domingo, 9 de octubre de 2016

A 49 años del cobarde asesinato del comandante Ernesto Che Cuevara


El rol de la guerrilla peruana en el proyecto guerrillero continental del Che


Jan Lust

 


Es un hecho conocido que uno de los principales objetivos de la guerrilla del Che en Bolivia era servir como un catalizador y un centro de formación para la lucha guerrillera en el resto de América Latina. Sin embargo, las investigaciones sobre la relación concreta entre la guerrilla boliviana y los intentos guerrilleros que surgieron en otras partes de América Latina como consecuencia de la lucha en Bolivia son inexistentes o no han sido difundido ampliamente. Eso es muy curioso porque en su Diario Guevara habla sobre la internacionalización de la guerrilla. Además, también en las comunicaciones entre Guevara y La Habana durante la guerrilla boliviana la dinámica revolucionaria internacional de la guerrilla en Bolivia fue mencionada (Soria, 2005).
Se ha sugerido que el Che quería lanzar una lucha guerrillera en Argentina sobre la base de las columnas guerrilleras que se estaban desarrollando en Bolivia (Estrada, 2005: 12; Suárez, Zuazo y Pellón, 2006; Castañeda, 1997: 419; Debray, 1978: 74-75, Anderson, 2010: 643, Gleijeses, 2007: 171, 237). Consideramos, sin embargo, de acuerdo con Harry Villegas (1997: 33), uno de los sobrevivientes de la guerrilla boliviana y también conocido como Pombo, que no sólo Argentina sino también Perú formó parte de los planes guerrilleros continentales del Che.
Sorprendentemente, la importancia del ELN peruana para el proyecto guerrillero del Che parece ser ignorado por la literatura sobre la guerrilla del Che. Biógrafos como Anderson (2010), Taibo II (2006), Castañeda (1997) Kalfon (1997) y O 'Donnell (2003) han dado escasa atención a la relación entre el ELN peruano y boliviano. Más específicamente, ninguno de estos biógrafos menciona el intento guerrillero peruano en el departamento de Puno, ubicado cerca de la frontera con Bolivia, aunque deberían haber tenido acceso a las comunicaciones entre Guevara y La Habana que se refieren a este intento guerrillero. Además, en el Diario podemos, incluso, encontrar una ckara referencia al supuesto intento guerrillero en Puno. El 2 de diciembre de 1966, Guevara (1977a: 32) escribió: “También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas a una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca”. Por supuesto, su objeto de estudio no era el proyecto guerrillero continental de Guevara sino el hombre mismo. Sin embargo, es curioso descubrir que una de las biografías anteriores menciono el intento guerrillero en Puno (Lavretsky, 1974: 318).
En este artículo se describe el papel del ELN peruana en el proyecto guerrillero continental de Guevara. El objetivo inicial del Che fue fortalecer la lucha guerrillera en el Perú dirigido por el ELN en el departamento peruano de Ayacucho. La idea de desarrollar la guerrilla boliviana, sin embargo, surgió después de la derrota del ELN peruana en diciembre de 1965. Esta derrota no implicaba el fin del rol del ELN peruano en el proyecto guerrillero continental del Che. De hecho, en el mismo período que se levantó la guerrilla boliviana, también en el departamento peruano de Puno cerca de la frontera con Bolivia se intentó construir una fuerza guerrillera. Nuestros argumentos se basan en una revisión bibliográfica y entrevistas y correspondencia con exmilitantes del ELN peruana. El mapa que acompaña este artículo visualiza el papel estratégico del Perú para la guerrilla boliviana y, más en particular, el rol estratégico de la guerrilla peruana en el departamento de Puno.
Este artículo está estructurado en seis partes. En la primera parte se presentan las ideas de Guevara con respecto a la necesidad de una lucha guerrillera continental. La segunda parte ofrece una breve reseña de la aparición y evolución del ELN peruana y su relación con Cuba desde septiembre de 1962 hasta su derrota en diciembre de 1965 en el departamento de Ayacucho. La tercera parte discute el objeto principal de la guerrilla del Che: Perú o Bolivia. Con el fin de poner este tema en perspectiva, hemos incluido una narración sobre las supuestas relaciones entre la guerrilla boliviana y guerrilleros argentinos. En la cuarta parte analizamos la ubicación de la guerrilla boliviana y en la quinta parte describimos las intenciones del ELN peruano para construir una guerrilla en el departamento peruano de Puno, es decir, en la provincia de Sandia. Por último, en la sexta parte presentamos nuestras conclusiones.

