En Alta Voz
Alejandro Romualdo
No he de callar mordiéndome la vida,
callar con todo el cuello, muerto o vivo.
Debo decir palabras desolladas,
o taparme la boca con un grito
de
sol de paz, de amor. Es necesario,
trinar
a plena luz, echarse el alma
a
la esperanza, alzarse hacia la vida.
Es
necesario un vuelco de campana
doblando
a sol. A paz en sol mayor.
Ya
que esta herida del Perú nos habla
con
la voz de la sangre tinta en furia
no
he de callar mordiendo mis palabras.
Debo
gritar: caer de boca la viento.
Sosteniendo
una luz y una tonada.
Y
no callar: caer de voz al tiempo
con
la boca cerrada y empozada.
Dejadme
solo, si queréis. Dejadme.
Sólo
el amor me deje sin palabras.
No
he de callar. He de seguir trenzando
mi
canto. Como un nudo en la esperanza.
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