El Imperialismo Estadounidense Amenaza a Venezuela
Santiago Ibarra
EL 9 DE MARZO BARACK OBAMA
DICTABA una Orden Ejecutiva en la cual declaraba a su país en estado de
“emergencia nacional” porque supuestamente Venezuela representa una amenaza a
su seguridad nacional. En su afán de gobernar el mundo, Estados Unidos busca
poner a Venezuela nuevamente bajo su control, hincarla a sus pies.
¿Es
cierto que los Estados Unidos tiene en Venezuela una amenaza a su seguridad
nacional? ¿Qué se juega realmente Estados Unidos en Venezuela?
Venezuela
no puede representar ninguna amenaza a la seguridad nacional de los Estados
Unidos, la mayor potencia militar en la historia de la humanidad. Las razones
están ahí, a la vista de todos. Al contrario, Venezuela tiene en Estados Unidos
un proyecto por el cual subsidia a miles de ciudadanos estadounidenses con
energía.
En
cambio, los Estados Unidos sí representan un peligro real para los pueblos de
Latinoamérica. En esta parte del continente Estados Unidos ha apoyado el derrocamiento
de gobiernos libremente elegidos, como, por ejemplo, el golpe de Estado del
tristemente célebre Augusto Pinochet contra Salvador Allende, en Chile, con un
saldo de más de tres mil muertos. Y, en los
últimos años en Venezuela y Bolivia, ha cumplido un activo y nefasto papel en
la desestabilización violenta de estos gobiernos.
Estados
Unidos quiere una Latinoamérica arrodillada a sus pies.
Internamente,
desde que Hugo Chávez ganara las elecciones nacionales en Venezuela, en 1999,
la derecha pro-imperialista no dejó un solo instante de complotar contra su
gobierno, ni ahora tampoco, contra el gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro, a
pesar de que ambos fueron y son gobiernos legalmente constituidos.
Así, por
ejemplo, la gran burguesía que controla la banca y el comercio exterior
promueve movilizaciones muchas veces violentas, el desabastecimiento de los
productos básicos de la canasta familiar, el alza del precio de los mismos y la
fuga de divisas al extranjero (se dice que en los últimos dos años 150 mil
millones de dólares han sido depositados en el extranjero).
Estados
Unidos propicia y respalda estas acciones criminales al interior de Venezuela.
Al respecto, afirma el periodista cubano Ángel Guerra Cabrera: “En la planificación del golpismo contra
Venezuela participa activamente Estados Unidos y sus embajadas en Caracas y
Bogotá. El gobierno bolivariano presentó un intercambio de correos electrónicos
entre el embajador yanqui en Colombia y la líder opositora María Corina Machado
en que se evidencia un importante financiamiento enviado por aquel a esta para
romper los “anillos de seguridad”, presuntamente del presidente Maduro y otros
líderes revolucionarios”. (“Estados
Unidos acelera el golpe en Venezuela”, La Jornada, 26 de febrero de
2015).
Venezuela
y el gobierno de Maduro, y antes el de Chávez, tienen, pues, al enemigo fuera y
dentro de sus fronteras.
Nadie
puede olvidar tampoco las bombas atómicas lanzadas contra Nagasaki y Hiroshima
en Japón. Nadie puede olvidar que el poder económico de la burguesía
estadounidense se levantó sobre el exterminio de los indígenas que ocupaban el
territorio de lo que es ahora Estados Unidos y sobre la reducción a la
condición de esclavos de la población negra traída de África.
En el
mundo, el estado que más ha violado los derechos humanos, son los propios
Estados Unidos de Norteamérica. Pero la cuestión de los derechos humanos es
usada por Estados Unidos para reprimir a gobiernos y pueblos que se desmarcan
de su control.
Si hay en
el mundo un estado que represente un peligro real para los Estados Unidos, ese
estado es el propio Estados Unidos: el poder económico instalado en su complejo
industrial, militar y financiero, que ha polarizado a su sociedad a niveles
jamás vistos en su historia, busca el control militar del planeta y provoca el
odio justificado de millones de personas en el mundo.
Si
Estados Unidos no se mueve en realidad por una amenaza a su seguridad nacional,
ni tampoco por la defensa de los derechos humanos, ¿qué impulsa a este estado a
actuar beligerantemente contra distintos países, librando incluso guerras e
intervenciones militares?
