sábado, 1 de febrero de 2025

Economía

Davos y la Búsqueda del Supuesto Bienestar de la Humanidad

Cesar Risso

EL DESARROLLO TECNOLÓGICO ha incrementado considerablemente la productividad. Esto es, que cada ser humano puede producir por unidad de tiempo, en una hora, por ejemplo, una cantidad mucho mayor de bienes y servicios de los que producía, digamos, hace una década. Esto se debe al avance científico y tecnológico.

“Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) demostró que la inteligencia artificial aumentó en un 37% la productividad en labores de áreas administrativas.”1

Este avance significa que la capacidad productiva de la sociedad en la actualidad ha desbordado la capacidad de consumo. Vale decir que, a estas alturas de la historia, hemos logrado un desarrollo tecnológico que permite satisfacer las necesidades materiales y espirituales de todos los seres humanos. En consecuencia, la pregunta es por qué a pesar de este enorme incremento de las fuerzas productivas, aun hay pobreza; por qué aun hay explotación, con excesivas horas de trabajo, y una descomunal extracción de plusvalía.

“Hay suficientes recursos en el mundo para satisfacer las necesidades de la humanidad, pero no los suficientes para satisfacer la codicia capitalista”2

Se trata de que la economía tiene dos aspectos, uno de los cuales es el técnico-económico y el otro el socio-económico. En este sentido podría decirse que el aspecto técnico-económico está “resuelto”, no solo por el nivel alcanzado sino porque está en permanente desarrollo. Este desarrollo es prácticamente una fuerza imparable, a condición de que la educación y la experimentación sean asumidas por la sociedad en su conjunto en lugar de que satisfaga los intereses de la burguesía imperialista. Es decir, que el aspecto socio-económico está pendiente de solución. Así, la contradicción entre el carácter cada vez más social de la producción y la apropiación privada de los resultados de la producción exige perentoriamente una solución.

La producción cada vez más social, que significa que hay un entrelazamiento entre todos los seres humanos del planeta en el proceso de producción, a través del cual unos abastecen a otros; que todos dependemos de todos; que el proceso de transformación de los recursos naturales, como limitadamente reconoce la burguesía en el informe Brundtland, donde plantea la expresión de “desarrollo sostenible”, cuyo título es “Nuestro futuro común”, haciendo referencia al proceso de producción intergeneracional, sin considerar las relaciones sociales de producción que en la actualidad son de sometimiento y explotación de la burguesía sobre la fuerza de trabajo bajo la forma asalariada, utilizando además otras formas ya periclitadas como la esclavitud; así, pues, la producción es cada vez más social, involucrando a todos los seres humanos, ya que las formas de producción como el colectivismo de las comunidades campesinas y nativas, la esclavitud, etc., pasan a ser sometidas y aprovechadas por la burguesía imperialista.

Por más que los temas puestos en debate (en todos los foros mundiales, llámense como se llamen) nos los presenten como bondadosos deseos de mejorar la situación de todos los seres humanos, es evidente que la única forma social que la burguesía, a todo nivel, reconoce es la explotación capitalista. En consecuencia, sus soluciones toman como premisa el trabajo asalariado, y esto significa extracción de plusvalía, que no es otra cosa que la expropiación del excedente producido por los trabajadores, o para decirlo con más claridad, es el robo legalizado de la burguesía a las clases trabajadoras.

El interés de la burguesía se manifiesta, entre otros aspectos, en el aumento de la producción de mercancías. Pero la competencia, que significa anarquía de la producción, consiste en eliminar a las empresas competidoras. Así, los burgueses individuales se enfrentan entre sí tratando de vender más, logrando, sin proponérselo, la disminución de los precios, a tal punto que, en muchos casos, se ven obligados a destruir gran cantidad del exceso de producción.

“Según los estudios disponibles, se estima que entre el 4 y el 9% de todos los productos textiles que se comercializan en Europa se destruyen antes de su uso, lo que supone entre 264.000 y 594.000 toneladas de textiles destruidos cada año.”3

“Destrucción de excedentes: la otra cara del consumismo”

“Cientos de miles de productos se destruyen cada año cubiertos aún con sus respectivos embalajes: son objetos que no se han vendido o se han devuelto. Más allá del coste medioambiental, esta práctica revela la trivialidad de nuestro sistema económico”

“Según una investigación de la cadena británica ITV News, se liquidan alrededor de 124.000 objetos de toda naturaleza a la semana.”4

Esto equivale a cerca de 6 millones 500 mil productos destruidos al año.

