miércoles, 2 de julio de 2025

Política

¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual! 

 

El Trasfondo de un Artículo de Carlos Moreno 

(Quinta Parte) 

Eduardo Ibarra 

Veamos, ahora, el practicismo de Lastra en el marco general de la lucha de clases. 

Como es de conocimiento común, en el trabajo de masas Mariátegui distinguió entre el frente unido sindical de la clase obrera (CGTP), el frente político proletario (PSP-CGTP) y el frente unido del pueblo peruano. 

El frente unido del pueblo peruano es para la lucha por el poder. Este frente no es pues para luchar por algunas reivindicaciones, por objetivos políticos limitados ni nada más para acceder al gobierno. 

Mariátegui señaló: 


Sin prescindir del empleo de ningún elemento de agitación anti-imperialista, ni de ningún medio de movilización de los sectores sociales que eventualmente pueden concurrir a esta lucha, nuestra misión es explicar y demostrar a las masas que sólo la revolución socialista opondrá al avance del imperialismo una valla definitiva y verdadera. (Ideología y política, p. 91). 

De esta forma esclareció la relación entre la lucha antiimperialista y la lucha por el socialismo, entre las reivindicaciones democrático-burguesas y la revolución socialista proletaria. 

        También subrayó Mariátegui: 


El P.S. reconoce que dentro de las condiciones nacionales, la realidad nos impondrá la celebración de pactos y alianzas generalmente con la pequeña burguesía revolucionaria. El P.S. podrá formar parte de estas alianzas de carácter revolucionario, pero, en todo caso, reivindicará para el proletariado la más amplia libertad de crítica, de acción, de prensa y de organización. (Martínez, Ricardo, Apuntes, p. 488). 

En el curso de su acción, el frente unido del pueblo peruano puede, pues, celebrar pactos y alianzas con fuerzas dispuestas a luchar por un objetivo concreto, así como, en la lucha por el poder, con la pequeña burguesía revolucionaria.(53) Pero, en todos los casos, tales pactos y alianzas tienen que garantizar incondicionalmente la independencia del proletariado en el orden de cosas señalado por Mariátegui. 

Tanto en la lucha por el frente unido sindical de la clase obrera como en el trabajo campesino, tanto en el trabajo con las capas intermedias como en el trabajo intelectual, Mariátegui desarrolló una consecuente lucha contra todas las posiciones extrañas a la línea de clase del proletariado. El frente unido sindical se concretó en la CGTP, que comprendía “las Federaciones o Ligas campesinas” y “las Federaciones de Comunidades Indígenas”. La revista Amauta fue marxista desde el principio (“Los que damos a ‘Amauta’ tonalidad, fisonomía y orientación, somos los que tenemos una filiación y una fe, no quienes no las tienen…”), pero sus colaboradores tuvieron diversas filiaciones doctrinales porque Mariátegui tuvo en cuenta que el movimiento, que entonces llamaba de “renovación”, estaba en sus inicios históricos y las posiciones no estaban cabalmente demarcadas todavía y, en consecuencia, el socialismo marxista estaba obligado a trabajar en el seno de dicho movimiento. Pero, invariablemente, Mariátegui luchó contra las desviaciones del marxismo y por la afirmación de la posición proletaria tanto entre las masas de abajo como entre las masas de arriba. Además, el fundador del Socialismo Peruano sentó las bases del frente unido antiimperialista y antifeudal del pueblo peruano y trazó los lineamientos programáticos del Partido Socialista; en política internacional, intervino, a través de una delegación, en la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana; por último, acordó la afiliación del PSP a la Tercera Internacional. Es decir, desde un principio Mariátegui aplicó una concepción estratégica de la lucha de clase del proletariado peruano. 

No obstante estas lecciones mariateguianas (de las que hay que asimilar su esencia a efecto de aplicarlas en nuestro trabajo político), la actividad de Lastra presenta una enorme confusión con respecto al frente unido: el llamado Movimiento Renovemos, del cual forma parte, no es un organismo que tenga como objetivo la lucha por el poder, y el Frente Amplio, donde también participa, tampoco tiene dicho objetivo. Así, pues, la actividad frenteunionista de Lastra se revela atolondrada, caótica, anarcoide, es decir, sin un contenido revolucionario. Es el activismo por el activismo. O mejor: es la actividad frenteunionista asumida con una línea oportunista; o sea, sin una táctica y una estrategia marxistas, coherentes, justas. Esta falencia se pone de manifiesto en su actividad: condición doctrinariamente heterogénea de los organismos que constituye, de los medios de prensa que edita, de las reuniones que organiza y del blog que dirige. Pongamos algunos ejemplos: la Universidad Socialista José Carlos Mariátegui fue un espacio donde tenían presencia jruschovista-brezhnevianos y liquidadores del grupo de García; la revista Pizarra Socialista fue un medio que incluyó la propaganda de las posiciones de Ravines y Martínez sobre la cuestión nacional, así como la defensa incondicional de gobiernos reformistas como el de Correa en Ecuador y el de Maduro en Venezuela, con notoria exclusión en sus páginas de las posiciones de Mariátegui sobre estas dos cuestiones; y, como ya lo señalamos con otras palabras, el Movimiento Renovemos y el Frente Amplio no pasan de ser frentes reformistas; en el blog Creación Heroica –y como lo hemos subrayamos ya– es visible la participación del liquidador Miguel Aragón, mariateguista de palabra y antimariateguista de hecho. Etcétera. 

El pueblo peruano no es doctrinaria ni políticamente homogéneo. Esta realidad no necesita una especial demostración, pues es una verdad de conocimiento común; pero sí requiere algunas puntualizaciones. Todo marxista sabe que un grueso sector de nuestro pueblo está ganado a la ideología y a la política burguesas, y que esto dificulta la lucha por el socialismo. En las elecciones generales como en otras de distinto alcance, los partidos del orden obtienen, en conjunto, una votación superior a la suma de las votaciones que obtienen los existentes frentes de “izquierda”, con el agravante de que sus cúpulas no tienen más horizonte que una política reformista, conciliadora con el capitalismo, y que, inclusive, la inmensa mayoría de sus votantes no van más allá de ese mismo horizonte. 

Por consiguiente, los marxistas están obligados a distinguir entre las fuerzas reformistas y las fuerzas revolucionarias en el seno del pueblo y a desarrollar una consecuente lucha contra el reformismo. Cuando no se hace esta distinción y no se lleva adelante esta lucha, se cae en la falacia del frente-amalgama. No es casual que este tipo de frente sea promovido por quienes no tienen más meta que ser gobierno, así como por aquellos que ilusamente creen que la revolución puede darse solo a partir de haber ganado el poder ejecutivo. 


