China y Estados Unidos:
¿Socios?*
CASI TODOS LOS POLÍTICOS,
periodistas y analistas políticos describen las relaciones entre China y
Estados Unidos como una competencia hostil, especialmente en Asia oriental. Yo
no estoy de acuerdo. Pienso que entre lo central de la agenda política de ambos
países está alcanzar un acuerdo de largo plazo. El hueso duro de roer que los
contiene es quién de los potenciales socios es el perro que manda.
Cuando
Donald Trump afirma que quiere hacer que Estados Unidos sea grandioso de nuevo,
para nada se halla fuera del consenso general en Estados Unidos. Usando
palabras diferentes y propuestas políticas diferentes, esta fútil ambición es
compartida por Hillary Clinton, Barack Obama y aun Bernie Sanders, y por
supuesto por los republicanos. Es compartida también por los ciudadanos más
ordinarios. ¿Quién se anima a decir que Estados Unidos debería conformarse con
ser el número dos?
Cuando
en 1945 Estados Unidos derrotó definitivamente a su gran rival, Alemania, se
dispuso a asumir el papel de potencia hegemónica en el sistema-mundo. El único
obstáculo era el poderío militar de la Unión Soviética. El modo en que Estados
Unidos abordó el asunto de este obstáculo fue ofrecer a la Unión Soviética el
estatus de socio menor en el sistema-mundo. Nos referimos a este arreglo tácito
como los Acuerdos de Yalta. Ambos lados negaron que hubiera arreglo alguno, y ambos
lados lo implementaron a fondo.
Estados
Unidos sueña con implementar un arreglo semejante al de Yalta, con China. China
se burla de esta idea. Considera que los días de hegemonía estadunidense ya
pasaron, creyendo que Estados Unidos ya no cuenta con la fuerza económica para
apuntalar ese estatus. También considera que la desunión interna de Estados
Unidos lo hace impotente en la arena política. Por el contrario, China busca
imponer un arreglo tipo Yalta donde Estados Unidos sea el socio menor. La analogía
más cercana sería la relación posterior a 1945 entre Gran Bretaña y Estados
Unidos.
China
considera que lenta, pero seguramente, su fuerza económica crecerá imparable en
las décadas venideras. Considera que puede lastimar el bienestar económico estadunidense
mucho más de lo que Estados Unidos puede dañar a China. Además, piensa que
atraerá a otros asiáticos que resienten haber vivido, por lo menos los últimos
dos siglos, en un mundo dominado política y culturalmente por los europeos.
Es
seguro que el análisis de China tiene dos puntos débiles. Tal vez China
sobrestima el grado en que puede continuar dominando, a nivel mundial, la
superioridad productiva. Y le asalta el temor de que el país pudiera
desgarrarse, como ha ocurrido con frecuencia en la historia china. Un arreglo
con Estados Unidos podría minimizar el impacto de estos riesgos para China.
Y
en cuanto a Estados Unidos, un día la realidad tocará fondo y el papel de socio
menor podría ser mejor que quedarse sin arreglo alguno. A este respecto, Trump
puede acelerar el proceso. Él ladrará, amenazará e insultará, pero no hará de
Estados Unidos un país hegemónico de nuevo. En este sentido, el régimen de
Trump desengañará a más estadunidenses que cualquier versión sobria de la misma
ambición, como aquella representada por la presidencia de Obama.
En
cualquier caso, la danza oculta entre China y Estados Unidos –la no declarada
búsqueda de una sociedad– permanecerá siendo la actividad geopolítica en el
sistema-mundo de las décadas venideras. Todos los ojos deberían estar puesto[s]
en esto. De un modo o de otro, China y Estados Unidos terminarán siendo socios.
Traducción: Ramón
Vera Herrera
Fernando Morais: En primer lugar, muchas gracias por la deferencia de recibirme aquí. Es un honor estar aquí con usted a pesar de las circunstancias. Usted ya sabe que los nietos de los nietos de sus nietos y los nietos de los nietos de mis nietos, los suyos en Australia y los míos en Brasil, leerán en los libros de historia, de aquí a cien años, que el responsable de la elección de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos fue usted. Aunque no sea verdad ¿cómo se siente usted respecto a esto?
Assange: Pienso que es muy ingenuo pensar que todo cambia con este u otro presidente en el mando. Sí, Trump fue elegido y nombró a Rex Tillerson secretario de Estado que es el director ejecutivo de Exxon. ¿Y quiénes fueron los mayores frecuentadores de la Casa Blanca durante el mandato de Obama? Los lobistas de Exxon. Y ¿qué hacía Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado? Una de sus actividades era presionar a favor de las empresas petroleras. Así que no podemos ser ingenuos al respecto.
Fernando Morais: ¿Qué evidencias tiene Wikileaks de la participación internacional en el derrocamiento de Dilma Rousseff en Brasil?
Fernando Morais: En su opinión lo que ocurrió en Brasil ¿fue un proceso de impeachment o un golpe de Estado estilo siglo XXI?
Assange: Algo entre las dos cosas, un golpe constitucional. Un golpe político podríamos decir.
Fernando Morais: ¿Hay alguna evidencia concreta de lo que la CIA…?
Fernando Morais: A la luz de lo que publicó Wikileaks, ¿es posible identificar exactamente lo que la NSA (National Security Agency) buscaba cuando hacía espionaje y escuchas telefónicas en Brasil?
Ada: Hay evidencias que están impresas de informadores relativas a las conversaciones del vice-presidente Temer.