Estados
Unidos tiene la meta utópica de ser el gobierno del mundo. Su verdadero interés
estriba en conservar y ampliar las fronteras geográficas de inversión del gran
capital monopólico. Su verdadero interés estriba en conservar y conquistar nuevos
territorios con grandes fuentes energéticas, cueste lo que cueste, para
alimentar su complejo militar-industrial. Por eso Estados Unidos busca
supeditar al mundo, y a América Latina en particular, a su control.
Venezuela
tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo. Cumple Venezuela en
América Latina, además, un papel dirigente en la búsqueda de su integración
económica, fuera del control del gran capital estadounidense.
Estas son
las razones de fondo de por qué Estados Unidos toma medidas contra este país.
Estos son los intereses que están en juego en Venezuela.
La ejemplar posición cubana
Hacía solamente unas pocas
semanas atrás que el gobierno estadounidense había anunciado el inicio de
nuevas relaciones con Cuba. El bloqueo económico contra este inmenso y digno
país ha sido un rotundo fracaso, porque no logró sus objetivos: restaurar el
capitalismo en este país. Pero, como han señalado los líderes históricos de la
Revolución Cubana, Fidel y Raúl Castro, Estados Unidos ha cambiado de métodos
(para con su país), pero no de objetivos.
La
dirección revolucionaria cubana lo comprende muy bien. Y no ha dudado un
instante en dar su respaldo incondicional al gobierno venezolano, el mismo día
en que fue dictada la Orden Ejecutiva, el nueve de marzo. Luego, en la Cumbre
extraordinaria de jefes de Estado del ALBA, del 17 de marzo último, Raúl Castro
afirmó: “Estados Unidos debería entender de una vez
que es imposible seducir y comprar a Cuba, ni intimidar a Venezuela. Nuestra
unidad es indestructible”.
A nadie puede sorprender después de 56 años de revolución la
ejemplar posición cubana.
El aislamiento mundial de los Estados Unidos
De la misma manera, los
países del ALBA, con 13 países miembros, de la CELAC, con 17 países miembros, y
los países No Alineados de la ONU, con 120 países, han rechazado la medida de
fuerza de los Estados Unidos contra el gobierno de Venezuela.
Se ha
consumado para los Estados Unidos una nueva derrota diplomática internacional,
que se suma a los profundos desequilibrios y deformaciones de su economía.
Comunicado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Solidaridad
con la República Bolivariana de Venezuela
LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS
Y CARIBEÑOS (CELAC) expresa su rechazo a la aplicación de
medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional.
La CELAC reafirma su compromiso con la
plena vigencia del Derecho Internacional, la Solución Pacífica de Controversias
y el principio de No Intervención.
La CELAC ratifica los postulados de la
Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, acordada en la
II Cumbre, celebrada en La Habana, en enero de 2014.
La CELAC reitera el contenido del
Comunicado Especial aprobado en el marco de la III Cumbre de la CELAC en Belén,
el 29 de enero de 2015 y en el Comunicado Especial de fecha 12 de febrero de
2015.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños (CELAC) manifiesta su rechazo el Decreto Ejecutivo del
Gobierno de los Estados Unidos de América, aprobado el 9 de marzo de 2015 y
considera que este Decreto Ejecutivo sea revertido.
De igual manera, la CELAC hace un
llamado al gobierno de los Estados Unidos de América y al Gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela para que inicien un diálogo, bajo
los principios de respeto a la soberanía, la no injerencia en los asuntos
internos de los Estados, la autodeterminación de los pueblos y el orden
democrático e institucional en consonancia con el Derecho Internacional.
La CELAC invoca a que se reabra el
diálogo y hace un llamado a las fuerzas democráticas en Venezuela para que se
haga uso de los mecanismos constitucionales en la solución de las diferencias
existentes.
LAS FUERZAS CONSERVADORAS y neoliberales
que gobiernan la gran mayoría de las instituciones políticas europeas (el
Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Parlamento
Europeo) desean con toda intensidad el fracaso del gobierno Syriza en Grecia,
utilizando todos los medios para impedir que se terminen las políticas de
austeridad, deseando mantener las políticas que han creado un enorme desastre
social. De conseguir aplicar sus políticas alternativas, el gobierno Syriza en
Grecia podría mostrar la gran falsedad, ineficacia e incluso maldad de las
políticas impuestas a las clases populares de Grecia y de los otros países de
la Eurozona, con la complicidad y apoyo proveídos por las élites conservadoras
y neoliberales gobernantes en cada uno de estos países. Existe una alianza de
clases a lo largo de la Eurozona en la que los instrumentos políticos de las
clases dominantes están imponiendo unas políticas carentes de mandato popular
que están causando un enorme drama humano que alcanza sus mayores dimensiones
en Grecia, pero también en España, en Portugal y en Irlanda.
