sábado, 1 de agosto de 2020

Movimientos Sociales

ESPINAR RESISTE EN LA DEFENSA DE LAS TIERRAS, FUENTES DE AGUA

Y VIDA DE LOS COMUNEROS.

 

Desde hace 40 años el pueblo de Espinar viene sufriendo la destrucción de sus tierras ancestrales llevando a la casi extinción de las comunidades con el arrebato de sus tierras agrícolas y de pastoreo como consecuencia del saqueo indiscriminado de los recursos naturales por parte de las  Transnacionales, perdiéndose miles de vidas a causa del envenenamiento de los ríos y el aire. Con la instalación de la compañía minera Antapaccay propiedad de la suiza GLENCORE esta situación se ha visto agravada aún más con la apertura del corredor minero que sale desde Apurímac, pasando por las provincias de Chumbivilcas y Espinar en Cusco hasta la costa en Arequipa.

Con el ambicioso proyecto “Antapaccay Expansión Tintaya Integración Coroccohuayco” las comunidades rurales han perdido más del 90% de sus tierras. Hoy día, con la ampliación del proyecto a través de la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) promovido por GLENCORE y aprobado por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE) la Minera  -con las garantías que le ofrece el Estado- pretende seguir maximizando sus ganancias despojando y expulsando a nuestros comuneros y ampliando el proyecto 25 años sin considerar a las comunidades originarias de Tintaya Marquiri, Huancané Bajo, Alto Huancané, Anta Collana, Cala Cala, Huano Huano, Huarca, Huisa Ccollana, Huisa  y Suero y Cama que se encuentran justo dentro del área de influencia directa e indirecta de la mina, ubicándose frente a ella, cruzando el río salado que divide a las comunidades.

Producto de la lucha del pueblo, la minera Antapaccay aceptó otorgar el 3% de sus utilidades anuales, las cuáles serían destinadas a mejorar las condiciones de vida de los espinarenses mediante “proyectos de desarrollo para fortalecer sus principales actividades productivas” en el marco del Comité de Gestión del Convenio Marco. Sin embargo, lo único que se desarrolló fue la pobreza, contaminación, saqueo y represión al pueblo. A pesar de que en la actual crisis sanitaria, pese a acatar todas las restricciones impuestas en la emergencia sanitaria y cuarentena, las familias de Espinar están al borde del colapso por la carencia de recursos golpeados por la crisis económica y la misma pandemia, situación que los obligó a solicitar a la minera un aporte adicional mediante un bono humanitario de 1 000 soles para cada familia, la minera se opuso tajantemente, con la excusa de que aquel bono no sería el propósito del convenio marco, negándose  a transferir los fondos. Así cuando la población requiere más apoyo, la sed de ganancias de las transnacionales se vuelve más insaciable. A pesar de que el gobierno regional del Cusco, por concepto de regalías, Canon y participaciones ha sido la región con mayores transferencias directas a nivel nacional, ello no se ha traducido en un aumento en el nivel de sus condiciones de vida; sí en cambio en el incremento de las arcas de los gobiernos regionales, provinciales y distritales, potenciando la red de clientela y corrupción que se ha formado en torno al manejo de estos fondos, incluidos los del Convenio Marco.

Ante el justo reclamo del pueblo, el gobierno nacional en vez de intermediar en favor de las comunidades, ha salido en la protección de la minera Antapaccay, enviando a las fuerzas policiales para proteger a la empresa y reprimir con disparos al cuerpo a los comuneros. Los pobladores se han colocado en la carretera de acceso a la mina para impulsar una huelga  indefinida con el propósito de hacer retroceder a la empresa y el gobierno atienda su pedido. Renovemos hace un llamado al pueblo peruano y todas las organizaciones para respaldar la justa y pujante resistencia del pueblo de  Espinar. A la vez responsabilizamos a la minera y el actual gabinete por cualquier tipo de vulneración de la integridad física y la vida de los miembros de las comunidades originarias.

Movimiento Nacional Renovemos

23/07/2020

¡Abajo la  represión contra las comunidades ancestrales!

¡Viva la huelga indefinida del valiente pueblo de Espinar!

¡No a la criminalización de la protesta, abajo el  hostigamiento penal contra los dirigentes!

¡Seguir luchando por la reactivación de la economía familiar del pueblo!

¡El bono universal es un derecho!

¡No a la destrucción de nuestros territorios, fuentes de agua y  vida de los comuneros!

¡Viva el derecho posesorio de las tierras ancestrales!

 

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