Fernando: Wikileaks divulga un millón de documentos por año. Usted por supuesto no se acuerda de todo, pero de los documentos de Wikileaks ¿qué se sabe respecto a la relación del entonces vice-presidente Temer con los servicios de inteligencia extranjeros, particularmente norteamericanos?
Ada: Y existe también la sensación de que él no está satisfecho con la política anti-neoliberal del PT y quiere alinearse con el PSDB [Partido de la Social Democracia Brasileña].
Fernando: Usted seguro que sabe que Brasil descubrió enormes yacimientos de petróleo del presal [área de reservas petrolíferas encontrada bajo una profunda capa de roca salina] en el océano y que eso daría mucho dinero a Brasil incluso con el barril a 8 dólares. ¿Qué interés internacional hay en ello? ¿y especialmente la implicacción de Michel Temer?
Fernando Morais: Volviendo a Brasil, a Michel Temer. En la página sobre él de Wikileaks, él se dirige a alguien no identificado ¿Fue una conversación privada con un informador americano? ¿Cuántas veces pasó eso y qué se sugiere con eso?
Fernando Morais: Hay un pasaje en un discurso de Hillary Clinton sobre el banco Itaú en el que dice que le gustaría que hubiera fronteras libres. ¿Sería eso el anuncio de que ella estaba a favor del impeachment o del golpe en Brasil?
Fernando Morais: Poco después de la llamada primavera árabe surgieron dos movimientos de calle, uno en Brasil y otro en Turquía. En Brasil, antes de las protestas de 2013, la popularidad de la presidenta Dilma era de un 80%, después de las protestas fue de un 30%. En Turquía la cosa acabó con una tentativa de golpe militar contra el presidente Erdogan y recientemente el golpe en Brasil ¿Ve usted relación entre ambos?
Ada: En Brasil fue un poco distinto porque como la izquierda estaba en el poder, esos mensajes populistas fueron de alguna manera defendidos por los grandes medios, controlados por cinco familias. Lo que vimos en 2013 fue muy diferente a lo que sucedió históricamente en Brasil, una emergencia de la derecha que no favoreció directamente a la misma derecha que es “izquierdófoba”, lo que es un fenómeno nuevo en Brasil y en cierto modo diferente del de Estados Unidos.
Fernando Morais: ¿Detectó usted alguna evidencia de la influencia estadounidense en las protestas de Brasil?
Fernando Morais: Muchos decían que el sistema de votación de Brasil y de Venezuela estaba garantizado, que no cabía fraude, pero mi yerno dice a la gente de este medio que sí es posible el fraude, sobre todo en el camino que va de la urna al sistema. ¿Sabe algo de eso? ¿Y qué significa eso para la democracia en la era cibernética?
Fernando Morais: Durante la guerra fría el cardenal húngaro Jozsef Mindszenty vivió 15 años en la embajada de Estados Unidos en Budapest porque estaba siendo perseguido por el régimen prosoviético. ¿Cuánto tiempo está usted dispuesto a pasar en la embajada de Ecuador?
Fernando Morais: Muchas gracias y espero recibirle como hombre libre en un Brasil democrático.
Nota:
[1] Demo (informática), prototipos o versión incompleta o de evaluación de un determinado software con fines promocionales o para demostrar sus funcionalidades.
"Estados
Unidos va a continuar cometiendo todo tipo de crímenes contra su propio pueblo
y en el exterior"
Julian Assange y Fernando Morais
ESTA
ENTREVISTA REALIZADA por el blog brasileño Nocaute es importante por varias razones. Es
importante por el conocimiento e información que Assange tiene de los procesos
de espionaje económico y político por parte de Estados Unidos - en unos
momentos en que se reanuda la alucinante campaña de acusaciones de interferencia
externa en las elecciones norteamericanas -, e importante por lo que revela
sobre el papel de los poderosísimos medios de comunicación electrónica de los
que ese país dispone como instrumentos de manipulación política y mediática.
Fue casi un año de espera. Desde principios
de 2016 amigos míos europeos y latinoamericanos intentaron conseguirme una
entrevista periodística con el cyber-activista australiano Julián Assange,
exiliado desde 2012 en la elegante y modesta embajada de Ecuador en Londres.
Llegué a tener un contacto indirecto e impersonal con él al tratar de organizar
una entrevista de él con el ex presidente Lula que iba a viajar a Londres en
abril de 2013. Lula estaba de acuerdo así como Assange; el personal diplomático
ecuatoriano también apoyaba la iniciativa pero, por circunstancias que no
vienen al caso, la visita se frustró.
Cuando empecé a montar el blog Nocaute el año pasado, partí de una idea
fija: el tema principal del primer número del blog tenía que ser una entrevista
con Julián Assange. Llamé a las puertas de intermediarios en varios países
hasta que, a mediados de año, llegó la luz verde: me recibiría. Y la buena
noticia coincidía con los últimos “ceros” (o “demos” o “betas”), versiones
experimentales del blog sólo accesibles al público interno.
De pronto se empezó a posponer la
entrevista lo que nos obligaba a posponer el lanzamiento del blog Nocaute. Pero en mi cabeza
estaba decidido: sin Assange no había estreno.
La mala noticia llegó en septiembre: el
mega hacker mantenía su palabra de concederme la entrevista, pero no antes del
8 de noviembre, fecha de las elecciones presidenciales norteamericanas. Tuvimos
que hacer un viraje en la idea original e invitamos al ex presidente Lula; con
él hicimos la portada del número uno de Nocaute que salió la noche del 29 de
septiembre.
