La Economía y el Supuesto Poder de los Congresistas
Cesar Risso
EL
SÉTIMO RETIRO del fondo de pensiones de las AFP es un paliativo para los
trabajadores, quienes debido a su precaria situación por sus bajas
remuneraciones se ven obligados a retirar parte de su fondo disminuyendo sus
pensiones para la época de su jubilación, con lo cual se les genera una suerte
de bienestar material temporal, pasajero, pero con los propios recursos de los
trabajadores. Con esta medida liberan a las empresas de la necesaria elevación
de las remuneraciones. De modo que, de un lado, favorecen a las empresas en
general al distraer a los trabajadores del pedido de aumento de sus
remuneraciones, y de otro, aumentan el consumo en el monto del retiro, lo que
evidentemente permitirá a las empresas vender más y con ello tener mayores
ingresos y en consecuencia aumentar sus ganancias.
Como es evidente, las decisiones de los congresistas no
apuntan al bienestar de los trabajadores, y menos aún al de las clases
populares; mas bien se trata de lograr generar respaldo a su gestión, con la
finalidad de tener cierto apoyo popular para tentar a la reelección en el
Senado en las próximas elecciones.
El retiro de los fondos de las AFP aprobado en la
Comisión de Economía en el Congreso tiene, además, otro impacto: reduce los
fondos en un monto importante, que, sumado a los retiros anteriores, deja en
muy mala situación a las AFP, en su objetivo, no tanto como negocio particular en
sí mismo, sino, sobre todo, como fuente de financiamiento barato de las
empresas de los grupos económicos de poder.
“El
negocio de las pensiones: AFP invierten millones en empresas de sus mismos
grupos económicos”
“Diversos
especialistas consultados para este reportaje coincidieron en señalar que las
inversiones en empresas del mismo grupo dueño de las AFP constituye un potencial
conflicto de interés, por ser un financiamiento fijo y menos costoso para esas
empresas.”
Pareciera
que a la gran burguesía peruana se le ha ido de las manos el control de sus
representantes en el Congreso; que los congresistas quieren velar por sus
intereses, fundamentalmente monetarios, por sí mismos; que los congresistas
quieren continuar en el Congreso, para de ese modo tentar a asumir un papel de
mayor importancia en la obtención de dinero y adquirir poder económico,
planteando, por ejemplo, directamente la entrega de montos importantes de
dinero por el solo hecho de ser congresistas, y en un futuro próximo senadores,
etc.
Estando así la situación, la gran burguesía ha perdido la
confianza en sus representantes. Además, la desvergüenza con la que actúan los
congresistas es tan evidente, que pone en peligro el dominio de la burguesía.
De modo que, antes de que las clases populares luchen directamente contra el
sistema capitalista, prefieren deshacerse de Dina Boluarte y de los
congresistas.
Una referencia a la afectación del financiamiento de las
empresas de la gran burguesía, la tenemos en la investigación realizada por OjoPúblico.
“En
Perú, para esta investigación se analizó las cuatro AFP (Prima, Profuturo,
Integra y Hábitat) y se identificó que alrededor de S/14.100 millones (USD 3.711
millones), equivalente al 13% del total del fondo administrado, se invirtió en
empresas que pertenecen o están vinculadas a sus mismos grupos económicos. Solo
Hábitat no presenta inversiones en compañías relacionadas a su grupo, e Integra
lo hace con una sola empresa vinculada a su grupo en el extranjero.”
“La
AFP Prima fue la que destinó más recursos en empresas vinculadas o que
pertenecen a su mismo grupo económico. Alrededor de S/1.827 millones (USD 480
millones) en Banco de Crédito del Perú (BCP), Mibanco y Credicorp Ltd, monto
equivalente al 5,5% de sus fondos administrados, según el cálculo oficial de la
SBS.”
