jueves, 1 de octubre de 2015

ECONOMÍA


Imperialismo, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional

César Risso

LA REUNIÓN ANUAL del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) a realizarse en el Perú a inicios de octubre, nos pone sobre la pista de las medidas económicas que las entidades “técnicas” del capitalismo mundial desarrollan para sortear la crisis económica, mantener y ampliar el poder económico y político de la burguesía imperialista.

        Estas instituciones sumadas a la Organización Mundial de Comercio (OMC), representan el poder económico mundial de la burguesía. Poder que aparece bajo la forma de dominio de los Estados Unidos sobre el resto de países del mundo, pero que es en esencia el dominio de la burguesía imperialista, independientemente del país de origen.

        Creadas por acuerdo de las potencias aliadas a finales de la Segunda Guerra Mundial, tenían por finalidad inmediata reconstruir la economía mundial, evitar los desequilibrios externos y reordenar el comercio mundial.

        Durante varias décadas esas fueron las funciones que venían cumpliendo estas entidades, como la forma fundamental de control y dominio de la burguesía imperialista sobre los países semicoloniales, sobre el trabajador asalariado, y sobre las formas precapitalistas aun subsistentes en el mundo.

Sin embargo, a partir de la década del 80 del siglo pasado, bajo el dominio casi exclusivo de los Estados Unidos, en su acepción espacial, esto es, geográfica, ha promovido la política de desregulación económica, la que bajo el mote de neoliberalismo circula entre los críticos de esta política; cambio que se debe al desarrollo de las fuerzas productivas, a la aceleración del desarrollo científico y tecnológico, y a la agudización de la competencia inter imperialista.

        En el caso del FMI, su papel es más conocido y aparece a simple vista como la política de liberalización financiera, que propone la austeridad fiscal y el aumento de la tasa de interés para el control de la inflación. Es decir, que su propuesta no atiende a evitar la crisis económica, sino a aprovechar las crisis económicas para explotar más agresivamente a los trabajadores en general, y a los pueblos oprimidos del mundo; y a resolver las crisis económicas a través del colapso de la economía, con la llamada política de shock, que no es otra cosa que la aceleración de la quiebra de los países en crisis.

        Esta política que es insostenible, lo que hace es poner a los países en condiciones en las que deja campo libre al capital financiero internacional para que pueda extraer la mayor plusvalía posible, sin ningún tipo de control. Es decir, es el aprovechamiento absoluto de la ventaja que una situación de crisis económica ofrece a la burguesía imperialista para mejorar las condiciones en la que explota a los pueblos. El papel del FMI, a través de los créditos que otorga y de las calificaciones a los países (en base a la aceptación o no de sus recetas), que son la base para la inversión extranjera, se nos presenta como el de un chantajista internacional.

        De otro lado, la función del BM, que otorga préstamos de mediano y largo plazo, para proyectos de desarrollo, como por ejemplo para enfrentar la pobreza, etc., tiene como objetivo en el mediano plazo, crear las condiciones materiales y espirituales para una mejor extracción de plusvalía. Por ejemplo, lo que se conoce como el consenso de Washington, fue promovido por el BM a través de su informe para el Desarrollo Mundial del año 1986. O, en el caso del llamado libre comercio, para la integración comercial de los países, en el Informe Sobre el Desarrollo Mundial del año 2009, cuyo subtítulo es Una Nueva Geografía Económica, en el cual se dice lo siguiente: “Los países en desarrollo de hoy, como recién llegados, se enfrentan a una elección difícil: mantenerse divididos y perder terreno, o convertirse en ganadores sin fronteras”1. Esta conclusión cuya esencia es la del inevitable dominio de la burguesía imperialista, se expresa como una necesidad de los países semicoloniales, a lo cual el BM aporta el sustento teórico, en la cita transcrita, de una manera subiminal.

Otro de los “aportes” del BM se da en el caso de las micro y pequeñas empresas, en las que a través de la promoción del emprendedurismo, ha transformado a las familias en asalariados colectivos, pero haciéndolos pensar como empresarios, lo cual favorece al sistema capitalista en varios sentidos, por ejemplo, produciendo bienes salarios baratos para una fuerza de trabajo con ingresos por debajo de la canasta básica familiar, o produciendo bienes y servicios para las medianas y grandes empresas, que así logran abaratar los costos e incrementar sus ganancias.