Es importante subrayar
que los mayores defensores de las políticas de austeridad lideradas por el
gobierno alemán han sido precisamente los gobiernos conservadores-neoliberales
de estos países –como el gobierno PP en España- donde estas políticas han
tenido un impacto devastador. Y como consecuencia de la enorme influencia de
los mayores grupos económicos y financieros existentes en cada país, así como
la que sus sectores sociales con mayor peso económico y social tienen sobre sus
mayores medios de información y persuasión, hemos leído y/o visto un reportaje
en tales medios enormemente sesgado en contra del gobierno Syriza en sus
negociaciones con el Eurogrupo. Se ha referido al gobierno de Syriza
constantemente como “poco serio”, “demagógico” (y una larga retahíla de
insultos más) que, resultado de su supuesta inmadurez, han terminado con un
gran fracaso. Tanto el director de La Razón,el Sr. Francisco
Marhuenda, abogado del gobierno Rajoy, como el economista del PSOE, asesor del
Sr. Zapatero y economista primero de El País, el Sr. José Carlos
Díez, coincidieron en esta lectura promovida activamente por el establishment
mediático del país.
Lo que no se publicó en España
En esta avalancha mediática, que ha
alcanzado una de las máximas expresiones en España (uno de los países con menor
diversidad ideológica en los medios) se han ocultado varios hechos, que
muestran una realidad distinta, ocultada o ignorada por estos medios. Una
consecuencia de lo ocurrido es el hecho mostrando con toda claridad el dominio
del Eurogrupo y del BCE (y, en menor grado, de la Comisión Europea) por parte del
gobierno alemán, un dominio, sin embargo, que no es equivalente a omnipotencia.
El gobierno alemán ha aparecido claramente como el centro dominante de la vida
económica, financiera y política de la Eurozona, con la clara sumisión de los
otros gobiernos, incluidos los que se definen a sí mismos como
socialdemócratas. La publicación por parte del gobierno griego de algunas de
las declaraciones (en privado) de apoyo a sus propuestas por parte de
representantes de estos gobiernos (como el italiano y el francés) contrastó con
el comportamiento público de estos representantes, mostrando la incoherencia de
tales partidos gobernantes. La estrategia del gobierno griego ha permitido
definir los bandos en los que se configura Europa, esta Europa hoy poco
representativa de las clases populares de los países de la Eurozona, y que está
perdiendo la legitimidad y atracción que tuvo en su momento.
Ahora bien, es
importante subrayar que, como dice Mark Weisbrott en un comunicado reciente
(Press Release, Center for Economic Policy Research, Washington,
20.02.15) a pesar de esta hostilidad del establishment neoliberal europeo, el
gobierno griego ha permanecido sereno, sin estridencias, presentando los datos
que muestran el enorme daño de la políticas de austeridad en su pueblo,
recurriendo en su argumentario a los valores que teóricamente Europa defiende
como suyos, la democracia, el Estado del Bienestar y la justicia social,
señalando la hipocresía de este establishment. Y, a pesar del enorme control de
los medios –que alcanza dosis abusivas en España- la población europea ha
podido captar la justicia de su causa, creando gran simpatía popular hacia los
argumentos utilizados por Syriza, incluso por cierto, en Alemania, donde el
porcentaje de la población alemana que deseaba expulsar a Grecia del euro ha
pasado de ser mayoría a ser minoría. Ha sido este cambio que explica que
incluso el Presidente de la Comisión reconociera en sus declaraciones que se ha
hecho una gran injusticia al pueblo griego. Ello es un indicador del valor democrático
y moral de las propuestas de Syriza, que han movilizado al pueblo griego en
apoyo de su gobierno.