Una vez que se abrieron las urnas y salió
elegido Trump, volví a recuperar la entrevista que acabó fijándose para la
tarde del 27 de diciembre. Era una tarde londinense gélida y húmeda. Pantalones
azul marino y abrigo de lana abotonado hasta el cuello, aquel larguirucho de un
metro noventa apareció sonriente, con la barba y el pelo largo, más pálido de
lo que sugieren las fotos.
Julián Assange es un hombre de habla suave
y gesto contenido que en nada se asemeja al fanático descrito por algunos
medios. Habló durante tres horas de Trump, de Hillary, de Michael Temer, de las
manifestaciones contra Dilma, de Petrobras y, obviamente, de espionaje. La
grabación se interrumpió varias veces para tomar un poco de agua y pellizcar un
croissant que su asistenta le traía envuelto en una bolsita de papel.
Al final nos planteó una exigencia: que la
entrevista no fuese publicada antes de una determinada fecha de enero.
Hace diez años nacía WikiLeaks, la más
poderosa e inexpugnable máquina de divulgación de secretos de estado de que se
tenga noticia de todos los tiempos. Hace cuatro años que está aquí, en este
pequeño edificio del centro de Londres donde se ubica la embajada de Ecuador,
el creador de esa máquina, el australiano Julián Assange. Assange está exiliado
en la embajada de Ecuador a pocos metros del Harrods, el paraíso mundial para
turistas que vienen aquí a hacer sus compras. Vamos a entrar aquí, en la
embajada, para hacer una entrevista exclusiva con Julián Assange para el blog
Novaute. ¡Acompáñenos!
Fernando Morais: En primer lugar, muchas gracias por la deferencia de recibirme aquí. Es un honor estar aquí con usted a pesar de las circunstancias. Usted ya sabe que los nietos de los nietos de sus nietos y los nietos de los nietos de mis nietos, los suyos en Australia y los míos en Brasil, leerán en los libros de historia, de aquí a cien años, que el responsable de la elección de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos fue usted. Aunque no sea verdad ¿cómo se siente usted respecto a esto?
Assange: Pienso que es muy ingenuo pensar que todo cambia con este u otro presidente en el mando. Sí, Trump fue elegido y nombró a Rex Tillerson secretario de Estado que es el director ejecutivo de Exxon. ¿Y quiénes fueron los mayores frecuentadores de la Casa Blanca durante el mandato de Obama? Los lobistas de Exxon. Y ¿qué hacía Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado? Una de sus actividades era presionar a favor de las empresas petroleras. Así que no podemos ser ingenuos al respecto.
Estados Unidos va a continuar cometiendo
todo tipo de crímenes contra su propio pueblo y también en el exterior. Siempre
fue así. Y es que sus gobiernos representan los sectores dominantes de la
sociedad norteamericana, que son las grandes empresas multinacionales.
La pregunta es: ¿qué significa eso? ¿qué
representa ese fenómeno? Con Rex Tillerson de jefe del Departamento de Estado
es muy fácil saber lo que quieren hacer. Era más difícil cuando Hillary Clinton
era Secretaria de Estado.
Yo critico al gobierno de Trump, implicado
en causas capitalistas que hace oscuros negocios con sus amigos. Pero al
tratarse de una clase de multimillonarios, la crítica es fácil de hacer. Pero
si miramos al gabinete de Obama también vemos decenas de multimillonarios. Hay
tantos multimillonarios en el gabinete de Trump como los hubo en el de Obama.
Entonces no veo que las cosas sean tan diferentes; teóricamente la situación es
muy fácil de entender. Además, Trump desestabilizó lo que era una consolidación
creciente del poder de Obama desde los tiempos de Clinton. Esa consolidación se
vio quebrada. Un nuevo grupo está emergiendo con el gabinete de Trump, pero
tiene muchos enemigos: la mayoría de la prensa americana le es enemiga, así
como a estructura montada por Obama y tendrá que encontrar su propio camino.
Trump desestabilizó el estado de poder que estaba funcionando. Trump incorporó
a su gabinete a mucha gente multimillonaria con un carácter muy fuerte.
¿Por qué las personas se hacen
multimillonarias? Parte de la explicación es que esta gente no quiere trabajar
para nadie. Ahora bien, estos dijeron que trabajarían para Trump. Es una
cuestión muy interesante.
En cuanto se encuentre en una situación de
independencia respecto de estas personas que forman el gabinete, con el tiempo
algunos serán despedidos y otros comenzarán una carrera para consolidar la
estructura. Pero durante un tiempo, tal vez uno o dos años, habrá muchas
oportunidades de cambiar la percepción de lo que el gobierno americano hace y
de constatar algunos cambios verdaderos a partir de ahí.
En algunas áreas, por ejemplo en política
exterior, ciertamente va a haber cambios. Unos para mejor y otras para peor.
Efectivamente, el gobierno Trump va a cometer todo tipo de crímenes, pero en
definitiva serán los mismos que los cometidos por Hillary Clinton. Solo que
ahora el proceso será más visible y las críticas al interior serán más
intensas. Imaginemos que hay otra guerra por el petróleo. ¿Quién se va a oponer
a ella a nivel internacional? Si mira usted a la estructura de la sociedad
europea, la mayoría va a criticar a este gobierno con más facilidad que si la
guerra la estuviera llevando a cabo Hillary Clinton. Si usted vive en un país
víctima de la guerra usted tendrá más ayuda internacional si la administración
Trump amenaza con invadir el país.
