Khipu: Alternativa Comunicativa de textos y Cifras
(Segunda
y Última Parte)
Roque
Ramírez Cueva.
EN
LA PARTE UNO obviamos mencionar –no correspondía- que la idea de proponer al
Khipu como una forma alternativa de cumplir los mismos usos y funciones de la
escritura ha tenido sus pioneros. Cuando en anteriores notas críticas sobre el
tema, afirmamos que es el profesor V. Mazzi Huaycucho (V.M.H. en adelante) uno
de los contados investigadores en proponer al khipu como un sistema
comunicativo y registral, lo decíamos desde la experiencia peruana y de los
peruanos. La misma y vasta referencia bibliográfica dada por el propio V.M.H.
en su libro nos da una idea de los muchos investigadores comprometidos en el
estudio del Khipu. Por no ser de interés de la presente sólo aludiremos a unos.
Así, Williams Burns, indagador inglés,
mientras trataba de demostrar en Perú el hallazgo de una escritura de signos
geométricos usada en tiempo de los Inka, iba constituyendo su ensayo
“Decodificación de Quipus”, o sea ya trataba de averiguar qué datos guardaban.
Y desde la Universidad de Harvard otros dos investigadores norteamericanos,
Gary Urton y Carrie Brezine, concluían que los Inka tenían control
administrativo sobre el proceso de la producción y sabían de las diferentes
ocupaciones de todos los trabajadores a su cargo para lo cual se apoyaron en
los khipu.(1)
La web, o revista digital, Khipu Database
Project, vocero del proyecto del mismo nombre y dirigida por la Fundación
Nacional de Ciencia y la Universidad de Harvard, en la ventana on line “What is
a Khipu?”(2) menciona a otros
investigadores, entre ellos Locke, a los esposos Ascher y, al ya mencionado,
Urton. Leamos:
“Leland Locke (…) was the first to show that the knots
had numerical significance. The Inkas used a decimal system of counting.
Numbers of varying magnitude could be indicated by knot type and the position
of the knot on its cord. Beginning in the 1970’s, Marcia and Robert Ascher
conducted invaluable research into the numeric significance of khipu, and
developed a system of recording khipu details which is still in wide use today
among khipu researchers. More recently, researchers such as Gary Urton have
recognized the depth of information contained in non-numeric, structural
elements of khipu.”
No
tengo el dato comparativo necesario para concordar si Locke fue el primero en
demostrar que los nudos del khipu tenían significado numérico, pero es muy
interesante informarse que los Ascher por 1970 desarrollaron un sistema de
grabación (registro) de datos del khipu muy útil a investigadores de la
materia. Gary Urton, por su parte, ha reconocido la profundidad de la
información contenida en los elementos estructurales no numéricos del khipu. Es
decir, ya se permitía deducir que hay información más que solamente numérica en
los khipu. Gary Urton(3) en sus
indagaciones hechas en base a los khipu hallados en el sitio de Puruchuco
(Vitarte, Lima) puntualiza que la data registrada o incorporada en los khipu
tenía movilidad muy dinámica al intercambiarse entre los funcionarios de alto y
bajo nivel en el sistema administrativo de los Inka.
Sin
embargo, para Urton aún no puede develarse con claridad la funcionalidad del
khipu, por eso termina preguntándose, en ese mismo ensayo publicado en Science,
“How did the khipu-keepers of the Inka administrative system record the
identities of objects—people, animals, produce, manufactured goods, etc.—in the
three-dimensional forms of their knotted-string records? ¿Cómo
hicieron los Khipucamayuq del sistema administrativo del Inka para grabar las
identidades de objetos personales, de animales, de lo producido y bienes manufacturados,
etc., en las formas tridimensionales de sus registros en cuerdas anudadas?
Aquí, acotamos que ya en el 2005 Urton se está refiriendo a los Khipu como una
forma tridimensional de registros, en la nota de comentario al libro Inkas y Filósofos de Mazzi se dijo que
Flores Quelopana los llama una escritura tridimensional.