Lenin esclareció: 


Uno de los sofismas más difundidos del kautskismo es el remitirse a las “masas”, diciendo que no quiere separarse de ellas ni de sus organizaciones. Pero reflexionad sobre la forma en que plantea Engels esta cuestión. Las “organizaciones de masas” de las tradeuniones inglesas estuvieron en el siglo XIX al lado del partido obrero burgués. Y no por eso se conformaron Marx y Engels con este partido, sino que lo desenmascararon. No olvidaban, en primer lugar, que las organizaciones de las tradeuniones abarcan, en forma inmediata, una minoría del proletariado. Bajo el capitalismo no puede pensarse seriamente en la posibilidad de organizar a la mayoría de los proletarios. En segundo lugar –y esto es lo principal– , no se trata tanto del número de miembros de una organización, como el sentido real, objetivo de su política; de si esa política representa a las masas, sirve a las masas, es decir, sirve para libertarlas del capitalismo, o representa los intereses de una minoría, su conciliación con el capitalismo (…) Del “partido obrero burgués” de las viejas tradeuniones, de la minoría privilegiada, distingue Engels la “masa inferior”, la verdadera mayoría, y apela a ella que no está contaminada  de “respetabilidad burguesa”. ¡Ese es el quid de la táctica marxista! (…) La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarlas para la revolución en una lucha despiadada contra él, en aprovechar la experiencia de la guerra para desenmascarar todas las infamias de la política obrera liberal-nacionalista, y no para encubrirlas. (Contra el revisionismo, p. 349). 

Se entiende perfectamente el contenido y el alcance de la cita: frente a la escisión del socialismo (que viene del siglo XIX, que en el siglo XX cobró una dimensión mayor con el surgimiento del socialchovinismo, del browderismo, del titoísmo y el revisionismo contemporáneo, por una parte, y, por otra, con la defensa y reafirmación del marxismo-leninismo como la doctrina del proletariado y el surgimiento del pensamiento de Mao como desarrollo del marxismo de nuestra época), el proletariado no tiene más camino que aplicar la táctica del deslinde con todas las variantes del oportunismo y ganarse a las masas profundas para formar un verdadero movimiento revolucionario de masas, que es lo que requiere su causa. Para los marxistas, esta es la única táctica correcta, la única táctica que hace posible educar a las masas para la conquista del poder, la única táctica que puede viabilizar su organización revolucionaria, la única táctica que puede hacer posible realizar la estrategia del proletariado. 

Pero Lastra aplica otra táctica, la táctica oportunista de paz con los representantes de todas las desviaciones del marxismo (a quienes adula calificando de “socialistas” a sus activistas, lo que, por cierto, significa encubrir el “sentido real, objetivo de su política” contraria al partido de clase y a la reconstitución del partido de Mariátegui). Se entiende que, con esta táctica, anula la posibilidad de actuar una estrategia revolucionaria. 

Pues bien, puesto ante la necesidad de tener que responder a nuestra observación de que Lastra no ha sabido defender ni desarrollar la Creación Heroica de Mariátegui, Moreno ha intentado encubrir esta realidad con la siguiente retórica: 


… el proceso tiene que ser de arduo debate político e ideológico y solo como resultado de este debate al calor de las luchas populares se decantaran (sic) los auténticos cc. de vanguardia que tomarán las banderas de un partido reconstituido solidamente (sic) afirmado en las banderas principistas de la doctrina del ML y armados de una teoría revolucionaria recogiendo y desarrollando el legado del Amauta. La reconstitución del partido de Mariategui (sic) tiene que hacerse, participando en las luchas reivindicativas y políticas del pueblo y de los trabajadores; en la forja de los frentes de masas y de los frentes políticos, única forma de enrumbar hacia un futuro frente unido del pueblo para la toma del poder dirigido por su vanguardia política. 

¿En qué consiste, hablando concretamente, el mencionado “arduo debate político e ideológico? No lo dice Moreno y, por eso, su frase se queda en frase; pero, a propósito del trabajo teórico, hay que remarcar que en catorce años el grupo de Lastra no ha sido capaz de elaborar ninguna teoría sobre ningún aspecto de la Reconstitución, al mismo tiempo que sus acciones han abonado siempre la idea de un partido doctrinariamente heterogéneo, que es lo que finalmente intentó plasmar con aquello del “núcleo de dirección”. 

        Como hemos visto, Moreno dice que “al calor de las luchas populares se decantaran los auténticos cc. de vanguardia que tomarán las banderas de un partido reconstituido”. En esta afirmación no existe ninguna precisión sobre el proceso del cual resulta la reconstitución del partido, pues insinúa que la Reconstitución aparece de pronto, como por arte de magia, totalmente acabada como Minerva de la cabeza de Zeus y, así, los “auténticos cc.” se limitarían a tomar “[sus] banderas” (las banderas del partido ya “reconstituido” no se sabe cómo). En consecuencia, es necesario recordarle a Moreno que la Reconstitución no es un proceso espontáneo, un fenómeno que puede resultar de la actividad espontánea de las masas, sino un proceso consciente y, por lo tanto, un hecho que solo puede resultar de la actividad de la vanguardia. Y ocurre que algunos de esos “auténticos cc. de vanguardia” de los que habla Moreno, se han pasado catorce largos años sin que su actividad “consciente” haya dado como resultado alguna contribución a la tarea fundamental de defender, actualizar y desarrollar la Creación Heroica de Mariátegui, es decir, sin contribuir en lo más mínimo a establecer la base única e insustituible de la Reconstitución. Por eso, es claro que el practicismo del que se ufana el nuevo grupo liquidacionista, le sirve solamente como refugio evasivo, como cubierta de su falencia teórica con respecto a la tarea fundamental de la Reconstitución. 

Por una razón más o menos oscura que golpea en su conciencia, Moreno traslada la tarea de la Reconstitución al futuro: “el proceso tiene que ser”, “los auténticos cc. de vanguardia que tomarán las banderas de un partido reconstituido”, “recogiendo y desarrollando el legado del Amauta”. Es decir, cree que, en algún momento de un futuro indefinido, los “auténticos cc.” desarrollarán “el legado de Mariátegui”. Pero ya hemos visto que los “auténticos cc” (Lastra, Moreno y otros elementos como ellos), han tergiversado la Creación Heroica de Mariátegui y hasta se oponen a ella en cuestiones fundamentales, y esperar que los mismos se conviertan de pronto, como por arte de birlibirloque, en desarrolladores de tal Creación, es como pedirle peras al olmo. 

Como hemos visto, Moreno dice que la construcción de los frentes de masas y políticos es la “única forma de enrumbar hacia un futuro frente unido del pueblo para la toma del poder dirigido por su vanguardia política.” Esto es pura palabrería demagógica, pero que revela la táctica de su grupo, que no tiene en cuenta absolutamente el antagonismo entre el oportunismo y el marxismo y entre el reformismo y el revolucionarismo en el seno de las masas trabajadoras. Cuando Lenin, dialéctico profundo, señala con razón absoluta que los liquidadores son agentes de la burguesía que actúan en el seno del proletariado y de las masas, está indicando que el antagonismo se da también en este marco, como una forma específica del antagonismo entre el proletariado y la burguesía. El oportunismo en general representa a la burguesía en el seno de las masas (específicamente el oportunismo de “izquierda” representa a la pequeña burguesía), y las dos formas extremas de representación de la burguesía en el seno del pueblo son el social-chovinismo (que lleva al proletariado al carro del nacionalismo de la propia burguesía y, en consecuencia, contra el proletariado de otros países) y el liquidacionismo (que suprime o intenta suprimir el partido de clase). La táctica del grupo liquidacionista que encabeza Lastra está, pues, en flagrante oposición a la táctica leninista. Es, por lo tanto, una táctica equivocada y equívoca, una táctica oportunista. Esta táctica oportunista es la política “revolucionaria” del nuevo grupo liquidacionista. 

Moreno dice en otro pasaje: 


El Comité Político Creación Heroica, que no es el del c. Eduardo Ibarra que está fuera del país; está trabajando en los dos ejes; el partidario y el de frente único. Eso no es amalgama, ni oportunismo, mucho menos liquidacionismo. 