Y lo mismo en el ámbito doméstico. Trump
puede tener más oposición interna a esa guerra. El New York Times hace oposición a Trump, así como
la CNN y los otros cuatro o cinco grandes grupos mediáticos de Estados Unidos.
Entonces es más fácil hacer una resistencia interna contra esa política. En los
moldes anteriores, esa oposición estaría fuera de juego, incluyendo a la CNN.
Vamos a ver si los cinco grandes grupos mediáticos de Estados Unidos se ponen
de acuerdo para salir a escena, pero por el momento están haciendo todos
campaña contra Trump. En cuyo caso es más fácil plantar una resistencia
doméstica contra esa política.
En ese gabinete existe una dispersión de
fuerzas. Probablemente este aislamiento va a cambiar con el tiempo.
Probablemente la CIA y los complejos militares van a acercarse. La Exxon,
Chevron y otras compañías con intereses en el exterior van a imponer sus
demandas. La industria armamentística dira: “Tenemos que aumentar nuestras
ventas de armamento. La gente necesita ver nuestros bombarderos bombardeando
alguna cosa, si no, no los comprarán”. Con el tiempo es para preocuparse. Por
el momento es mucho más fácil criticar dentro y fuera de Estados Unidos
cualquier cosa efectivamente peligrosa que haga la administración Trump. Y eso
no está mal.
Fernando Morais: ¿Qué evidencias tiene Wikileaks de la participación internacional en el derrocamiento de Dilma Rousseff en Brasil?
Assange: No hemos publicado nada
directamente sobre este tema, pero sí muchas cosas sobre las partes en
conflicto, y cómo lo han venido haciendo desde siempre – incluyendo al presidente
Temer y a otra gente de su gabinete. La mayoría tiene contactos con la embajada
norteamericana. Frecuentan la embajada, reciben instrucciones e intentan hacer
lobby para que la embajada apoye a este u otro partido.
Fernando Morais: En su opinión lo que ocurrió en Brasil ¿fue un proceso de impeachment o un golpe de Estado estilo siglo XXI?
Assange: Algo entre las dos cosas, un golpe constitucional. Un golpe político podríamos decir.
Fernando Morais: ¿Hay alguna evidencia concreta de lo que la CIA…?
Assange: En Australia, mi país natal, hubo
un golpe que ha sido olvidado, que aconteció de manera muy semejante a lo que
ocurrió con Dilma y Temer en Brasil. Fue en 1975; un proceso muy parecido; allí
estaba en el poder también un partido de izquierda. Llevaban dos años en el
poder y nunca antes habían estado tanto tiempo. Los sectores de los negocios y
de inteligencia, aliados con los gobiernos americano y británico, se unieron y
mediante un truco constitucional derrocaron al gobierno y pusieron a la
oposición.
Fernando Morais: A la luz de lo que publicó Wikileaks, ¿es posible identificar exactamente lo que la NSA (National Security Agency) buscaba cuando hacía espionaje y escuchas telefónicas en Brasil?
Assange: Efectivamente, la publicación de
las escuchas sobre Brasil. Nosotros publicamos no solo que la NSA estaba
espiando a determinada compañía o persona, sino que filtramos la cadena
completa de sus objetivos. Por lo tanto tenemos la base de la recolección de
datos. Si usted se refiere a la NSA, esta agencia no hace política pero sí hace
espionaje. Hackea satélites, pincha fibras ópticas… Eso se realiza a nivel
operacional, no en el político. A nivel político el DNI (Director National
Intelligency) dice cuáles son las prioridades generales de lo que los estados
quieren recoger [de información] y ahí actúan la NSA y la CIA, el National
Reconnaissance Office [Oficina Nacional de reconocimiento] la agencia
norteamericana que proyecta, construye y maneja los satélites espías para el
gobierno de Estados Unidos y, de paso, recoge la información.
En nuestras publicaciones usted puede ver
que el gabinete de un determinado ministro, la Petrobras o el presidente de la
República son objeto de espionaje por razones políticas o económicas ya que
esas son las razones enumeradas de acuerdo con los objetivos señalados.
Así pues, la investigación en Brasil es una
mezcla que implica asuntos políticos, que trata de comprender la política en
Brasil, qué rumbo se desearía que tomase, lo que gusta o lo que no gusta. Y entender
la economía brasileña.
Ada: Hay evidencias que están impresas de informadores relativas a las conversaciones del vice-presidente Temer.
Assange: Es la publicación de los pinchazos
en Brasil, con números de teléfono detallados, las informaciones solicitadas.
Esto es la política de directrices de Estados Unidos; ¿por qué quieren ellos
esas informaciones y qué necesidad tienen de ellas? Esto explica resumidamente
por qué quieren esas informaciones. Espían a Dilma por razones políticas. El
gabinete de la presidenta, de los ministros, etc. Se trata de saber cómo
funcionan las finanzas del país. Es pues una mezcla… Por razones militares
espían ocasionalmente al ejército brasileño. Todos saben que es eso lo que
hacen los servicios de inteligencia. Lo nuevo aquí es el grado de interés
político, económico y financiero, no solo una pequeña parte de la actividad. La
verdad es que si analizamos el presupuesto de la NSA, la mitad de toda su
actividad es saber qué rumbo toma tal país o está tomando un gabinete
presencial política o económicamente para que Estados Unidos puedan reaccionar
y conducirlos hacia una vía específica. En la lista de espionables están las
importantes compañías energéticas.