Entonces, volviendo a la línea de nuestro
comentario, ante estas y otras dudas e interrogantes V. Mazzi H. justamente
propone sí o sí que los Khipu son –ya se dijo atrás- la alternativa
comunicativa de cifras y textos que los Inka emplearon en lugar de la escritura
alfabética o de ideogramas; también fundamenta la diversa funcionalidad que el
Inka Pachacuti le dio al khipu, y hay solidez en dar evidencias al discurrir acerca
de un khipu de tipo narrativo que registra relatos, historias, biografías, e
incluso pensamientos reflexivos.
De esta manera, los abundantes testimonios
de crónicas presentados por V.M.H. en su libro Inkas y Filósofos significan una fuente que sustenta con validez
los argumentos de sus proposiciones. Sigamos leyendo lo que nos dicen tales
cronistas. Siguiendo con Joseph de Acosta (citado por Mazzi) da fe: “Es increíble
lo que en este modo alcanzaron, porque cuanto los libros pueden decir de
historias, y leyes y ceremonias, y cuentas de negocios, todo eso suplen los
khipus tan puntualmente, que admira”
El cronista Martín de Murúa menciona las
funciones importantes del Khipu, y las dimensiones que, en calidad de sistema
comunicativo, alcanzó esta invención tawantisuyana genial. Murúa escribió,
“Todos cuanto refieren cosas deste reino lo ha alcanzado y sabido por este
medio, único y solo de entender los secretos y antigüedades deste reino…”. Y
hablando de lo antiguo, el khipu no registraba únicamente el presente, además
contiene información que registró sucesos y asuntos del pasado, desde los
tiempos tempranos del surgimiento del Tawantisuyu. Murúa, agrega: “…los casos
sucedidos en infinidad de años [antiguos] los referían los indios, que los
tenían por oficio, tan puntual y distintamente que los mejores y más diestros
lectores de nuestras escrituras no se les
aventajaran en el decirlos, en señalar los tiempos [épocas] y ocasiones, las
personas, edades y circunstancias que en ellos concurrieron, cosa maravillosa
[su capacidad de registrar información] y [es] de tener estima en una gente
ignorante, y tenida en nuestras provincias [opinión de invasores] por inculta y
bárbara”. (corchetes nuestros).
Murúa se refiere al papel vital de los
khipucamayuq y lo compara con mejores escritores-lectores hispanos, los cuales
no serían menos entre unos y otros. A Murúa le sorprende que tan elevada
cualidad la puedan tener dichos indios khipucamayuq, si se consideraba que en
tiempo de los Inka no tenían escritura similar al alfabeto, aparte de
considerarlos ignorantes por no ser cristianos. En todo caso Murúa no percibe
que ambos sectores sociales (invasor y ancestros) ignoraban los logros que
habían alcanzado las dos sociedades, tawantisuyana y española, cada una en su
ámbito y perspectiva cultural. Pero en qué nos adelantaban los europeos, tal
vez en disponer de inventos que no eran suyos sino de sus conquistadores los
árabes, ciencias y tecnologías eran de los fieles de Alá. En cambio, nosotros
dominamos la hidráulica con más dominio de sus postulados geométricos y físicos
que de sus elementos de tecnología de los que no se disponía tanto.
No obstante Murúa amplía testimonios acerca
de las dimensiones funcionales del khipu como registro contable y como texto
narrativo, su diversidad referida a varias áreas del conocimiento, a múltiples
tareas administrativas. En realidad Murúa y los otros cronistas, con sus
testimonios, preservaron la memoria de su crónica, y la otra memoria contenida en
nuestras cuerdas anudadas:
“Por
estos nudos contaban las sucesiones de los tiempos y cuando reinó cada Inka,
los hijos que tuvo, si fue bueno o malo, valiente o cobarde, con quién fue
casado, que tierras conquistó, los edificios que labró, el servicio y riqueza
que tuvo, cuántos años vivió, donde murió, a qué fue aficionado; todo en fin lo
que los libros nos enseñan y muestran se sacaba de allí [los khipu], y así todo
lo que en este libro se refiere del origen, principio, sucesión, guerras,
conquistas, destrucciones, castigos, edificios, gobierno, policía, tratos,
vestidos, comidas, autoridad, gastos y riquezas, de los Yngas, todo sale de allí
[khipu].” (Corchetes nuestros).
