sábado, 3 de diciembre de 2022

Política

La Obra de Mao Zedong y el Revisionismo Chino 

(Primera Parte) 

Eduardo Ibarra

I

El Comité Central del Partido Comunista de China, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de la República Popular de China, el Consejo de Estado de la República Popular de China y la Comisión Militar del Comité Central del Partido Comunista de China, adoptaron el 8 de octubre de 1976 la «Decisión sobre la publicación de las obras escogidas de Mao Tsetung y sobre los preparativos para la publicación de las obras completas de Mao Tsetung».

En esta «Decisión» se dice:


Durante más de medio siglo, conforme al principio de integrar la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución, el gran líder y maestro el Presidente Mao Tsetung heredó, defendió y desarrolló el marxismo-leninismo en los diversos aspectos y enriqueció el tesoro teórico del marxismo, al dirigir las grandes luchas por cumplir la revolución de nueva democracia y realizar la revolución y construcción socialistas en nuestro país, en las grandes luchas contra las líneas oportunistas de derecha y de “izquierda” en el seno del Partido, y en las grandes luchas contra el imperialismo, contra el revisionismo contemporáneo que tiene como centro a la camarilla renegada revisionista soviética y contra los reaccionarios de diversos países. Las obras del Presidente Mao son imperecederos documentos del marxismo-leninismo. La publicación de las obras del Presidente Mao tiene gran importancia inmediata y significado histórico de largo alcance para que el pueblo de las diversas nacionalidades de nuestro país cumpla el legado del Presidente Mao y lleve hasta el fin la causa revolucionaria proletaria y para la causa de la liberación del proletariado y de las naciones y pueblos oprimidos del mundo entero, y constituye un gran acontecimiento en la historia del desarrollo del marxismo. Debemos esforzarnos de manera seria y concienzuda por realizarla bien. («Gloria eterna al gran líder y maestro el presidente Mao Tsetung”, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1976, p. 31).

En abril de 1977 apareció la primera edición del V tomo de las Obras escogidas de Mao, con una «Nota Aclaratoria” firmada en marzo del mismo año por la «Comisión del Comité Central del Partido Comunista de China para la Recopilación y Publicación de las Obras del Presidente Mao Tsetung».

        En esta «Nota» se afirma:


En cumplimiento de la decisión del Comité Central del Partido Comunista de China, sale ahora el quinto tomo de Obras Escogidas de Mao Tsetung y se publicarán, sucesivamente, los tomos siguientes. (Obras escogidas de Mao Tsetung, t. V, ELE, Pekín, 1977, p. 5)

En el mismo lugar se sostiene lo siguiente sobre el contenido del V tomo:


La más grande contribución teórica del camarada Mao Tsetung en este período [inaugurado por la fundación de la República Popular de China] consiste en que, habiendo sintetizado de manera sistemática la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en nuestro país y en el terreno internacional y habiendo analizado las contradicciones, las clases y la lucha de clases en la sociedad socialista a la luz del concepto fundamental de la dialéctica materialista –la unidad de los contrarios–, elucidó las leyes del desarrollo de la sociedad socialista y creó la gran teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. Las nuevas ideas y conclusiones del camarada Mao Tsetung sobre la revolución proletaria y la dictadura del proletariado han enriquecido enormemente el arsenal teórico del marxismo-leninismo en los dominios de la filosofía, la economía política y el socialismo científico. Ellas no sólo han señalado a nuestro pueblo el camino fundamental a seguir para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración capitalista y construir el socialismo, sino que encierran un significado mundial grandioso y de largo alcance (ibídem, pp. 5-6).

La publicación del V tomo de las Obras escogidas de Mao fue todo lo que hizo la mencionada Comisión, la cual no solo no ha publicado hasta hoy los tomos siguientes de tales Obras escogidas, sino que tampoco dio inicio a la publicación de las Obras completas de Mao. Y, como es obvio, desde la fecha de la «Decisión» citada arriba hasta el día de hoy, han pasado 45 años. ¡Casi medio siglo!(1)

Pero se entiende que ello haya ocurrido, pues luego de copar completamente el CC del PCCh, en la VI Sesión Plenaria del XI Comité Central de este partido (27 de junio de 1981), los revisionistas aprobaron, por unanimidad, una «Resolución» donde se afirma:


El VIII Congreso Nacional del Partido, que se celebró en septiembre de 1956, fue todo un éxito. El Congreso señaló: En nuestro país se ha establecido, en lo fundamental, el sistema socialista; debemos seguir luchando por… la realización total de las transformaciones socialistas y la liquidación final del sistema de explotación del hombre por el hombre y por la eliminación de las fuerzas remanentes de la contrarrevolución, pero la contradicción principal en el país ya no es entre la clase obrera y la burguesía, sino la contradicción entre las demandas del pueblo por un rápido desarrollo económico y cultural y el grado de desarrollo económico y cultural que no puede satisfacer esas demandas; la tarea principal de todo el pueblo consiste en concentrar los esfuerzos en el desarrollo de las fuerzas productivas sociales, en la industrialización del país y en la satisfacción gradual de las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo; aunque existe todavía la lucha de clases y es necesario seguir fortaleciendo la dictadura democrática popular, la tarea fundamental de ésta última ya pasó a ser la protección y el desarrollo de las fuerzas productivas en las nuevas relaciones de producción.… La línea trazada por el VIII Congreso fue correcta y señaló el rumbo tanto para el desarrollo de la causa socialista como para la construcción del Partido en el nuevo período.

En la X Sesión Plenaria del VIII CC del Partido, celebrada en septiembre de 1962, el camarada Mao Zedong exageró la lucha de clases existente dentro de una esfera determinada de la sociedad socialista, considerándola como algo absoluto. Así pues, desarrolló sus puntos de vista, que ya habían sido expuestos luego de la lucha contra los derechistas en 1957, en el sentido de que la contradicción entre el proletariado y la burguesía seguía siendo la contradicción principal en nuestra sociedad y llegó a afirmar que, a lo largo de todo el período del socialismo, la burguesía no dejaría de existir y de pretender la restauración de su dominación, y que en esto se hallaba el origen del revisionismo en el seno del Partido.

La “revolución cultural” que transcurrió desde mayo de 1966 hasta octubre de 1976, acarreó al Partido, al Estado y al pueblo el más grave revés y pérdida conocidos desde la proclamación de la Nueva China. Fue iniciada y dirigida por el camarada Mao Zedong. Los argumentos principales esgrimidos por el camarada Mao Zedong fueron como sigue: Un nutrido grupo de representantes de la burguesía y revisionistas contrarrevolucionarios se habían infiltrado en el Partido, el gobierno, el ejército y los diversos sectores del campo cultural. La dirección de la gran mayoría de las entidades ya no estaba en manos de marxistas y de las masas populares. Los dirigentes seguidores del camino capitalista en el seno del Partido habían formado en el CC un cuartel general burgués, el cual se atenía a una línea política y organizativa revisionista y tenía colocados sus agentes tanto en las provincias, municipios y regiones autónomas como en los departamentos centrales. Las luchas realizadas en el pasado no habían logrado solucionar el problema y sólo se podría recuperar el poder usurpado por los dirigentes seguidores del camino capitalista desplegando una revolución cultural orientada a movilizar a las grandes masas para exponer de manera abierta y de abajo hacia arriba ese cuadro sombrío en todos sus aspectos. Se trataba, en esencia, de una revolución política para el derrocamiento de una clase por otra. Semejante revolución debería realizarse varias veces más en el futuro. Estos argumentos fueron expuestos principalmente en la “Circular del 16 de Mayo”, considerada como documento programático de la “revolución cultural”, y en el informe político ante el IX Congreso Nacional del Partido. Se los consagró en los términos conocidos como “teoría sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado”, de manera que la fórmula “la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado” revistió un sentido específico. Estos erróneos argumentos de desviación izquierdista del camarada Mao Zedong para iniciar la “revolución cultural” se salieron evidentemente de la órbita del pensamiento Mao Zedong, que es la integración de los principios universales del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución china.