Fernando: Wikileaks divulga un millón de documentos por año. Usted por supuesto no se acuerda de todo, pero de los documentos de Wikileaks ¿qué se sabe respecto a la relación del entonces vice-presidente Temer con los servicios de inteligencia extranjeros, particularmente norteamericanos?
Assange: Nosotros publicamos varios
mensajes sobre eso. Uno en concreto es de enero de 2006 cuando él va a la
embajada americana. El mensaje es sólo relativo a informaciones proporcionadas
por Michel Temer, sus visiones políticas y las estrategias de su partido. Esto
demuestra el grado un tanto preocupante de su entendimiento con la embajada
americana. ¿Qué le pueden dar a cambio? Evidentemente él está dando información
interna a la embajada de Estados Unidos por alguna razón. Probablemente para
pedir algún favor a Estados Unidos; tal vez para recibir por su parte
informaciones de ellos. Fue varias veces a la embajada para hablar. El mensaje
que publicamos en enero es sólo sobre esas comunicaciones. Frecuentemente la
embajada toma contacto respecto de alguna cuestión y consultan a diversos
informadores de diferentes partidos y después juntan toda la información.
Temer envió varias veces información a la
embajada americana, pero también otros lo hicieron. Gente de su gabinete y
gente de dentro del PT. Entonces yo personalmente pienso que, dada la
naturaleza de las relaciones de Brasil con Estados Unidos y teniendo en cuenta
las intenciones del departamento de Estado en maximizar los intereses de
Chevron y ExxonMobil, están proporcionando a Estados Unidos información
política interna sobre lo que pasa políticamente en Brasil. Con esas
informaciones el Departamento de Estado puede maniobrar en defensa de los
intereses de las grandes compañías americanas del petróleo. Lo que no
necesariamente está en líenea con los intereses de Brasil.
Dependiendo de cómo funciona una sociedad
se puede permitir que cualquiera vaya por la embajada y pase informaciones
internas. Pero la mayoría de las sociedades tienen reglas contra esto. Reglas
que prohíben que información delicada sea entregada a otro Estado.
Ada: Y existe también la sensación de que él no está satisfecho con la política anti-neoliberal del PT y quiere alinearse con el PSDB [Partido de la Social Democracia Brasileña].
Assange: Es lo que ha ocurrido ahora. Si
lee usted lo que publicamos en 2006, verá que la situación actual está diseñada
desde hace mucho tiempo. Es interesante ver cómo el posicionamiento de las
partes, sus visiones del mundo y quiénes son sus aliados, no ha cambiado tanto,
como se puede constatar.
Fernando: Usted seguro que sabe que Brasil descubrió enormes yacimientos de petróleo del presal [área de reservas petrolíferas encontrada bajo una profunda capa de roca salina] en el océano y que eso daría mucho dinero a Brasil incluso con el barril a 8 dólares. ¿Qué interés internacional hay en ello? ¿y especialmente la implicacción de Michel Temer?
Assange: No sé muy bien. Precisamente
respecto a Michel Temer tenemos un material importante. Publicamos un número de
documentos sobre los yacimientos del presal en la costa brasileña. Los
depósitos se considera que tienen cuatro veces más que los yacimientos
brasileños actuales, algo extremadamente significativo. Es muy caro alcanzar el
fondo marino y perforar la capa de sal, pero cuando se llega, como el petróleo
no necesita mucho refinamiento, resulta bastante lucrativo. En relación con las
condiciones actuales, Petrobrás tendría el 30% de ganacia del petróleo del
presal.
Empresas interesadas en este petróleo ya
han ido a la embajada americana a protestar contra esas condiciones. Incluso
algunos partidos políticos en Brasil decían que preferían que Chevron y
ExxonMobil tuviesen acceso directo sin la exclusividad de ese treinta por ciento
de Petrobrás. Este es un tema de verdad muy interesante: ¿cuál es la mejor
manera para Brasil de autorizar la explotación de los depósitos de petróleo?
¿Qué beneficiaría más a los brasileños?
Y el argumento básico va en esta línea: si
un Estado va a actuar de manera coherente, en competencia con otros países y
grandes compañías de petróleo, debe garantizar una ganancia, y el petróleo
garantiza un flujo importante de ganancia, que pueda fortalecer al Estado.
El otro lado de la ecuación aduce el argumento
de que si una empresa, incluso si es propiedad del Estado, tiene acceso
preferencial, no sería eficiente y no le iría bien en la extracción de petróleo
porque no habría competencia. Esos son los argumentos básicos. También se dice
que si hay mucha competencia en la extracción de petróleo el precio cae mucho y
el estado no recaudaría mucho en concepto de cobro por licencias de extracción.
Así que si usted mira los mensajes publicados en diciembre de 2009, verá que ya
había informes de ello, pero no era lo más interesante. Para mí lo más
importante es cuando admitieron que lo más lucrativo para el gobierno era que
Petrobrás tuviese derecho a ese 30%.
Esto es pues una concesión. ¿Por qué la
embajada afirma que el negocio más rentable para el estado brasileño era que
Petrobrás tuviese ese 30%? Porque Chevron y las otras grandes compañías
americanas de petróleo dirían: si Petrobrás tiene ese 30%, a nosotros no nos
compensa. No vale la pena que hagamos extracción, en todo caso podríamos
involucrarnos en la financiación.
