miércoles, 9 de marzo de 2022

Internacionales

Antecedentes y cronología histórica:

Una Guerra Infernal en Ucrania: ¿De Dónde Carajos Salió?

 Revolución

 

Viernes 25 de febrero de 2022. Bomberos delante de un edificio tras un ataque ruso con cohetes en la ciudad de Kyiv, Ucrania.    Foto: AP

LOS GOBERNANTES DE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA, y sus respectivas maquinarias de propaganda, están tergiversando, inventando, encubriendo, distorsionando y confeccionando narrativas contradictorias de la manera en que se gestó una invasión rusa potencialmente catastrófica de Ucrania. Esta cronología presenta una imagen objetiva basada en la realidad de la manera en que las cosas llegaron a la horrible situación en la que nos encontramos hoy con la invasión rusa a Ucrania.

ÍNDICE:

¿Dónde se encuentra Ucrania?

¿Cuál es la relación histórica entre Ucrania y Rusia?

¿Cuál fue el impacto de la revolución socialista de 1917 en Rusia sobre Ucrania y otras naciones/nacionalidades anteriormente oprimidas?

A) 1917-1933: La erradicación de la opresión nacional

B) La revocación de las políticas revolucionarias sobre las nacionalidades, 1933-1945

¿Y qué de las acusaciones de que Stalin hambreó a propósito a la población de Ucrania?

¿Cómo enmarca la restauración del capitalismo en la Unión Soviética el actual conflicto sobre Ucrania?

¿Qué significado tiene el colapso de la Unión Soviética y la expansión post-1989 de la OTAN?

¿Cuáles son los antecedentes inmediatos de la crisis actual?

¿En qué quedan los intereses de la humanidad en la situación actual?

 

¿Dónde se encuentra Ucrania?

Ucrania es el segundo país más grande, tras Rusia, en Europa. Al oeste, colinda con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía, países que forman parte de la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos. Al este, comparte una frontera de 2.750 km con Rusia.

Ucrania es un gran país (segundo en tamaño en Europa tras Rusia). Al oeste, colinda con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía, países que forman parte de la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos y donde soldados de Estados Unidos o aliados están apostados. Al norte, Ucrania comparte una frontera con Bielorrusia, un país que en general está alineado en este momento con Rusia (y participó en prácticas militares conjuntas con Rusia).

Al este, comparte una frontera terrestre y marítima de 2.750 km con Rusia, algo menos que la longitud de la frontera entre Estados Unidos y México. La parte “marítima” de la frontera, por el mar Negro, es una vía fluvial estratégicamente importante para las importaciones y exportaciones de Ucrania y Rusia. Se dice que Ucrania está en el este de Europa, pero teniendo en cuenta el gran tamaño de la Rusia europea al este, Ucrania está situada en el centro de Europa.

¿Cuál es la relación histórica entre Ucrania y Rusia?

Al igual que gran parte de Europa del Este, las fronteras y la identidad de lo que hoy es Ucrania fueron históricamente fluidas. Con sus fértiles llanuras y su rico suelo, Ucrania era conocida históricamente como el granero de Europa y era codiciada por potencias en competencia, como la Mancomunidad Polaco-Lituana, que, en su apogeo, abarcaba a inicios del siglo 17 una enorme franja de Ucrania. Pero algunas partes de Ucrania también fueron ocupadas por Hungría, el imperio otomano (turco), Suecia, bandas de cosacos rusos (básicamente bandas armadas) y, en la historia más reciente, los ejércitos de los sucesivos zares rusos (déspotas feudales brutales y contrarios a la Ilustración)1.

A finales del siglo 19, Ucrania pasó a estar bajo el dominio del enorme Imperio ruso gobernado por el zar. Los gobernantes rusos explotaron los ricos recursos de Ucrania, como el carbón, metales y el cultivo de cereales, al servicio de Rusia.

La ocupación rusa, y la resistencia en su contra, cohesionaron el nacionalismo ucraniano, que fue suprimido por la policía secreta del zar. Los zares se referían a su dominio como la “pequeña Rusia” e intentaron aplastar el creciente nacionalismo ucraniano en la década de 1840, por ejemplo con la prohibición del uso de la lengua ucraniana en las escuelas2.

¿Cuál fue el impacto de la revolución socialista de 1917 en Rusia sobre Ucrania y otras naciones/nacionalidades anteriormente oprimidas?

A) 1917-1933: La erradicación de la opresión nacional

La revolución socialista de octubre liberadora que hizo época en 1917 en Rusia, dirigida por el líder comunista V.I. Lenin, derrocó al régimen capitalista-imperialista burgués que había llegado al poder en febrero de 1917 en medio de la dislocación y la agitación revolucionaria de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

En ese momento comenzaron a forjar la primera sociedad socialista del mundo. Se establecía el primer estado plurinacional en el mundo basado en la igualdad de naciones, culturas y lenguas. La política adoptada y en la que insistió Lenin fue la autodeterminación de las naciones y minorías antes oprimidas que se unieron en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), lo que significaba que la unidad del nuevo estado socialista tenía que ser voluntaria3.