Con respecto al medio ambiente, promueve conceptos como los de Gobernanza Mundial, para la gestión mundial de los recursos naturales, asociado al de bienes públicos, evidentemente con el mando Norteamericano.

Otro tanto tenemos en la educación. En este campo lo que proponen es que el hombre debe ser un “homo economicus”, vale decir, un hombre que sienta, piense y actúe teniendo como su Dios al mercado.

Entre otras medidas proponen:

“La disminución del papel del gobierno en el desarrollo de la educación pública; para lo que recomendaron la descentralización del sistema educativo, y, para la educación superior, la existencia de instituciones autónomas responsables de sus resultados, lo que implicó el recorte del personal administrativo, estancamiento en la contratación de académicos y aumento de la carga de trabajo.”2

Como síntesis del papel del BM y de los organismos financieros internacionales en el campo de la educación, reproducimos el siguiente texto:

“En conjunto con la instalación del pensamiento neoliberal, los OFI [organismo financieros internacionales] consideran que ostentan la única verdad posible. En apariencia se trata de una nueva ideología progresista, pero en el fondo se trata de la ideología conservadora, en tanto que por medio de la educación reforma las estructuras de dominación para mantener vigente el dominio imperial.”

“De este modo, cuando los docentes trabajan en el campo curricular deben ajustar los planes y programas a lo que calificarán los modelos de evaluación, los mismo que están encaminados a estimular una formación pragmática y técnica, cuya finalidad es el desarrollo y preparación del capital humano suficientemente calificado para servir a los capitales e inversiones extranjeras; hombres que adquieran conocimientos, pero que no actúen conscientemente, serviciales al sistema, hombres objetos y no sujetos, es decir, el hilo conductor de la educación es mantener activa la relación educación-empresa.”3

Eric Toussaint, analizando el papel del BM en sus documentos, concluye lo siguiente:

“1) El BM ha apoyado durante toda su historia a regímenes dictatoriales aliados a los Estados Unidos o de las potencias imperialistas que, participando en su dirección, ha desestabilizado a regímenes democráticos.

2) Que parece ser un instrumento bastante ineficaz para el desarrollo, pero que se encuentra en situación de golpe de estado sobre los países del llamado tercer mundo, interviniendo en las decisiones ordinarias de sus gobiernos. En sus primeros 17 años de vida, el BM no concedió un solo préstamo para escuelas, abastecimiento de agua o tratamiento de residuos.

3) Atenta contra los derechos humanos al favorecer las privatizaciones, el saqueo de los recursos naturales y el fin de los servicios públicos, además propicia, con las políticas de ajuste, el pago de ilegales deudas y reformas estructurales recolonizando sectores estratégicos en la industria y servicios, llevando a la recesión, devaluación, aumento de las tasas de interés y la consecuente quiebra de empresas y empobrecimiento generalizado.

4) Entrega los países a la voracidad del capital internacional al abrir las economías y permitir la entrada y salida libre de capitales; suprime los impuestos progresivos, reduce la soberanía alimentaria.”4

        Sería un error considerar que estas tres instituciones son las únicas que se conjugan en el proceso de dominio mundial de la burguesía imperialista. Por doquier se han creado instituciones que promueven la ideología capitalista; las mismas ONG, las universidades, los medios de comunicación, etc. No hay lugar ni institución que no esté invadida por la ideología burguesa.

        La tarea es desenmascarar el papel de todas y cada una de estas instituciones, así como el de enfrentar todas las expresiones del pensamiento burgués, ya sea en su versión neoliberal o estatista. En otras palabras, desplazar a la idea burguesa para sustituirla por la idea proletaria; y desplazar del poder a la burguesía para reemplazarla por el proletariado en el poder.

Notas:
[1] Informe Sobre el Desarrollo Mundial. Una Nueva Geografía Económica. Banco Mundial. 2009. Pág. 260.
[2] Lora Cam, Jorge y Recéndez, María. La Universidad en la Era del Neoliberalismo. Fondo Editorial. Universidad de Ciencias y Humanidades. Lima, 2009. Págs. 68-69.
[3] Ibídem. Pág. 100.
[4] Ibídem. Pág. 63.

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