Esta cita muestra todo el temperamento criollo de nuestro liquidador. El lector tiene que haberse dado cuenta de que, tempranamente en este artículo (así como con anterioridad, en setiembre del año pasado, en el Pronunciamiento del CRJCM), dejamos en negro sobre blanco que el liquidacionismo de Lastra deriva de su concreta intención de fusionar en “un núcleo de dirección” a marxista-leninistas y liquidadores. Pero, silenciando esta verdad y desviando así el debate, Moreno dice que el trabajo de su grupo en “dos ejes” “no es amalgama, ni oportunismo, mucho menos liquidacionismo”. Así, pues, es evidente que el defensor del indefendible Lastra tergiversa nuestra afirmación, insinuando que sostenemos que el aludido liquidacionismo deriva de los “dos ejes” que menciona el tergiversador. En el libro La revolución proletaria y el renegado Kautsky, Lenin señaló que “atribuir al adversario una evidente necedad y luego refutarla es procedimiento de personas no muy inteligentes”. 

Tanto Moreno como Lastra pretenden que ellos están inmersos en una actividad organizativa, mientras nosotros no, con lo que creen estar en el camino correcto y nosotros en el camino equivocado. Pero esta pretensión no pasa de ser una treta, pues, como es lógico, no son comparables el practicismo que caracteriza al grupo encabezado por Lastra, con una actividad teórica basada en el marxismo-leninismo, que caracteriza al CRJCM; lo que diferencia y separa al “Comité Creación Heroica” y al CRJCM es el liquidacionismo de aquel Comité y la acción que le corresponde y la adhesión de nuestro Comité de Reconstitución al marxismo-leninismo y a la Creación Heroica de Mariátegui, como fundamento de otro tipo de práctica tanto en el marco general de la lucha de clases como en el marco particular de la Reconstitución. Esta realidad es ocultada por Lastra y Moreno. 

        Para concluir con la cuestión del practicismo de Lastra y su grupo, debemos subrayar que ella está marcada por ideas liberal- burguesas como aquellas que ya conocemos muy bien: “no es Malo ser…”, compartir con los oportunistas “la misma doctrina” y “un proyecto común”, etcétera. Es un hecho inocultable que toda la actividad propagandística y organizativa del nuevo grupo liquidacionista está marcada no por el marxismo, sino por una concepción burguesa, y nadie que no haya descendido al nivel moral de Lastra puede pretender negar esta realidad con alguna argucia. 

Nota

[53] La alianza con la pequeña burguesía revolucionaria debe significar la participación de esta clase en el frente unido del pueblo peruano.



¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!

 

La Lucha Interna del Partido Proletario 

(Segunda Parte) 

E. I. 

La lucha en dos frentes y la lucha entre las dos líneas 

En su forma elemental, la lucha en dos frentes es la lucha contra el racionalismo, base filosófica del dogmatismo, por un lado, y, por el otro, la lucha contra el empirismo, base filosófica del revisionismo. Esta lucha es permanente. 

Ahora bien, si, dada la incidencia de la lucha de clases en el seno del Partido, el racionalismo y el empirismo devienen dogmatismo y revisionismo, respectivamente, entonces la lucha en dos frentes se presenta como la lucha contra estas dos desviaciones. 

Sin embargo, como cualquiera puede comprobarlo leyendo su artículo, Aragón silencia completamente la lucha contra el revisionismo. 

Lenin habló de la «línea de Demócrito» y la «línea de Platón», como representativas del materialismo y del idealismo, respectivamente, en la historia de la filosofía. 

De esta verdad hay que destacar aquí el concepto de línea. En el plano de la teoría, línea es la dirección o tendencia que caracteriza un determinado pensamiento. 

Precisamente el marxismo es una línea de pensamiento (de pensamiento y de acción, para ser exactos). 

Por eso, los partidos proletarios tienen una línea ideológica, una línea teórica, una línea política y una línea orgánica, que, en conjunto, hacen la línea del Partido. 

Así, la lucha contra el dogmatismo y el revisionismo (lucha en dos frentes) aparece, por un lado, como la lucha entre la línea marxista-leninista y la línea dogmática, y, por el otro, como la lucha entre la línea marxista-leninista y la línea revisionista. Cada una de estas luchas es lo que se llama lucha entre las dos líneas. 

Por lo tanto, es claro que el concepto de lucha entre las dos líneas está comprendido en el concepto de lucha en dos frentes, y que necesariamente se desprende de este concepto. 

Obviamente, el partido proletario tiene una sola línea aprobada por un congreso o algún otro evento, pero, por cuanto la lucha de ideas en el Partido es el reflejo de la lucha de clases, la aparición de una línea dogmática o revisionista significa que la línea marxista-leninista es negada y, en una circunstancia tal, en el Partido se dan de hecho dos líneas y la lucha entre las mismas. Esto es lo que enseña la experiencia nacional e internacional. 

Por otro lado, hay que diferenciar la lucha temporal contra una forma específica de dogmatismo o revisionismo, de la lucha permanente contra estas desviaciones en general. 

Engels señaló: 


Quien se dedique con cierto detalle al estudio del socialismo moderno, debe también conocer los “puntos de vista superados” del movimiento.

Y si… esta orientación llega más tarde a tomar una forma más sólida y contornos más precisos, deberá entonces volverse hacia sus predecesores para formular su programa… 

Precisamente después de la segunda guerra mundial, el revisionismo tomó una forma más sólida y contornos más precisos, concretándose como revisionismo contemporáneo. El revisionismo contemporáneo y sus epígonos son una realidad innegable y, por lo tanto, más que en los tiempos de Engels, es necesario volver hacia sus predecesores, pues las ideas de los revisionistas de ayer y de hoy constituyen una misma línea en el movimiento obrero. Si los revisionistas contemporáneos, al mismo tiempo que fingían desarrollar el marxismo, repetían viejas tesis de Bernstein, Kautsky y otros elementos por el estilo, sus epígonos, que forman legión, repiten, mostrando su condición, las posiciones del revisionismo contemporáneo: por ejemplo la negación de la realidad del revisionismo, la negación de la restauración del capitalismo en la URSS y otros países, la reivindicación del renegado Tito, la idea de que Yugoeslavia nunca dejó de ser un país socialista, la negación de tesis fundamentales del leninismo, etcétera, etcétera, son –pongo un caso– expresiones de la servidumbre de García con respecto al revisionismo jruschoviano precisamente; pero, además, con aquello de que marxistas y revisionistas coexistan en un mismo partido, en el aludido personaje se constata una descarada servidumbre con respecto a Kautsky, uno de los «héroes» de la Segunda Internacional. Así, pues, la lucha contra el revisionismo en general es una lucha permanente. Lo mismo puede decirse acerca de las ideas de los dogmáticos de ayer y de hoy y de la lucha del marxismo-leninismo contra el dogmatismo. Por lo expuesto, puede entenderse que Mariátegui desarrollara la lucha contra el revisionismo en general y, al mismo tiempo, contra algunas de sus expresiones específicas. Por eso, en el curso de la construcción del PSP, no cayó en la negación del marxismo-leninismo (en lo que cayó el socialista Luciano Castillo), ni en el conciliacionismo con los «oportunistas habituales» (no convocados, naturalmente, a la fundación del PSP), ni en la concepción de un partido con dos niveles orgánicos doctrinariamente desemejantes (en lo que cayeron Julio Portocarrero y Hugo Pesce en la Conferencia Comunista de Buenos Aires de 1929). Así, también, el maestro luchó contra el dogmatismo en general y algunas de sus expresiones específicas (César Falcón, Ravines, algunos dirigentes de la Tercera Internacional). Por todo lo precisado, Mariátegui pudo integrar la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución peruana, orientación cardinal del Socialismo Peruano. En consecuencia, puede decirse que el revisionismo y el dogmatismo son las líneas contra las cuales la línea marxista-leninista debe luchar permanentemente a fin de evitar que el Partido caiga en alguna de aquellas líneas en los planos ideológico, teórico, político y orgánico. Sin embargo, como se ha podido ver, Aragón, mientras por un lado confunde la lucha de Mariátegui contra una expresión específica de dogmatismo con la lucha contra el dogmatismo en general, por el otro, en su argumentación no existe la lucha contra el revisionismo, no obstante la concesión que le hace al término –en la medida en que le era imposible silenciarlo– en su alusión al libro Defensa del marxismo, pero, claro está, tergiversando el alcance anti-revisionista de este libro fundamental de Mariátegui, como veremos más adelante. 