Los sucesos de la “revolución cultural” demuestran que los principales argumentos que el camarada Mao Zedong esgrimió para iniciarla no correspondían ni al marxismo-leninismo ni a la realidad de China, por cuanto la valoración que hizo de la situación de las clases en nuestro país y de la situación política del Partido y el Estado en aquel período fue completamente errónea.

Bajo el sistema socialista no existe ni base económica ni base política para realizar una llamada gran revolución política que conlleve el “derrocamiento de una clase por otra”.

El IX Congreso Nacional del Partido legalizó la errónea teoría y práctica de la “revolución cultural” … Fue errónea la orientación del IX Congreso Nacional del Partido en los terrenos ideológico, político y organizativo.

En 1970-1971, la camarilla contrarrevolucionaria de Lin Biao intentó arrebatar el Poder supremo y montar un golpe de Estado armado contrarrevolucionario. Este suceso fue una consecuencia de la “revolución cultural”, que había echado abajo toda una serie de principios básicos del Partido, y fue una expresión objetiva del fracaso de esa revolución tanto en la teoría como en la práctica… El X Congreso Nacional del Partido siguió con los errores de izquierda del IX Congreso…

Con respecto a la “revolución cultural”, un grave error de desviación izquierdista, de carácter general y de larga duración, el camarada Mao Zedong debía cargar con la responsabilidad principal. Sin embargo, el error del camarada Mao Zedong fue, en fin de cuentas, un error cometido por un gran revolucionario proletario.

Después de una amplia y concienzuda labor de investigación, hemos rehabilitado al camarada Liu Shaoqi…

Se ha abolido la llamada “gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran debate y dazibao”, desfavorables para el fomento de la democracia socialista.

En modo alguno permitiremos la repetición de ningún caos tipo “revolución cultural”, sean cuales fueren los límites en que ocurra. (Resolución sobre algunos problemas en la historia del PCCH (1949-1981), ELE, Beijing, 1981, pp. 25-26, 33-34, 36-37, 37-38, 40, 42-43, 46, 60, 61, 89-90) 

Así, pues, el XI Comité Central del PCCh «desagravió» el VIII Congreso de este partido «reivindicando» la tesis revisionista según la cual la contradicción principal en China ya no es entre el proletariado y la burguesía, sino «entre las demandas del pueblo por un rápido desarrollo económico y cultural y el grado de desarrollo económico y cultural que no puede satisfacer esas demandas». 

Pero además –y en consonancia con lo anterior– aquello de que «La más grande contribución teórica del camarada Mao Tsetung [en el período del socialismo] consiste en que… creó la gran teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado» («Nota aclaratoria»), fue sustituido por la afirmación según la cual esta teoría es una «desviación izquierdista, de carácter general y de larga duración», una «errónea teoría y práctica», un «caos». («Resolución»). 

        Por eso la «rehabilitación» de Liu Shaoqi era cosa que caía por su propio peso. Y lo mismo la abolición de la «gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran debate y dazibao». 

Así las cosas, la afirmación según la cual «el error del camarada Mao Zedong fue, en fin de cuentas, un error cometido por un gran revolucionario proletario», se revela como uno de esos trucos propios de los revisionistas de todos los tiempos: simular ponderación para liquidar mejor el pensamiento revolucionario y, en el caso de que tratamos, el pensamiento de Mao. ¿Acaso este pensamiento no ha sido reemplazado por el pensamiento de Deng Xiaping? 

Por eso la dirección revisionista china dice que «Bajo el sistema socialista no existe ni base económica ni base política para realizar una llamada gran revolución política que conlleve el “derrocamiento de una clase por otra”.» 

Con base en esta conjetura, los revisionistas chinos prometen que «En modo alguno [permitirán] la repetición de ningún caos tipo “revolución cultural”, sean cuales fueren los límites en que ocurra.» 

Estas afirmaciones son expresivas de una oposición rabiosa a la más grande contribución de Mao al marxismo-leninismo: la teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, así como son igualmente expresivas del camino restauracionista que tiene como órbita la teoría revisionista de las fuerzas productivas. 

Analicemos, pues, a la luz de la teoría marxista, estas afirmaciones de los revisionistas chinos.


10.01.2021.

Economía

Economía y Lucha Política

Cesar Risso

LA PUGNA POLÍTICA de los últimos tiempos en nuestro país no tiene que ver con la disputa del poder sino con la contienda por el gobierno del poder. La confrontación en el seno de la burguesía de los sectores que tradicionalmente se han turnado en el gobierno del poder, condujo a la elección de Pedro Castillo. Vale decir que, la propia burguesía, o para ser precisos, un grueso de la burguesía, no acepta a los políticos fujimoristas como sus representantes políticos.

        Por ahora existen varias opciones, más o menos con las mismas propuestas, aun cuando con actitudes un poco más radicales que la de los fujimoristas, como en el caso de Renovación Popular, y varias otras con propuestas menos radicales que la de los fujimoristas. Estos grupos tratan de agenciarse el apoyo popular, no solo para ganar las elecciones, sino para sostener una política radical de ultraderecha, que impulse una política fascista, caracterizada por la confrontación de pueblo contra pueblo, en la que se propone la organización de sectores populares, en una suerte de capitalismo corporativo moderno, para arremeter contra los derechos laborales, dando rienda suelta a una nueva oleada de política neoliberal, otorgando plena libertad a las empresas transnacionales para explotar a la clase trabajadora y saquear nuestros recursos, y para la libre explotación de los trabajadores de la gran burguesía peruana.

        El Partido aprista, fuera de la escena política por las dificultades que enfrenta, ha dejado un vacío, sobre todo en la conciencia pequeñoburguesa, en la organización de los sectores populares para favorecer a la burguesía. Así, el fascismo tradicional representado por el partido aprista, posibilita la aparición de nuevos representantes fascistas de los sectores de ultraderecha.

        La pugna por verse favorecidos para representar los intereses de la gran burguesía peruana, así como de la imperialista, ha conducido a las diversas tendencias políticas de derecha y ultraderecha, a plantear una diversidad de denuncias sin mayor sustento. La desesperación, manifestada en la forma de cada una de las denuncias contra Pedro Castillo, desborda el contenido, que radica en la confrontación política, en la que cada sector de la burguesía, a su turno, trata de lucir su “mejor” esfuerzo en demostrar su “mayor” capacidad para vacar, suspender, o inhabilitar a Pedro Castillo. Pareciera que el premio se lo llevará el sector que logre tamaño objetivo. La caída de Pedo Castillo será el signo de “triunfo” del sector político que se haga acreedor a representar los intereses de la burguesía.