Hasta
aquí, es evidente y queda claro que el khipu fue un sistema comunicativo y
registral en el que se preservó datos contables y, lo más importante, se guardó
información de tipo descriptiva, expositiva y narrativa. Existe un tipo de
khipu que Mazzi denomina narrativo-ritual se utilizó hasta comienzos del estado
colonial, después de concluida la conquista. Ello nos infiere que también
registraron temas culturales y religiosos, incluso de reflexión filosófica, muy
importantes para la evolución de las sociedades. Sin embargo, se le proscribió.
Bartra, citado por V.M.H., transcribe una
directiva dada por el Tercer Concilio Limense, con el fin que se destruyan
estos khipu porque contenían asuntos del demonio, supersticiones. Sin quererlo,
se enfatiza en que los Khipu guardaban información no sólo de contabilidad,
sino asuntos culturales y de su religiosidad, aparte de que se les concebía de
similar parecido a la función de los libros, pero en otro soporte, de cuerdas.
No obstante contra lo dispuesto por la Iglesia Católica, intolerante ante las
manifestaciones religiosas en el Tawantisuyu, nosotros hoy debemos interpretar
tales asuntos desde otra visión, allí donde se lee “superstición” “cosas del
demonio” “ceremonias y culturas maléficas”, debemos entenderlas como ceremonias
y rituales de religiosidad andina. Bartra, escribió:
“y
porque en lugar de libros lo indios han usado y usan como registros hechos de
diferentes hilos que ellos llaman khipus, y con esto conservan la memoria de su
antigua superstición y ritos ceremonias y costumbres perversas, procuren con
diligencia los obispos que todos los memoriales o khipus que sirven para su
superstición, se les quiten totalmente a los indios”.
El
testimonio es claro, los saberes, pareceres e ideas sobre las cosas de la religiosidad
en el Tawantisuyo es otro tema de información que se ha registrado en los khipu.
Esto lo entendían así, no cualquier persona del estado colonial, sino un
conjunto de doctos obispos reunidos en Concilio. Los Obispos no tenían dudas
que el instrumento que reemplazaba al libro, fue el khipu. Y como en todas las
sociedades a los libros se les cuidó pero también quemó. Igual pasó con los
khipu se confiscaron, otras veces destruyeron como consecuencia de guerras
fratricidas, y por el desenlace de la invasión europea por lo cual los últimos
Inka destruyeron miles de khipu con tal que el enemigo no se enterara cómo
funcionaba y estaba constituida la sociedad tawantisuyana.
Y, volviendo a las huellas que nos
mostraban el asomo evidente de un sistema comunicativo diferente a la escritura,
se entiende que este es otro rastro que no se supo interpretar. ¿Por qué los
obispos del Concilio decretaron la eliminación de los khipus, si eran simples
instrumentos de cuerdas? ¿Por qué la destrucción de los nudos y cuerdas,
también fue ordenada por los capitanes y sucesores del Inka Atawualpa? ¿Lo
harían por qué sólo conservaban información numérica? Obviamente no.
Los capitanes Quisquis y Calcuchimac(5) ordenan en el Cusco la quema de
miles de khipu, cuando tomaron prisionero a Huascar, para que no se contaran
las hazañas y vidas de todos los anteriores Inka y sólo se preservara la
existencia de Atahualpa y la leyenda que, imaginaron, empezaría con él. Y los
obispos del Concilio Limense, lo hicieron porque el khipu contenía información
de la religiosidad y de la función de los waka. Por tanto, todo indica que hubo
sucesos históricos y manifestaciones religiosas contenidos en los khipu.
___________
Notas
Bibliográficas:
(1)
http://pueblosoriginarios.com/sur/andina/inca/quipu.html
.- El ciber diario Pueblos Originarios documenta su información desde el link, http://khipukamayuq.fas.harvard.edu/espanol/index_sp.html
(3)
REVISTA Science, 12
Aug 2005: Vol. 309, Issue 5737, pp. 1065-1067.
(4)
Mazzi Huaycucho, Víctor. Inkas y
Filósofos. Lima, edición de autor. 2016.
(5)
Valcárcel, Luis Eduardo. Historia del
Perú Antiguo. Lima. Tomo III. Religión, Magia Mito Juego. Editorial
Universitaria S.A. 1964.
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