Pero la rusa Gazprom y otras compañías
chinas de petróleo, como China Oil, podrían ser capaces de acudir a las pujas y
obligar a Chevron y a Exxon a invertir más dinero, porque los chinos y los
rusos consiguen operar con menos lucro. ¿Por qué? Porque los chinos sólo
quieren el petróleo y no están interesados en las ganancias. Pueden llegar más
rápido y con las cuentas equilibradas. Además de aportar un mayor volumen de
recursos a Brasil. Al igual que otras empresas petroleras estatales y otros estados
que tienen petróleo, los chinos funcionan de forma a poder ganar siempre
licitaciones por encima de, por ejemplo, Exxon, una empresa muy grande, que
tiene una facturación anual de 260 mil millones de dólares.
En el caso de Petrobrás, la cuestión pues
se plantea así: ¿Qué tipo de estado quiere ser Brasil? ¿Un estado fuerte o un
estado muy débil con grandes petroleras extranjeras y multinacionales
controlando sus recursos naturales?
Puede usted tal vez ver lo que sucede en
Brasil desde otro ángulo: ¿Cuáles son las grandes instituciones públicas
brasileñas, cuáles las más fuertes? Me parece que son el Ejército y Petrobrás.
Creo también que las otras instituciones en comparación son muy débiles.
Entonces me parece a mí que debilitar a Petrobrás sería una forma de fortalecer
a los militares como centro de gravitación del Estado, lo cual puede suponer un
problema.
Hay dos razones que justifican la elevación
del presal a materia prioritaria en las políticas internas: Petrobrás se la
considera como aliada del PT porque Dilma estuvo allí, colocó a gente suya allí
y sus políticas beneficiaron a Petrobrás. Por todo eso, institucionalmente,
Petrobrás siente que sus intereses están mejor servidos por el PT. Lo cual hace
que otros partidos quisieran reducir el poder de Petrobrás quitándole
beneficios. Una manera de intercambiar favores con Estados Unidos es facilitar
a Chevron y a ExxonMobil el acceso a parte de ese petróleo. En los mensajes
filtrados por Wikileaks aparece un deseo constante de las petroleras a tener el
mismo acceso que tiene Petrobrás.
Es distinto a un Estado tradicional, algo
así como un capitalismo de Estado. Porque lo que Petrobrás practica es un
capitalismo de estado. Tiene la estructura de una empresa pero su organización
está controlada por el Estado. ¿Qué diferencia hay entre ese tipo de control y
el control que viene de leyes y acuerdos? Usted tiene que darnos un cierto
porcentaje para hacer el servicio, usted no puede actuar de determinada manera
o su compañía será multada y puede haber gente que pueda ser procesada. Eso es
lo que ha ocurrido en países en desarrollo desde comienzos de los años 80, y
quizás en los 70 en países desarrollados. Ha habido un cambio en la forma de
regularse las instituciones. Pero eso sólo funciona cuando el sistema de
regulación y el de legislación son incorruptibles. Ahí no importa quién
controla la institución ya que usted controla las leyes. Pero sólo funciona si
usted consigue forzar al cumplimiento de las leyes y controla si esas leyes
están siendo vulneradas. El sector del petróleo tiene tanto dinero que eso
termina por ser imposible.
Fernando Morais: Volviendo a Brasil, a Michel Temer. En la página sobre él de Wikileaks, él se dirige a alguien no identificado ¿Fue una conversación privada con un informador americano? ¿Cuántas veces pasó eso y qué se sugiere con eso?
Assange: Efectivamente, Michel Temer tuvo
reuniones privadas en la embajada americana para pasarles información de
inteligencia política a la que no muchos tenían acceso, así como para discutir
de las dinámicas políticas en Brasil. Lo que no quiere decir que él sea un
espía pagado por el gobierno americano. Yo no sé, pero no existen evidencias de
que él sea un espía pagado con dinero. Estamos hablando de algo más; estamos
hablando de construir una buena relación de manera a establecer intercambios de
información de una parte y de otra. El apoyo político.
Fernando Morais: Hay un pasaje en un discurso de Hillary Clinton sobre el banco Itaú en el que dice que le gustaría que hubiera fronteras libres. ¿Sería eso el anuncio de que ella estaba a favor del impeachment o del golpe en Brasil?
Assange: Sí, en octubre publicamos
conferencias secretas de Hillary Clinton por las que se le pagó. Las
transcripciones de algunos párrafos revelan que el staff de su campaña temía
que se hiciesen públicos. Bernie Sanders y otros opinaban que ese tema debía
ser público, pero ella lo mantuvo en secreto. Y eso era como el santo Grial del
periodismo americano, tener acceso a esas cosas. Para el periodismo americano fue
como acceder a un tesoro. Y lo publicamos nosotros. Es un material muy
interesante ver su posicionamiento cuando habla con Goldman Sachs, cuando ella
habla con los bancos de inversión brasileños.
Lo que se ve es a una liberal imperialista
en relación con el imperio americano, ansiosa por cimentar acuerdos de
aproximación e implantar cambios astutos como el TTP y el TTIP. Propone
realineamientos estratégicos con el objeto de hacer dos cosas: dar a las
multinacionales americanas lo que ellas quieran y parar a China, hacer que les
sea más difícil a los chinos crecer. Yo no sé lo que sus declaraciones están
indicando. Hablaba de energía con los bancos de inversión de Brasil,
defendiendo el libre tránsito de productos energéticos.