Repúblicas de la Unión Soviética

Para 1922, el nuevo estado soviético ya se había convertido en una Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ucrania fue una de las muchas grandes repúblicas fundadoras de esta Unión (que también incluía a un gran número de territorios autónomos/autogobernados de nacionalidades anteriormente oprimidas). Fuente: Biblioteca del Congreso   

La revolución socialista de 1917 en la Unión Soviética contó con la participación de la gente de Ucrania; al igual que en la guerra civil que siguió en los años 1918-1921. En 1922, el nuevo estado soviético se había convertido en una Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ucrania fue una de las doce grandes repúblicas fundadoras de esta Unión (que también incluía un gran número de territorios autónomos/autogobernados de nacionalidades anteriormente oprimidas).

 

Las nuevas granjas colectivas, tal como en esta imagen en que los trabajadores sostienen una discusión, transformaron el sistema agrícola explotador privado el que no podía dar de comer de manera confiable a la población. La colectivización a fines de los años 1920 y comienzos de los 1930 también suscitó un gran revuelo social el que desafió a las viejas costumbres y llevó a la vida política a los más pobres de los campesinos.   

La revolución soviética bajo la dirección de Lenin, y posteriormente de José Stalin, instituyó medidas audaces y radicales para superar la desigualdad y la discriminación. La educación se llevó a cabo en las lenguas autóctonas; se hicieron esfuerzos para activar una dirección autóctona local en las naciones anteriormente oprimidas, y el estado soviético financió la producción en masa de libros, revistas, periódicos, películas, óperas, compañías folclóricas y otras cosas en lenguas no rusas. Se proporcionaron recursos económicos a las regiones menos desarrolladas, donde vivían las nacionalidades minoritarias. Al mismo tiempo, el estado soviético emprendió la educación y la lucha ideológica contra lo que se denominó chovinismo gran ruso (la creencia en la superioridad del pueblo ruso y su derecho a dominar y oprimir a otras nacionalidades).



 

 

Un importante eje de la transformación socialista en la Unión Soviética fue la liberación de las mujeres. En 1927, el Partido Comunista lanzó un movimiento para derrocar tradiciones profundamente arraigadas y brutalmente opresivas impuestas a las mujeres en las repúblicas soviéticas de Asia central, incluido el casamiento de niñas jóvenes con hombres mayores y que los hombres tenían varias esposas. En Uzbekistán, Tayikistán y Azerbaiyán, las mujeres contaron con el apoyo del estado revolucionario para que se deshicieran de los gruesos vestidos de pies a cabeza hechos de crin y algodón que las mujeres y niñas musulmanas mayores de 9 ó 10 años fueron obligadas a usar en presencia de hombres de fuera de sus familias. La imagen de la derecha de una mujer uzbeka joven y liberada fue tomada por el poeta Langston Hughes, quien recorrió la Unión Soviética con otros artistas y figuras literarias afroamericanos en 1932-1933.


En Ucrania, las políticas para superar la opresión nacional florecieron desde principios de los años 1920 hasta principios de los 1930. Se convirtió en una especie de laboratorio y modelo para otras partes de la Unión Soviética. También se tomaron medidas especiales para proteger los derechos y las culturas de las nacionalidades y agrupaciones minoritarias dentro de Ucrania, como el pueblo judío, los romaníes (gitanos) y otros. Con la realización de toda esta transformación y experimentación, se dieron tensiones y problemas, traspiés y lecciones que había que sacar. Se dio una lucha por lo nuevo y resistencia de parte de lo viejo. No obstante, se estaba creando algo verdaderamente emancipador. Para obtener un panorama general de la forma en que la revolución bolchevique (socialista) afectó a las nacionalidades oprimidas, lea la entrevista a Raymond Lotta: No sabes lo que crees que “sabes” sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro4.

B) La revocación de las políticas revolucionarias sobre las nacionalidades, 1933-1945

 

A mediados de la década de 1930, la revolución soviética se enfrentaba a graves amenazas. En 1931, el Japón imperialista invadió a Manchuria (una región de China) en la frontera con la Unión Soviética. En 1933, los nazis consolidaron el poder en Alemania, y dejaron en claro su intención de destruir y ocupar el primer estado socialista del mundo. Había peligros reales y monumentales. Pero se dieron errores y problemas serios, y errores dolorosos, en la forma en que respondió la dirección soviética bajo Stalin.

La dirección soviética le dio prioridad a la construcción de la unidad para hacer frente a estas amenazas. Y esta unidad se forjó en torno a una especie de patriotismo nacional (en lugar del internacionalismo revolucionario). Se confió en el nacionalismo ruso para movilizar a la población para oponérsele y derrotar la invasión nazi a la Unión Soviética (que cobró la vida de unos 26 millones de soviéticos).

Muchas de las políticas sobre las nacionalidades que promovían la diversidad étnica fueron revisadas y revocadas a lo largo de la década de 1930. Se dio énfasis a enseñar y aprender la lengua rusa. Se ensalzó la cultura rusa. Se frenaron las políticas de dirección autóctona. Con esto, se dieron algunas feas medidas chovinistas contra algunas nacionalidades que eran consideradas como colaboradores potenciales con enemigos externos.

Estas políticas y la orientación que las sustenta son ejemplos de lo que Bob Avakian (BA) ha llamado “verdades vergonzosas”. Esto se refiere a los graves errores cometidos por los líderes revolucionarios. Es necesario analizarlos científicamente, como lo ha hecho BA por medio del nuevo comunismo que él ha desarrollado: ¿cuáles fueron las verdaderas contradicciones y desafíos a los que se enfrentaron la revolución y su dirección, y qué tuvo de mal el método y el enfoque de la dirección que condujo a tales políticas?

