el tema, leamos algunos versos de César Vallejo, cuyo contenido humanista puede ser captado por el lector de pensamiento revolucionario y dialéctico:

¡Voluntarios,
por la vida, por los buenos, matad 
a la muerte, matad a los malos!
¡Hacedlo por la libertad de todos,
del explotado y del explotador,
por la paz indolora –la sospecho
cuando duermo al pie de mi frente
y más cuando circulo dando voces–
y hacedlo, voy diciendo,
por el analfabeto a quien escribo,
por el genio descalzo y su cordero,
por los camaradas caídos,
sus cenizas abrazadas al cadáver de un camino!

Entonces, en el comunismo:

¡Entrelazándose hablarán los mudos, los tullidos                        
                                                                                          [andarán!
        ¡Verán, ya de regreso, los ciegos
        y palpitando escucharán los sordos!
        ¡Sabrán los ignorantes, ignorarán los sabios!
        ¡Serán dados los besos que no pudisteis dar!
        ¡Sólo la muerte morirá! ¡La hormiga
        traerá pedacitos de pan al elefante encadenado
        a su brutal delicadeza; volverán
        los niños abortados a nacer perfectos, espaciales
        y trabajarán todos los hombres,
engendrarán todos los hombres,
comprenderán todos los hombres!

(fragmento de Himno a los voluntarios de la república).


22.04.2018.

Economía

Coyuntura Económica y Reclamo Burgués

César Risso

LA DISMINUCIÓN de la cotización internacional del cobre, explicado por dos causas, por la intelectualidad burguesa, se debe a “los mayores inventarios globales” y a la apreciación del dólar.

        El aumento de los inventarios de cobre a nivel mundial, podría estar indicando el aumento de la producción de cobre, o la disminución del uso del cobre como consecuencia de la reducción de la producción.

        El segundo motivo, la apreciación del dólar, significa que hay una escasez relativa de dólares, lo cual provoca que al tener mayor “valor” el dólar, entonces, comparativamente, todas las demás mercancías se expresan en una menor cantidad de dólares, o en otras palabras, que por la misma cantidad de mercancías se pagan menos dólares.

        La apreciación del dólar, encarece las mercancías norteamericanas expresadas en monedas nacionales de los países con los que comercializa, aumentando el déficit en la balanza comercial de los Estados Unidos de Norteamérica.

        En el Perú, la apreciación del dólar, con su contrapartida, la depreciación del sol, causaría el aumento del precio de las mercancías importadas, lo cual tendría un impacto en el costo tanto de las mercancías producidas internamente con insumos importados, como de aquellas mercancías que se adquieren por las empresas comerciales para la venta a los consumidores finales.

        Quienes se verían beneficiados en nuestro país serían las empresas exportadoras, que al recibir dólares con mayor “valor”, al cambio obtendrían más soles.

        Se tiene, de un lado, la disminución de la demanda de minerales a nivel mundial, por lo cual disminuye su precio, y de otro lado, la apreciación del dólar, lo que perjudica a las empresas norteamericanas, pues encarece sus mercancías, con lo cual se reduce la demanda internacional de sus productos.

        El aumento del costo de producción en nuestro país, como consecuencia del aumento del tipo de cambio, afecta la producción para consumo interno, lo cual conduce a la reducción de la producción.

        Esta situación se refleja en la corrección a la baja del crecimiento del PBI en el Perú.

“El Banco Mundial redujo su proyección de crecimiento económico del Perú para el 2018 en su último informe semestral de perspectivas económicas difundido este martes. Según el documento, el producto bruto interno (PBI) del país registrará una expansión de 3,5% este año, una tasa menor en tres décimas en comparación con su anterior estimación que dio a conocer en enero.”

“La nueva previsión de la entidad está en línea con el recorte que el FMI realizó en abril, cuando informó que redujo de 4% a 3,7% su proyección de crecimiento del PBI peruano para el 2018. También, en dicho mes, el MEF ajustó su proyección a 3,6% desde un 4%.” (https://elcomercio.pe/economia/banco-mundial-redujo-estimacion-crecimiento-peru-noticia-525541)

Estas son las proyecciones que encajan en la coyuntura económica que estamos describiendo.