Ahora bien, en la lucha en dos frentes existe siempre una contradicción principal que resolver, un peligro principal que vencer. Así, por ejemplo, en el movimiento comunista internacional la lucha contra la camarilla de Jruschov fue una lucha de la línea marxista-leninista contra la línea revisionista, es decir, una lucha entre las dos líneas; esta lucha era la contradicción principal en el movimiento comunista internacional, y la lucha contra el dogmatismo la contradicción no principal. 

Ahora bien, por lo general, la lucha contra una desviación oculta otra desviación. Así, por ejemplo, en el movimiento comunista internacional, la lucha contra el revisionismo contemporáneo ocultó el dogmatismo de Enver Hoxha, así como en el PCP la lucha contra el liquidacionismo de derecha de Saturnino Paredes ocultó el liquidacionismo de «izquierda» de Ramón García. 

En conclusión, la lucha en dos frentes encierra dos luchas entre las dos líneas y, por lo tanto, no pueden contraponerse estos dos conceptos. 

Sin embargo, como hemos visto, Aragón contrapone el concepto de lucha en dos frentes al concepto de lucha entre las dos líneas. 

Notas

[6] Aragón dice: «El empirismo es la base del reformismo y degenera en desviación de derecha; mientras que el racionalismo es la base del aventurerismo y degenera en desviación de ‘izquierda’» (negritas en el original). Como puede ver el lector, nuestro articulista concibe la aparición de la desviación de derecha y de la desviación de izquierda, sin que en ello la lucha de clases ejerza determinación alguna, es decir, concibe tales desviaciones exclusivamente como productos del movimiento de la razón, o sea, como simples derivas del extravío mental de algunos individuos. De esta forma Aragón cae precisamente en racionalismo, contra el cual cree luchar. Por otro lado, es pertinente preguntar: ¿el reformismo no es una desviación de derecha?, ¿el aventurerismo no es una desviación de “izquierda”? Pregunto porque, como hemos visto, en la afirmación de nuestro liquidador el reformismo aparece como algo distinto a la desviación de derecha y el aventurerismo como algo distinto a la desviación de izquierda.

[7] Como se ha visto, Aragón habla de «oportunismo de derecha», y con este término no se refiere al revisionismo, cuya realidad niega, como bien se sabe. En el lenguaje marxista, sin embargo, el término oportunismo de derecha es otra forma de nombrar al revisionismo; en cambio, en nuestro articulista el término oportunismo de derecha no aparece en absoluto como sinónimo del término revisionismo y, por lo tanto, es evidente el escamoteo que comete de la lucha contra el revisionismo. Este escamoteo es su entendimiento torcido del concepto de la lucha en dos frentes.

[8] En el discurso «Sobre la desviación derechista en el P.C. (b) de la URSS», a propósito de la oposición de Bujarin, Tomski y Rykov, Stalin explicó la existencia de dos líneas en el Partido en los términos siguientes: «… no tenemos una línea, sino dos: una, la línea del C.C., y otra, la línea del grupo de Bujarin.» «Hay una línea, la línea del Partido, línea revolucionaria, leninista. Pero, paralela a ella hay otra línea, la línea del grupo de Bujarin, que lucha contra la primera… Esta segunda línea es una línea oportunista.» (Cuestiones del leninismo, ELE, Pekín, 1977, pp. 335 y 336). Como vemos, en estas afirmaciones del sucesor de Lenin se encuentra prácticamente el concepto de lucha entre las dos líneas, aunque este término no aparezca con todas sus letras. De la citada afirmación de Stalin viene pues el término lucha entre las dos líneas, acuñado por Mao.

[9] Contribución al problema de la vivienda, ELE, Moscú, s.f., prefacio, pp. 7 y 8.

[10] Esta contraposición solo puede explicarse por la incapacidad de Aragón de comprender la relación entre el concepto de lucha en dos frentes y el concepto de lucha entre las dos líneas.


Economía

¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!

 

El Maquillaje a la Pobreza en el Capitalismo: los “nini” y los Trabajadores Familiares no Remunerados

Cesar Risso

LOS INTELECTUALES BURGUESES han acuñado la expresión “nini” para designar a los jóvenes que no estudian ni trabajan, presentándolos como vagos, al hacerlos responsables de la decisión de no estudiar ni trabajar. Pretenden así exonerar al sistema capitalista y a la burguesía de la situación de los jóvenes, quienes además de ser víctimas de este sistema de explotación, sufren el agravio de la misma burguesía que provoca el estado en el que se encuentran.

Como cualquier ser humano, los “nini” tienen que satisfacer sus necesidades, por lo cual tienen que adquirir bienes y servicios, aunque en la mayoría de los casos en condiciones precarias. En consecuencia, son consumidores sin ser productores. Esto quiere decir que el presupuesto familiar se reparte entre los integrantes del hogar.

Siendo el salario mínimo legal de S/1.130, esto quiere decir que, tomando cuatro miembros como el número promedio de integrantes del hogar, a cada uno le correspondería la posibilidad de consumo de bienes y servicios por S/282,50 al mes. Esto equivale a S/9,41 por día.

“El costo de la canasta básica familiar sigue alejándose del alcance de millones de peruanos. Según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), reveladas este jueves, más de 9,3 millones de compatriotas no lograron cubrir el valor de la canasta básica de consumo—el conjunto mínimo de bienes y servicios necesarios para vivir dignamente— durante el 2024. ¿Qué implica? Un deterioro del poder adquisitivo frente al aumento de la inflación.

Durante el último año, el valor mensual per cápita de esta canasta se incrementó en 4,3%, al pasar de S/446 a S/465. Este monto representa el mínimo necesario para adquirir bienes y servicios esenciales, como alimentos, transporte, salud y educación.”1

Podemos apreciar que la situación es tan precaria que el ingreso promedio por persona está muy por debajo de la canasta básica familiar. La situación sería más complicada si en el hogar hubiera un “nini”, puesto que se encuentra en una edad en la que sus necesidades son mayores que las de un niño. En estas condiciones los “nini” tenderían a perpetuarse, debido a que no habría medios para que estudien.