Sobre la base de hacer ese examen, BA ha identificado las subyacentes dinámicas, conflictos y tensiones entre hacer avanzar la revolución, tanto en el mundo como en el seno de la sociedad socialista, por un lado, y por otro, la defensa del estado socialista cuando sí caiga bajo amenazas y ataques directos, como de hecho ocurrió en la Unión Soviética, al soportar el grueso de la embestida nazi en la Segunda Guerra Mundial. Los avances importantes que ha desarrollado BA en este sentido pueden leerse en sus obras ¿Conquistar el mundo?Avanzar el movimiento revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica y Breakthroughs (Abriendo Brechas).

En contraposición a las mentiras del imperialismo, la dirección soviética no “exterminó” a las nacionalidades minoritarias. Y es necesario no olvidar que la Unión Soviética fue el único país en los años 1930 y 1940 que promulgó medidas y políticas para salvar la vida de los judíos en una inmensa escala5.

 

Foto: 1943, soldados soviéticos atacan a posiciones NAZIs en la batalla de Stalingrado en la Unión Soviética (hoy esa ciudad se llama Volgogrado). Esta batalla dejó casi dos millones de personas entre muertes y lesionados, batalla que desempeñó un papel clave en la derrota de los NAZIs y cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial. Frente a una amenaza existencial para la Unión Soviética y la humanidad, la dirección soviética bajo Stalin cometió graves errores, por ejemplo se apoyaron en el patriotismo en oposición al internacionalismo, y revocó las políticas que habían dado prioridad a la superación de la opresión nacional al interior de la Unión Soviética.   


¿Y qué de las acusaciones de que Stalin hambreó a propósito a la población de Ucrania?

Un gran frente de ataque a la revolución socialista en la Unión Soviética de 1917-1956 trata la hambruna que se dio en Ucrania en 1932-1933. Los historiadores anticomunistas, los reaccionarios ucranianos y los medios informativos occidentales en general acusan a José Stalin, quien dirigió a la Unión Soviética de 1927 a 1953, de matar de hambre deliberadamente a la gente de Ucrania.

La acusación de que Stalin quería castigar y aniquilar a grandes cantidades de campesinos ucranianos y a la población ucraniana en general, privándoles de cereales de forma intencionada, es mentira, una tergiversación calculada de la realidad que se repite con cabeza hueca. Estos son algunos puntos clave para una acertada comprensión de la situación:

Se dio una terrible hambruna en Ucrania (pero también en otras regiones de la Unión Soviética) a principios de la década de 1930. Mucha gente murió. Pero la hambruna fue causada principalmente por una disminución en la producción de cereales. Esta disminución se debió principalmente a un clima desfavorable, enfermedades de los cultivos y otros factores naturales. La escasez de alimentos, sin embargo, se agravó debido a errores serios en la política del gobierno. ¿Cómo?

Ucrania era la región productora de cereales más crítica de toda la Unión Soviética, y estos cereales eran importantes para satisfacer las necesidades nutritivas de la población soviética, especialmente en las ciudades, y la gente en las fuerzas armadas. Pero el gobierno había estado haciendo exigencias excesivas a los campesinos y agricultores colectivos en Ucrania para que aumentaran la producción y transfirieran cantidades irrealistamente grandes de cereales al gobierno central, el que distribuyó los cereales a las ciudades y a otros lugares. No se guardaron suficientes cereales como reserva de emergencia para los campesinos ucranianos. Con el paso del tiempo, el gobierno redujo los requisitos de entrega de cereales y envió ayuda alimentaria a las zonas que sufrían agudas escaseces de alimentos.

Los hechos concretos de la hambruna de 1932-1933 versus las tergiversaciones anticomunistas, y el análisis basado en la evidencia de la política agrícola soviética bajo Stalin, se exponen en el sitio web Pongamos las Cosas En Claro, en el artículo de investigación: “The Famine of 1933 in the Soviet Union: What Really Happened, Why it was NOT an ‘Intentional Famine’” (en inglés).

 

¿Cómo enmarca la restauración del capitalismo en la Unión Soviética el actual conflicto sobre Ucrania?


Los representantes de los intereses del imperio estadounidense, incluidos los “expertos” en el mundo académico y en los medios de comunicación, insisten en que el choque entre Rusia y Estados Unidos sobre Ucrania es una continuación de una larga historia de conflicto entre “democracia” y “comunismo”, o tal como lo trafican ahora, un conflicto entre democracia y “autoritarismo”. Eso es una apología total dada los crímenes cometidos por Estados Unidos por todo el mundo6.

Como Bob Avakian escribe en El descarado chovinismo pro estadounidense: “Antiautoritarismo” como “tapadera” para apoyar al imperialismo estadounidense:

De alguna manera, estos “historiadores ilustrados” han perdido de vista el hecho de que el país en el que viven (el “conocido y bueno Estados Unidos”) estableció, y expandió repetidamente, su territorio sobre la base de la violencia depredadora a escala masiva, inclusive “campañas militares” genocidas en contra de los pueblos indígenas de este continente (con el repetido rompimiento de los tratados en el proceso), y una guerra de agresión expansionista que resultó en el despojo de una enorme parte del territorio de México, a mediados del siglo 19, en gran parte con el propósito de expandir la esclavitud. Y, después de todo, Estados Unidos es un país en el que se declaró un “destino manifiesto” — para conquistar territorio “de mar a mar” (y más allá). (Lea y comparta el artículo completo.)

