¡Defender el
Pensamiento de Mariátegui de toda tergiversación y desarrollarlo en función de
la realidad actual!
Acerca de un Caso
de Escamoteo e Impotencia
(Décima y Última
Parte)
Eduardo Ibarra
PUES
BIEN, NO ES NECESARIO recapitular las falacias, las calumnias y, en general,
los métodos criollos puestos en juego por Aragón en su comentario, pues es
seguro que el lector ha tomado nota de los mismos.
Por eso, para terminar, me limitaré a
subrayar un hecho especialmente expresivo: en mi folleto El partido de masas y de
ideas de José Carlos Mariátegui, hay una crítica específica a:
1. los sofismas con los cuales Aragón
pretende sustentar la negación de la filiación marxista-leninista de Mariátegui
(capítulo II);
2. su intención de escamotear el carácter
marxista-leninista del Socialismo Peruano, de falsificar la verdad de su
primera generación, de disolver el socialismo marxista en el mapa del nebuloso
socialismo en general (capítulo VII).
3. la infidencia que cometió al revelar la
fundación y la composición del “nivel secreto” del grupo liquidacionista (nota
63 del capítulo I).
Huelga decir que las dos primeras
cuestiones expresan el servilismo de Aragón respecto a García, por lo que los
adjetivos que ha utilizado para calificar a sus congéneres (“peones sumisos”,
“genuflexos”, etc.) le caen a él mismo también, pues, no obstante haber sido
desenmascaradas las posiciones liquidacionistas de García, no ha sido capaz de
desembarazarse de las mismas.
La tercera cuestión es un hecho que solo
pudo darse en el clima de descomposición que reina en el grupo liquidacionista,
lo cual se expresó asimismo en el hecho de que ni uno solo de sus miembros fue
capaz de hacer la crítica necesaria.
Como es claro, ante mis aludidas críticas, el deber político y moral de Aragón era
afrontarlas.
Sin embargo, como se ha podido ver, lo que
hizo fue escamotearlas. Este escamoteo es prueba de su impotencia.
Así, pues, el caso de Aragón es una
expresión entre otras de la descomposición ideológica (abjuración del
marxismo-leninismo, negación del partido de clase, etc.) y de la decadencia
moral (métodos criollos, doble moral, etc.) de la tendencia liquidacionista.
Finalmente: el análisis del comentario de
Aragón ha demostrado que el mismo ha sido un intento fallido por descalificar
mi folleto, el cual, por tanto, SIGUE EN PIE.
16.03.2017.
Contra el
Oscurantismo
E.I.
I
EN
EL NÚMERO 3 DE LA PUBLICACIÓN Todas las
Sangres (octubre de 2017), apareció el artículo El socialismo proletario forma superior de organización para la
humanidad (pp. 9-11). En este artículo, bajo el subtítulo “Más vale
encender una lumbre que maldecir la oscuridad”, puede leerse lo siguiente: “…
la construcción del socialismo con sus variadas formas nacionales como ocurre
actualmente en la República Popular de China, en la República Popular de
Vietnam, en la República Socialista de Cuba, nos permiten señalar que aún
existen elementos que avizoran la vitalidad de la concepción materialista de la
historia, como una realidad a la que podemos dirigirnos, aunque la utopía que
representa sea hoy por hoy difícil de lograr, pero no imposible. He ahí el reto
de la nueva generación.”
Es perceptible que el anónimo autor cree
haber dicho una profunda verdad, pero veamos si el análisis corrobora su
creencia o por el contrario la desmiente categóricamente.
Es posible entender que el vocablo
oscuridad ha sido utilizado en el sentido de que la experiencia histórica del
socialismo es una experiencia sin luz y, por esto, no pasible de ser estudiada,
investigada, conocida.
Pero también es posible entender que el
mismo vocablo ha sido utilizado como metáfora, es decir, para referirse a la
experiencia histórica del socialismo como una experiencia negativa, como una
experiencia vergonzosa.
Por tanto, se impone la pregunta: ¿qué es,
pues, concretamente, la “oscuridad” de la que habla el anónimo autor? ¿La
dictadura del proletariado?, ¿el Estado burocrático militar? ¿Lenin, Stalin?
¿El ascenso del revisionismo al poder?, ¿la restauración del capitalismo?, ¿la
implosión de la URSS y otros países?
El anónimo autor no indica nada, no precisa
nada, no esclarece nada, y, por tanto, todo lo deja en la oscuridad.
Veamos ahora el subtítulo copiado arriba.
¿Quién ha “maldecido” la “oscuridad” de la experiencia histórica del
socialismo?
Que se sepa, en los años cincuenta y
sesenta del siglo pasado los marxistas-leninistas del mundo, con el PCCH a la
cabeza, desarrollaron una justa y correcta lucha contra el revisionismo
contemporáneo, a cuya cabeza estaba el PCUS. ¿Puede decirse que esa lucha no
fue más que “maldecir”? ¿La crítica del PCCH y otros partidos al revisionismo
no fue una justa y correcta defensa del marxismo-leninismo, de la dictadura el
proletariado, de la revolución proletaria?