Sin
embargo, la disminución de los fondos que administran las AFP, llevaría
inmediatamente a superar las inversiones máximas permitidas por la ley en sus
grupos económicos, y esto obligaría a estas empresas a disminuir sus
inversiones en sus propios grupos. Así, pues, sus empresas tendrían que
devolver los fondos con los que se financian. Aunque como es de prever, de
alguna forma serían favorecidas para que, o bien se amplíe el porcentaje del importe
de los fondos que pueden disponer para autofinanciarse, o que no se consideren
ciertas inversiones como parte de las realizadas en sus propios grupos, para
con ello aparentar un menor porcentaje de inversión de los fondos en las
empresas de sus grupos.
Con la finalidad de evitar sobrepasar el monto legalmente
permitido para invertir los fondos de las AFP en las empresas de sus mismos
grupos, la burguesía ha utilizado la artimaña de realizar inversiones cruzadas
entre los diferentes grupos.
“El
análisis de esta investigación también identificó inversiones cruzadas, como se
denomina a aquellas en las que una AFP destina dinero a empresas asociadas a
otra AFP. En Perú, Integra fue la que realizó más operaciones en esta modalidad
principalmente a las compañías del grupo de Prima, a la que dispuso S/4.349
millones (USD 1.144 millones). También invirtió S/510 millones (USD 134
millones) en compañías asociadas a Profuturo.”
“Por
su parte, Profuturo destinó S/2.437 millones (USD 641 millones) en empresas de
Credicorp (Prima) y S/112 millones (USD 29 millones) del grupo Sura (Integra).
Mientras que Habitat invirtió en compañías asociadas a Prima y Profuturo, con
S/1.296 millones (USD 341 millones) y S/43 millones (USD 11 millones)
respectivamente.”
“Y
finalmente, Prima AFP realizó inversión cruzada con empresas del grupo The Bank
of Nova Scotia (Profuturo) por un total de S/505 millones (USD 132 millones).”
A
la burguesía no le interesa las joyas que la presidenta Dina Boluarte pueda
poseer o lucir; tampoco le preocupa los actos de corrupción, de los que los
mismos grupos económicos de poder hacen uso como una práctica normal para la
obtención de los proyectos o de las licitaciones. Lo que está en juego es la
gestión de los intereses de la burguesía. Y esto no solo tiene que ver con Dina
Boluarte, sino con los representantes de la burguesía en el Congreso. Al
parecer, la mediocridad y desbocada angurria de los congresistas, como se ha
podido apreciar en los últimos meses, los ha llevado a una situación en la
cual, la gran burguesía ya no se siente representada por ellos. La prensa burguesa
dispara contra Dina Boluarte, pero apunta contra los actuales congresistas.
La canalización de la gran burguesía de su interés de que
no se promueva un nuevo retiro de fondos de las AFP no fue atendida por la
representación congresal. Mientras los intelectuales burgueses se desgañitaban en
sus análisis para demostrar que un retiro más pondría en peligro el negocio de
las AFP, afectando a los trabajadores que ya no tendrían pensión de jubilación,
los congresistas se hacían los sordos porque, al parecer, estaba de por medio
el conseguir la mayor cantidad de dinero para ellos mismos, y hacerse de cierto
respaldo para las próximas elecciones.
El riesgo que están asumiendo los congresistas, sin tener
conciencia de ello, por la popularidad que les asegure su continuidad en las
próximas elecciones es perder su “trabajo” de representación de los intereses
de la burguesía, que la verdadera titiritera.
Mientras la gran burguesía busca deshacerse de sus
actuales representantes, y los congresistas y Dina Boluarte se esfuerzan por
sortear el ataque del que son objeto, las clases populares deben superar la
propaganda burguesa que atiende a la “posibilidad” de enriquecimiento ilícito
de Dina Boluarte, para enfocarse en este caso como un hecho particular de la
explotación capitalista, así como en todos los males que ocasiona, y
desarrollar la lucha organizada directamente contra la dictadura de la
burguesía y el dominio del capital.
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(*)
Todas las citas corresponden a: https://ojo-publico.com/4441/negocio-las-afp-invierten-empresas-sus-grupos-economicos
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