        Sin embargo, las proyecciones para este año son de crecimiento. Este puede ser mayor o menor, dependiendo de la situación internacional, pues dependemos de las divisas y de la demanda de países como China de nuestra producción minera. Así que, en gran parte, nuestro crecimiento no depende de las políticas internas.

        Lo que sí depende de las políticas internas es la situación de los trabajadores. La explotación capitalista en el Perú ha conducido a una situación cada vez más precaria de los trabajadores y sus familias.  

        Una de las características de la economía peruana es la informalidad. Esta, según los apologistas del capitalismo, se debe a la baja productividad de los trabajadores, y a la rigidez del mercado laboral peruano, que puede entenderse como el “exceso” de normas que protegen a los trabajadores. Es decir, la burguesía quiere explotar más a los trabajadores, exigiendo la eliminación de los derechos laborales; mientras que los trabajadores exigen mejoras en las condiciones de trabajo, pues la explotación es cada vez mayor.

        Del total de la población económicamente activa ocupada (PEAO), que es de 16 millones 510 mil 984 trabajadores, el 72,6% (11’978.142 trabajadores) son informales, entre quienes se encuentran los trabajadores familiares no remunerados. Estos no tienen ningún derecho laboral, ni seguro, ni ingresos, etc.

        Esto no depende de la coyuntura económica, de la volatilidad de los precios de la materia prima, ni de la demanda alta o baja de nuestras mercancías, de los países imperialistas.

        Si consideramos la situación de la informalidad por regiones, la situación es dramática:

“En términos de participación respecto a la PEAO, Lima (58,5%) es la única región con un porcentaje de informalidad menor del 60%. Se ha determinado que en 11 regiones la tasa de informalidad fluctúa entre 60% y 80%. En 12 regiones dicho ratio supera el 80%, incluso alcanzando niveles dramáticos en Cajamarca (90,1%) y Huancavelica (91,3%).” (https://www.camaralima.org.pe/RepositorioAPS/0/0/par/EDICION829/Edicion_829.pdf)

La situación de pobreza que se vive en nuestro país es conocida, con el añadido de que esta ha aumentado en 1% (alrededor de 300.000 trabajadores).

        Si por cuestiones de coyuntura internacional, vemos que la proyección de nuestra economía es la de un crecimiento moderado, lo cual es optimista por las razones expuestas, y la situación estructural es de una cada vez mayor precariedad en la situación de los trabajadores, no puede ser posible que la burguesía exija relajar las normas que protegen al trabajador.

        Sin embargo, a pesar de la situación, la burguesía reclama constantemente eliminar una serie de beneficios y derechos laborales, además de haber promovido leyes que afectan los derechos laborales de los jóvenes.

        Para la burguesía su bienestar está por encima del bienestar de los trabajadores. Por eso promueve normas que la beneficien como clase, pero que a la vez perjudiquen al objeto de su explotación.

        Los proyectos mineros en cartera, que suman alrededor de US$ 58.500 millones, tendrán un impacto menor en la economía peruana en su conjunto; pero beneficiarán considerablemente a los inversores extranjeros que los ejecuten; perjudicando la economía de las comunidades campesinas y nativas, y la de los pequeños agricultores, como consecuencia de la contaminación ambiental, y sobre todo del uso del agua.

        La inversión privada es fundamental para salir de la pobreza nos dice la burguesía. Pero ya sabemos que esta inversión, en el régimen burgués, significa la explotación de los trabajadores, y la sustracción de recursos para los pequeños productores, tanto colectivos como privados. Además de la corrupción, la exoneración del pago de impuestos a las transnacionales que operan en nuestro país, y de una serie de beneficios, cuyo origen y destino son bien conocidos.

        La coyuntura económica siempre será un pretexto, entre otros, para que la burguesía justifique sus políticas entreguistas y de opresión a los trabajadores.

Internacionales

De las fauces de Estados Unidos chorrea la sangre de los niños de Yemen

La Guerra de la Cual no Estás Enterado

27 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

AL CIERRE DE EDICIÓN, las tropas bajo el mando de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), respaldadas por aviones de combate de Arabia Saudita, luchan por tomar el control de la ciudad portuaria yemenita de Al Hudaydah, ahora ocupada por el movimiento hutí de Yemen. La ayuda que fluye a través de Al Hudaydah es lo único que existe entre 22 millones de yemeníes y la inanición. Y ahora la amenaza una ofensiva reaccionaria armada, entrenada, guiada y respaldada por Estados Unidos.