Las victorias de Syriza
Ha sido esta movilización popular, dentro y
fuera de Grecia, lo que explica las divisiones del propio Eurogrupo que Syriza
supo utilizar. Y consiguió grandes concesiones del Eurogrupo, ocultadas en la
avalancha neoliberal mediática. Como señala James K. Galbraith (“Reading the
Greek Deal Correctly”, Social Europe Journal), las concesiones
(victorias de Syriza) incluyen:
1. El documento final separa la
transferencia de fondos de las condiciones, aceptando algunas (que Syriza
también consideraba justas) y rechazando otras. Es lo que en lenguaje mediático
se refirió la aceptación del 70% de lo acordado con el gobierno griego anterior,
y rechazo del 30%. Aceptación eran, por ejemplo, las medidas antifraude.
Rechazo era la reducción de las pensiones y otras medidas que eran continuistas
de las políticas de austeridad. En realidad, todas las medidas explícitas de
austeridad que estaban en el documento firmado por el gobierno anterior fueron
rechazadas, sustituidas por una ambigüedad (aceptada por la Comisión Europea)
que permitía una flexibilidad de interpretación que no se permitía antes.
2. Se consiguió revertir la mayoría de medidas
antisindicales que contribuyeron al deterioro del mercado laboral, aceptando el
incremento del salario mínimo (retrasándose hasta septiembre su aplicación).
3. Se recuperó el concepto de soberanía, de
manera que las políticas domésticas se asignaban al gobierno griego siempre y
cuando fueran aprobadas por el marco definido por los límites de fiscalidad
marcados por la Troika, redefinida como instituciones separadas, cuya autoridad
quedaba delegada del Eurogrupo y de la Comisión y no como grupo de supervisores.
Este cambio es más que semántico.
4. Una cesión clave fue que al gobierno
griego no se le imponía el objetivo de alcanzar un 4,5% de superávit primario
(lo cual le hubiera prohibido poder terminar con las políticas de austeridad),
sin especificar un objetivo, permitiéndole que alcanzara el deseado por Syriza,
el 1,5%.
5. Un mejoramiento del pago de la deuda, en
los plazos y en los intereses, a desarrollar en posteriores negociaciones. En
realidad, la negociación mayor es la venidera. Es cierto que no se consiguió la
quita de parte de la deuda, pero no excluye la posibilidad de que se establezca
una renegociación a nivel de Europa del problema de la deuda pública, que ha
alcanzado unas dimensiones excesivas, consecuencia de los rescates bancarios que
beneficiaron a unos pocos a costa de la mayoría de las clases populares.
En resumidas cuentas,
Syriza ha iniciado un proceso de redefinición de Europa, con una enorme
movilización popular en su país, en apoyo de esta redefinición. Y el gran
pánico de la estructura de poder europea es de que el próximo paso en esta
lucha se de en España. De ahí que las victorias de Syriza son también victorias
de los pueblos de Europa. Estas victorias fueron las concesiones que detallo
anteriormente.
Naturalmente que eran
concesiones dentro de un marco que viene definido por su permanencia en el
euro, gobernado por las derechas neoliberales y socioliberales. Pero Syriza
escogió presentarse como defensor de Grecia y de Europa, intentando iniciar un
proceso de transformación de esta Europa. Se podría criticar a Syriza por no
haber tenido preparado un plan B, que hubiera sido la salida del euro. Pero
esta crítica ignora que la mayoría del pueblo griego quiere permanecer en el
euro. Puede que cambie y la lección didáctica a la cual me refería al principio
del artículo sea un paso en la dirección de cambiar el deseo de permanencia.
Pero el gran dato de las negociaciones es que, a pesar del enorme desequilibrio
de fuerzas, la movilización de un pueblo en apoyo de las demandas justas de su
gobierno puede conseguir victorias en un proceso en el cual solo hemos visto el
inicio de una larga lucha, pues es ahora cuando la parte difícil comienza.
Ceder y caer en un desánimo es lo que la reacción desea. Lo que ha ocurrido en
Grecia muestra que cuando la población se mueve, se pueden ganar batallas. Y
también muestra la falsedad de los argumentos utilizados por los gobiernos
Zapatero y Rajoy (y Mas en Catalunya) de que no hay alternativas. Incluso en un
caso extremo, como el de Grecia, con un gran desequilibrio de fuerzas, se
pueden desarrollar otras propuestas.