         No hay aspecto que dejen de lado para atacar a Pedro Castillo. Familiares y amistades, ministros y funcionarios, todos investigados hasta la saciedad. Igualmente, con respecto al tema de las vacunas, del abastecimiento de fertilizantes, de la situación económica, particularmente de la inflación, etc.; aunque a la fecha son algunos de los ministros involucrados en actos de corrupción, cuya situación es sumamente difícil, e incluso con fuertes evidencias de haber cometido algún delito, no se ha podido tener suficiente evidencia de que Pedro Castillo esté involucrado en dichos actos.

        Los políticos burgueses saben muy bien dónde buscar la corrupción, pues ellos han vivido de ella; por lo mismo, no se trata de representar políticamente a la burguesía simplemente por representarla, sino precisamente para hacerse de los beneficios de dicha representación, o para ser más claros, de la corrupción, dado que al parecer todo el aparato del Estado no es sino una amplia red de corrupción en casi todos sus niveles. La corrupción no es más que la forma más generalizada del vínculo económico del Estado con los empresarios, y es, además, a estas alturas, el tratamiento común, y por ello normal, del nexo de los políticos con la vida económica de nuestro país.

        Entre las críticas que se le hace al actual gobierno, para sustentar la vacancia, o para ahondar en la percepción de la población su necesidad, está la que se sustentó en CADE. Aunque en este evento los empresarios hablaron a través de sus intelectuales.

        La burguesía dice, por ejemplo, que hay que resolver el problema de la pobreza y de la anemia, acusando a Pedro Castillo de ser responsable de esta situación. Lo que se le atribuye a Pedro Castillo no se le atribuye a la derecha en general ni a sus representantes en el poder ejecutivo ni legislativo. Es evidente que se hace uso de esta crítica como arma política para fijar en la ciudadanía que Pedro Castillo está contra los intereses del pueblo, aunque no tanto por sus decisiones políticas sino por su negligencia. Sin embargo, cuando se aumentó la remuneración mínima legal de S/ 930 a S/ 1025, la burguesía se apuró en denunciar al gobierno ante la OIT por no haber consultado a los empresarios sobre la pertinencia del mismo y considerarlo una acción arbitraria.

        El Consejo Nacional del Trabajo, que es la organización que ataja los intereses de los trabajadores a través de la negativa de los empresarios a mejorar sus condiciones mínimas de trabajo, se quejó ante la OIT.

        De un lado la burguesía crítica al gobierno por no favorecer a los trabajadores, pero de otro se niega a mejorar las condiciones materiales de existencia de los mismos. Evidentemente esto no es más que parte de la campaña política por vacar a Pedro Castillo.

        El sustento del gobierno para realizar dicho aumento de la remuneración mínima vital fue:

“De acuerdo con el gobierno peruano, el aumento de la RMV a S/. 1025 beneficiaría a más de 1.4 millones de trabajadores del sector privado que actualmente tienen un salario inferior al nuevo monto establecido de la RMV y que representan un 30% de su masa laboral. Asimismo, enfatizan que el incremento de la RMV beneficiaría tanto a los trabajadores como a sus familias a contrarrestar el efecto del mayor costo de vida producido por factores externos, los cuales suelen afectar especialmente a las personas que cuentan con menores recursos económicos.

Adicionalmente, según una publicación del Diario Oficial El Peruano, esta medida aumentará beneficios laborales, mejorará los regímenes laborales especiales y las modalidades formativas. Así, César Puntriano indicó que el aumento de la RMV incidirá en el cálculo de las gratificaciones, de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y en la participación de utilidades, entre otros beneficios. Es decir, la asignación familiar regulada por Ley N° 25129 ascenderá de 92 soles a 102.50 soles, el límite de vales de alimentos regulados por Ley N° 28051 ascenderá de 1860 soles a 2050 soles, entre otros”.1

Precisamente, lo que ahora los políticos burgueses le critican al gobierno, por supuestamente no favorecer a los trabajadores y sectores populares, es lo que de manera concreta se propuso el gobierno al aumentar la remuneración mínima.

Por aquel entonces las críticas no se hicieron esperar:

“[…] la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señaló que el incremento de la RMV puede tener como efecto más desempleo e informalidad, así como la quiebra de empresas medianas y pequeñas. Específicamente, en su comunicado señaló lo siguiente:

‘Al alza del precio de los insumos y materia prima, una economía ralentizada con una demanda interna que crecerá –según el Banco Central de Reserva- apenas 3% y el incremento del costo de servicios como el agua, la electricidad y el gas, este aumento en las remuneraciones cae como un duro golpe a la economía de las empresas, para las que será muy difícil asumir un mayor costo de sus planillas, pues sus ingresos son cada vez menores’”.2

Sin embargo, el aumento de la remuneración mínima tiene como resultado el incremento del gasto de consumo de las familias, lo que, evidentemente, ha beneficiado a las empresas, pues sus ventas aumentaron. Esta visión sesgada de la burguesía, que ve solamente los costos sin ver los ingresos y las utilidades, es propio de su limitada visión.

        La siguiente información la proporciona el Banco Central de Reserva:

“El consumo privado del tercer trimestre de 2022 aumentó 3,5 por ciento, tasa menor a la registrada en el segundo trimestre (4,9 por ciento). El incremento interanual de los gastos de los hogares estuvo sustentado en la consolidación de la campaña de vacunación (al 30 de setiembre, 73 por ciento de la población contaba con las tres dosis), la mejora de las condiciones del mercado laboral y las medidas extraordinarias de provisión de liquidez. No obstante, la alta inflación afectó negativamente el crecimiento del gasto de los hogares en el tercer trimestre. En el tercer trimestre se observaron estímulos monetarios que reforzaron el consumo: se desembolsaron los retiros extraordinarios de los fondos privados de pensiones y estuvo disponible el 100 por ciento de los depósitos por Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).”3

Pero, además, la proyección del gasto de consumo privado para este año es de 4,2%: “Perú: consumo privado crecerá 4.2% el 2022, más que promedio regional”.4

        Una de las conclusiones de CADE 2022, fue la referida a los jóvenes.

“El presidente de esta edición de CADE Ejecutivos, como tercera reflexión, reconoció la labor de las generaciones más jóvenes, la cual ‘destina sentido de urgencia, unidad y acción’, además de señalar que los jóvenes vienen trabajando en temas como inclusión financiera, desarrollo tecnológico, inclusión social, educación, negocios sostenibles, protección del medioambiente, salud, investigación y más aspectos”.5

Aquí tenemos otra muestra de la hipocresía de la burguesía, que aparece públicamente en una de las conclusiones de CADE, que se refiere a los jóvenes, después de los intentos de implementar normas que le quitan derecho a los jóvenes que se inician en el mercado laboral por medio de la llamada “ley pulpín” (ley de promoción del empleo juvenil), en la que se les quitaba la CTS, las vacaciones y las gratificaciones.