 

Parece que los “expertos” estadounidenses que dicen que la invasión rusa a Ucrania está impulsada por el “autoritarismo” han olvidado que su propio país, Estados Unidos, se apoderó de una gran parte de México a mediados del siglo 19 para expandir la esclavitud.   

Las verdaderas raíces del conflicto actual están enmarcadas por la restauración del capitalismo en 1956 en la Unión Soviética y su surgimiento como una potencia capitalista-imperialista global en conflicto con el imperio capitalista-imperialista de Estados Unidos en lo que se llama la “Guerra Fría”7.

La Unión Soviética salió victoriosa de la Segunda Guerra Mundial. Pero el socialismo estaba muy debilitado política e ideológicamente. Esta ya no era una sociedad revolucionaria vibrante. A mediados de la década de 1950, tras la muerte de Stalin, nuevas fuerzas burguesas al interior del Partido Comunista maniobraron para tomar el poder y consolidar el dominio de una nueva clase capitalista. Reestructuraron la Unión Soviética en una sociedad capitalista de estado. Los principales medios de producción —fábricas, infraestructura, etc.— y los bancos siguieron siendo propiedad del gobierno/estado, pero pusieron las ganancias al mando. Los nuevos gobernantes mantuvieron una fachada socialista mientras montaban un desafío imperialista al imperialismo occidental.

BA ha explicado de forma concisa y científica qué es el imperialismo y la naturaleza de los conflictos entre potencias imperialistas:

Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón. (De Un Mundo Que Ganar, 1999)

 

El imperialismo significa explotadores parásitos que oprimen a cientos de millones de personas y las condenan a una miseria y guerras indecibles. Arriba: Refugiados sirios, incluidos niños, expulsados de su tierra natal por una guerra en la que tanto Estados Unidos como Rusia llevaron a cabo masacres, trabajan en una maquiladora en Turquía.   

En ese contexto, dos bloques económicos y militares rivales se enfrentaron en Europa. Por un lado, Estados Unidos y las naciones alineadas con él. La mayoría de los países alineados con Estados Unidos formaban parte de la alianza militar de la OTAN, liderada por Estados Unidos. Por otro lado, los países que habían sido ocupados por la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial, como Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría y Polonia, formaban parte de la alianza militar rival, el Pacto de Varsovia.

 

Tanques de la OTAN en Alemania Occidental, 1985.  Foto: Ejército de Estados Unidos       

Dentro de la propia Unión Soviética (imperialista), Ucrania —tras Rusia, la república más grande y económicamente más desarrollada— desempeñó un papel desproporcionado en aportar la fuerza económica (y, por tanto, la base de la) fuerza militar de la Unión Soviética y su bloque8.

¿Qué significado tiene el colapso de la Unión Soviética y la expansión post-1989 de la OTAN?

 

El creciente número de miembros de la OTAN que revela el cerco sistemático de Rusia por parte de países que albergan tropas, aviones y misiles estadounidenses y aliados. Los países de color verde oscuro se convirtieron en parte de la OTAN en 1949; los paises de color verde más claro se unieron a la OTAN entre 1952 y 1982; los países en naranja claro se unieron entre 1990 y 2020. Fuente: OTAN   

 

En un acontecimiento sorprendente, los movimientos hacia la guerra mundial entre las dos superpotencias y las poderosas contradicciones económicas y políticas al interior de la sociedad soviética y al interior de esa clase dominante ahí condujeron al rápido colapso de la Unión Soviética en el período 1989-19919. Lo que se derrumbó ahí no fue el auténtico socialismo-comunismo sino el capitalismo de estado que se hacía pasar por socialismo y el que se implosionó.

Estados Unidos y sus aliados acogieron con satisfacción el colapso de su rival capitalista-imperialista. Y aunque la Unión Soviética había restaurado el capitalismo desde hacía mucho tiempo, los gobernantes de Estados Unidos vieron la oportunidad de declarar la “muerte del comunismo”. Intentaron facilitar el colapso de la Unión Soviética respaldando a las fuerzas de la clase dominante rusa que querían deshacerse de toda apariencia de ser un país socialista y reestructurar el país bajo términos abiertamente capitalistas y al principio ofrecían incentivos para lidiar con el Occidente. En febrero de 1990, el secretario de Estado estadounidense James Baker y el dirigente soviético Mijaíl Gorbachov conversaron sobre el futuro papel de la OTAN en el contexto de una Alemania unificada. Baker le dijo a Gorbachov que “no se ampliaría la jurisdicción de la OTAN para las fuerzas de la OTAN ni un centímetro hacia el este”10.

El colapso de la Unión Soviética condujo a la desintegración del Pacto de Varsovia, y al establecimiento de muchas naciones independientes surgidos de lo que había sido la Unión Soviética. En 1991, Ucrania se convirtió en un país independiente.

Para finales de la década de 1990, el campo económico y militar dominado por los rusos ya se escindió y las fuerzas pro occidentales llegaban al poder en muchos de esos países. A pesar de las promesas hechas por Estados Unidos, la OTAN comenzó a expandirse hacia el este. En 1999, la República Checa, Hungría y Polonia fueron absortas por la OTAN. En 2004, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia se incorporaron a la OTAN. Desde ese entonces, la rápida expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia —Albania, Croacia, Montenegro y (en 2020) Macedonia del Norte se han añadido a la nómina de la OTAN— suscitó la cuestión de si Ucrania también iba a entrar a la OTAN.