Fuente:
Rebelión
Los Préstamos del FMI a Ucrania: Mortal
"Medicina Económica" Dirigida a la Desestabilización Total
Ernst Wolff
EL 12 DE FEBRERO, CHRISTINE LAGARDE, Directora Gerente
del Fondo Monetario Internacional, anunció que el FMI había llegado a un
acuerdo con el gobierno ucraniano en un nuevo programa de reforma económica. La
declaración de MS Lagarde hecha en Bruselas, llegó sólo minutos después que las
negociaciones de paz entre los jefes de los gobiernos alemán, francés, ruso y
ucraniano en Minsk, Bielorrusia, habían terminado. El momento no fue por
casualidad. Washington había sido dejado fuera de las negociaciones y ahora
reaccionó enviando su organización financiera más poderosa a la vanguardia con
el fin de entregar un mensaje claro al mundo: que Estados Unidos no aflojará su
presión en Ucrania, si no es mediante el envío de armas, entonces al menos
económica y financieramente.
Las afirmaciones de Mme Lagarde de que
el programa "apoyaría la estabilización económica inmediata" y
presagiarían "un punto de inflexión para Ucrania", están tan lejos de
la realidad como lo está la representación de los medios de comunicación del
FMI como una organización caritativa ayudando a un país ahogado para sobrevivir
en tiempos difíciles. Ni un solo centavo de los préstamos se destinará a la
clase obrera ucraniana. En cambio, el dinero se utilizará para apuntalar el
gobierno Yatseniuk que está totalmente subordinado a los intereses EEUU y le
permitirá servir a las deudas contraídas por sus predecesores en las secuelas
de la crisis financiera de 2008, para pagar la mayor parte de sus gastos
militares de alrededor [de] 250 millones por mes para la continuación de una
guerra contra su propia población y tapar por lo menos algunos agujeros en el
presupuesto del estado que se deben al deterioro económico del país en curso.
Los préstamos se basarán en los términos
de un programa económico para Ucrania durante el 2015-2020, aprobada por el
Parlamento de Kiev en diciembre de 2014 y están ligados a las duras condiciones
establecidas en la carta de intenciones, firmada por el primer ministro
Yatseniuk y presidente Poroshenko en agosto de 2014. Algunas de las medidas ya
han sido implementadas, otras las seguirán. Entre las que ya están en vigor: el
régimen de flexibilidad en el cambio de tipo, que no sólo ha conducido a una
devaluación del hrivna del 67%, bajar el salario mensual promedio de los
trabajadores ucranianos a menos de $60, pero también ha abierto las puertas
para los especuladores de divisas internacionales que ya han hecho millones a
base de endeudarse en hrivnia y pagar sus deudas en euros y dólares.
La tasa de inflación, establecida en 25%
en 2014 y que se espera que suba aún más en el año 2015 y un alza del 50% en
los precios del gas en mayo de 2014, hizo casi imposible la supervivencia para
los 20% más débiles de la población, que ya vivía por debajo del umbral de la
pobreza en el 2013. Entre las medidas todavía por venir están el despido del
10% de los empleados públicos del país y la privatización parcial de la sanidad
y educación. La edad de jubilación para las mujeres se aumentara por 10 años, y
para los hombres por 5 años, la mayoría de beneficios para los pensionistas de
edad avanzada serán suprimidos, y el mercado de los productos farmacéuticos
liberalizado. Se congelarán las pensiones de jubilación, y no habrá más
almuerzos gratuitos para niños en edad escolar ni para los pacientes en los
hospitales. Las prestaciones para las víctimas de la catástrofe nuclear de 1986
en Chernobyl serán suprimidas, y se revisarán los límites de la zona de peligro
radioactivo oficialmente designado. El salario mínimo mensual del país se
mantendrá en 1,218.00 hrivna (46$ en el tipo de cambio actual) hasta al menos
noviembre de 2015.
Ninguna de estas medidas servirá para
"mejorar la calidad de vida para el pueblo ucraniano", como predijo
tan cínicamente Ms Lagarde. Ni se "restaurara un crecimiento robusto"
en una economía que se tambalea al borde del colapso, con un banco central al
que le quedan tan sólo 6000 millones en reservas de divisas e incapaz de
recaudar nuevos fondos en las subastas de divisas. Sin embargo, contribuirán a
la intensificación de los sufrimientos del pueblo ucraniano, profundizaran la
brecha social de un país desgarrado ya por una sangrienta guerra civil y
llevará a su desintegración completa, nutriendo los movimientos separatistas y
creando las condiciones perfectas para un futuro de violencia y la
desesperación.