Como de costumbre, otra de las conclusiones de los empresarios fue la siguiente:

“[…] como cuarta reflexión, Valencia-Dongo resaltó que los pilares de inversión privada, un Estado funcional e instituciones sólidas y en democracias se encuentran en riesgo frente al populismo, la polarización y la posverdad”.6

Todo lo que favorezca a los sectores populares es visto como “populismo”. Y este, como una política económica que busca no tanto mejorar la economía sino generar aceptación social del pueblo hacia el gobierno, a costa de los intereses de los empresarios.

        Los empresarios se imaginan que son la máxima expresión del humanismo en la actualidad. Seguramente consideran que obteniendo enormes ganancias tienen la posibilidad de dar mayores limosnas a los sectores populares. Sin embargo, ante cualquier aumento de las remuneraciones, o de los impuestos, salen los batallones de intelectuales a sueldo de la burguesía a señalar que son medidas “populistas”.

“Además, expresó que la quinta reflexión es de acción, haciendo un llamado a los empresarios a acelerar sus acciones y recordando situaciones como la lucha contra el hambre y la anemia, así como resaltó las 30 propuestas elaboradas por el Consejo Privado de Competitividad y con la ayuda de distintas organizaciones y especialistas para buscar el desarrollo del país”.7

¿Se imaginan que los empresarios se propongan no elevar sus ganancias, sino luchar contra el hambre y la anemia que ellos mismos provocan con sus acciones por ganar cada vez más?

        Y aunque los empresarios y la burguesía en su conjunto crean que dominan la situación, más allá de las diversas políticas que se puedan implementar y de la diversidad de personajes y grupos que accedan al gobierno del poder, resultan en todos los casos siendo sujetos del modo de producción capitalista, creaturas de este sistema, y por lo tanto actuarán según la ubicación que tengan dentro de este sistema. En consecuencia, en el marco de la formación económico-social capitalista peruana, la confrontación se desenvuelve dentro este mismo sistema. Solo la superación del sistema capitalista permitirá enfrentar con éxito toda forma de explotación del hombre por el hombre. Por ello, no se trata de la “bondad” y “honradez” de los seres humanos, sino de las relaciones sociales de producción que son la base de la moral. En el capitalismo basado en la explotación del trabajo asalariado, el individualismo y la falta de honradez, así como la maldad, son una necesidad. En cambio, en el socialismo primero, y en el comunismo después, las relaciones sociales de producción sustentadas en la igualdad, la solidaridad es el modo natural y generalizado de actuación de todos los seres humanos.

“Un par de palabras para evitar posibles equívocos. En esta obra, las figuras del capitalista y del terrateniente no aparecen pintadas, ni mucho menos, color de rosa. Pero adviértase que aquí sólo nos referimos a las personas en cuanto personificación de categorías económicas, como representantes de determinados intereses y relaciones de clase. Quien como yo concibe el desarrollo de la formación económica de la sociedad como un proceso histórico-natural, no puede hacer al individuo responsable de la existencia de relaciones de que él es socialmente criatura, aunque subjetivamente se considere muy por encima de ellas”. (C. Marx, El Capital. Prólogo a la primera edición, tomo I).

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(1) https://www.enfoquederecho.com/2022/04/13/editorial-aumento-de-remuneracion-minima-vital-beneficio-o-populismo/

(2) Ibid.

(3) https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Notas-Estudios/2022/nota-de-estudios-82-2022.pdf

(4) https://andina.pe/agencia/noticia-peru-consumo-privado-crecera-42-2022-mas-promedio-regional-912382.aspx

(5) https://elcomercio.pe/economia/cade-ejecutivos-2022-las-conclusiones-del-evento-noticia/

(6) Ibid.

(7) Ibid.

Internacionales

Profesores universitarios bajo vigilancia en EE.UU.

Prohibir ideas en nombre de la libertad de expresión*

Por Jorge Majfud | 03/12/2022 | EE.UU.

En 2021 el gobernador de Florida (Estados Unidos) Ron De Santis, en sintonía con el presidente neofascista de Brasil capitán Jair Bolsonaro firmó una ley permitiendo a los estudiantes universitarios grabar a los profesores para detectar alguna tendencia ideológica.

Siempre y cuando no se tratase de la ideología verdadera. En diciembre de ese año, el gobernador firmó otro proyecto de ley para “darle a las empresas, empleados, niños y familias las herramientas necesarias para luchar contra el adoctrinamiento llamado WOKE” (“despierto”, en dialecto afroamericano), el cual se propone una relectura de la historia desde el punto de vista de los grupos marginales al poder. Para los fanáticos, llevar un niño de cinco años todas las semanas a un templo religioso o plantarlo cuatro horas por día frente a la televisión para que consuma propaganda mercantilista, no es adoctrinación. Pero si un joven de 20 años entra en una universidad donde podría aprender alguna nueva idea, entonces, eso sí es “adoctrinación” y “lavado de cerebro”.

La ley que prohíbe una discusión abierta sobre el racismo (ya vendrá el turno de prohibir la palabra imperialismo) porque los jóvenes blancos se podían sentir incómodos estudiando la esclavitud y la discriminación, se sumó a otra ley salida de la misma oficina, por la cual se prohíbe en las secundarias públicas hablar de la existencia de gays y lesbianas en nombre de una lucha “contra la ideología de género”. La ideología de género dominante por siglos, el machismo, no está en discusión. Por el contrario, hay que protegerla a fuerza de fanática ignorancia.

Una especialidad de los campeones de la libertad es prohibir todo lo que no se acomode a sus intereses, como la Ley de Libertad Individual que prohíbe a cualquier empresa requerir a sus empleados realizar cursos de concientización contra el racismo. Su repetida “libertad de expresión” es libertad de acoso y censura. Este tsunami de prohibiciones en la educación y en la academia es sólo la continuación de la prohibición de decenas de libros iniciada antes en Estados Unidos, al mejor estilo república bananera. Esta misma ideología, con sus frases y sus tics copiados de los libertarios estadounidenses, es repetida como un copia-y-pega en América latina, todo lo que recuerda a los artículos y doctrinas plantadas por la CIA en decenas de países, las que germinaron, maduraron y continúan dando frutos décadas después de la Guerra Fría.

Tarde o temprano iban a venir por las universidades. Es la mayor espina de los Exitosos Hombres de Negocios y sus mayordomos. La cultura y las universidades no han sido fáciles de comprar, aunque las corporaciones han hecho un buen trabajo comercializando la educación y la investigación. Según los fanáticos conservadores, las universidades son reductos de liberales (izquierdistas) donde se adoctrina a la juventud. Se quejan de que la mayoría de los profesores son de izquierda y que, por lo tanto, se debe legislar para equilibrar la proporción de conservadores. No existe ninguna propuesta semejante para equilibrar las ideologías en las poderosas iglesias, en las multimillonarias corporaciones, en las bolsas de valores, en los poderosos lobbies de Washington o en las donaciones sin límite a los partidos políticos.

