sábado, 3 de diciembre de 2022

Economía

Economía y Lucha Política

Cesar Risso

LA PUGNA POLÍTICA de los últimos tiempos en nuestro país no tiene que ver con la disputa del poder sino con la contienda por el gobierno del poder. La confrontación en el seno de la burguesía de los sectores que tradicionalmente se han turnado en el gobierno del poder, condujo a la elección de Pedro Castillo. Vale decir que, la propia burguesía, o para ser precisos, un grueso de la burguesía, no acepta a los políticos fujimoristas como sus representantes políticos.

        Por ahora existen varias opciones, más o menos con las mismas propuestas, aun cuando con actitudes un poco más radicales que la de los fujimoristas, como en el caso de Renovación Popular, y varias otras con propuestas menos radicales que la de los fujimoristas. Estos grupos tratan de agenciarse el apoyo popular, no solo para ganar las elecciones, sino para sostener una política radical de ultraderecha, que impulse una política fascista, caracterizada por la confrontación de pueblo contra pueblo, en la que se propone la organización de sectores populares, en una suerte de capitalismo corporativo moderno, para arremeter contra los derechos laborales, dando rienda suelta a una nueva oleada de política neoliberal, otorgando plena libertad a las empresas transnacionales para explotar a la clase trabajadora y saquear nuestros recursos, y para la libre explotación de los trabajadores de la gran burguesía peruana.

        El Partido aprista, fuera de la escena política por las dificultades que enfrenta, ha dejado un vacío, sobre todo en la conciencia pequeñoburguesa, en la organización de los sectores populares para favorecer a la burguesía. Así, el fascismo tradicional representado por el partido aprista, posibilita la aparición de nuevos representantes fascistas de los sectores de ultraderecha.

        La pugna por verse favorecidos para representar los intereses de la gran burguesía peruana, así como de la imperialista, ha conducido a las diversas tendencias políticas de derecha y ultraderecha, a plantear una diversidad de denuncias sin mayor sustento. La desesperación, manifestada en la forma de cada una de las denuncias contra Pedro Castillo, desborda el contenido, que radica en la confrontación política, en la que cada sector de la burguesía, a su turno, trata de lucir su “mejor” esfuerzo en demostrar su “mayor” capacidad para vacar, suspender, o inhabilitar a Pedro Castillo. Pareciera que el premio se lo llevará el sector que logre tamaño objetivo. La caída de Pedo Castillo será el signo de “triunfo” del sector político que se haga acreedor a representar los intereses de la burguesía.

         No hay aspecto que dejen de lado para atacar a Pedro Castillo. Familiares y amistades, ministros y funcionarios, todos investigados hasta la saciedad. Igualmente, con respecto al tema de las vacunas, del abastecimiento de fertilizantes, de la situación económica, particularmente de la inflación, etc.; aunque a la fecha son algunos de los ministros involucrados en actos de corrupción, cuya situación es sumamente difícil, e incluso con fuertes evidencias de haber cometido algún delito, no se ha podido tener suficiente evidencia de que Pedro Castillo esté involucrado en dichos actos.

        Los políticos burgueses saben muy bien dónde buscar la corrupción, pues ellos han vivido de ella; por lo mismo, no se trata de representar políticamente a la burguesía simplemente por representarla, sino precisamente para hacerse de los beneficios de dicha representación, o para ser más claros, de la corrupción, dado que al parecer todo el aparato del Estado no es sino una amplia red de corrupción en casi todos sus niveles. La corrupción no es más que la forma más generalizada del vínculo económico del Estado con los empresarios, y es, además, a estas alturas, el tratamiento común, y por ello normal, del nexo de los políticos con la vida económica de nuestro país.

        Entre las críticas que se le hace al actual gobierno, para sustentar la vacancia, o para ahondar en la percepción de la población su necesidad, está la que se sustentó en CADE. Aunque en este evento los empresarios hablaron a través de sus intelectuales.

        La burguesía dice, por ejemplo, que hay que resolver el problema de la pobreza y de la anemia, acusando a Pedro Castillo de ser responsable de esta situación. Lo que se le atribuye a Pedro Castillo no se le atribuye a la derecha en general ni a sus representantes en el poder ejecutivo ni legislativo. Es evidente que se hace uso de esta crítica como arma política para fijar en la ciudadanía que Pedro Castillo está contra los intereses del pueblo, aunque no tanto por sus decisiones políticas sino por su negligencia. Sin embargo, cuando se aumentó la remuneración mínima legal de S/ 930 a S/ 1025, la burguesía se apuró en denunciar al gobierno ante la OIT por no haber consultado a los empresarios sobre la pertinencia del mismo y considerarlo una acción arbitraria.

