La Encubierta Propuesta de Fuerza Popular: Más
Capitalismo
César
Risso
LA CONFRONTACIÓN ELECTORAL entre Pedro
Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori, ha hecho perder de vista la forma en la que
estos proponen continuar con la explotación capitalista de las clases
trabajadoras.
La lectura de los planes
de gobierno de estos personajes, nos muestra las maniobras a las que recurren
para agenciarse los votos necesarios para ser elegidos como representantes de la
burguesía, y así gobernar el Estado burgués, y llevar adelante los negocios de
la clase a la que representan.
A lo largo del texto de
estos planes aparecen frases de edulcorada generosidad, mostrándose como la
solución a los problemas de pobreza, desigualdad, discriminación, etc. Así, se
nos presentan como una suerte de todopoderosos, capaces de vencer el bien y el
mal, de vencer incluso a las propias leyes naturales, y hasta de superar y
eliminar la crisis económica capitalista, que inexorablemente se desata
cíclicamente, y a la que no pueden vencer ni los Estados capitalistas más
poderosos, ni todos los premio nobel de economía juntos. Se imaginan, ellos
mismos, capaces de reducir y eliminar la pobreza, sin afectar la explotación burguesa
sobre los trabajadores; pues la única solución, que los representantes
políticos de la burguesía conocen, a todos los problemas que enfrentamos, no es
otra que promover más capitalismo, esto es, llevar a cabo la mayor explotación
capitalista posible.
Ambos planes de gobierno
tienen mucha similitud. Por ejemplo, ninguno discute la Constitución de 1993,
reconociendo más bien que esta sentó las bases del crecimiento económico de la
última década.
Coinciden también en
fortalecer al Estado en el rol de desarrollar programas sociales. Esta coincidencia
reside en que liberan a la burguesía de la responsabilidad de elevar las
remuneraciones de los trabajadores, y se la asignan a toda la sociedad,
aumentando las ganancias de la burguesía. Además, es el reconocimiento de que
la precariedad de las condiciones de vida de los trabajadores ha llegado a tal
extremo que para poder seguir explotándolos es necesario darles ciertos “beneficios”
en salud y alimentación. Es decir, el Estado pone a los trabajadores en una
situación en la que resulta más favorable a la burguesía su explotación, puesto
que ahora podrán extraer más plusvalía.
El fortalecimiento de las
micro y pequeñas empresas es otra coincidencia; aunque para decirlo con toda
claridad, en esto han coincidido todos los grupos políticos, pretendiendo que
la prosperidad de los trabajadores está en convertirlos en pequeños burgueses.
Esto tiene por finalidad abaratar los costos de las medianas y grandes
empresas.
La evaluación de algunas
de las propuestas del plan de gobierno de Fuerza Popular nos permitirá
evidenciar el verdadero contenido que se oculta tras estas propuestas.
Como
es natural, el plan de gobierno de Keiko Fujimori reivindica la Constitución
vigente:
“La
Constitución de 1993 y las reformas hechas a su amparo fueron el punto de
partida de la transformación del país.”
En su discurso recurre continuamente al
estribillo de la inclusión social, así como al de economía de mercado, el cual les
atribuyen a las mismas comunidades campesinas, señalando que no se oponen a
esta sin negar la posibilidad de su integración al mercado:
“La
falta de instituciones inclusivas
generan tensiones entre los sectores más modernos de nuestra economía y
sectores de la población que no han podido recibir las ventajas de incorporarse
a la economía de mercado. Fuerza
Popular entiende que el Perú tiene diversas realidades, y que si bien en buena
parte del país los conceptos de economía
de mercado y su correlato de la maximización de los intereses individuales a
través de la competencia pueden ser plenamente aceptadas, existe un Perú
donde el bienestar de la comunidad es tan importante como el de cada individuo.