La solución natural para equilibrar las tendencias políticas en las universidades es que los Futuros Hombres de Negocios se pongan a estudiar en serio alguna vez en su puta vida. Pero claro, si alguien ama el dinero y el poder, difícilmente invertirá décadas haciendo investigación gratis. Sobre todo sabiendo que, luego de décadas de esfuerzo ajeno, cuando aparecen los resultados, los Exitosos Hombres de Negocios los van a secuestrar de forma inmediata y en nombre de la Libertad.

En teoría, el fascismo y el liberalismo son opuestos. Sin embargo, hace décadas que el neoliberalismo (económico) logró poner en un mismo combo un menú diverso. Así, en un mismo partido iban los capitalistas y belicistas más radicales justo con los cristianos que no tenían nada que ver con el Jesús de los Evangelios, sino más bien con Judas, alguien que podía vender a su propio amigo por treinta monedad de plata. Así, defender a Jesús implicó defender a los mercaderes injustamente expulsados del templo y meter al maldito camello por el ojo de la maldita aguja y a los imperios que crucificaron a otros rebeldes. Los señores del dinero, los directorios de corporaciones que desparramaron dictaduras bananeras por todo el mundo y dictaduras legalizadas en sus propios países, todo en nombre de la libertad y la democracia como en tiempos de la esclavitud, lograron unir las dos ideologías opuestas. Los neoliberales de la última mitad del siglo XX son los libertarios de hoy y beben en el bar con neonazis y neofascistas con total comodidad.

Claro que no todos son fanáticos del Santo Oficio. En agosto de 2022, el juez federal Mark Walker bloqueó (temporalmente) la ley “Anti WOKE” de Florida argumentando que, según la ley, “los profesores pueden ejercer su ‘libertad académica’ siempre y cuando expresen solo aquellos puntos de vista que el Estado aprueba”. Lógico, pero provisorio. Un mes después, el gobernador De Santis arrasó en las elecciones. Fue reelecto gobernador y se posicionó como uno de los candidatos más fuertes del Partido republicano para las presidenciales de 2024.

Cada vez que un político conservador atiza la ira de la Inquisición, logra excelentes resultados. Lo cual demuestra, una vez más, que continuamos caminando hacia una nueva Edad Media. Todo con el silencio, la timidez o la complicidad de la academia y de lo que alguna vez fue la heroica resistencia por los Derechos Civiles.

Mientras algunos académicos están demasiado preocupados con un modelo que explique la inflación en las Maldivas o cómo citar a Sócrates en una revista que nadie leerá, los Hombres de Negocios continúan con sus planes para neutralizar o tomar posesión de uno de los últimos rincones de las sociedades que aún no pueden dominar del todo, pese a la mercantilización de la educación. He escuchado que, “bueno, ese es el trabajo de los profesores”. Es decir, no deben ocuparse de la gran política. No es lo suyo.

No se dice lo mismo de un exitoso dueño de casinos o de un vendedor de almohadas que aspira a ser gobernador o presidente. No, porque los Exitosos Hombres de Negocios están acostumbrados a mandar y a ser exitosos… No pocos profesores guardan silencio, temiendo lo que en las asambleas y en los corredores se repite como “fear of retaliation” (miedo a represalias) por decir lo que piensan. Incluso los “tenured” (efectivos) temen protestar, pese a que legalmente son inamovibles.

En Estados Unidos, el tenure fue creado en 1940 para evitar que los profesores pudiesen ser despedidos por sus ideas y opiniones radicales o inconvenientes. Por esta misma razón, hace años que el tenure está bajo ataque en este país. No sólo se intenta eliminarlo sino que se lo ha ido reduciendo al mínimo, con un doble propósito: (1) precarizar del trabajo académico (deprimir  de los salarios) y (2) silenciar teorías inconvenientes para el dogma dominante.

Pero los profesores con tenure temen otras formas de represalia. Por ejemplo, la reducción de sus salarios, algo que luego las autoridades no alcanzan a explicar sin recurrir a excusas infantiles basadas en el dogma dominante como, por ejemplo, la ley de la oferta y la demanda… Como si esa ley no estuviese recargada de política.

De esa forma, los profesores también somos neutralizados en nuestro compromiso ético con el resto de la sociedad, con el conocimiento transformador, con el desafío de las normas establecidas y con la lucha de una sociedad y un mundo mejor.

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(*) Tomado de https://rebelion.org/prohibir-ideas-en-nombre-de-la-libertad-de-expresion/

Cine

Dos Días, Una Noche, Una Película de los Hermanos Dardenne: Cuando la Cultura de la Solidaridad se Enfrenta a la Dominante Cultura del Individualismo

Santiago Ibarra

Dos días, una noche es una hermosa película de los hermanos belgas Jean Píerre Dardenne y Luc Dardenne del año 2013 y estrenada en el Festival de Cannes y nominada a la Palma de Oro en mayo de 2014. Como en Rosetta (1999) (1), el tema del largometraje es el libre despido y la prevalencia del empleo temporal o a plazo fijo y su impacto devastador en la subjetividad del trabajador.

Desde el punto de vita de la empresa que produce paneles solares, para hacer frente a la crisis y a la competencia asiática deben reducir el número de trabajadores de diecisiete a dieciséis, o en su defecto no pagar el bono de mil euros a cada uno de los trabajadores. La trabajadora elegida para ser despedida es Sandra (personaje interpretado por la actriz francesa Marion Cotillard), quien sufre de un trastorno depresivo y de ansiedad. La empresa le dijo que para no ser despedida debe convencer a sus compañeros de trabajo a que renuncien a su bono de mil euros. Entre sus compañeros, la votación se da en dos oportunidades; en la primera, bajo la amenaza de que si no votaban contra Sandra uno de ellos iba a ser despedido, solo dos trabajadores apoyan a Sandra, los restantes catorce votan a favor del pago del bono. Para la segunda oportunidad, la propia Sandra (acompañada e impulsada por su esposo que la quiere y apoya, Manu, personaje interpretado por el actor belga Fabrizio Rongione) se encarga de hablar con cada uno de sus compañeros para persuadirles de que renuncien a su bono con la finalidad de que ella pueda preservar su empleo. En esta oportunidad, la mitad de los trabajadores decide apoyar a Sandra.

Los trabajadores que deciden votar por el pago del bono argumentan que no pueden renunciar a él porque tienen distintos gastos domésticos que cubrir, como, por ejemplo, los gastos de la escuela de un hijo en el caso de una de las familias o los gastos del uso de un año de luz y gas en el caso de otra de las familias. De otro lado, entre los trabajadores que deciden apoyarla está uno que le explica a Sandra que tiene un contrato a plazo fijo hasta fines de setiembre y que de enterarse la empresa que votó por ella no lo volverían a contratar, pero que, aun así, iba a apoyarla. Este trabajador decide practicar la solidaridad con Sandra y arriesgar su propio futuro en la empresa.

El “libre mercado” y la generalización del empleo temporal y a plazo fijo alienta entre los trabajadores la proliferación de estrategias y actitudes individualistas para mantenerse con un empleo. El libre mercado y la generalización del empleo temporal promueven la atomización de los trabajadores y en general alientan proyectos individualistas y no los proyectos colectivos. Esta cultura del individualismo es funcional a la reproducción del capitalismo y es a la vez perjudicial a la organización de los trabajadores para la valorización de su fuerza de trabajo.