        El Consejo Nacional del Trabajo, que es la organización que ataja los intereses de los trabajadores a través de la negativa de los empresarios a mejorar sus condiciones mínimas de trabajo, se quejó ante la OIT.

        De un lado la burguesía crítica al gobierno por no favorecer a los trabajadores, pero de otro se niega a mejorar las condiciones materiales de existencia de los mismos. Evidentemente esto no es más que parte de la campaña política por vacar a Pedro Castillo.

        El sustento del gobierno para realizar dicho aumento de la remuneración mínima vital fue:

“De acuerdo con el gobierno peruano, el aumento de la RMV a S/. 1025 beneficiaría a más de 1.4 millones de trabajadores del sector privado que actualmente tienen un salario inferior al nuevo monto establecido de la RMV y que representan un 30% de su masa laboral. Asimismo, enfatizan que el incremento de la RMV beneficiaría tanto a los trabajadores como a sus familias a contrarrestar el efecto del mayor costo de vida producido por factores externos, los cuales suelen afectar especialmente a las personas que cuentan con menores recursos económicos.

Adicionalmente, según una publicación del Diario Oficial El Peruano, esta medida aumentará beneficios laborales, mejorará los regímenes laborales especiales y las modalidades formativas. Así, César Puntriano indicó que el aumento de la RMV incidirá en el cálculo de las gratificaciones, de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y en la participación de utilidades, entre otros beneficios. Es decir, la asignación familiar regulada por Ley N° 25129 ascenderá de 92 soles a 102.50 soles, el límite de vales de alimentos regulados por Ley N° 28051 ascenderá de 1860 soles a 2050 soles, entre otros”.1

Precisamente, lo que ahora los políticos burgueses le critican al gobierno, por supuestamente no favorecer a los trabajadores y sectores populares, es lo que de manera concreta se propuso el gobierno al aumentar la remuneración mínima.

Por aquel entonces las críticas no se hicieron esperar:

“[…] la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señaló que el incremento de la RMV puede tener como efecto más desempleo e informalidad, así como la quiebra de empresas medianas y pequeñas. Específicamente, en su comunicado señaló lo siguiente:

‘Al alza del precio de los insumos y materia prima, una economía ralentizada con una demanda interna que crecerá –según el Banco Central de Reserva- apenas 3% y el incremento del costo de servicios como el agua, la electricidad y el gas, este aumento en las remuneraciones cae como un duro golpe a la economía de las empresas, para las que será muy difícil asumir un mayor costo de sus planillas, pues sus ingresos son cada vez menores’”.2

Sin embargo, el aumento de la remuneración mínima tiene como resultado el incremento del gasto de consumo de las familias, lo que, evidentemente, ha beneficiado a las empresas, pues sus ventas aumentaron. Esta visión sesgada de la burguesía, que ve solamente los costos sin ver los ingresos y las utilidades, es propio de su limitada visión.

        La siguiente información la proporciona el Banco Central de Reserva:

“El consumo privado del tercer trimestre de 2022 aumentó 3,5 por ciento, tasa menor a la registrada en el segundo trimestre (4,9 por ciento). El incremento interanual de los gastos de los hogares estuvo sustentado en la consolidación de la campaña de vacunación (al 30 de setiembre, 73 por ciento de la población contaba con las tres dosis), la mejora de las condiciones del mercado laboral y las medidas extraordinarias de provisión de liquidez. No obstante, la alta inflación afectó negativamente el crecimiento del gasto de los hogares en el tercer trimestre. En el tercer trimestre se observaron estímulos monetarios que reforzaron el consumo: se desembolsaron los retiros extraordinarios de los fondos privados de pensiones y estuvo disponible el 100 por ciento de los depósitos por Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).”3

Pero, además, la proyección del gasto de consumo privado para este año es de 4,2%: “Perú: consumo privado crecerá 4.2% el 2022, más que promedio regional”.4

        Una de las conclusiones de CADE 2022, fue la referida a los jóvenes.