La expansión de la OTAN, y la insistencia de Estados Unidos en el “derecho” de incorporar a Ucrania en la alianza militar de la OTAN en Europa, es un factor importante en la crisis de Ucrania. La expansión de la OTAN con la incorporación de Ucrania potencialmente pondría fuerzas y armas nucleares de Estados Unidos en las fronteras de Rusia. Y la OTAN está lejos de ser una alianza “defensiva” como afirma Estados Unidos: las fuerzas de la OTAN desempeñaron un papel importante en la invasión y ocupación a Afganistán dirigida por Estados Unidos, que dejó cientos de miles de muertos y lesionados y expulsó a millones de personas de sus hogares. Las fuerzas de la OTAN lanzaron casi 10.000 bombas sobre Libia para imponer un cambio de régimen en ese país en 2011.

Varios países de la OTAN colindan con Rusia y, en conjunto, cercan una gran parte de la Rusia europea, armados con armas mortales de última generación de Europa Occidental. La incorporación de Ucrania a la OTAN, con su extensa frontera con Rusia, amplificaría enormemente la amenaza a Rusia11.

Y cabe señalar que en octubre de 1962, Estados Unidos enfrentó una situación análoga cuando Rusia (en ese entonces la Unión Soviética) emplazó misiles en Cuba. En respuesta, Estados Unidos llevó al mundo al borde del precipicio de una guerra nuclear en el transcurso de 12 días para obligarlos a retirarse — los expertos creen que ese fue “el punto más cercano al que el mundo jamás hubiera llegado a una guerra nuclear global”12.

¿Cuáles son los antecedentes inmediatos de la crisis actual?

Desde el momento del colapso de la Unión Soviética, Ucrania ha sido un eje de una feroz y creciente contienda entre las potencias capitalistas-imperialistas de Estados Unidos y Rusia, impulsada por la apreciación, tanto de Estados Unidos como de Rusia, de que Ucrania es un eslabón clave en la necesidad de cada una de establecer una posición dominante en la contienda en relación a su rival imperialista.

 

En 2004, Estados Unidos respaldó lo que se calificó de “Revolución Naranja”, aparentemente una revuelta popular, pero con fondos y orquestación de parte de Estados Unidos para sacar a un presidente pro ruso en Ucrania.   

Entre los puntos nodales claves de esa trayectoria figuran:

  • En 2004, un candidato pro-ruso, Víktor Yanukóvich, fue elegido a la presidencia de Ucrania. En respuesta, Estados Unidos respaldó lo que se calificaba de “Revolución Naranja”, aparentemente una revuelta popular, pero con fondos y orquestación de parte de Estados Unidos para sacar a Yanukóvich13. En una “repetición” reñida de la elección, fue reemplazado por un candidato pro Estados Unidos14.
  • En 2006, Rusia “envió un mensaje” cortando brevemente el suministro de gas natural a Ucrania, alegando que este país estaba atrasado en los pagos.
  • En 2008, la OTAN expresó su compromiso de integrar a Ucrania. Esto trasladaría la alianza militar liderada por Estados Unidos directamente a la frontera rusa. Para apreciar el impacto respectivo, imaginen la respuesta de la clase dominante estadounidense si Rusia o China se prepararan para montar una base militar en Tijuana, México.
  • En 2010, Yanukóvich (el anterior líder pro ruso) fue reelegido en lo que se consideró una elección presidencial legítima15, y Rusia y Ucrania se suscribieron un acuerdo sobre la fijación de precios del gas a cambio de la prorroga de un contrato de arrendamiento para la marina rusa en un puerto ucraniano del mar Negro en Crimea.
  • En 2014, Ucrania fue asolada por una severa crisis económica, fuertemente endeudada tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dominado por Estados Unidos, como con Rusia16. Tanto Estados Unidos y sus aliados, por un lado, como Rusia, por otro, maniobraron para explotar la crisis (de la que ambas partes eran en gran medida responsables) y para chantajear y sobornar al gobierno ucraniano para que estrechara su alianza17. El 22 de febrero de 2014, el gobierno ucranio aceptó un paquete de ayuda del Occidente orquestado por el FMI18. En medio de esa crisis, por medio de diplomacia e intrigas internacionales complejas, Yanukóvich fue sacado de su cargo bajo presiones.
  • Alarmada ante esta maniobra de Ucrania hacia una integración más estrecha en la Europa Occidental aliada de Estados Unidos, Rusia invadió y anexionó a la pequeña región ucraniana de Crimea en 2014, la que consideró vital para proteger su acceso al transporte marítimo del mar Negro.

Desde ese entonces, Estados Unidos ha maniobrado para consolidar a Ucrania más estrechamente en su órbita, enviándole miles de millones de dólares de ayuda económica y armas y creando más incentivos para que Ucrania dé una vuelta más fuerte hacia del Occidente. Y Rusia ha maniobrado para socavar al gobierno ucraniano, incluido el patrocinio de una insurgencia armada pro-rusa en zonas por la frontera rusa, y presiones al gobierno ucraniano con la movilización masiva de tropas en la frontera entre Ucrania y Rusia.