Los efectos de la cultura del individualismo llegan al extremo de hacer responsable al trabajador de su propio despido. En la primera parte de la película, notablemente Sandra le dice a su esposo: “Pero tienen razón, no existo. No soy nada de nada”, y más adelante le dice: “Ya no sirvo”. Sandra llega a creer que ya no es útil: se autoculpabiliza por su despido. Esta desvalorización de su propia persona llegará a tal punto que intentará suicidarse ingiriendo una gran cantidad de ansiolíticos.

Dos días, una noche muestra también la depresión y la dependencia de Sandra respecto a los antidepresivos y los ansiolíticos. La extensión de estos problemas de salud mental es una característica de los tiempos contemporáneos, entre otras razones por la inestabilidad y el ritmo laboral y por la relajación de los vínculos sociales, que se han vuelto inexistentes o efímeros y superficiales. Pero a pesar de tener en su origen una causa psicosocial, el tratamiento de estos problemas de salud mental casi se reduce a su medicalización, lo cual a su vez favorece a las grandes empresas farmacéuticas, pero es indiferente frente al sufrimiento de la persona, pues lo que importa es que sea “productivo” en su puesto de trabajo, y no tanto que resuelva el problema que le afecta (2), como me decía en comunicación personal el psicoanalista suizo-boliviano André Gautier.

En el desenlace de la película la empresa le propone a Sandra, quien había conseguido la mitad de los votos, reinsertarse en su puesto de trabajo en el lapso de dos meses, a fines de setiembre, momento en el que la empresa no le renovaría el contrato al trabajador que estaba con contrato a plazo fijo. Sandra rechaza la oferta de la empresa y opta por dejar que su compañero sea recontratado. Entonces Sandra se va caminando, alejándose de la empresa con orgullo y dignidad, rechazando el fomento empresarial de la competencia entre los trabajadores y, de otro lado, identificada con los problemas y angustias de éstos.

Así como el “libre mercado” de bienes y de la fuerza de trabajo dan lugar a una extensión y a una profundización de la cultura del individualismo, a la competencia entre trabajadores, los hermanos Dardenne nos muestran que la cultura de la solidaridad, la consciencia social, la amistad y el amor no han desaparecido de la faz de la tierra. (Y podemos agregar: no desaparecerán). Aunque arrinconada, en el mundo concreto y real persiste la convicción del “yo soy si tú eres” (para usar la frase del teólogo y filósofo F. Hinkelammert).

La actitud de Sandra es un aliciente para la lucha social y para la construcción de un mundo nuevo. Invita a despreciar el sistema de competencia y la lógica del máximo beneficio. Podríamos decir, para finalizar, que Dos días, una noche invita a una vida heroica (para usar las palabras de Mariátegui), pues una gran obra humana (un nuevo mundo) no es posible sin grandes sacrificios.

 

Notas:

(1) Véase nuestro artículo “Rosetta y la Precarización del Trabajo”, 1 de agosto de 2019. Texto disponible en: https://creacionheroica1928.blogspot.com/2019/08/cine.html. Este artículo también se lo puede encontrar en la página de Rebelión:  https://rebelion.org/los-combates-de-rosetta/

(2) Al menos las políticas públicas no están orientadas en este sentido.


Filosofía

Formas Principales de las Relaciones Causales*

S. Meliujin

PARA COMPRENDER el proceso del desarrollo en la naturaleza tiene gran importancia poner de manifiesto el vínculo que une los estados anteriores de los sistemas con sus estados posteriores. ¿Cabe decir que los estados anteriores y las leyes que regulan el desarrollo del sistema determinan por entero sus estados y leyes del desarrollo en el futuro? ¿Podemos decir que el estado futuro está implícito en el presente y el presente en el futuro? Dicho de otro modo, hemos de ver si existe alguna relación causal equivalente entre cualquier estado dado del sistema y sus estados posteriores y si pueden determinarse, en principio, a base de todas las relaciones que se conozcan en el presente los posibles efectos para un futuro todo lo alejado que se quiera.

        Todas estas preguntas y otras análogas han surgido ya en el marco de la filosofía antigua y se siguen discutiendo constantemente desde entonces. Su comprensión racional exige, ante todo, que se conozcan las interrelaciones entre la causa y el efecto, la causalidad y la necesidad, la posibilidad y la realidad en el desarrollo. Examinemos, primeramente, la correlación entre la causa y el efecto.

        En el mundo existe una concatenación universal entre los objetos y los fenómenos, su universal interacción recíproca. Pero para investigar los fenómenos en sus detalles, los debemos estudiar por separado, en su continuidad espacial y temporal. En este caso, los fenómenos se manifiestan unos con relación a otros como causa y efecto. Los conceptos de causa y efecto surgen, de este modo, sobre la base de la práctica.

        La división de los fenómenos en causas y efectos es relativa y se determina enteramente por el carácter de las conexiones de los objetos materiales. Esto significa que un fenómeno determinado se manifiesta, bien sólo como causa, bien sólo como efecto en las relaciones dadas, pero nunca en general. Si el fenómeno dado se examina desde el punto de vista de sus vínculos universales, se manifestará simultáneamente como causa y como efecto, pero en distintas relaciones. Será efecto con respecto a los fenómenos que lo han antecedido y lo han producido, y causa con relación a los fenómenos por él suscitados. En el marco de un mismo sistema de interrelaciones entre la causa y el efecto son plenamente equivalentes: la causa siempre antecede al efecto.

        El vínculo causal presupone la interdependencia orgánica de los fenómenos. No basta en este caso la simple sucesión en el tiempo. Eso quiere decir que si un fenómeno acontece después de otro, no es obligatorio que sea un efecto. Puede serlo, pero también puede no serlo. El juicio según el cual “después de eso significa a consecuencia de eso” no constituye una regla ineludible. Puede ser correcto, y también puede ser erróneo. Si un fenómeno se produce como efecto de otro, es evidente de todo punto que sucede después de él. Pero la simple sucesión en el tiempo no presupone de por sí una conexión causal, ya que ésta constituye una forma de interdependencia de los fenómenos en la cual la aparición de unos fenómenos depende orgánicamente de la realización de otros y es imposible por principio sin ellos.

        Las relaciones recíprocas entre causa y efecto se expresan en el principio de causalidad. Este último afirma que no hay efecto sin causa y que si en diversas regiones del espacio y en momentos distintos de tiempo se han creado dos sistemas materiales en iguales condiciones primarias y con las mismas fuerzas motrices, el curso de esos procesos conducirá a los mismos resultados. El principio de la causalidad puede expresarse con mayor detalle y exactitud en las cuatro tesis siguientes:

        1. No hay efecto sin causa ni causa sin efecto.

       2. Todo fenómeno puede ser efecto de toda la cantidad de causas que se quieran y causa de toda la cantidad de efectos que se quieran, por grandes que sean.

      3. Muchas causas iguales (semejantes), que representan las conexiones internas y externas de los sistemas, la estructura del espacio y el tiempo, las leyes vigentes, originan en su desarrollo multitud de efectos iguales (semejantes).