Se trata de un millón y medio de personas, jóvenes entre 15 y 29 años, que se encuentran en la condición de “nini”.2 Es la cantidad de fuerza de trabajo que la burguesía “desperdicia” debido a que la cuota media de ganancia no favorece una mayor inversión. Así, en interés de la burguesía el capitalismo mantiene a estos jóvenes en la condición de “nini”.

Si tomamos el dato del salario mínimo legal de S/1.130, el valor monetario de lo que se deja de producir sería de S/1.695.000.000 (1.695 millones de soles). Este monto corresponde a lo que la burguesía necesita para seguir manteniendo al sistema capitalista en funciones. Así, se mantiene un ejército industrial de reserva, que son las personas a las que se les puede echar mano cuando la burguesía considere que pueden darle, con el uso de su fuerza de trabajo, la rentabilidad que pretenden; al mismo tiempo que mantienen el salario a nivel bajo.

El caso de los trabajadores familiares no remunerados es distinto (TFNR). Estos se encuentran empleados, informalmente, sin recibir ningún tipo de pago. Se trata de empresas familiares. El papel que cumplen es el de ayudar a su familia en el sostenimiento de su negocio. Sin embargo, en el conjunto de la economía capitalista peruana, el rol de los TFNR es el de reducir los costos monetarios al trabajar gratuitamente. En consecuencia, producen bienes y servicios que se encuentran en el grupo de bienes salario, esto es, que son consumidos por los trabajadores asalariados.

La posibilidad de la existencia de gran parte de los negocios artesanales se debe a la presencia de los TFNR. De no existir estos, entonces, las empresas que los utilizan habrían desaparecido. La supuesta ganancia de estas empresas se debe justamente, entre otras causas, al no pago a sus familiares. Las otras causas son las del uso de sus recursos como vivienda, equipos como celulares, etc., que no valorizan para considerarlos como parte del costo de producción o de prestación de servicios. En otras palabras, entregan con las mercancías que producen y venden, los bienes que poseen para su disfrute.

Si quisiéramos expresar brevemente la existencia de los TFNR, diríamos que el capitalismo en el Perú tiene como rasgo la sobre explotación, que se observa nítidamente en estos trabajadores, cuya denominación encubre la esclavitud, que tiene el agravante que mientras a los esclavos los alimentaban, en este caso quedan a la deriva, solo con el sostén del vínculo familiar.

De otro lado, la existencia de los TFNR permite que la burguesía pague “sueldos de hambre” a los trabajadores asalariados. Como los negocios artesanales y las microempresas producen bienes salario a bajo precio, entonces los trabajadores pueden renovar sus energías para continuar siendo fuente de explotación por parte de la burguesía.

Otro aspecto del papel de los TFNR se da debido a que estos negocios producen, aparte de los bienes y servicios salario, bienes y servicios que abastecen a las empresas capitalistas medianas y grandes. Y, si consideramos la cadena que une a la economía capitalista en su conjunto, es decir, tanto a nivel nacional como a nivel mundial; las mercancías que contienen la fuerza de trabajo no remunerada, sumada a la fuerza de trabajo parcialmente remunerada, contienen un valor que se traslada a las empresas capitalistas de la burguesía nacional, y por medio de estas, y en algunos casos directamente como en el caso de la inversión minera, etc., a las empresas de la burguesía de los países capitalistas imperialistas.

En pocas palabras, las remuneraciones que no reciben los TFNR se reparte entre la burguesía nacional y la burguesía imperialista.

Estos TFNR son 611 mil jóvenes3. Son los que la burguesía somete sin pago alguno. Es el sueño de la burguesía hecho realidad. Es la extracción total de la fuerza de trabajo sin salario, por debajo del nivel de los esclavos.

Lo que se reparte la burguesía del trabajo gratuito de los TFNR asciende a S/690.430.000.

La existencia de los llamados “nini”, como de los TFNR, se debe a las características del capitalismo que se ha desarrollado en el Perú. No es responsabilidad de los que se encuentran en esta condición, sino del capitalismo que genera el ejército industrial de reserva. Situación que se agrava en nuestro caso por los rasgos históricos de la aparición del capitalismo. El capitalismo en el Perú crece, pero casi no industrializa. Además, el crecimiento al que da curso es errático. La crisis económica, y el carácter rentista de la burguesía peruana, ataja la industrialización. Es un capitalismo “primario-exportador-semiindustrial-dependiente”, para utilizar una expresión un tanto descriptiva utilizada por la socialdemocracia, que caracteriza al capitalismo semicolonial en el Perú, al que se suman algunos rasgos particulares.

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(1) https://larepublica.pe/economia/2025/05/08/canasta-basica-en-el-peru-en-cuanto-se-incremento-en-el-ultimo-ano-segun-el-inei-pobreza-hnews-87736

(2) https://www.bcrp.gob.pe/publicaciones/revista-moneda/revista-moneda-201.html

(3) ídem.

Internacionales

Cese el fuego en la guerra ilegal, ilegítima israelí-estadounidense contra Irán

El fascista Trump advierte que podría haber otros ataques, poniendo en peligro a Irán, el Medio Oriente y el mundo*

Revcom

2 de julio de 2025

El 13 de junio, Israel lanzó una guerra de agresión ilegal no provocada en contra de Irán, respaldada por el régimen fascista de Trump. Nueve días después, el 22 de junio, Estados Unidos se unió al asalto criminal de Israel a Irán. En un acto de guerra ilegal no provocado, Estados Unidos envió siete aeronaves furtivas B-2 que soltaron 14 bombas rompe-búnker de 13.600 k a las instalaciones nucleares de Irán, así como 30 misiles de cruceros de Tomahawk lanzados desde submarinos. El 24 de junio, Trump declaró un alto el fuego entre Israel e Irán, deteniendo temporalmente los combates. Pero la situación sigue siendo muy fluida y muy siniestra. Tanto Trump como Israel advirtieron que podrían lanzar otros ataques si Irán no se sometiera a su hostigamiento y demandas imperialistas. El liderazgo de Irán, por su parte, advirtió que no cedería a las amenazas israelí-estadounidenses. Aquí van cinco conclusiones básicas de esta última, y más peligrosa, ronda de la agresión israelí-estadounidense contra Irán:

1. Agresión ilegal injusta fascista e imperialista. Estos ataques del régimen de Trump y MAGA, así como de Israel, con el respaldo total de Estados Unidos, son actos de gansterismo imperialista y crímenes de guerra no provocados. Irán no estaba en guerra y no representó ninguna amenaza inmediata para ninguno de esos países. De hecho, estaba en medio de negociar un acuerdo sobre su programa nuclear con Estados Unidos cuando Israel y luego Estados Unidos atacaron.

La profesora de derecho de Yale, Oona Hathaway, escribe que Trump no solicitó de antemano la aprobación del Congreso o del Consejo de Seguridad de la ONU, según lo exige la ley. Por lo tanto, los ataques ilegales han puesto al descubierto la peligrosa ausencia de cualquier limitación legal efectiva, ya sea nacional o internacional, a la decisión del presidente estadounidense de usar la fuerza mortal en cualquier parte del mundo. ... Esta prohibición a recurrir unilateralmente a la fuerza es el principio fundamental del orden legal de la posguerra. Únicamente si el Consejo de Seguridad vota por autorizar una guerra —o en el caso en que un estado sea objeto de un “ataque armado”—se permite que un estado que lo ha ratificado recurra a la fuerza1.