“El presidente de esta edición de CADE Ejecutivos, como tercera reflexión, reconoció la labor de las generaciones más jóvenes, la cual ‘destina sentido de urgencia, unidad y acción’, además de señalar que los jóvenes vienen trabajando en temas como inclusión financiera, desarrollo tecnológico, inclusión social, educación, negocios sostenibles, protección del medioambiente, salud, investigación y más aspectos”.5

Aquí tenemos otra muestra de la hipocresía de la burguesía, que aparece públicamente en una de las conclusiones de CADE, que se refiere a los jóvenes, después de los intentos de implementar normas que le quitan derecho a los jóvenes que se inician en el mercado laboral por medio de la llamada “ley pulpín” (ley de promoción del empleo juvenil), en la que se les quitaba la CTS, las vacaciones y las gratificaciones.

Como de costumbre, otra de las conclusiones de los empresarios fue la siguiente:

“[…] como cuarta reflexión, Valencia-Dongo resaltó que los pilares de inversión privada, un Estado funcional e instituciones sólidas y en democracias se encuentran en riesgo frente al populismo, la polarización y la posverdad”.6

Todo lo que favorezca a los sectores populares es visto como “populismo”. Y este, como una política económica que busca no tanto mejorar la economía sino generar aceptación social del pueblo hacia el gobierno, a costa de los intereses de los empresarios.

        Los empresarios se imaginan que son la máxima expresión del humanismo en la actualidad. Seguramente consideran que obteniendo enormes ganancias tienen la posibilidad de dar mayores limosnas a los sectores populares. Sin embargo, ante cualquier aumento de las remuneraciones, o de los impuestos, salen los batallones de intelectuales a sueldo de la burguesía a señalar que son medidas “populistas”.

“Además, expresó que la quinta reflexión es de acción, haciendo un llamado a los empresarios a acelerar sus acciones y recordando situaciones como la lucha contra el hambre y la anemia, así como resaltó las 30 propuestas elaboradas por el Consejo Privado de Competitividad y con la ayuda de distintas organizaciones y especialistas para buscar el desarrollo del país”.7

¿Se imaginan que los empresarios se propongan no elevar sus ganancias, sino luchar contra el hambre y la anemia que ellos mismos provocan con sus acciones por ganar cada vez más?

        Y aunque los empresarios y la burguesía en su conjunto crean que dominan la situación, más allá de las diversas políticas que se puedan implementar y de la diversidad de personajes y grupos que accedan al gobierno del poder, resultan en todos los casos siendo sujetos del modo de producción capitalista, creaturas de este sistema, y por lo tanto actuarán según la ubicación que tengan dentro de este sistema. En consecuencia, en el marco de la formación económico-social capitalista peruana, la confrontación se desenvuelve dentro este mismo sistema. Solo la superación del sistema capitalista permitirá enfrentar con éxito toda forma de explotación del hombre por el hombre. Por ello, no se trata de la “bondad” y “honradez” de los seres humanos, sino de las relaciones sociales de producción que son la base de la moral. En el capitalismo basado en la explotación del trabajo asalariado, el individualismo y la falta de honradez, así como la maldad, son una necesidad. En cambio, en el socialismo primero, y en el comunismo después, las relaciones sociales de producción sustentadas en la igualdad, la solidaridad es el modo natural y generalizado de actuación de todos los seres humanos.

“Un par de palabras para evitar posibles equívocos. En esta obra, las figuras del capitalista y del terrateniente no aparecen pintadas, ni mucho menos, color de rosa. Pero adviértase que aquí sólo nos referimos a las personas en cuanto personificación de categorías económicas, como representantes de determinados intereses y relaciones de clase. Quien como yo concibe el desarrollo de la formación económica de la sociedad como un proceso histórico-natural, no puede hacer al individuo responsable de la existencia de relaciones de que él es socialmente criatura, aunque subjetivamente se considere muy por encima de ellas”. (C. Marx, El Capital. Prólogo a la primera edición, tomo I).

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(1) https://www.enfoquederecho.com/2022/04/13/editorial-aumento-de-remuneracion-minima-vital-beneficio-o-populismo/

(2) Ibid.

(3) https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Notas-Estudios/2022/nota-de-estudios-82-2022.pdf

(4) https://andina.pe/agencia/noticia-peru-consumo-privado-crecera-42-2022-mas-promedio-regional-912382.aspx

(5) https://elcomercio.pe/economia/cade-ejecutivos-2022-las-conclusiones-del-evento-noticia/

(6) Ibid.

(7) Ibid.

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