        Después de una semana de feroces combates, las fuerzas de EAU se han apoderado del aeropuerto al sur de Al Hudaydah, mientras los aviones de combate sauditas bombardean la ciudad. Cientos de personas murieron y se informa que 30.000 de residentes han huido de la ciudad junto con 76.000 otros de la región circundante. El asalto ha interrumpido el suministro de electricidad y agua potable, y los trabajadores humanitarios advierten de un brote de cólera que podría extenderse “como un rayo” e infectar a cientos de miles de personas. Muchos trabajadores humanitarios se han visto obligados a abandonar Al Hudaydah, y otros no pueden acceder a las zonas donde el combate ha sido más intenso.



Estados Unidos: Una fuerza para la barbarie, no el bien, en el mundo

Si quiere entender qué tan bárbaro y monstruoso es el sistema de Estados Unidos, mire lo que ha hecho, y está haciendo, a los 28 millones de personas de este empobrecido país del Medio Oriente. Después de crear la peor crisis humanitaria del mundo, ahora amenaza el escaso flujo de ayuda humanitaria a Yemen y deliberadamente amenaza una matanza masiva a través del hambre y enfermedad. Cerrar el puerto de Al Hudaydah “significa cortar la última arteria a Yemen”, dijo un trabajador humanitario. Durante más de tres años, entre bastidores y detrás de un velo de mentiras, Estados Unidos ha estado asesinando deliberadamente a cientos de miles de niños y forzando a pasar hambre a millones de yemeníes oprimidos. Lo han hecho suministrando a los monarcas de Arabia Saudita y EAU armas y aviones, combustible y entrenamiento, dirección práctica e inteligencia, Boinas Verdes en la primera línea, y apoyo político y propagandístico para librar una guerra contra el pueblo de Yemen.

         Esta es una guerra de masacre en masa, inanición en masa y enfermedad en masa, librada mediante el bloqueo de alimentos y medicinas, la destrucción de los sistemas de salud, agua potable y eléctrico de Yemen — crímenes de guerra dirigidos a los medios del país para sostener la vida.

        Se libra esta guerra para que los imperialistas estadounidenses puedan mantener su dominio sobre el Medio Oriente y el mundo, y para que sus “aliados” saudíes y de EAU puedan mantener su control sobre la Península Arábiga. Estos depredadores ven el aislamiento y el derrocamiento de la República Islámica de Irán (RII) como cruciales para este programa general, y ven la guerra en Yemen como un frente en esa lucha. Irán ha intentado avanzar sus propios intereses regionales reaccionarios a través de esta guerra, aunque su participación en el conflicto y su respaldo a los hutíes ha sido exagerado por los gobernantes de Estados Unidos, cuando en realidad Irán no está directamente involucrado en el combate y cualquier respaldo que ha dado los hutíes de ninguna manera llega a compararse con los asaltos y crímenes masivos que llevan a cabo Arabia Saudita, EAU y Estados Unidos.

        Las bombas y misiles estadounidenses y británicos han asesinado a entre 15.000 y 44.000 personas, la abrumadora mayoría siendo civiles. Más de 22 millones de yemeníes se han llevado al borde del hambre, más de 8 millones de estos al borde de la inanición. En dos años (2016-2017), 113.000 niños murieron de hambre o enfermedades prevenibles. La destrucción del sistema de agua y alcantarillado de Yemen por parte de la coalición de Estados Unidos, Arabia Saudí y EAU provocó el mayor brote de cólera en la historia, una enfermedad causada por la falta de agua potable. Durante el último año, un millón de personas se han infectado; 2.300 de estas han muerto, principalmente niños. Durante la epidemia, la coalición estadounidense-saudita, que emite con regularidad declaraciones de su supuesta “preocupación” por el sufrimiento en Yemen, bloqueó las importaciones de pastillas de cloro necesarias para hacer que el agua esté segura para beber.