Muchas comunidades campesinas mantienen una organización basada en la pequeña
parcela familiar pero su cohesión social se basa en mecanismos de reciprocidad
y trabajo en común ancestrales. No hay
que ver en ellos una negación del mercado sino una manera propia y
comunitaria de organizarse internamente que no contradice la posibilidad de que se integren a los mercados.” [Negritas
nuestras]
El mercado es la anarquía de la producción,
y es el mecanismo a través del cual se expresa la ley del valor capitalista. Es
el intento de destruir a la competencia que se da entre los propios capitalistas,
con el afán de aumentar sus ganancias a través del control del mercado. Esto,
evidentemente lleva a los monopolios. Las comunidades campesinas incorporadas o
integradas al mercado, como propone Fuerza Popular, serán destruidas como
organización colectiva del trabajo. Destrucción que arrojará a los comuneros a
someterse al sistema de trabajo asalariado para ser explotados de forma
individual, dejando de lado la explotación colectiva que ejercía el capital
sobre los comuneros.
El siguiente texto
sorprende por el reconocimiento, aunque Keiko Fujimori no se dé cuenta de ello,
de que no puede haber verdadera libertad mientras haya quienes se apropien del
esfuerzo de los trabajadores, como en el caso de la explotación capitalista que
se basa en el trabajo no remunerado. Aunque parece sugerir inmediatamente, que
esta verdadera libertad se alcanzará con los emprendimientos, vale decir con
las micro y pequeñas empresas.
“Creemos
que la sociedad y sus leyes deben premiar a los que se esfuerzan. Por ello la
libertad individual y la económica solo serán efectivas si garantizan que los
peruanos podamos apropiarnos de nuestro propio esfuerzo, de nuestro trabajo y
emprendimientos y así prosperar.”
Como uno de los problemas centrales, Fuerza
Popular considera al exceso de regulación.
“1.
El crecimiento desmedido de regulaciones que crean procesos y trámites costosos
y difíciles de cumplir, el incremento desmesurado de multas y sanciones, y las
demoras de la burocracia en el procesamiento de licencias y autorizaciones. […]
3. Marcos regulatorios laborales y tributarios que requieren mejorarse para
incrementar la competitividad del país.”
Así, dejar las manos libres a la burguesía
para ampliar la explotación de los trabajadores es una condición, según Fuerza
Popular, para lograr el crecimiento económico.
Con respecto al aumento de
las remuneraciones, sabido es que fue por medio de la Constitución de 1993 que
se logró evitar, dado que es imposible poner de acuerdo al Estado, a los
empresarios y a los trabajadores. Esto queda confirmado en el Plan de Gobierno
de Fuerza Popular, en el siguiente texto:
“1.
Diseñaremos y aprobaremos un procedimiento para el incremento de la RMV
estableciendo criterios técnicos y oportunidades; y fortaleceremos el CNT para
que obtenga consensos.”
Vale decir, que no se trata del incremento
en las remuneraciones como parte de la mejora en las condiciones de vida de los
trabajadores, sino en la medida que las empresas así lo consideren con su
criterio técnico, como por ejemplo, a través del incremento de la productividad
laboral. Es decir, que las empresas tendrán la libertad de extender la explotación
de los trabajadores haciendo un uso intensivo de la fuerza de trabajo.
Aunque no lo dice
abiertamente el plan de gobierno de Fuerza Popular, se deduce de la crítica que
hace a la situación actual del empleo, que la alta informalidad, ya lo han
dicho los políticos y los empresarios, se reduce por medio de facilidades a las
empresas, reduciendo y eliminando los derechos laborales, a los que llaman
“sobrecostos laborales”, como vacaciones, gratificaciones, etc.
Una propuesta que a estas
alturas no llama la atención es la siguiente:
“14.
Expansión de sistemas no intrusivos de revisión de mercancías, tanto para las
importaciones como para las exportaciones.”
Sabido es de la existencia del contrabando
y del narcotráfico. Por ello, esta medida aparece como un intento de encubrir
estos delitos.
La
conclusión es que tanto uno como otro candidato tienen la misma propuesta: más
capitalismo.
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