Para alcanzar esta estrategia, el FMI
está totalmente en consonancia con las políticas geopolíticas perseguidas por
el gobierno de Washington y Wall Street. Ambos están en serios problemas, con
los Estados Unidos desgarrados por desigualdad social creciente que amenaza con
hacer explotar en un malestar social masivo, mientras que sus gobernantes se
están ahogando en deudas y perdiendo el control sobre el sistema financiero
mundial. Habiendo dominado los mercados mundiales durante siete décadas, el
declive económico de Estados Unidos y un desplazamiento en el equilibrio
mundial de poderes, anuncian el final del dólar estadounidense como moneda de
reserva del mundo y por tanto anunciando el final del estatus de los Estados
Unidos como potencia mundial.
En un intento imprudente para detener
este proceso imparable, Wall Street y la casa blanca están librando una campaña
muy agresiva contra Rusia y China, que se han atrevido a completar un trato
energético fuera el petrodólar y que Estados Unidos teme estén preparando una
moneda nueva, posiblemente respaldados por oro, que podría reemplazar al dólar
como moneda de reserva del mundo. Para evitar que esto suceda y hacerse con el
control de la vasta riqueza natural de Rusia que promete grandes ganancias,
Wall Street y la Casa Blanca están llevando a cabo una estrategia de cambio de
régimen en Moscú, haciendo todo lo posible para reemplazar al gobierno ruso por
uno que esté tan subordinado a los intereses de los Estados Unidos como el del
primer ministro ucraniano Yatseniuk y sus compinches de los bancos de inversión
en Kiev.
Uno de los medios para este fin es la
integración de Ucrania en la OTAN con el propósito de intensificar la amenaza
militar contra Rusia. Sin embargo, como la UE – y Alemania en particular,
parecen no estar dispuestos a unir sus fuerzas en una guerra contra Rusia (no
por consideraciones humanitarias, sino debido a su dependencia del gas y
petróleo ruso y su previsión de un nuevo orden monetario mundial ya no dominado
por Estados Unidos) y como la mayoría de los estadounidenses, a pesar de las
campañas de demonización de Vladimir Putin en los medios de comunicación
masiva, no están dispuestos a apoyar una guerra que les costaría más dinero y
más vidas que cualquier guerra en el pasado y podrían terminar en una
catástrofe nuclear, el propósito principal del gobierno de Estados Unidos y del
FMI en Ucrania es profundizar y ampliar los ya existentes conflictos
económicos, sociales y étnicos. De esta manera, pretenden forzar a Vladimir
Putin a involucrarse en una guerra prolongada y costosa que debilitaría su
posición y eventualmente allanar el camino para la instalación de nuevos
gobernantes en Moscú.
Mirando a Ucrania como parte de la
actual lucha geopolítica, uno puede ver que los nuevos préstamos del FMI a Ucrania,
anunciados por Christine Lagarde, son cualquier cosa antes que un "punto
de inflexión" en dirección a la estabilización del país. Conducen al
indecible sufrimiento humano y contribuirán a aumentar el rastro de sangre que
Ms Lagarde y el FMI están tan acostumbrados a dejar atrás tras intervenir bajo
el pretexto de "ayudar a" los países en tiempos difíciles.
La Ficción de la
Lucha Contra el Estado Islámico: Una Entidad Creada por EEUU
LA CRISIS MÁS GRAVE EN EL ORIENTE MEDIO hasta la
fecha, la llegada al poder del “Estado islámico” en Iraq y Siria, ha entrado en
una fase muy absurda. Los estados europeos están a punto de seguir el ejemplo
de los EE.UU. con la exportación de armas al Gobierno Regional de Kurdistán
bajo el mando de Mustafa Barzani. Esto se está justificado como “ayuda
humanitaria”. Al parecer, quieren ayudar a prevenir el genocidio contra los
yazidis.
Acompañado por una fuerte presencia de los
medios, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier,
visitó una familia de víctimas yazidi. Tenía la intención de ilustrar el
sufrimiento de los yazidis y el genocidio inminente contra esta comunidad, con
el fin de manipular a la opinión pública para que acepte que esta es una
situación supuestamente excepcional y apoye las exportaciones de armas alemanas
a una región en crisis.