Intensificando el asesinato y hambre en masa

Estados Unidos afirma que no está involucrado, y sus clientes Arabia Saudita y EAU afirman que sus manos están limpias. Dicen que quieren tomarse Al Hudaydah para asegurar el flujo de ayuda humanitaria. Pero si eso es cierto, si a Estados Unidos, Arabia Saudita y EAU les importa un bledo el bienestar del pueblo de Yemen, entonces:

 ¿Por qué los aviones saudíes y de EAU —con una luz verde de Estados Unidos— continuaron su ataque (y su demanda por la rendición incondicional) cuando ya han amenazado la ayuda humanitaria y cuando casi todo organismo humanitario del mundo les ha exigido que detuvieran el ataque?

 ¿Por qué, según un nuevo informe de Amnistía Internacional (AI), Arabia Saudita ha impedido deliberadamente la entrega de ayuda durante semanas, cual acto la AI ha calificado como un crimen de guerra de castigo colectivo? ¿¡Y por qué están ahora bloqueando un barco con 25.000 toneladas de trigo!?

 ¿Por qué los aviones sauditas han atacado la puerta de Al Hudaydah durante la guerra, y siguen causando aún más daño ahora?

 ¿Por qué, en las áreas controladas durante años por fuerzas respaldadas por Arabia Saudita y EAU, los yemeníes todavía carecen de las necesidades básicas (comida, agua potable, servicios de salud) aunque Arabia Saudita y EAU controlan el flujo de productos a Yemen?

 ¿Por qué EAU maneja al menos 18 prisiones secretas en Yemen donde las torturas sexuales más depravadas e indescriptibles son desenfrenadas según un informe de la Associated Press que cita ejemplos donde los guardias alinean a los presos, les ordenaron desnudarse y luego los sodomizaron, afirmando que buscaban contrabando, mientras los amenazaban con perros? Un alto funcionario penitenciario le dijo a la AP: “Los estadounidenses usan a los emiratíes como guantes para hacer su trabajo sucio”.



        No es de extrañar que el Comité Internacional de Rescate haya denunciado las afirmaciones de Arabia Saudita y EAU como “un truco publicitario diseñado para desviar la atención del sufrimiento indebido que el ataque está causando”, y que su “llamado plan de socorro… debe verse precisamente por lo que es; una justificación para lanzar un ataque que tendrá consecuencias catastróficas”.

        Estados Unidos es el padrino detrás de todo este salvajismo. “Estamos brindando todo tipo de ayuda al Ejército de Arabia Saudita”, dijo la investigadora yemení-estadounidense Shireen Al-Adeimi en una entrevista el 22 de junio en el programa de radio, The Michael Slate Show. “Y como resultado, sin Estados Unidos, los saudíes son, ya sabes, no tienen, no fabrican sus propias armas, no entrenan a sus propios soldados, no reabastecen sus propios aviones. Sin el apoyo y armamento estadounidenses, no pueden continuar librando esta guerra. Así que estamos muy atrincherados en esta guerra”. Oficiales estadounidenses y británicos incluso han estado presentes en las salas de comando saudíes para los ataques aéreos.

        Después de que Estados Unidos le rechazó públicamente su pedido de dragaminas para el ataque a Al Hudaydah, un funcionario de EAU dijo: “No darnos ayuda militar no es lo mismo que decirnos que no lo hagamos”. (Véase el artículo de revcom.us “Estados Unidos pone en la mira a los niños de Yemen para la muerte por inanición”).

Vidas yemeníes penden de un hilo... ¿Qué va a hacer USTED?

En este momento, continúa el ataque de Arabia Saudita y EAU contra Al Hudaydah. Están intentando apoderarse de la cuerda salvavidas de Yemen, a fin de amenazar, aterrorizar y, si es necesario, imponer el hambre al pueblo yemení para someterlo. La vida de millones de yemeníes —hombres, mujeres y, sí, niños— ahora pende de un hilo.

        La vida de los estadounidenses NO es más importante que la de los yemeníes, y nosotros en Estados Unidos tenemos la responsabilidad de denunciar y oponernos fuerte y visiblemente a esta ofensiva, y exigir el fin de este asesinato en masa ¡antes de que se vuelva horriblemente genocida! Y la gente tiene que reconocer la naturaleza real de un imperio basado en niños hambrientos, y la verdadera solución para terminarlo, y todos los horrores que inflige a la humanidad.