Este ataque de parte de Trump (y su apoyo al de Israel) ilustra la precisión muy acertada del análisis del líder revolucionario Bob Avakian sobre el régimen fascista de Trump:

El fascismo de Trump es un régimen que despoja abierta y agresivamente los derechos básicos y declara flagrantemente que no existe ningún estado de derecho ni debido proceso legal más allá de lo que él mismo dicta, y que el poder destructivo puro y duro es lo que tiene que regir en el escenario internacional, sin siquiera la pretensión de adherirse al derecho internacional ni preocuparse por la soberanía, o incluso el derecho de existir, de los pueblos y países menos poderosos2.

2. Muerte y destrucción. Una aspirante a gimnasta de ocho años de edad, unos abuelos de unos 80 años de edad, un joven poeta, un campeón ecuestre de 28 años de edad, un diseñador gráfico para la revista National Geographic. Puros civiles. Todos asesinados por los ataques aéreos israelíes respaldados por Estados Unidos. Estas incursiones de bombardeos mataron a más de 63, tal vez hasta 950 personas. Más de 3.400 más resultaron heridas. El saldo total del bombardeo estadounidense aún no se conoce. Las personas en todo Irán estaban aterrorizadas, con los casi 10 millones de personas de Teherán, la ciudad más grande de Irán, ordenadas por Trump e Israel a que evacuaran o enfrentaran una posible muerte. Y los bombardeos contra los sitios de enriquecimiento de uranio de Irán también amenazaron con liberar la radiactividad que podría haber lesionado o matado a muchísimos más3.

3. Una montaña de mentiras, sobre el programa nuclear de Irán y los motivos israelí-estadounidenses. Estados Unidos e Israel afirmaron que Irán representaba un grave peligro debido a que tenía un programa de armas nucleares y había amenazado a Israel con él. Estas son mentiras. Irán no tiene armas nucleares y nunca las ha tenido. Tiene un programa de enriquecimiento de uranio al que tiene un derecho legal bajo el derecho internacional (el Tratado de No Proliferación Nuclear), derecho que incluye la generación de energía nuclear. Ha declarado repetidamente que no tiene un programa de armas nucleares y ha demostrado su disposición a firmar acuerdos que lo garanticen, tal como su acuerdo de 2015 con la administración Obama y otras potencias mundiales.

Los países que sí tienen armas nucleares y repetidamente han amenazado y han llevado a cabo ataques contra Irán son Estados Unidos e Israel4. Los países que se han negado a apoyar o han roto acuerdos que limitan el programa nuclear de Irán son Estados Unidos bajo Trump e Israel. En marzo, Trump inició negociaciones con Irán sobre su programa nuclear y luego las usó para ocultar los preparativos de Israel para su ataque sorpresa del 13 de junio contra Irán5.

Así que, ¿cuáles son los verdaderos motivos de Estados Unidos e Israel?

Primero, en realidad Israel y Estados Unidos no están preocupados de que Irán pudiera desarrollar un arma nuclear o dos y luego atacarlos. Estados Unidos e Israel están preocupados de que si Irán tuviera un arma nuclear, o si se considerara que estuviera cerca de tener un arma nuclear, eso limitaría el dominio militar y la libertad de acción de la alianza de Estados Unidos y Israel, incluido para atacar a Irán. En otras palabras, en realidad no se trata de impedir que Irán ataque a Israel, se trata de permitir que Israel y Estados Unidos ataquen a Irán si sintieran que necesitaran hacerlo.

En segundo lugar, Estados Unidos e Israel saben que podrían firmar acuerdos con Irán para limitar su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de levantar las sanciones y garantías estadounidenses contra los ataques estadounidenses o israelíes. Así que, ¿por qué no están interesados en eso? Debido a que su objetivo principal no es un Irán no nuclear. No. Su objetivo principal es aplastar a Irán como un rival formidable para Israel en el Medio Oriente, y hacer de Israel y Estados Unidos los gobernantes sin rival de la región6.

Y Trump ha mantenido abierta la posibilidad de ir a noquear al régimen por completo. El 22 de junio, escribió en sus redes sociales: “No es políticamente correcto usar el término ‘Cambio de Régimen’, pero si el actual Régimen Iraní no es capaz de HACER QUE IRÁN VOLVIERA A TENER GRANDEZA, ¿¿¿por qué no habría un cambio de Régimen???”

4. Trump usa la guerra para acelerar el fascismo. Trump está usando su ataque contra Irán para acelerar la consolidación del fascismo en Estados Unidos. Una forma que asume es usar el ataque contra Irán como supuesta evidencia de la “grandeza de Estados Unidos” que ahora está “restaurada a nuevas alturas” por Trump. Pero también ha habido amenazas significativas de represión contra aquellos que no acaten la línea.

La noche de los ataques, Trump dijo que las bombas estadounidenses habían “borrado” el programa nuclear de Irán. Pero un informe preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) que se filtró a la prensa estimó que el ataque solo había retrasado el programa nuclear de Irán por unos pocos meses.

Cuando se le preguntó sobre esto, Trump y su régimen se volvieron balísticos. Amenazaron con retener las sesiones informativas clasificadas al Congreso, negando ilegalmente al Congreso la última palabra sobre cuestiones de guerra y paz, y concentrando ese poder exclusivamente en manos de Trump.

Luego, el régimen amenazó con demandar al New York Times y a la CNN, que habían informado sobre la evaluación del DIA, alegando en una carta al New York Times que su cobertura era “falsa”, “difamatoria” y “antipatriótica” y había “socavado la credibilidad e integridad del presidente Trump a los ojos del público y de la comunidad profesional”. La carta exigió que el New York Times “se retractara y se disculpara por” el artículo. En sus redes sociales, Trump exigió que los periodistas en cuestión fueran despedidos, y afirmó que los artículos supuestamente tenían el objetivo de “menospreciar al personal militar que participó en los ataques”.

Axios informó que “Trump libra una lucha total por el control de la narrativa sobre el ataque a Irán”, y que su régimen amenazaba con procesar a los demócratas por supuestamente filtrar el informe del DIA. Mientras tanto, los republicanos del Senado se negaron a invocar la Ley de Poderes de Guerra o a restringir la libertad de Trump para librar la guerra de alguna manera.

El mensaje general: Trump cuenta con una facultad total para librar la guerra tal como lo considera conveniente, con o sin el Congreso, y es sola y únicamente Trump quien define lo que es cierto, no las agencias de inteligencia o los hechos.

(El ataque a Irán y otras acciones de Trump han agudizado las escisiones al interior del Partido Demócrata, y muchos dirigentes del partido apoyan de manera vergonzosa, pero no sorprendente, la agresión, mientras que otros la condenaron).

5. Grave peligro de una mayor guerra: la pesadilla de la agresión israelí-estadounidense sin frenos

Trump ha anunciado que Estados Unidos se reuniría con Irán para negociaciones adicionales la semana del 30 de junio, pero no está claro si esto tendrá lugar en los hechos. Trump también dijo que “no me importa si tengo un acuerdo [con Irán] o no”. Y en todo caso, su posición de negociación ha sido que Irán abandonara todo el enriquecimiento de uranio, lo que en realidad es exigir la rendición de Irán que el liderazgo del país ha rechazado hasta ahora.