1. El proyecto continental guerrillero del Che Guevara

        El desarrollo de las ideas del Che sobre la lucha revolucionaria continental se remonta a principios de la década del sesenta. Ulises Estrada, un internacionalista cubano, escribe que desde 1961 el Che comenzó a hacer planes que le debería permitir desencadenar la lucha armada revolucionaria en otros países, en particular en la Argentina (Estrada, 2005: 12).
        En su discurso con motivo del 152.o Día de la Independencia de la Argentina, el 25 de mayo de 1962, el Guevara (1962) no dejó ninguna duda de que la revolución debería tener un carácter continental.
La necesidad de organizar la resistencia revolucionaria a nivel continental tenía que ver, además, de acuerdo con Guevara (1977b: 247-248), que el imperialismo estaba preparando la represión contra los pueblos latinoamericanos y a eso se debería responder conjuntamente. Mientras más frentes guerrilleros fueron abiertos, más difíciles eran para ser combatidos.
En 1962, Guevara escribió el texto “Táctica y estrategia de la revolución latinoamericana”. En este trabajo, que se publicó el 6 octubre de 1968 en la revista cubana Verde Olivo, Guevara (1977c: 237-238) decía que los Estados Unidos harían todo para destruir el poder revolucionario. Eso haría difícil que la victoria se lograría en un país aislado. Por eso, según el Che, “a la unión de las fuerzas represivas debe contestarse con la unión de las fuerzas populares. En todos los países en que la opresión llega a niveles insostenibles, debe alzarse la bandera de la rebelión y esta bandera tendrá, por necesidad histórica, caracteres continentales”.
La lucha contra el imperialismo solamente podía tener éxito, dijo Che Guevara (1977d: 367), cuando se la lleve a cabo en todo el mundo porque hay que tener en cuenta que el imperialismo es un sistema mundial, última etapa del capitalismo, y que hay que batirlo en una gran confrontación mundial. La finalidad estratégica de esa lucha debe ser la destrucción del imperialismo”. Crear “muchos Vietnam” podría dividir las esfuerzas enemigas. Como un paso táctico en la lucha revolucionaria, Guevara (1977d: 371) proponía “la liberación gradual de los pueblos, uno por uno o por grupos, llevando al enemigo a una lucha difícil fuera de su terreno; liquidándole sus bases de sustentación, que son sus territorios dependientes”.
El ataque al imperialismo en las naciones en Suramérica debería ejecutarse, según Manuel Piñeiro, ex jefe del Departamento de América Latina del Ministerio del Interior de Cuba, en base a una columna madre que se fundaría en Bolivia. Columnas guerrilleras que se desprenderían como resultado de la guerrilla boliviana liderado por el Che podrían provocar “una alianza entre los gobiernos y los ejércitos de los países fronterizos, apoyados por el imperialismo” y, como consecuencia, contribuiría a la propagación de la lucha armada revolucionaria en la región” (Suárez, Zuazo and Pellón, 2006: 50).
El proyecto continental guerrillero del Che no fue, sin embargo, un asunto muy centralizado. Según Debray (1978: 75) “las fuerzas del Che se limitarían en muchos casos a realizar la conjunción, ya que no física al menos política, con las fuerzas y los frentes guerrilleros implantados ya en su periferia, bien para reforzarlos o para coordinarlos […]”.

