lunes, 1 de octubre de 2018

Creación

Un Poema de Pablo Neruda

Alturas de Macchu Picchu

(Fragmento)
       
         Piedra en la piedra, el hombre, ¿dónde estuvo?
Aire en el aire, el hombre, ¿dónde estuvo?
Tiempo en el tiempo, el hombre, ¿dónde estuvo?
Fuiste también el pedacito roto
del hombre inconcluso, del águila vacía
que por las calles de hoy, que por las huellas,
que por las hojas del otoño muerto
va machacando el alma hasta la tumba?
La pobre mano, el pie, la pobre vida…
Los días de la luz deshilachada
en ti, como lluvia
sobre las banderillas de la fiesta,
dieron pétalo a pétalo de su alimento oscuro
en la boca vacía?
                        Hambre, coral del hombre,
hambre, planta secreta, raíz de los leñadores,
hambre, subió tu raya de arrecife
hasta estas altas torres desprendidas?

Yo te interrogo, sal de los caminos,
muéstrame la cuchara, déjame, arquitectura,
roer con un palito los estambres de piedra,
subir todos los escalones del aire hasta el vacío,
rascar la entraña hasta tocar el hombre.

Macchu Picchu, pusiste
piedra en la piedra, y en la base, harapo?
Carbón sobre carbón, y en el fondo lágrima?
Fuego en el oro, y en él, temblando el rojo
goterón de la sangre?
¡Devuelveme el esclavo que enterraste!
Sacude de las tierras el pan duro
del miserable, muéstrame los vestidos
del siervo y su ventana.
Dime cómo durmió cuando vivía.
Dime si fue su sueño
ronco, entreabierto, como un hoyo negro
hecho por la fatiga sobre el muro.
El muro, el muro! Si sobre su sueño
gravitó cada piso de piedra, y si cayó bajo ella
como bajo una luna, con el sueño!
Antigua América, novia sumergida,
también tus dedos,
al salir de la selva hacia el alto vacío de los dioses,
bajo los estandartes nupciales de la luz y el
                                                   [decoro,
mezclándose al trueno de los tambores y de las
                                                        [danzas,
también, también de tus dedos,
los que la rosa abstracta y la línea del río, los
que el pecho sangriento del nuevo cereal
                                          [trasladaron
hasta la tela de materia radiante, hasta las duras
                                                      [cavidades,
también, también, América enterrada, guardaste
                                               [en lo más bajo,
en el amargo intestino, como un águila, el
                                               [hambre?

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