Tanto Estados Unidos como Israel han dejado en claro que están listos para atacar a Irán nuevamente cuando lo deseen. La revista Time informa que en una conferencia de prensa, le preguntó a Trump un periodista si Estados Unidos consideraría bombardear a Irán nuevamente, si los informes de inteligencia concluyeran que Irán pudiera enriquecer el uranio a un grado que le preocupara. ‘Claro, sin lugar a dudas’, respondió”.

Y el ministro de Defensa de Israel dijo que Israel iba a seguir una “política de imposición” contra Irán, con o sin cese el fuego, “preservar la superioridad aérea, impedir el avance de los proyectos nucleares e impedir el avance de los misiles de largo alcance amenazantes”.

En otras palabras, Estados Unidos e Israel están luchando, y matando, por un mundo de pesadilla en el que tienen el dominio militar sin freno y pueden atacar a todo adversario a voluntad (como lo ha hecho Israel en Gaza, Líbano, Siria y otros lugares).

¡Alto a la agresión israelí-estadounidense contra Irán: Que se largue ya el régimen fascista de Trump!

Como escribimos la semana pasada,

El ataque con bombas de parte de Trump es el mayor ataque militar que Estados Unidos, bajo el liderazgo demócrata o republicano, jamás haya llevado a cabo contra Irán. Toda la situación ahora es aún más tensa, peligrosa e impredecible. Esto subraya por qué es tan urgente que ¡SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!

También subraya por qué la gente del mundo tiene la responsabilidad de apoyar a la gente de Irán contra la agresión israelí-estadounidense y además contra los crímenes del opresivo régimen iraní. Como el Partido Comunista de Irán (mlm) escribió la semana pasada: “Marchemos hacia adelante en la construcción de una amplia y creciente unidad —dentro de Irán e internacionalmente— contra la guerra de agresión estadounidense-israelí y luchemos juntos para crear un Irán libre tanto del imperialismo como de la República Islámica”.

Por último, este despiadado ataque del fascista Trump y del imperialismo estadounidense manifiesta vivamente y con urgencia la verdad de lo que Bob Avakian ha enfatizado:

Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando al mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así — es posible una forma completamente diferente de organizar la sociedad, un mundo completamente mejor.

¡¡¡ALTO A LA GUERRA DE AGRESIÓN ILEGAL, NO PROVOCADA DE ESTADOS UNIDOS E ISRAEL CONTRA IRÁN!!!

¡QUE SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!

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NOTAS:

(*) Tomado de https://revcom.us/es/cese-el-fuego-en-la-guerra-ilegal-ilegitima-israeli-estadounidense-contra-iranel-fascista-trump

1. Trump's Strikes on Iran Were Unlawful. Here’s Why That MattersNew York Times, 23 de junio de 2025.

2. BOB AVAKIAN REVOLUCIÓN #114: Derrotar al fascismo de Trump y MAGA: Con la vista puesta en algunas futuras elecciones... o trabajar ahora para movilizar a millones de personas en torno a esta poderosa demanda unificadora: ¡Que se vaya el régimen fascista de Trump!, revcom.us, 2 de abril de 2025.

3. Israeli strikes kill civilians across IranNew York Times, 18 de junio de 2025.

4. Israel ha atacado repetidamente a Irán y/o a sus aliados, especialmente durante el último año y medio. Vea Timeline of tensions and hostilities between Israel and Iran, AP, 15 de junio de 2025.

5. Después de que Trump hizo la maniobra muy amenazadora de abandonar el acuerdo nuclear de Estados Unidos en 2015 con Irán e imponer sanciones duras, el régimen iraní aumentó su programa de enriquecimiento, e incluso enriqueció algo de uranio a un 60 por ciento de pureza y mayor. No han enriquecido el uranio a los niveles que se requieren para fabricar un arma nuclear, y su mayor enriquecimiento se entiende ampliamente como una acción para darles palancas en las negociaciones, no una recta final para fabricar un arma nuclear.

6. Hay paralelos aquí con la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en 2003: el régimen de Bush dijo que la invasión era necesaria debido a que el Irak bajo Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva que amenazaban a Estados Unidos. En realidad no había ninguna, y ellos lo sabían. El verdadero objetivo fue el cambio de régimen para amarrar y profundizar el control estadounidense del Medio Oriente.



El Poder Blando Palestino 

Mahmoud Elalwani(*) 

CUALQUIERA QUE SIGA las grandes transformaciones que se están produciendo en las relaciones internacionales y en el equilibrio de poder entre las grandes potencias, se da cuenta de que el mundo se está reposicionando sobre teorías de la guerra y de acuerdo a creadores de estrategias. Los argumentos del difunto pensador estadounidense Joseph Nye, creador de la teoría del “poder blando”, parecen enfrentarse a una dura prueba en un momento en que los valores liberales están quedando al descubierto y con un declive de los sistemas éticos de la diplomacia occidental. En el centro de esta escena se encuentra la causa palestina, que no solo es víctima de armas o de decisiones políticas, sino que más bien es víctima de una traición global a los conceptos más básicos de justicia humana. 

Nye ha advertido durante mucho tiempo contra la reducción del poder democrático que se podía producir, la coacción y el dominio militar. Creía que la influencia global no se lograba solo con armas, sino con la capacidad de persuadir, inspirar y producir significado. Su denominado poder blando se consigue siendo amado, no temido. Pero cuando analizamos lo que queda del poder blando del imperio en su posición sobre Palestina, solo quedan las cenizas del discurso y el escándalo del silencio. 

Nye escribió en el apogeo de la era Trump que el magnate inmobiliario había reducido su poder de los acuerdos a la coacción, ignorando los elementos del atractivo estadounidense que lo convertían en una presencia global relevante. No obstante, la realidad es que el colapso no comenzó con Trump y no terminará con su salida. La posición estadounidense sobre la actual agresión israelí, las masacres en Gaza, el asedio, el hambre y el desplazamiento ha revelado que el poder blando siempre ha sido una herramienta brillante para embellecer la parte oscura y fea del imperio. El apoyo ciego a la ocupación, el veto permanente a cualquier condena en el Consejo de Seguridad, y miles de millones de armas empapadas en la sangre de niños palestinos, han destapado la falacia de la moralidad del orden global. 

Palestina no es solo una cuestión de liberación nacional, es mucho más que eso; es un espejo de los males del mundo, de la doble moral, del pisoteo del derecho internacional y de la conversión de la víctima en verdugo, convirtiéndola en un “escándalo moral”. ¿Es razonable justificar como “autodefensa” el asesinato de 54.510 civiles, entre ellos 19.000 niños y niñas? ¿Es razonable impedir la entrada de alimentos y medicinas a Gaza para dos millones de personas desesperadas y hambrientas y luego pedir al mundo que permanezca en silencio con respeto al “derecho de ocupación”? El poder blando del imperio se ha suicidado a las puertas de Gaza. 

Con este estrepitoso colapso de la moralidad oficial, surgió otra batalla no menos feroz, la batalla de la narrativa. Israel no solo ocupaba la tierra, también monopolizaba la narrativa. En la última década, con el auge de las redes sociales, los palestinos han comenzado a afirmar su derecho a expresarse. La cuestión ya no se limita a declaraciones facciosas o a discursos oficiales, sino que se ha convertido en historias cotidianas contadas desde debajo de los escombros, de las salas de cuidados intensivos y de las tumbas. 