 

Rusia ha respaldado a los separatistas en el este de Ucrania que combaten contra el gobierno ucraniano principalmente con armas pequeñas y ligeras. Estados Unidos le ha dado miles de millones de dólares en ayuda militar al ejército ucraniano (que se muestra en esta imagen en combate contra los separatistas), incluido entrenamiento, radares sofisticados y misiles.    Foto: AP

A principios de 2022, Estados Unidos publicó informes de inteligencia casi a diario que declaraban que Rusia iba a invadir a Ucrania. Si bien en apariencia, Estados Unidos compartía esta inteligencia “de manera transparente” para hacer que el mundo estuviera consciente del peligro de una guerra, e impedir una guerra, su intención más subyacente era de hacer más firme el respaldo de Alemania y otras potencias europeas a favor de sanciones paralizantes y otras medidas contra Rusia. Algunos han argumentado que, sea cual fuera la intención, o incluso a pesar de la intención de Estados Unidos, estas divulgaciones de inteligencia tuvieron un efecto contradictorio de “hacer retroceder” al gangster imperialista rival hacia un rincón19.

El 23 de febrero, Rusia lanzó su totalmente injustificada y sangrienta invasión a Ucrania con las terribles consecuencias que vemos hoy.

 

 

Refugiados huyen de la invasión rusa a Ucrania Foto: AP

 

¿En qué quedan los intereses de la humanidad en la actual situación?

 

La invasión rusa a Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con recuperar una parte de la nación rusa ni se trata de la “desnazificación” como afirma Putin. Es una maniobra del imperialismo ruso para volver a integrar en su bloque a una nación que Estados Unidos se proponía alejar progresivamente y convertir en un puesto de avanzada contra Rusia. Es una maniobra para fortalecerse para contender en un mundo donde la vieja división imperialista del mundo está cada vez más en contienda.

Por su parte, Estados Unidos ha armado a los ucranianos para combatir contra los rusos, ha enviado tropas y armas nucleares a los países vecinos y ahora está tomando medidas para aislar y paralizar la economía rusa. Todo esto no tiene nada que ver con “buscar la paz”, sino que es parte de una estrategia tanto para debilitar a Rusia al dar apoyo a Ucrania para que oponga resistencia mientras Estados Unidos, por ahora, permanece fuera de la batalla directa; como una manera en que Estados Unidos fortalezca su control sobre su alianza.

Los intereses de la humanidad NO queden en ninguno de los dos bloques imperialistas. Bob Avakian ha dicho:

Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino. (Lo BAsico 3:8)

Y con la invasión rusa a Ucrania, y el resultante horrible sufrimiento y muerte, Bob Avakian ha lanzado el siguiente desafío en el artículo El descarado chovinismo pro estadounidense: “Antiautoritarismo” como “tapadera” para apoyar al imperialismo estadounidense

Lo que hay que hacer, y con urgencia ahora, es oponerse a todos los imperialistas merodeadores y asesinos en masa, y a todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, con un énfasis especial en oponerse a “nuestros propios” opresores imperialistas que cometen sus monstruosos crímenes “en nuestro nombre” y se proponen movilizarnos para que los apoyemos sobre la base de un grotesco chovinismo pro estadounidense, el que es necesario que rechacemos firmemente y contra el que luchemos ferozmente.

Vea cobertura y análisis de la evolución de la crisis específica en este momento y el peligro de guerra, en la cobertura continua en revcom.us y siga la marcha de los acontecimientos en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!


NOTAS:

1. Vea "How Ukraine became Ukraine" (Washington Post, 9 de marzo de 2015).

2. Vea Ukraine’s fraught relationship with Russia: A brief history (The Week, 8 de enero de 2015). 

3. En los medios de comunicación occidentales, la opresión rusa a Ucrania se presenta como un continuo desde los zares, pasando por la revolución comunista y hasta el día de hoy cuando el capitalismo ha sido restaurado en Rusia. De hecho, las políticas de la revolución rusa en sus primeros años (desde la década de 1920 hasta principios de la de 1930) fueron lo opuesto a lo que impusieron los zares o por las que lucharon los gobernantes de Rusia en la actualidad. Eso se evidencia, entre otras cosas, en el discurso del actual líder ruso Putin que se hizo eco a la lógica y la mentalidad imperialista de las reivindicaciones zaristas sobre Ucrania (21 de febrero de 2022). Putin se arremete contra Lenin, el líder de la revolución comunista en Rusia en 1917, por “crear una confederación y darle a cada nación el derecho a la autodeterminación. Esa fue la base del estado soviético”.

4. Para obtener más detalles específicos de la manera en que se aplicaron estas políticas en Ucrania, el estudio académico The Affirmative Action Empire: Nations and Nationalism, 1923-1939 (Cornell University Press, 2001) del historiador Terry Martin ofrece detalles específicos sobre las políticas tempranas de la Unión Soviética sobre las nacionalidades, así como posteriores retrocesos.

5. En las partes de Polonia a las que los nazis invadieron y ocuparon, los judíos fueron asesinados o enviados a campos de exterminio. En las zonas polacas que quedaron bajo el control soviético, los judíos estaban protegidos, y a medida que avanzaban las tropas nazis, muchos de los judíos fueron evacuados a zonas seguras y lejanas de la Unión Soviética, donde trabajaron y vivieron entre otras nacionalidades minoritarias. Se salvaron cientos de miles de vidas judías. Vea Mark Edele, et al., Shelter from the Holocaust: Rethinking Jewish Survival in the Soviet Union (Wayne State Univ. Press, 2017).