       4. Durante el desarrollo no sólo se realizan o desenvuelven los vínculos causales implícitos en los estados anteriores del sistema, sino que se crean vínculos causales nuevos por principio, no implícitos en los remotos estados anteriores, sino originados como una tendencia de estados nuevos.

        La tesis 1 viene a ser una deducción natural del principio de conservación de la materia y de sus propiedades fundamentales, pues afirma que cualquier fenómeno, por insignificante que sea, no puede originarse de la nada, sino que tiene necesariamente su causa. Tampoco puede desaparecer sin dejar huella, convertirse en nada, sino que provocará el efecto que le corresponde.

        La tesis 2 se desprende del principio de inagotabilidad de la materia. Si nos planteamos como objetivo estudiar todas las causas de algún fenómeno, tendremos que descomponerlo en sus partes integrantes elementales, es decir, investigar las causas del movimiento de cada molécula, átomo, partícula elemental que forma parte del sistema examinado. En este caso, el número de esas causas seré infinitamente grande, por muy insignificante que sea el propio fenómeno. Del mismo modo cualquier fenómeno provocará una infinita multitud de efectos que caracterizan las conexiones internas y externas de los objetos materiales. Dicha ley puede expresarse gráficamente en forma de una infinita multitud de líneas, que se cruzan en un punto. El punto en cuestión será el fenómeno; las líneas que penetran en él, las causas, y las que salen de él, los efectos. La infinita multitud de líneas está determinada por la inagotabilidad cuantitativa y cualitativa de la materia.

        La tesis 3 viene a ser una conclusión natural del principio de la unidad del mundo, que afirma que en la naturaleza, pese a la diversidad cualitativa de las leyes del movimiento de la materia, existen leyes únicas de valor universal. Dicha tesis constituye la base del método de la analogía y la modelación que se utiliza ampliamente en diversas esferas de la ciencia y la técnica. Y, finalmente, la tesis 4 se deduce del principio del desarrollo de la materia. Caracteriza la reciprocidad de relaciones entre la causa y el efecto y entre la posibilidad y la realidad en el desarrollo.

        Examinemos ahora las formas más importantes de los nexos causales. Hemos de señalar, ante todo, que los vínculos causales pueden ser físicos y no físicos. Incluimos entre los físicos todos los casos de interacciones de los objetos materiales a través de campos de fuerza o por medio del contacto directo. Los nexos causales no físicos son las diversas relaciones biológicas y sociales, por ejemplo, de producción, interestatales, nacionales, etc. El límite entre esos dos tipos de vinculación es relativo y no puede considerarse como absoluto. Las acciones no físicas pueden ser la causa de los cambios en el estado físico del sistema.

        Sin embargo, los estímulos no físicos sólo provocan cambios en el estado físico de aquellos objetos que son capaces de percibirlos. En cambio, los estímulos físicos pueden provocar el cambio en el estado de todos los sistemas materiales.

        Los nexos causales pueden ser internos y externos. Los internos comprenden todos los tipos de conexiones entre los elementos componentes de un sistema material concreto, mientras que los exteriores son los nexos que existen entre el sistema dado y los sistemas circundantes. Esta división de los nexos en internos y externos es relativa, pues está determinada por el carácter de los sistemas: los nexos internos para un sistema dado pueden ser externos para los subsistemas que lo constituyen, y viceversa. No obstante, se trata de una división objetiva, lo mismo que es objetiva la formación de sistemas de diverso orden.

        Finalmente, los nexos causales pueden ser esenciales e inesenciales, causales y necesarios.

        Son esenciales los que determinan de un modo radical las propiedades y leyes fundamentales de un sistema material, mientras que los inesenciales no poseen semejante particularidad. Los nexos esenciales son, por regla general, necesarios, y los inesenciales, casuales, aunque esto no siempre es así. La división de los vínculos en dos grupos no debe elevarse al plano de lo absoluto, ya que los nexos que en un sistema son casuales e inesenciales pueden ser esenciales y necesarios en otro. Esta tesis tiene tanta importancia que hemos de detenernos en ella con mayor detalle.

        Suele ocurrir que los sucesos necesarios y los casuales se delimitan rigurosamente y se anteponen unos a otros. Se considera que un hecho puede ser o bien casual o bien necesario, pero no lo uno y lo otro simultáneamente. Semejante oposición de la causalidad y la necesidad ha conducido siempre, en la historia, a dos concepciones fundamentalmente erróneas: bien se consideraba absoluta la casualidad, bien la necesidad. Los partidarios del primer punto de vista lo argumentaban con los siguientes razonamientos. Si tomamos algún fenómeno y nos planteamos como objetivo estudiar todas sus causas, tendremos que descomponerlo en sus partes elementales componentes, cuyo número puede ser todo lo grande que se quiera. En los fenómenos de la naturaleza tendremos que analizar la historia del movimiento de cada molécula del cuerpo, de cada átomo, etc., y en los fenómenos sociales, la multitud de causas que han impulsado a los hombres a tomar una u otra decisión.

        Pero en este caso cualquier fenómeno estaría condicionado por una inmensa cantidad de casualidades y se manifestaría en forma de su resultante. Todos los fenómenos, grandes o pequeños, estarán basados en la casualidad. Ningún suceso concreto puede considerarse como totalmente necesario, ya que si consiguiéramos conocer todas sus causas casuales, tendríamos que reconocer que su realización depende de un cierto grado de probabilidad, que varía a tenor de las circunstancias. Es cierto que en el caso de acontecimientos grandes y fidedignos esa probabilidad puede aproximarse a uno, pero jamás será igual a uno, ya que siempre pueden surgir factores exteriores imprevistos que impidan la realización de los sucesos dados. Así, todo depende de la casualidad, y la historia se asemeja a una gigantesca lotería donde cada acontecimiento es individual y único.

        Los autores que sustentan un punto de vista opuesto consideran que en el mundo todo es necesario. Sus razonamientos se basan en las siguientes consideraciones. Si un fenómeno ha tenido lugar y pasó a ser patrimonio de la historia, el propio hecho de su realización demuestra el condicionamiento causal y con ello su necesidad, ya que si no fuese necesario no habría sucedido. Lo que llamamos casualidad es, en realidad, la necesidad no conocida. El conocimiento de las causas de esa casualidad revela su dependencia de otros fenómenos y con lo mismo la hace necesaria. Objetivamente ha sido necesidad aun antes de que se conociesen sus causas. De este modo, la necesidad se identificaba con el condicionamiento causal.

        Las dos concepciones citadas reflejaban correctamente algunos aspectos de la casualidad y la necesidad, pero las consideraban absolutas, debido a lo cual llegaban a consecuencias erróneas. El considerar como absolutas las casualidades conducía a la negación de las leyes objetivas de la naturaleza. Toda ley expresa el vínculo estable, necesario y esencial entre los fenómenos, y si objetivamente no hay necesidad, no puede haber tampoco ninguna ley de la naturaleza. Pero esta tesis está en contradicción con toda la práctica social e histórica de la Humanidad y por ello debe ser rechazada.