Es decir, que la fuerza de trabajo empleada anárquicamente, sin ningún plan, ha generado esta situación. Es el libre mercado desenvolviéndose, pues en la medida que la ley económica fundamental en el capitalismo es la maximización de la ganancia, los propietarios tratan de producir más para ganar más. Pero como no ven el mercado en su conjunto, y solo “planifican” al interior de su “empresa” o “negocio”, se dan cuenta después que han producido más allá de las necesidades, entendiendo por estas las que corresponden al capitalismo, es decir, teniendo en cuenta la demanda solvente. Así, los burgueses se ven obligados a evitar la disminución de los precios de sus mercancías como resultado de la producción en exceso, simplemente destruyéndolos. Esto significa que se ha empleado más fuerza de trabajo de la requerida en la producción. Y esta situación va en aumento, refiriéndonos a todas las mercancías en general, puesto que la productividad del trabajo está aumentando como consecuencia del desarrollo científico y tecnológico.

El carácter del sistema capitalista conduce a estas y otras criminales consecuencias. Situaciones como estas, en otras circunstancias no se darían. Así, cuando la solidad y la reciprocidad, así como la planificación de la producción con fines humanos, con la propiedad de los medios de producción en manos de todo el pueblo, son las formas que toma el trabajo, entonces o no habría "exceso" de producción, o en la eventualidad de que lo hubiera, no conduciría a su destrucción, que en un sistema como el actual se presenta por la ambición de los burgueses individuales, y por el hecho de que hay seres humanos sin trabajo, sin ingresos o con bajos ingresos, que teniendo frente a sí los bienes simplemente no pueden adquirirlos.

En una sociedad con los rasgos que hemos apuntado, la fuerza de trabajo se distribuiría de forma planificada entre las actividades que permitan satisfacer las necesidades de todo el pueblo. Despilfarrar las mercancías, como en el caso indicado, no es otra cosa que destruir la fuerza de trabajo utilizada.

No se trata de que el Estado capitalista pueda o no planificar. Ya Milei ha mostrado como incluso aquellos productos almacenados para ser distribuidos entre las personas de escasos recursos, son destruidos, en este caso particular permitiendo que se malogren.

“El escándalo de los cinco millones de kilos de alimentos sin entregar obliga a rectificar al Gobierno de Milei”.5

De modo que los objetivos discutidos en el foro de Davos 2025, por más que se presenten como propuestas humanizadoras en el marco del desarrollo tecnológico con la robotización y la inteligencia artificial, no son más que formas de buscar cómo seguir con el dominio capitalista a nivel mundial, manteniendo así la burguesía su dominio económico y político.

“El mensaje principal que dejó Davos 2025 es claro: el futuro no depende solo de qué tan avanzadas sean las herramientas tecnológicas, sino de cómo estas se integren en la sociedad para mejorar la vida de las personas. La colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos será esencial para aprovechar al máximo estas oportunidades. 

A medida que las organizaciones avanzan en su transformación digital, aquellas que logren alinear sus objetivos tecnológicos con un propósito claro de sostenibilidad e impacto social serán las que lideren el camino. Este enfoque redefine el éxito empresarial y contribuye a un futuro donde la innovación y la humanidad caminen de la mano.”6

En la medida que el capitalismo se basa en el trabajo no pagado, y en consecuencia en la explotación de la mayoría de seres humanos del planeta por un puñado de burgueses protegidos por el aparato burocrático militar del estado, todo desarrollo científico y tecnológico servirá para aumentar la explotación y las cadenas de la explotación; pero, a la vez, como resultado de que la producción es aceleradamente cada vez más social, precisamente por el desarrollo científico y tecnológico, el capitalismo se hace más insostenible. Solo que, en esta situación, la lucha política de las amplias masas de trabajadores será la que permita superar la forma capitalista de producción por la forma socialista de producción, resolviendo así la contradicción del capitalismo.

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(1) https://www.radionacional.co/actualidad/tecnologia/ia-aumento-en-un-37-la-productividad-en-el-mundo

(2) https://thetricontinental.org/es/newsletterissue/nueva-agenda-paz-onu/

(3) https://www.eea.europa.eu/publications/the-destruction-of-returned-and

(4) https://ethic.es/2021/12/destruccion-la-otra-cara-del-consumismo/

(5) https://elpais.com/argentina/2024-06-01/el-escandalo-de-los-cinco-millones-de-kilos-de-alimentos-sin-entregar-obliga-a-rectificar-al-gobierno-de-milei.html

(6) https://vasscompany.com/latam/es/insights/blogs-articles/pov-davos-2025/#:~:text=El%20mensaje%20principal%20que%20dej%C3%B3,la%20vida%20de%20las%20personas

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