6. Vea la serie Crimen Yanqui en revcom.us.

7. La revocación de las políticas hacia las naciones y nacionalidades oprimidas por parte de la dirección de la Unión Soviética en el período antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial fue parte de todo un conjunto de métodos y políticas seria y dolorosamente problemáticos que fortalecieron fuerzas poderosas al interior del Partido Comunista que dirigía a la Unión Soviética. A mediados de la década de 1950, estas fuerzas consolidaron el poder y restauraron el capitalismo, mientras continuaban manteniendo la apariencia de la Unión Soviética como un país socialista. Esas fuerzas, dirigidas por Nikita Jrushchov, consideraron que fuera conveniente y necesario establecer su legitimidad manteniendo una apariencia formal de que la Unión Soviética era un país socialista, y la tapadera “socialista” servía a esos intereses cuando emergió como un rival global al imperio estadounidense.

8. Una formulación del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Zbigniew Brzezinski, arroja cierta luz sobre la importancia del papel de Ucrania en la antigua Unión Soviética. Escribe: “No se puede enfatizar lo suficiente que sin Ucrania, Rusia deja de ser un imperio, pero con Ucrania sobornada y luego subordinada, Rusia se convierte automáticamente en un imperio”. Si bien esa declaración se hizo después de la desintegración de la Unión Soviética, se enmarcó por el papel de Brzezinski en el debate al interior de la clase dominante de Estados Unidos sobre la manera de hacerle frente a Rusia, y está desligada de la realidad de lo que constituye una potencia capitalista-imperialista, al menos arroja luz sobre la manera qué tan urgente que los gobernantes estadounidenses ven la necesidad de no permitir que Ucrania pase a estar bajo el dominio de Rusia.

9. El hundimiento de la Unión Soviética, las fuerzas detrás de eso y las implicaciones para situaciones revolucionarios, inclusive ahora, se discuten en ALGO TERRIBLE, ALGO VERDADERAMENTE EMANCIPADOR: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución, de Bob Avakian, líder revolucionario y autor del nuevo comunismo.

10. No hay duda de que Baker sí hizo esa promesa. Los defensores de la política de Estados Unidos insisten en que en realidad no cuenta porque en el momento en que se hizo la promesa, nadie esperaba que la Unión Soviética se viniera abajo (vea, por ejemplo, Why NATO and Ukraine are a flash point with Russia 30 years after the end of the Cold War (la PBS, 22 de febrero de 2022). Esta defensa de que Estados Unidos incumple su promesa se debe en esencia a que la Unión Soviética y su bloque militar, el Pacto de Varsovia, colapsaron después de que se hizo esa promesa, a que se abrieron oportunidades para que Estados Unidos aprovechara la débil posición de Rusia para obtener una ventaja militar y expandir la OTAN y, por lo tanto, a que fueron nulas todas las promesas de no expandir la OTAN.

11. Vea por ejemplo “Putin’s Fixation With an Old-School U.S. Missile Launcher: Russia says the Pentagon’s European missile defense isn’t so defensive after all. Does it have a point?”, de Jack Detsch en la revista Foreign Policy (12 de enero de 2022). Además de la cita utilizada en ese artículo, ese artículo documenta que “El lanzador de misiles Mark 41, también conocido como MK 41, ha sido activado más de 4.000 veces desde que entró en servicio por primera vez en la década de 1980 por parte de Estados Unidos y sus aliados y a lo largo de tres décadas se ha convertido en el arma preferida del Departamento de Defensa para los ataques de represalia que utiliza en todas partes, desde Irak y Siria hasta la ex Yugoslavia. Ahora Rusia está preocupado de que podría ser el siguiente objetivo”. Nota: este experto dice que se dieron más de 4.000 ataques de represalia con misiles estadounidenses que usaban el MK 41, y no ataques defensivos o de intercepción, sino ataques de represalia. Y cabe agregar que describir los devastadores y unilaterales bombardeos y ataques con misiles de Estados Unidos contra Irak, Siria y Yugoslavia, países que nunca han atacado a Estados Unidos, como “de represalia” es tan obsceno como lo es ridículo.

12. Para un sentido visceral de qué tanto amenazó la existencia de la raza humana esta maniobra de Estados Unidos, el impacto que tuvo en las personas y la hipocresía y las mentiras en la propaganda estadounidense en ese momento, consulte la sección “La crisis de misiles de Cuba: El mundo pendiente de un hilo”, en la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian. Se puede descargar pasajes en español en revcom.us.

13. Un artículo en The Guardian el que en general celebraba la “Revolución Naranja” reconoce que era “una creación estadounidense, un ejercicio sofisticado y brillantemente concebido de marca occidental y marketing masivo...” inspirada en otras campañas “financiadas y organizadas por el gobierno de Estados Unidos, con un despliegue de entidades de consultoría, encuestadores, diplomáticos, los dos grandes partidos políticos y organizaciones no gubernamentales, todos de Estados Unidos”. (Vea US campaign behind the turmoil in Kiev, 25 de noviembre de 2004).