2. El surgimiento y la evolución del ELN peruana y sus relaciones con Cuba

El ELN peruana fue fundado en septiembre de 1962. Surgió del deseo de los jóvenes peruanos por seguir el ejemplo de la Revolución Cubana. Eran personas que habían salido por voluntad propia o que fueron expulsados del Partido Comunista Peruano (PCP). También había estudiantes becados por el Gobierno cubano que, impresionados por los éxitos de la Revolución Cubana, se motivaron para organizar la guerrilla. Además había gente que vino de otras organizaciones.
Es importante hacer hincapié en la formación del ELN en Cuba, ya que ayuda a comprender las relaciones específicas entre el ELN y el gobierno cubana. Por esta razón, no puede ser una sorpresa que, más adelante, el ELN peruana fue completamente insertada en el proyecto guerrillero continental del Che.
El ELN ha pasado por tres fases. La primera comenzó en 1961, cuando algunos exmiembros del PCP viajaron a Cuba con el fin de prepararse para la lucha armada en el Perú. Este período termina con la primera derrota del ELN en mayo de 1963 en la ciudad peruana de Puerto Maldonado. Esta primera fase fue organizada en cooperación con el gobierno cubano.
La idea era que los peruanos viajarían a La Paz (Bolivia) y desde allí cruzarían la frontera con Perú para establecer unidades guerrilleras en los departamentos de Cerro de Pasco, Junín y Cusco. En ese momento, en estos departamentos, los movimientos campesinos libraron fuertes batallas por la tierra (entrevista, Elías, 2003, 14/05/2003; entrevista, Béjar, 24/03/2003; entrevista, Guevara, 12/11/2005; entrevista, Márquez, 25/05/2005). En La Paz, Cuba había instalado una base de apoyo con miembros del Partido Comunista Boliviano (PCB), la Juventud Comunista Boliviana (JCB) y con los cubanos como Ulises Estrada y Orlando Pantoja (entrevista, Béjar, 31/03/2003; 09/06/2003; Kohan, 2005: s.p.).
Los guerrilleros peruanos no llegaron a su destino porque en mayo de 1963 su vanguardia había sido sorprendida por la policía en la ciudad fronteriza peruana de Puerto Maldonado. Durante un tiroteo el poeta y guerrillero Javier Heraud murió.
La segunda fase del ELN se inició con un proceso de reestructuración y una evaluación de la primera experiencia guerrillera. Como parte del proceso de evaluación, el cuadro del ELN Néstor Guevara viajó a Cuba para conversar con el Che sobre lo que había sucedido en Bolivia y Puerto Maldonado (entrevista, Guevara, 12/11/2005; Presencia, 1968: 6). En esta fase, en septiembre de 1965, el frente guerrillero Javier Heraud fue creado en el departamento de Ayacucho. Este período cierra en diciembre de 1965 cuando el ELN es derrotado en la provincia de La Mar del mencionado departamento.
La decisión de continuar la lucha guerrillera obligó al ELN hacer una investigación. De hecho, desde 1962, cuando el ELN fue fundado y se decidió construir unidades guerrilleras en los departamentos de Cusco, Junín y Cerro de Pasco, Perú había cambiado mucho. La democracia parlamentaria había regresado y el nuevo presidente, Fernando Belaúnde (elegido en junio de 1963), propuso una reforma agraria.
La investigación llegó a la conclusión de que no era posible organizar una guerrilla en el Cuzco y que el campo de acción futuro debería estar en la provincia de La Mar del departamento de Ayacucho (entrevista, Béjar, 24/03/2003; entrevista, Dagnino, 26/12/2003; entrevista, Elias, 20/08/2008).
En abril de 1965, unos 20 militantes del ELN viajaron a La Mar con el fin de establecer el frente guerrillero Javier Heraud (entrevista, Béjar, 31/03/2003; 14/07/2008; entrevista, Elías, 13/06/2003; entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Guevara, 26/07/2008). Cinco meses más tarde, se llevó a cabo la acción principal del ELN: el ataque y la ocupación de la hacienda Chapi el 25 de septiembre de 1965. La acción contra la hacienda no fue inesperada porque, según Héctor Béjar (entrevista, 21/07/2008), “Chapi era el símbolo de la dominación latifundista en toda la zona”. Además, la acción se había acordó con las comunidades campesinas de Chungui y Anjo.
El ataque a la hacienda pronto alertó al ejército y así apareció en octubre de 1965, “las primeras patrullas del ejército, pequeños grupos móviles que aparentan ser guerrilleros” (Bejar, 1969: 90) se presentó. Después del ataque a Chapi varias otras haciendas fueron asaltadas y “vaciadas”.
El 17 de diciembre de 1965 se llevó a cabo una batalla con el Ejército. Esta batalla fue decisiva y se produjo justamente cuando la guerrilla estaba preparándose para dejar el departamento de Ayacucho y, curiosamente, para ir al departamento de Cuzco, donde a finales de octubre una unidad de la guerrilla del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) dirigido por Luis de la Puente fue diezmada. Sólo Héctor Béjar y el militante del ELN Edgard de la Sota lograron escapar del combate mortal (entrevista, Béjar, 04/08/2008).
La tercera fase se inició después de la detención de Héctor Béjar en febrero de 1966 y abarca el período 1966-1967. Esta fase es describe en este artículo.