Esta narrativa palestina, en la que participan periodistas, artistas, presos y civiles víctimas de este despropósito, se ha convertido en una forma de resistencia donde se encuentran las semillas de un “poder blando palestino” que está creciendo silenciosamente, pero que está sacudiendo la imagen de Israel a nivel global. El aumento de las campañas de boicot, las protestas en las universidades occidentales y el crecimiento de voces judías que rechazan la ocupación, lo ponen en evidencia. 

Palestina no tiene un arsenal militar ni una red internacional influyente, pero tiene a su favor la verdad. Quien posee la verdad puede crear un impacto que trasciende fronteras. El poder blando no se crea espontáneamente, sino mediante la determinación y la voluntad. 

Joseph Nye escribió que el mundo nunca es el mismo después de las grandes crisis. Si la Segunda Guerra Mundial produjo el “New Deal”, la actual guerra de exterminio en Gaza podría producir los alineamientos de un nuevo orden mundial si el pueblo tiene voluntad y consigue imponer su narrativa. Hoy nos encontramos ante un momento histórico para imponer nuestra narrativa y escribir nuestra historia por nosotros mismos no dejar los demás que la escriban. 

Palestina, a pesar de la sangre, tiene lo que Israel no tiene: legitimidad, derechos y conciencia humana. Y esto, en un mundo turbulento, es el verdadero poder blando, nuestra fuerza esta en nuestra debilidad.


(*) Embajador del Estado de Palestina en Bolivia.



El Discurso de las Puertas del Infierno 

Mahmoud Elalwani(*) 

HACE SEIS MESES se amenazó con que las “puertas del infierno” se abrirían sobre Gaza si no se rendía, pero esta profecía no se cumplió a pesar de que la brutalidad colonial en la Franja de Gaza superó sus crímenes en Hiroshima y Nagasaki. De hecho, ocurrió exactamente lo contrario, las puertas del infierno se abrieron desde Gaza a todo el orden global y a la imagen de Occidente, cuyo colapso moral fue presenciado por todos los pueblos del mundo tras las masacres en escuelas y hospitales, la hambruna masiva y la complicidad internacional. Gaza ha sufrido el genocidio, la destrucción, el hambre, la sed y, consecuentemente, la propagación de la ira popular global. Occidente se ha visto obligado a retroceder moralmente en varios ámbitos. 

Ahora frente a Irán se repite la misma retórica racista, una demostración de superioridad militar y un intento de disuasión nuclear como si nada hubiera cambiado, como si la lección de Gaza no se hubiera aprendido. Irán no es como el enclave asediado como Gaza que es infinitamente pequeño en geografía y demografía que se resiste a la subyugación desarmado. Irán es un Estado soberano con múltiples herramientas de disuasión que goza de una amplia y sólida base popular. La repetición de la retórica de las “puertas del infierno”, la advertencia al pueblo de Teherán y el llamamiento a que 17 millones de personas abandonen el país inmediatamente, al igual que hace seis meses demandaron que 2,3 millones de palestinos evacuaran la Franja de Gaza, no es un signo de fuerza, sino más bien un signo del fracaso estratégico del poder dominante que sigue negando la nueva realidad y que se muestra incapaz de producir un enfoque que vaya más allá de la lógica de la subyugación por la fuerza. 

¿No se dan cuenta de que los pueblos de la región y del mundo son plenamente conscientes de la fragilidad de la disuasión occidental? ¿No ven que la firmeza de Gaza y su negativa a rendirse, a pesar de 622 días de genocidio, hambruna, destrucción y desplazamiento, ha transformado la ecuación del miedo? ¿No son conscientes de que la disuasión basada en el terror ha perdido su eficacia? 

En una escena que transciende de todos los límites de la decadencia política y moral, el Gobierno israelí, que asesina niños, mujeres y ancianos, y destruye de hospitales, escuelas, universidades, lugares de culto y monumentos históricos en Palestina, se atreve a gritar que un misil que cae cerca del hospital Soroka en el Néguev, situado junto a una instalación militar israelí, es un “crimen contra la humanidad y un crimen de guerra”. En un momento de dolorosa contradicción, Israel se apresuró a presentarse como la víctima, movilizando la maquinaria política y mediática mundial. ¿No es esto lo que Israel ha hecho repetidamente en Gaza? ¡Y aún más! ¿se miraría siquiera Israel al espejo? ¿Ha olvidado que bombardeó más de 30 hospitales e instalaciones médicas en Gaza en tan solo unos meses? Ha olvidado que sitió por completo hospitales, los privó de combustible, electricidad y agua, e incluso los atacó con misiles y tanques, sabiendo perfectamente quiénes estaban dentro: el personal médico, los heridos indefensos, los niños, y las mujeres que buscaban esperanza. ¿Quiénes son los que mataron a médicos y pacientes? ¿Quiénes son los que convirtieron los pasillos en fosas comunes? ¿O puede la sangre de inocentes en Gaza convertirse en un mero “daño colateral”? 

La pregunta más importante es: ¿Cómo abordarán este incidente el mundo occidental, el Consejo de Seguridad y las Naciones Unidas? ¿Emitirán declaraciones de condena? ¿Veremos conferencias urgentes, posturas firmes, sanciones y amenazas? ¿O la voz de la víctima solo se alzará si es “israelí” y se apagará si es un palestino que yace bajo los escombros? 

¿Qué terrible esquizofrenia es esta? Resulta ridículo ver al verdugo gritando por un rasguño, mientras miles de sus víctimas están enterradas bajo los escombros en Gaza. Con esta acusación, Israel pretende transformarse en víctima, pero los pueblos del mundo han visto y constatado su verdadera cara de verdugo. 

La escena de la niña en Gaza es la que moldeó la nueva conciencia global y redefinió el crimen y la justicia en la conciencia de los pueblos, no la bomba inteligente. Las masacres condenan a los verdugos. El “poder silencioso” promovido por Occidente durante décadas se ha convertido en “brutalidad manifiesta” que acelera el debilitamiento de su legitimidad. 

El panorama internacional ha cambiado por completo. Ya no es posible gobernar el mundo con las mismas herramientas de la hegemonía imperial. Hay nuevas fuerzas, transformaciones populares y brechas cada vez mayores dentro de las fuerzas imperiales. Las amenazas ya no tienen un efecto político, sino que presagian consecuencias peligrosas.

Gaza le ha quitado al mundo la máscara de “fuerza moral” y ha expuesto la fragilidad de la disuasión militar ante una voluntad indomable. El discurso imperial, desde Gaza hasta Teherán, pasando por Beirut, Damasco, Bagdad y Yemen, reitera la impotencia de su lenguaje amenazante y replantea una pregunta fundamental: ¿Quién establece los estándares de justicia? 

Este momento de revelación, aunque aterrador, puede ser el comienzo de la liberación del mundo del manto de la falsa superioridad y el establecimiento de una nueva era en la que la legitimidad no se mida por la fuerza sino por la verdad, la justicia y la dignidad. Esta no es una guerra contra la memoria, sino contra la justicia. No se trata solo de atacar un hospital, sino de una duplicidad que sigue carcomiendo la conciencia global. La justicia es indivisible. Los hospitales no son un campo de batalla. Quienes están acostumbrados a demolerlos no tienen derecho a exigir compasión. Cuando la visión se ciega, poco se puede hacer.

 

(*) Embajador del Estado de Palestina en Bolivia.