Entonces, es claro que, con aquello de que
no se trata de “maldecir la oscuridad”, el anónimo autor ha pretendido
escamotear la luz que significó la crítica al revisionismo contemporáneo y a la
restauración del capitalismo, escamotear la defensa del marxismo-leninismo y
del sistema socialista.
Por tanto, la oscuridad se encuentra más
bien en el anónimo autor, es decir, en su falta de luces para comprender las
vicisitudes de la experiencia histórica del socialismo.
O tal vez su “más vale encender una lumbre
que maldecir la oscuridad”, sea una frase astuta para encubrir la realidad
histórica del revisionismo, de la restauración del capitalismo, etc.
En conclusión: por considerar la
experiencia histórica del socialismo una “oscuridad”, el anónimo autor se revela
como un oscurantista, es decir, como una persona opuesta al conocimiento de la
experiencia histórica del socialismo, y, por tanto, contraria a que el
proletariado y las clases trabajadoras en general asimilen las lecciones que ha
arrojado dicha experiencia.
Veamos ahora la “lumbre” que cree haber
encendido el anónimo autor.
Como se ha podido ver, esa “lumbre” es la
idea de que lo que ocurre en China y otros países es “la construcción del
socialismo con sus variadas formas nacionales”.
Pero la realidad es que en China se
restaura desde hace décadas el capitalismo, y, en el resto de países que
menciona el anónimo autor, el Estado burocrático-militar, premisa estructural
de la restauración del capitalismo, es una realidad objetiva, a la cual se suma
en algunos casos el revisionismo, premisa ideológica de dicha restauración.
Y, naturalmente, esa realidad no representa
“la vitalidad de la concepción materialista de la historia”.
La vitalidad de esta concepción está en
otra parte: en el marxismo-leninismo –no verbal, sino real–, en la dictadura del proletariado, y, por tanto, en
la lucha contra el Estado
burocrático-militar y el revisionismo, en la revolución cultural proletaria, etc.,
etc.
En conclusión, la “oscuridad” y la “lumbre”
del anónimo autor no pasan de ser palabrejas con las que pretende escamotear el
estudio, la investigación, la penetración en las vicisitudes de la experiencia
histórica el socialismo, y, por tanto, la necesaria asimilación de sus lecciones.
II
En
la Presentación de Amauta, Mariátegui escribió: “(…) ’Amauta’ no es una tribuna libre,
abierta a todos los vientos del espíritu. (…) Para nosotros hay ideas buenas e
ideas malas. En el prólogo de mi libro ‘La Escena Contemporánea’, escribí que
soy un hombre con una filiación y una fe. Lo mismo puedo decir de esta revista,
que rechaza todo lo que es contrario a su ideología así como todo lo que no
traduce ideología alguna”.
Pero Todas
las Sangres parece ser una tribuna libre, y, por esto, bien podría llamarse
Todas las Ideologías.
Desde luego, rechazar todo lo que es contrario al marxismo-leninismo, no significa
necesariamente expurgar todo material que no represente de alguna forma a la
mencionada doctrina.
Es claro, sin embargo, que si se publica un
texto extraño al marxismo-leninismo (más allá de la creencia de su autor, el
artículo examinado en el primer apartado en su contenido central, encierra una
actitud extraña al marxismo), entonces hay que publicar también un texto
criticando sus argumentos.
Pero, como es claro, eso no ha ocurrido, pues
la dirección de Todas las Sangres se ha limitado a encabezar el aludido
artículo con las siguientes palabras: “El autor opina que la China hoy
capitalista es una forma nacional de socialismo, lo que revela que todavía
sigue el debate”.
Claramente, tales palabras son
completamente insuficientes, y, por tanto, los lectores pueden creer que lo
único negativo del artículo se reduce a creer que en China continúa
construyéndose el socialismo, cuando la verdad es que el mismo contiene una
concepción errónea de la experiencia histórica de la dictadura del
proletariado, cuestión que hemos analizado arriba brevemente.
Pues bien, si “sigue el debate”, entonces
es de esperar que en el próximo número de Todas
las Sangres se publique un artículo que responda como corresponde al
artículo que hemos comentado aquí en algunas de sus aristas. Esperaremos.
Por otro lado, cabe llamar la atención
sobre el hecho de que quienes publican Todas
las Sangres y los que le colaboran se mantienen en el anonimato, evitando
así asumir la responsabilidad de sus ideas. En pleno debate sobre cuestiones
candentes del Marxismo Peruano y del Marxismo Universal, eso es ciertamente inadmisible.
Finalmente, es necesario aclarar que la
revista electrónica CREACIÓN HEROICA
no tiene absolutamente nada que ver con el “Comité Creación Heroica”, a nombre
del cual circula Todas las Sangres.
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