Un Poema de Violeta Parra
Arauco Tiene una Pena
Arauco tiene una pena
que no la puedo
callar
son injusticia de
siglos
que todos ven
aplicar,
nadie le ha puesto
remedio
pudiéndolo remediar.
Levántate,
Huenchullán.
Un día llega de lejos
Huescufe
conquistador,
buscando montañas de
oro,
que el indio nunca
buscó,
al indio le basta el
oro
que le relumbra del
sol.
Lavántate, Curemóm.
Entonces corre la
sangre,
no sabe el indio qué hacer,
le van a quitar su
tierra,
la tiene que
defender,
el indio se cae
muerto,
y el afuerino de pie.
Levántate, Manquilef.
Adónde se fue Lautaro
perdido en el cielo
azul,
y el alma de
Galvarino
se la llevó el viento
Sur,
por eso pasan
llorando
los cueros de su
Kultrún.
Levántate, pues,
Callfull.
Del año mil
cuatrocientos,
que el indio afligido
está,
a la sombra de su
ruca
lo pueden ver
lloriquear,
totora de cinco
siglos
nunca se habrá de
secar.
Levántate, Callupán.
Arauco tiene una pena
más negra que su
chamal,
ya no son los
españoles
los que les hacen
llorar,
hoy son los propios
chilenos
los que les quitan su
pan.
Levántate, Pailahuán.
Ya rugen las
votaciones,
se escuchan por no
dejar,
pero el quejido del
indio
¿por qué no se
escuchará?
Aunque resuene en la
tumba
la voz de Caupolicán,
levántate, Huenchullán.
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