Fernando Morais: Poco después de la llamada primavera árabe surgieron dos movimientos de calle, uno en Brasil y otro en Turquía. En Brasil, antes de las protestas de 2013, la popularidad de la presidenta Dilma era de un 80%, después de las protestas fue de un 30%. En Turquía la cosa acabó con una tentativa de golpe militar contra el presidente Erdogan y recientemente el golpe en Brasil ¿Ve usted relación entre ambos?
Assange: No. Entre Turquía y Brasil, no.
Creo que son cosas diferentes. Tal vez el golpe en Brasil en su naturaleza
fuese populista. Si fuera un problema más amplio estaría relacionado con el uso
de los medios sociales, que por un lado están permitiendo surgir una cultura no
industrializada de forma orgánica, imprevisible e incontrolable, que está
permitiendo a líderes poíticos eliminar intermediarios y hablar directamente
con las masas, como está haciendo ahora Trump. Es decir, evitan la censura y la
influencia de los medios organizados, controlados por las grandes familias. Ese
efecto ha sido dirigido por organizaciones especializadas en difundir cientos
de miles de mensajes “verbots” en internet, forzando un mensaje particular,
haciendo parecer que es un fenómeno orgánico, pero es un fenómeno programado.
Te pongo un ejemplo. En 2011 Wikileaks publicó muchas informaciones de Barhein.
Eran los tiempos de la primavera árabe; árabes barhenitas iban avanzando hacia
el poder y el Twiter era muy popular. En el espacio de un año el régimen de
Barhein contrató como a diez empresas de asesoría de prensa, la mayoría occidental.
De repente empezaron a surgir muchas cuentas en Twiter y en Facebook, incluso
páginas de internet, que publicaban propaganda pro-régimen.
Ada: En Brasil fue un poco distinto porque como la izquierda estaba en el poder, esos mensajes populistas fueron de alguna manera defendidos por los grandes medios, controlados por cinco familias. Lo que vimos en 2013 fue muy diferente a lo que sucedió históricamente en Brasil, una emergencia de la derecha que no favoreció directamente a la misma derecha que es “izquierdófoba”, lo que es un fenómeno nuevo en Brasil y en cierto modo diferente del de Estados Unidos.
Assange: El genuino populismo, en cuanto
tiene un medio que lo exprese, siempre puede levantarse contra la autoridad.
Porque la autoridad es percibida por su capacidad de detener a gente, cobrar
impuestos y gobernar en ese sentido. Cuando se desarrolla una crítica libre, de
tipo más duro, socava la percepción de autoridad. La aborda de manera dura,
acentúa esa percepción de autoridad. Eso ocurrió en el caso de Dilma.
No era propiamente orgánica, pero tenía un
componente orgánico y ese componente orgánico fue acentuado por los cinco
grandes grupos mediáticos. Y probablemente mediante robots. De hecho encontré
evidencias de robots, no tengo certeza sobre quién los manipulaba, se descubrió
al final, pero hubo una presión de robots por parte de los medios sociales.
Estamos sólo al comienzo de este fenómeno
en el que mucha gente ahora tiene capacidad de publicar. Eso cambia la dinámica
de poder, porque en nuestras sociedades, mucho de la dinámica de poder se basa
en la censura, que previene así que la mayoría de la población se exprese. O al
menos que publique algo que alcance a mucha gente. Esto está empezando a
cambiar.
¿Sabe usted cuándo está tratando con un
robot? ¿Sabe usted cuándo está tratando con una persona real? Es un sitema que
cuenta con algunos humanos y esos humanos controlan miles de robots que son con
quienes usted interactúa, así es. Es la invención de los “falsos ‘demos’[1]”.
¿Por qué las revoluciones ocurren siempre en las plazas? Porque en la plaza
puedes ver cómo reacciona la gente. Echas una mirada alrededor y puedes ver a
personas. ¿Por qué es necesario para eso una plaza? Ciertamente, si las
personas no estuviesen en la plaza y los medios estuviesen cubriendo y
difundiendo fielmente la voluntad del pueblo, se daría la revolución de
cualquier manera. Pero los canales de comunicación no difunden lo que quiere la
población, entonces no se tiene la misma percepción.
Es la percepción de lo que es la voluntad
de la mayoría lo que define si algo es políiticamente posible. Por lo tanto
cuando se da una revolución es normalmente en una plaza, como la toma del
Palacio de invierno, porque allí la gente puede ver que son muchos. ¿Por qué no
ven que son tantos cuando no están en la plaza? Porque el sistema de medios
está suprimiendo la realidad de lo que la gente piensa, no pueden percibir los
“falsos demos”.
Ante la posibilidad de que todos hablen en
internet de una manera u otra, un antídodo para eso es crear los tales “falsos
demos”: Es muy simple: censurar a las personas se está haciendo muy difícil. El
sentido de colectividad es difícil de percibir. El poder político no se
preocupa ya en censurar a las personas, lo que preocupa es la sensación de ser
mayoría, de que se tiene voluntad popular detrás de usted. Para conseguir ese
efecto se crean “falso demos”. Es eso lo que desde 2011 vienen haciendo los
estados y los partidos políticos. Es una nueva forma de fabricar consensos.
Estamos familiarizados con la situación anterior, con los oligarcas de los
medios, pero cuando se dispone de medios sociales se tiene una forma nueva de
crear consensos, que es la creación de una apariencia de voluntad democrática.
Fernando Morais: ¿Detectó usted alguna evidencia de la influencia estadounidense en las protestas de Brasil?