        Por otra parte, el considerar como absoluta la necesidad conduce al fatalismo, a la idea de la predeterminación eterna de todo lo existente. Toda clase de sucesos, por insignificantes que sean, son, según ese punto de vista, totalmente inevitables, con la particularidad de que la necesidad de su realización estaba implícita en los remotos estados anteriores, todo lo lejanos que se quieran, y su realización ha de ser así, precisamente, y no de otro modo. Semejante concepción se distingue muy poco de la idea de la predeterminación divina, aunque desde el punto de vista formal puede estar exenta de tesis religiosas. Además, si consideramos que toda clase de sucesos, incluso los más insignificantes, son tan necesarios como los de escala grandiosa, no elevamos la casualidad al nivel de la necesidad, sino, por el contrario, rebajamos la necesidad al nivel de la escueta casualidad.

        El error fundamental de estos dos puntos de vista radica en la injustificada anteposición de la casualidad y la necesidad. Ambas categorías están, sin embargo, indisolublemente ligadas entre sí, ya que un mismo fenómeno puede ser casual o necesario, pero en diversos vínculos y relaciones.

        En efecto, la casualidad es un suceso que expresa los nexos temporales, inestables e inesenciales de los cuerpos; un suceso que en las condiciones dadas puede ocurrir o no, y que depende de las cambiantes condiciones causales del sistema. La necesidad, por el contrario, es un suceso o varios sucesos que representan los vínculos constantes, estables y esenciales de los cuerpos y deben realizarse obligatoriamente en las condiciones dadas. Ahora bien, la división de los nexos en esenciales e inesenciales es relativa: los nexos que son inesenciales para un sistema grande, pueden ser esenciales para un sistema de orden menor que integra el primero en calidad de elemento componente. Por ello también un acontecimiento casual en el marco de un sistema grande puede ser necesario en los límites de un sistema menor. Por ejemplo, si poseemos un trozo de sustancia radiactiva, en el cual se desintegra cada segundo un millón de átomos, la desintegración de uno u otro átomo será un hecho casual en el ámbito de ese sistema macroscópico concreto, pues podría haber sido no ese átomo, sino otro cualquiera. Por dentro de un sistema de orden menor -un núcleo-, la desintegración no será un suceso casual, sino necesario, y un suceso así podría predecirse, en principio, si se conociese la estructura de cada núcleo y se tuviese exactamente en cuenta el carácter de las conexiones entre los protones y los neutrones.

        Por otra parte, puede ocurrir también que un suceso casual en un sistema menor sea necesario en un sistema de orden mayor. Por ejemplo, la incidencia del electrón sobre un determinado sector de la pantalla después de su dispersión a través de la red de difracción es un suceso casual. Pero una multitud de electrones, al pasar por la reja de difracción, producen en la pantalla un cuadro de interferencia sujeto totalmente a leyes; así, pues, el suceso casual que habíamos señalado antes viene a ser la forma en que se manifiesta y complementa la necesidad, relacionada con un sistema de orden mayor: la multitud de electrones.

        Podemos citar, asimismo, ejemplos de la vida social. El nacimiento en el seno de cualquier familia de un niño, precisamente, y no de una niña representa un hecho casual. Pero en la escala de un sistema más general, de una gran ciudad o de un país, viene a ser una manifestación de la necesidad, que consiste en que el promedio de la natalidad es de 49 por 100 niñas y 51 por 100 niños. Por ello, la natalidad preeminente de niños de un sexo en una familia se compensa por la correspondiente natalidad de niños de sexo contrario en otras familias.

        Generalizando los ejemplos dados, cabe deducir que un acontecimiento casual en el sistema M será necesario bien en un sistema menos general (M – k), bien en un sistema más general (M + k). De ese modo, la división de los nexos en casuales y necesarios se determina por el carácter de los sistemas. Si hacemos abstracción del concepto del sistema y consideramos la materia como sustancia, veremos que esa división resulta inaplicable. En este caso sería más correcto hablar de la dependencia causal de los fenómenos, de su subordinación a las leyes correspondientes de la interacción de los cuerpos. Por lo que se refiere a los conceptos de casual y necesario, su empleo resulta adecuado cuando el suceso en cuestión se examina en sus diversos aspectos con relación a los distintos sistemas. Con la particularidad de que la división de sucesos en casuales y necesarios será tan objetiva como lo es la división de la materia en sistemas de diverso orden. En virtud de ello, el conocimiento de las causas de la casualidad no la convierte, ni mucho menos, en necesidad, sino que sigue siendo casualidad en el marco del sistema dado.

        La objetividad de la causalidad se debe a que siempre se manifiesta como un punto de intersección de muchas (por lo menos dos) series de sucesos necesarios. Para cada una de esas series, la aparición del suceso casual es exterior, es decir, no se deduce de las leyes internas de su desarrollo. Sin embargo, durante la intersección de las series el suceso se origina, y como el punto de intersección constituye una realidad objetiva, es también objetiva la casualidad. De aquí, sin embargo, no debe sacarse la conclusión inversa de que todo punto de intersección de series necesarias ha de ser forzosamente una casualidad. También puede ser un suceso necesario. Por ejemplo, la constante intersección de las órbitas de los planetas, que se mueven de acuerdo a una ley estrictamente determinada, no constituye un suceso casual, sino necesario, por ser reiterado y estable.

        Durante el desarrollo de los fenómenos, la casualidad puede transformarse en necesidad si resulta íntimamente ligada a las condiciones que se originan en el sistema y se deduce de las leyes del desarrollo del sistema dado. Por otra parte, la necesidad puede convertirse en casualidad si desaparecen las causas constantes y esenciales que la producen.

        Todo proceso de desarrollo en la naturaleza y en la sociedad se determina, ante todo, por los vínculos causales esenciales y necesarios, que son los que deben estudiarse en primer lugar. Sin embargo, en circunstancias especiales también las casualidades pueden desempeñar un gran papel y producir efectos de gran importancia. Esto se manifiesta con particular frecuencia en la esfera de los fenómenos sociales, donde el desenlace de muchos acontecimientos depende, en medida considerable, del factor subjetivo. Una causa pequeña puede provocar grandes efectos, no por sí misma, sino a través de otras muchas causas más potentes, a cuya aparición contribuye. Una causa pequeña conduce a grandes efectos sólo si provoca una peculiar reacción en cadena de vínculos causales, durante las cuales unas causas originan otras, cada vez más potentes, hasta que, por fin, no se produce el cambio esencial de todo el sistema. Pero si esa reacción en cadena no se produce, la causa pequeña culmina con un efecto igual de pequeño.

        Así, pues, de los múltiples nexos causales que existen en el mundo material los fundamentales son los físicos y los no físicos, los internos y los externos, los esenciales y los inesenciales, los casuales y los necesarios. Cada una de las formas de vínculo dado puede tener el más diverso contenido concreto, en dependencia de las particularidades internas de los fenómenos y de las condiciones exteriores de su curso. Pero, de una u otra forma, están presentes en todos los fenómenos y determinan su desarrollo. Por ello, el conocimiento de sus interrelaciones tiene primordial importancia.

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(*) S. Meliujin, Dialéctica del desarrollo en la naturaleza inorgánica, capítulo V, Relación causal entre los fenómenos en el desarrollo. 1. Formas principales de las relaciones causales. Editorial Grijalbo, Ciencias económicas y sociales, México, 1963.