14. Un análisis de un académico por-estadounidense —quien argumenta que la “Revolución Naranja” fue “un poderoso levantamiento prodemocrático de masas” y que condujo a una elección que “podría decirse que tuvo una importancia similar a la de obtener la independencia como resultado del colapso de la URSS en 1991”— incluye estos datos que, con un examen objetivo, arroja cierta luz sobre lo que se ha presentado como un levantamiento popular realmente logrado: “Durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que siguieron a la revolución naranja en Ucrania, el 44% de la población votó otra vez por el candidato de las fuerzas oligárquicas [así caracteriza el autor a las fuerzas respaldadas por el imperialismo ruso] — Víktor Yanukóvich; y, de manera importante, aproximadamente un 90% de esos votantes eran residentes del este y sur de Ucrania. En contraste, el 52% del electorado emitió sus votos a favor del retador nacional-democrático [así caracteriza el autor a las fuerzas respaldadas por el imperialismo estadounidense] Víktor Yúshchenko; también se concentró cerca del 90% de este voto, esta vez en el occidente y centro del país. Por lo tanto, la historia del avance democrático y una unificación de la sociedad civil en torno al objetivo común también tiene un aspecto distinto: el de la división, el sentir del rechazo, la aceleración de las animosidades sociales y la exclusión en lugar de la inclusión democrática”. (Vea How Democratic was the Orange Revolution? Reassessment from the Deliberative Democracy Perspective, Canadian Political Science Association, 24 de mayo de 2010.)

15. La elección se caracterizó por acusaciones generalizadas de corrupción masiva por parte del oponente de Yanukóvich, desesperanza por las penurias económicas y un aparente fracaso de la “Revolución Naranja”. Vea Pro-Russian politician set to sweep presidential election (France24, 16 de enero de 2010) y Yanukovych set to become president as observers say Ukraine election was fair (The Guardian, 8 de febrero de 2010).

16. Para un repaso de la situación en Ucrania en ese momento, consulte Ukraine economy: How bad is the mess and can it be fixed? (BBC, 1º de mayo de 2014).

Raymond Lotta articuló esta comprensión resumida de la naturaleza y el papel del FMI: “La realidad es que vivimos en un mundo de capitalismo-imperialismo, un sistema económico y un orden social organizados sobre la base de ganancias, en que un grupúsculo de personas, la clase dominante capitalista imperialista, controla la inmensa riqueza y medios de producir la riqueza sobre el planeta. Es un sistema mundial de potencias imperiales en contienda. Es una economía mundial dominada por bancos y corporaciones trasnacionales en competencia que financia y organiza la extracción de minerales y recursos, destruyendo vidas y ecosistemas, que coordina las cadenas de distribución de la producción manufacturera de bajo costo basada en la brutal superexplotación en las naciones oprimidas de Asia, América Latina y África. Es un sistema en que las instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) controlan la sangre vital económica y moldean las políticas y el rumbo del desarrollo económico de los países del tercer mundo”. (Vea La oda al imperialismo de Nicholas Kristof, revcom.us, 20 de octubre de 2013.)

17. Estados Unidos y la Unión Europea (UE) le ofrecieron a Ucrania “ayuda” en la forma de una integración más estrecha en la UE, pero con la probabilidad de que esta “ayuda” incluyera severas medidas de austeridad, incluida la drástica reducción de las redes de seguridad social y el aumento drástico del precio de los productos básicos, como alimentos, transporte público y energía, medidas que literalmente estaban matando de hambre a la gente en otros países y habían llevado a rebeliones de masas, por ejemplo en Grecia. Rusia respondió ofreciendo a Ucrania 15.000 millones de dólares en ayuda y gas natural barato, según se informa sin exigir que Ucrania rechace la ayuda occidental. Yanukóvich y las fuerzas en la clase dominante ucraniana en ese momento hicieron un análisis de que la “oferta” de Rusia era una mejor opción para estabilizar la situación, que un rescate de Estados Unidos y la UE con todos los peligros que eso conllevaba. Esto indignó a los imperialistas occidentales y otras facciones de la clase dominante ucraniana, que aumentaron su respaldo a las protestas y tejemanejes entre bastidores.

18. Vea documentación e información sobre estos acontecimientos en: Russia Bails Out Ukraine In Rebuke to U.S., Europe (Wall Street Journal, 17 de febrero de 2013); With President’s Departure, Ukraine Looks Toward a Murky Future (New York Times, 22 de febrero de 2014); y Ucrania: No es un “levantamiento democrático”, pero sí es un choque entre depredadores (Revolución / revcom.us, 1º de marzo de 2014).

19. El 24 de febrero de 2022, Nina Jrushcheva, profesora de asuntos internacionales en la New School de Nueva York (quien resulta ser la nieta de Nikita Jrushchov) dijo: “La bocona información proveniente de Estados Unidos sobre la posible invasión seguro orillaba a Putin hacia el borde. Porque seguro él se sintió que, ante una especie de insultos continuos en las transmisiones mediáticas de que él tuviera horribles intenciones en mente, fuera necesario que él hiciera algo, pues de lo contrario, saldría como un debilucho. …se daba una guerra de información, y por lo tanto, lo acusaron de invasión militar y él no respondía y sus militares decían, bueno, el Occidente nos están insultando. Fíjense en eso. Están difamando nuestra reputación, así que tenemos que mostrar fuerza; de lo contrario nos parecemos a debiluchos”. (Vea Did the U.S. push Putin into a corner, forcing him to invade Ukraine?, NPR, 24 de febrero de 2022).

 Fuente: Revcom.us

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