Assange: Lo que vi es que había un gran
número de robots online actuando para incitar esas protestas. Y pensando cómo
son los programas americanos, vemos que esas cosas no suceden en América latina
sin apoyo americano. Financieramente, con logística e información, justo cuando
están sucediendo o simplemente agrupando las partes interesadas. Si usted lee
nuestras publicaciones verá que eso ocurre reiteradamente y Brasil es un país
que atrae muchos intereses.
La verded es que si miramos el espionaje
militar en diferentes países de América Latina, Brasil es el país
latino-americano más espiado. Eso es muy interesante porque alguien podría
pensar que son Cuba o Venezuela los que más espías tienen, pues históricamente
han sido los adversarios con los que Estados Unidos más hostilidades ha tenido,
y no Brasil. Entonces, ¿por qué Brasil? Porque Brasil tiene una economía mayor,
sencillamente Brasil es más importante económicamente.
Fernando Morais: Muchos decían que el sistema de votación de Brasil y de Venezuela estaba garantizado, que no cabía fraude, pero mi yerno dice a la gente de este medio que sí es posible el fraude, sobre todo en el camino que va de la urna al sistema. ¿Sabe algo de eso? ¿Y qué significa eso para la democracia en la era cibernética?
Assange: Yo era un hacker adolescente y me
hice consultor de seguridad e ingeniero cartográfico y usé esa formación para
mantener Wikileaks y nuestras fuentes a salvo. Wikileaks existe dentro de una
comunidad de gente parecida. Y hace ya mucho tiempo que yo y otras personas de
esta comunidad afirmamos, hace más de veinte años que lo venimos diciendo: las
urnas electrónicas son peligrosas.
Los fabricantes de urnas electrónicas dicen
que aumentan la precisión del recuento de los votos porque es más difícil de
manipular una máquina compleja que una urna normal. Es verdad que hacer fraude
en una urna electrónica es más difícil que en una normal, pero cuando se hace
fraude en una urna normal ¿a cuántos votos afecta? Quizás a algunos cientos.
Ahora bien, cuando se tiene el acceso al código responsable para una elección o
a la computadora que hace los informes, se pueden manipular miles, millones
incluso, de votos. Y se puede hacer de manera prácticamente sin que pueda
detectarse. ¡Ese es el punto principal!
Alguien puede decir: OK, pero podemos
auditar o chequear las máquinas para ver si todo está bien; se puede disponer
incluso de una conexión auxiliar. Pero la realidad es que a los gobiernos les
gusta recortar gastos, o son ineficaces y dejan pasar el tiempo y ya no se
audita. Es un problema filosófico interesante: nunca se sabe de verdad lo que
hace una máquina que sea compleja. Casi nadie puede determinar si una máuina
compleja está de hecho haciendo lo que debería hacer. Y más cuando se trata de
votos, de la búsqueda intensa del poder, con motivaciones muy fuertes. Una
persona corriente debería ser capaz de entender que la máquina hace lo que
debería hacer, pero una persona corriente no entiende nada de esa complejidad.
Por eso son peligrosas las urnas electrónicas.
Fernando Morais: Durante la guerra fría el cardenal húngaro Jozsef Mindszenty vivió 15 años en la embajada de Estados Unidos en Budapest porque estaba siendo perseguido por el régimen prosoviético. ¿Cuánto tiempo está usted dispuesto a pasar en la embajada de Ecuador?
Assange: El tiempo que yo pueda pasar aquí
es irrelevante. Lo que importa es saber cuándo Estados Unidos va a empezar a
obedecer sus propias leyes y cuándo abandonará el proceso contra mí y,
potencialmente, contra otros miembros de Wikileaks. Es relevante saber cuándo
el Departamento de Justicia estadounidense va a empezar a obedecer sus leyes,
sus propias leyes, la Constitución de EE.UU. en primer lugar, la Primera
Enmienda, sus reglas internas que dicen que no se puede procesar a un medio de
comunicación. Lo que importa es saber cuándo el Reino Unido y Suecia obedecerán
sus leyes – hace casi un año que la ONU decretó que ambos estaban actuando
ilegalmente manteniéndome en prisión domiciliaria en esta embajada,
deteniéndome durante seis años en este país sin acusación. Recientemente la ONU
se reafirmó en esta decisión y la situación continúa igual. ¿Cuándo van ellos a
obedecer a las leyes?
Me parece irónico que se acuse a un medio
como Wikileaks de ser radical y revolucionario. ¿Qué proclama Wikileaks? Que
las personas deben ser honestas, abiertas, transparentes. En cierto modo es
algo tan simple que casi parece cristiano, incluso una visión conservadora.
Nosotros decimos que Estados Unidos debe
obedecer sus propias leyes. No es tanto pedir; pero las personas que se oponen
dicen: aunque la ley diga que se puede publicar, no deberían hacerlo.
Fernando Morais: Muchas gracias y espero recibirle como hombre libre en un Brasil democrático.
Nota:
[1] Demo (informática), prototipos o versión incompleta o de evaluación de un determinado software con fines promocionales o para demostrar sus funcionalidades.
Traducción
de Red Roja
El
texto original se encuentra en: http://www.nocaute.blog.br/mundo/uma-tarde-com-julian-assange-o-hacker-que-tirou-o-sono-do-governo-americano.html
Fuente: http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/4336-una-tarde-con-julian-assange-el-pirata-informatico-que-quito-el-sueno-al-gobierno-estadounidense
Fuente: http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/4336-una-tarde-con-julian-assange-el-pirata-informatico-que-quito-el-sueno-al-gobierno-estadounidense
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