Chinalco y los Títeres de la Burguesía China
César Risso
SI BUSCAMOS EN LA WEB EL NOMBRE CHINALCO, encontramos la
siguiente información: “Buscamos gente con integridad, orientada a la obtención
de resultados, creativa y capaz de asumir retos constantes en una organización
que se sustenta en el trabajo en equipo, respeto
por las personas y el medio ambiente.”[i] (Subrayado
nuestro).
Esta información no puede dejar de llamarnos la atención debido
a las constantes denuncias de parte de los pobladores de Toromocho. En el
proceso de reasentamiento de los pobladores (que es uno de los mayores impactos
negativos reconocidos por la propia empresa), estos han sido severamente
afectados.
Una de las tantas denuncias contra este proyecto es la
siguiente: “Se trata del terreno de una antigua hacienda llamada Pucará, en una
zona altamente contaminada por arsénico. La SAIS Tupac Amaru ha
vendido barato ese terreno porque quería deshacerse rápidamente de ese terreno
por estar contaminado.”
“Es un terreno adyacente a un río de relaves mineros
que salen de una antigua relavera llamada laguna Huascacocha que
actualmente está en operación por las minas de Morococha, con alto contenido de
elementos tóxicos muy venenosos. Del dique de la relavera discurre ese río de
aguas envenenadas que aguas abajo pasan junto a ese terreno y se forma allí
mismo una lagunilla antiguamente llamada laguna Forbes, que acumula un alto
contenido de elementos como el arsénico.”
“El caso es que los elementos venenosos como el arsénico se han
acumulado en la ribera del río y la lagunilla contaminada que está junto
a ese terreno donde nos quieren llevar. Este lugar está contaminado por 90 años
de relaves mineros que han acumulado arsénico por muchos años.
Sin contar con el plomo presente en toda la zona.”[ii]
A esta denuncia, qué dice el presidente Ollanta Humala,
representante político de la burguesía nativa e imperialista: “El jefe de
Estado recordó también que, bajo la nueva política minera del Gobierno, que
coloca lo social por delante, la empresa Chinalco, que opera Toromocho,
construyó una nueva ciudad para los trabajadores y sus familias.”[iii]
Una de dos, o el presidente Ollanta Humala ha sido burlado por
la minera Chinalco, o, conociendo la situación real, la encubre
deliberadamente.
Entre lo que dice el presidente y lo que sabe y hace hay gran
distancia. Entre sus acciones para proteger la inversión minera china en el
Perú, ha avalado, dando su aporte político, lo siguiente: “ para contrarrestar esto, la
empresa Chinalco se valió de diferentes estrategias a fin de concretar el
desalojo arbitrario: amedrentamientos a la población, represión ante protestas,
corte de energía eléctrica, obligar a los niños a ir al colegio de la Nueva
Morococha con amenaza de perder el año escolar, demoler la iglesia, paralizar
el centro de salud, la estación de bomberos y todo espacio de las instituciones
públicas, dejar sin trabajo a personas que se negaban a trasladarse, entre
otras. Asimismo, se valieron de maniobras en conjunción con el Estado para la
legalización de esta arbitrariedad como: promulgación de la Ley Nº
30081, Ley que establece la reubicación del distrito de Morococha
en Carhuacoto (Nueva Morococha), declarándola como la nueva capital del
distrito de Morococha, y decretando tres Estados de Emergencia
(D.S. 95, 116 y 131-2013-PCM) por peligro inminente de movimientos
en masa. Así, se ha podido avanzar con la demolición de una gran parte
del pueblo, a pesar de permanecer aún un grupo importante de familias que se
negaron a aceptar las medidas dictatoriales de la minera china y el Estado
peruano.”[iv]
Además de la situación en la que se encuentra la población de
Toromocho, están las consecuencias presentadas en el estudio de impacto
ambiental (EIA). En cuanto a los
relaves, serán 950 millones de toneladas, ubicados en un área de 790 ha.
Asimismo, los residuos tóxicos generados por la minera Chinalco llegan a dos
lagunas.[v]
Este proyecto minero
consiste en el desarrollo de minería a tajo abierto para la extracción y
tratamiento de alrededor de 1526 millones de toneladas de mineral, entre cobre,
molibdeno y plata. Lo cual representa utilidades por 2100 millones de dólares
para un periodo de operación de 36 años (Según información de la propia
Chinalco). Dato evidentemente referencial.
De dónde sale la enorme
riqueza que se encuentra en Toromocho, esta enorme cantidad de minerales que
generarán 2100 millones de dólares de utilidades para los propietarios de la
empresa Chinalco.
Para responder a esta
cuestión, supongamos el siguiente diálogo:
-Te
puedo enseñar a preparar una nutritiva y sabrosa sopa de piedra.
-Eso
no es posible…
-Claro
que es posible. Llena la olla con agua, y échale esta piedra.
Cuando
el agua está hirviendo, el primer personaje prueba la sopa, y le pide a su
interlocutor que le dé un poco de sal; luego vuelve a probar la sopa, y le pide
verduras; finalmente, para darle más sabor a la sopa, pide carne.
Este engaño corresponde a la
misma lógica de las empresas capitalistas. No es la piedra lo que hace la sopa,
sino la sal, los vegetales y la carne, análogamente, no es el capital lo que
hace la riqueza sino el trabajo. El mineral es parte de la naturaleza, es parte
del planeta. No tiene precio. El precio aparece como consecuencia del trabajo
que se añade a la naturaleza para obtener la inmensa variedad de bienes que se
producen bajo la forma de mercancías, cuyo intercambio es mediado por otra
mercancía: el oro. Si no se necesitase trabajo para obtener los minerales,
simplemente no tendrían precio. En este diálogo imaginario, el papel de la
piedra en la sociedad capitalista lo hace el capital, o como algunos dicen, las
habilidades empresariales.
El mineral no tiene un
precio alto por ser mineral, ni por la utilidad que tiene. El precio aparece
como consecuencia de la intervención del trabajo. Es decir, el precio, alto o
bajo de las mercancías, tiene un carácter social, no es propio de la naturaleza
de las cosas, como quieren hacernos creer los capitalistas y sus
representantes.
Siendo así las cosas, las
utilidades obtenidas por la empresa Chinalco son creación de los trabajadores.
Y sin embargo, la ley protege a los capitalistas para apropiarse de trabajo no
remunerado bajo la forma de ganancia o utilidades.
No satisfechos con robarles
su fuerza de trabajo a los obreros, los obligan a venderles sus tierras a
precio de remate, los expulsan de sus pueblos, los reubican en zonas
inhabitables, los envenenan con sus residuos tóxicos, los reprimen y los
encarcelan. Para eso está el Estado burgués, para proteger los intereses de la
burguesía; y los diversos presidentes que se turnan en el trabajo de
representación de la burguesía, con seguridad deben obtener cuantiosos
beneficios al desempeñar su papel.
Este accionar no es nuevo.
Diversos novelistas han revelado en sus obras situaciones semejantes. Un caso
notable es el de Manuel Scorza en su obra Redoble
por Rancas, en el capítulo La
Masacre.
Esta historia seguirá
repitiéndose mientras siga dominando el sistema capitalista; mientras los
directos afectados no tomen conciencia de que no se trata de convencer a los
directivos de las empresas; de que no se trata de convencer a los
representantes políticos de la burguesía, pues este es un poder económico y
político que se vertebra a nivel mundial, y tiene sus testaferros y apologistas
en nuestros países, que hacen uso de las leyes y las armas, de todo el poder
del Estado, para sus mezquinos fines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.