El gobierno alemán y otros gobiernos de
Occidente en conjunto con sus medios de comunicación, están dando la impresión
de que las transferencias de armas a los kurdos iraquíes es la única
posibilidad de evitar la inminente catástrofe. Todas las otras alternativas a
corto y largo plazo, aún no se han tomado en consideración.
Sin embargo, todas las recomendaciones de los
expertos apuntan hacia las consecuencias dramáticas que tendría el apoyo
militar a los kurdos iraquíes, y esto es ignorado sistemáticamente. Por lo
tanto, lo que se quiere escamotear es que los supuestos motivos humanitarios
para proteger los yazidis, son en realidad un pretexto fabricado para hacer
valer los intereses de Occidente.
Los EE.UU. se está aprovechando de la amenaza
que supone la brutalidad de los combatientes del “Estado Islámico” con el fin
de pulir su imagen dañada en el Oriente Medio y al mismo tiempo tratar de
subrayar que su mayor presencia militar en la región es indispensable.
No dicen que la
virtual creadora del “Estado Islámico” no es otra que la ex secretaria de
Estado estadounidense, Condoleezza Rice. Ocurrió en el 2006, durante el apogeo
del conflicto entre EE.UU. e Irán, que llevó a todos los estados sunitas a
establecer un “cinturón sunita” en respuesta al supuesto “cinturón chií” que
Irán había creado contra los árabes sunitas. A partir de entonces, el gobierno
libanés recibió ayuda militar con el propósito explícito de contener a los chiítas
de Hezbollah en el Líbano.
A continuación, el Secretario General del
Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita, el príncipe Bandar bin Sultan,
se puso a trabajar. Esto condujo al nacimiento de grupos brutales, como
Al-Nusra y el “Estado Islámico de Iraq y el Levante”, que aparecieron como
hongos para encabezar la lucha contra el gobierno de Assad en Siria. Por tanto,
el resultado del plan de Condoleezza Rice, de 2006, no es otro que la creación
del bárbaro “Estado Islámico”, el cual no tiene precedentes en toda la historia
del Islam.
Especialmente desde el comienzo de este año,
la élite política alemana se ha agitado para tener una “mayor responsabilidad”
en la política mundial. Con este fin, quieren suavizar las restricciones en
materia de transferencia oculta de armas a regiones en crisis, así como
eliminar las barreras legislativas a llamadas intervenciones humanitarias.
Desde entonces, ha habido intentos masivos para erradicar objeciones morales a
partir de la memoria colectiva de los alemanes. Quieren tener las manos libres
para participar en futuros conflictos militares mundiales sin restricciones.
Como resultado, el genocidio inminente contra
la minoría yazidi en el norte de Iraq fue hábilmente construido para ser el
tema número uno de los medios de comunicación influyentes. La credibilidad de
los motivos humanitarios del gobierno alemán se puede medir por el hecho de que
el mismo gobierno no dijo ni una palabra sobre las atrocidades del gobierno
israelí en Gaza, las cuales que se estaban produciendo al mismo tiempo. Hay
silencio sobre el sufrimiento de los palestinos, pero el sufrimiento de los
yazidis está siendo explotado por sus propias políticas. Esta es de una
hipocresía aterradora.
Los cuatro estados de la región afectada
harían bien en no permitir una nueva intervención de los EE.UU. y otros países
occidentales en el Medio Oriente. Occidente no va a eliminar los males del
Estado Islámico, que él mismo ha causado. Más bien intensificaría el caos en el
Medio Oriente. Los neoconservadores de Estados Unidos siempre están hablando de
intervenir con una política de “caos creativo” en el Medio Oriente. La
“creatividad” de este caos consiste en la consolidación de la hegemonía
estadounidense en la región, causando inestabilidad en toda la zona y generando
más “estados fallidos”. De hecho, las guerras étnicas, religiosas, civiles y
transnacionales llevan el Medio Oriente en esa dirección.
Las razones de este retroceso están claras:
Si se refuerzan las transferencias de armas
occidentales, los kurdos iraquíes proclamarán un estado kurdo en el norte de
Iraq y, en consecuencia dividirán a Iraq en varias partes. El hecho de que algunas semanas atrás Israel
anunció que aceptaría de inmediato un estado kurdo debería ser motivo de
preocupación.
