Impacto Económico de la Crisis Política
César Risso
LA ÚLTIMA PROYECCIÓN del BCR sobre el crecimiento
del PBI para el año 2019 es a la baja, siendo esta de 2,7%. La primera
proyección de crecimiento del PBI para el año 2019 fue de 4%. Como se puede
apreciar, el entusiasmo inicial se ha ido desvaneciendo.
Si
esta proyección tiene algo que ver con la crisis política, no se debe al
desenlace de la disolución del Congreso. Se debe a que la confrontación entre
el ejecutivo y el legislativo no tenía visos de solución, amenazando con
alargarse hasta el año 2021. Por el contrario, las garantías que seguramente
Martín Vizcarra otorgue a los gremios empresariales generarán un clima propicio
para las inversiones privadas.
El
Plan Nacional de Competitividad y Productividad es la “obra” cumbre de Vizcarra
para la burguesía. Aunque los empresarios aplauden alternativamente, y
defienden y critican a los dos sectores en pugna, lo hacen porque saben que no
importa cuál de las dos facciones de la burguesía prevalezca, puesto que
cualquiera que sea igual tendrá que legislar y gobernar para beneficio de la
burguesía.
El
aumento del desempleo en los últimos meses, las exoneraciones tributarias a las
empresas mineras, el aval para la libre contaminación, la enfermedad y muerte
de niños por la contaminación ambiental, la pobreza, entre otras son las
consecuencias de políticas implementadas por los diversos gobiernos. Esta
situación no va a cambiar con el cierre del congreso. Lo que va a cambiar son
los rostros de quienes tendrán en sus manos la labor legislativa.
La
estructura económica de nuestro país seguirá igual. Lo que rige nuestra
economía es el interés de los empresarios por aumentar sus ganancias. Estas se
miden por la rentabilidad de la inversión. Si, en el marco de la propuesta
económica de Martín Vizcarra, la rentabilidad de las inversiones aumenta,
entonces los empresarios aplaudirán cualquier medida que este pueda tomar.
Para
que nuestra economía colapse, tiene que mediar la acción o inacción de los
empresarios. Esto se puede dar por la decisión de la burguesía de reducir sus
inversiones, debido a la caída de la rentabilidad de sus inversiones; o por la
decisión política de sabotear al gobierno, caso en el que generalmente se da
por órdenes de la burguesía imperialista.
La
caída de la rentabilidad, o de la cuota media de ganancia, tiene causas “naturales”.
Se debe a la competencia entre capitalistas, que al verse obligados a utilizar
maquinaria y equipo que tiene un mayor rendimiento, desplaza a la fuerza de
trabajo. Y, como la plusvalía se obtiene de la fuerza de trabajo, entonces, al
disminuir esta disminuye la plusvalía. Esto se expresa a través de las crisis
económicas.
Lo
que podría suceder, desde el punto de vista económico, es garantizar el apoyo a
Martín Vizcarra por parte de los empresarios a cambio de una serie de medidas
que los beneficien. Obviamente las medidas que benefician a los empresarios van
en contra de los interese de los trabajadores.
Es
decir, todo indica que quienes se van a ver perjudicados con esta, o cualquier
otra, situación serán las clases trabajadoras. Así son las cosas en el sistema
capitalista. De tal modo que la algarabía inicial por el logro de una medida
que castiga a un sector de políticos, no significa la derrota de la burguesía.
La
lucha en los últimos años se ha desplazado de las reivindicaciones inmediatas,
que ahora son parciales, a la lucha por el cuidado del medio ambiente, que
tiende a ser general. Se trata de unir ambas aspiraciones en una sola lucha
general, orientando esta lucha hacia el socialismo.
“Recomendaciones: ‘Cero exoneraciones
tributarias adicionales. Se vence y se venció y mala suerte. Eso es estabilidad
jurídica, no esas prórrogas infinitas que empresarios reclamaban, y ese dinero servirá
para hacer obra pública’, señala el expresidente del INEI. Por su parte, el economista
de Oxfam, asegura que ‘la crisis política es la cerecita del postre, porque la
crisis de la economía peruana ya tiene su tiempo y los gobernantes no lo han
podido resolver’.”1
La recomendación de reducir a cero las exoneraciones
tributarias simplemente no se va a realizar, puesto que es parte de los
intereses de la burguesía imperialista, a los que está sometida la burguesía
peruana.
Y la
precariedad de la economía peruana, para no llamarla crisis económica, ya que
en este último caso estaríamos en una situación de recesión, no puede ser
detenida, aunque puede ser aplazada con el riesgo de que cuando se desate con
toda su fuerza sea mucho peor.
Sin
embargo, hay que acotar lo siguiente. Se dice crisis económica a la situación
en que la burguesía no puede seguir invirtiendo, y en consecuencia se lleva sus
capitales; pero no se dice crisis económica a la condición en que viven millones
de personas que están en situación de pobreza permanente, ni a los
desempleados, ni a los subempleados. Esto quiere decir, que incluso para
analizar y caracterizar la situación económica del país, se ignora a las
víctimas, evaluando la situación de los empresarios.
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