La pretensión de ser los únicos
representantes de un Estado kurdo bajo el liderazgo Barzani, que sigue el
concepto de nacionalismo kurdo, inevitablemente provocará reacciones de los
kurdos en Turquía y Siria, que se encuentran bajo la influencia del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán (PKK). Entre otras cosas porque el PKK también
persigue el objetivo de crear regiones autónomas kurdas dentro de los estados
actuales de Turquía, Siria, Iraq e Irán.
Una guerra civil entre kurdos es más adecuada
para provocar una guerra entre los cuatro estados e incentivar las corrientes
nacionalistas. Es obvio que, en tales circunstancias, los brutales partidarios
del “califato” no serían debilitados. Por el contrario, se encontrarían con las
condiciones ideales para la construcción de su “califato” y de su “Estado
islámico” (los medios occidentales se abstiene cuidadosamente de utilizar las
comillas) en el corazón de Oriente Medio y se dedicarían en adelante a asustar
a todos sus Estados y pueblos, entre ellas las numerosas minorías
etno-religiosa.
Los fetichistas de las armas alemanas y
europeas están caminando hacia la trampa de los neoconservadores
estadounidenses que hace tiempo promovieron, junto con sus titiriteros
transatlánticos, la venta de armas a los kurdos iraquíes. Para decirlo sin
rodeos: creo que esta transferencia de armas sería la cosa más imprudente que
los europeos podrían hacer en nombre de la “intervención humanitaria”.
Nadie sabe si podemos evitar que los
gobiernos europeos y otros cometan semejante estupidez. Independientemente de
esto, son los cuatro estados afectados los que tienen un interés común en la
lucha contra el cáncer del “califato islámico”. Este “califato” fue dirigido
desde el extranjero y amenaza a todas las minorías religiosas y étnicas – los
yazidis de Iraq y Turquía, los cristianos en todo el Medio Oriente, los
alauitas de Siria, los alevitas de Turquía, los chiítas de Iraq, Irán y otras
partes de el Oriente Medio, así como los kurdos de los cuatro países. Incluso
la mayoría de los sunitas que se oponen a las políticas del “Estado Islámico”,
también estaría en peligro.
Esta situación es una vergüenza para los
Estados islámicos en general y arroja una nube sombría a la posibilidad de
avanzar hacia la tolerancia, la protección de las minorías y la convivencia
pacífica de diferentes pueblos y religiones en el mundo islámico. Lo más importante: sólo los cuatro países más
afectados – Iraq, Irán, Siria y Turquía – están en condiciones de poner fin al
proyecto de “califato” a través de los esfuerzos comunes.
El reto que actualmente plantea el “Estado
Islámico” también demuestra lo importante que resulta para los cuatro estados
afectados en el Oriente Medio, actuar más allá de los intereses nacionales a
corto plazo, y cooperar en asuntos de seguridad que establezca un marco de
seguridad común. Esto podría poner fin al desafío del “Estado Islámico”. Sólo
tal perspectiva les permitiría resolver los problemas transfronterizos comunes,
que no pueden ser superados sin el diálogo y la negociación transnacional.
Aparte de “Estado Islámico”, la cuestión
kurda plantea el tema común más importante de los cuatro estados. En el ámbito
de un marco común de seguridad regional, el sueño kurdo de más autonomía
administrativa podría realizarse a fuerza de diálogo y negociaciones directas
sin violar la integridad territorial de las zonas de asentamiento kurdo que
poseen los cuatro estados. Desde el comienzo del siglo XX, este problema no
resuelto ha provocado numerosas guerras sangrientas y conflictos internos permanentes.
Por lo tanto, la población kurda merece una solución pacífica duradera.
Esto podría facilitarse si los cuatro estados
negociaran con todos los movimientos kurdos. Aparte de la cuestión kurda, hay
otras cuestiones transnacionales como la extensión de la energía y el
abastecimiento de agua, el desarrollo de infraestructura de transporte, la
liberalización del comercio y muchos otros proyectos que pueden ser regulados a
través de la cooperación de los cuatro Estados con el fin de aumentar la
seguridad y bienestar social de la región. No menos importante es el hecho de
que los cuatro Estados podrían poner fin a las intervenciones injerencistas de
EE.UU., Israel y otros estados y crear las condiciones para un pacífico y
próspero Oriente Medio, incluso más allá de las fronteras de los cuatro
estados, siempre que estén dispuestos a actuar en concierto.
El Dr. Mohssen Massarrat es profesor emérito de la Universidad
de Osnabrück, Alemania, y experto en relaciones internacionales y el Medio
Oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.