3. Bolivia, Argentina y Perú

El rol de Bolivia en el proyecto revolucionario continental del Che fue de valor estratégico. Allá era donde la “columna madre”, mencionada por Manuel Piñeiro, debería construirse, o como Fidel Castro (1977: 11-12) escribió: “la guerrilla en Bolivia fuese escuela de revolucionarios que harían su aprendizaje en los combates”. Manuel Piñeiro escribe además: “En su perspectiva -del Che Guevara-, esa guerrilla debía resultar en una escuela de formación de cuadros latinoamericanos, sobre todo del Cono Sur -entre ellos argentinos-, que propiciara extender la lucha armada a otros países fronterizos. A la vez, le permitiría acumular fuerzas políticas y militares y esperar por la ocasión más oportuna para continuar hacia su país natal. Ello dependería del desarrollo y crecimiento de la columna madre asentada en Bolivia. Sin ella, no era posible seguir hacia Argentina, donde también se había instalado una sanguinaria dictadura militar, apoyada por Estados Unidos y repudiada por los sectores más combativos del pueblo argentino. De una manera realista, el Che analizó que si a partir de Bolivia surgían y evolucionaban otras columnas guerrilleras, conformadas por combatientes de diversas naciones del Cono Sur, esto provocaría como reacción una alianza entre los gobiernos y los ejércitos de los países fronterizos, apoyados por el imperialismo. Ello contribuiría a la propagación de la lucha armada revolucionaria en la región, la cual se tornara un escenario de cruentas, largas y difíciles batallas que más tarde o temprano llevaría a la intervención yanqui. Eso sería, por tanto, otro de los Vietnam a los que él convocó en su histórico Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental” (Suárez, Zuazo y Pellón, 2006: 29-30).[1] Régis Debray, quien en Bolivia investigaba dónde exactamente se podía construir con éxito la «columna madre» de la guerrilla latinoamericano, escribe que la estrategia del Che no tenía a Bolivia como objetivo (Debray, 1978: 69).[2] Debray (1978: 69-70): “A lo más, podían cuestionar las posibilidades tácticas para un “foco” guerrillero, de superar en un primer estadio las dificultades de implantación. Y el Che, que pensaba siempre más como estratega que como táctico, no tenía razón alguna para considerarlas impedimento. [...] En este país -Bolivia- como acabamos de ver, el camino más corto para “llegar al poder” no pasa por el campo, y no tiene por punto de partida, en todo caso, una zona rural semidesierta; aunque solo fuera porque el campesinado no es -y menos todavía, desde la reforma agraria- la fuerza motriz de la revolución boliviana. [...] Al elegir un teatro de operaciones tan alejado geográficamente de los centros del poder político, el Che revelaba a la vez que se había dado un campo históricamente distinto. Al tomar así sus distancias, en todos los sentidos de la palabra, respecto de las luchas políticas bolivianas y respecto del terreno en el que acostumbran a decidirse -la insurrección urbana vinculada al complot militar-, hacía retroceder los hitos de un horizonte limitado a un asunto que él consideraba como provinciano: si América Latina es la “Patria Grande” en potencia, las “patrias chicas” que la componen no son jamás otra cosa que provincias. [...] En efecto, el Che no tenía como objetivo inmediato la toma del poder, sino la construcción previa de un poder popular materializado por su instrumento de acción, de una fuerza militar autónoma y móvil. En su concepción, la construcción del poder popular se anteponía a la toma del poder en Bolivia, derivada en el tiempo y secundaria en importancia.”
        La concepción estratégica del Che no significaba, según Régis Debray, que las organizaciones guerrilleras que deberían crearse en América Latina, solo podrían derivarse de la “columna madre”. En su libro La guerrilla del Che, escribe que el Che “se basaba, antes que nada, en una situación en vías de conformación por entonces. Aquella red, en efecto, no iba a tejerse únicamente a partir de su centro boliviano, sino simultáneamente, en varios tramos. Las fuerzas del Che se limitarían en muchos casos a realizar la conjunción, ya que no física al menos política, con las fuerzas y los frentes guerrilleros implantados ya en su periferia, bien para reforzarlos o para coordinarlos […]” (Debray, 1978: 76). Según Harry Villegas, uno de los objetivos del Che Guevara era coordinar el movimiento revolucionario en la parte sur de América Latina (Waters y Madrid, 1997: 21).
La construcción de una serie de unidades guerrilleras en toda América Latina era una actividad planeada. En Cuba, el Che Guevara ya habría elaborado planes acerca de este objetivo (Castañeda, 1997: 418-419). Régis Debray (1978: 74): “[...] cuando la columna de Fidel hubo alcanzado sus máximos efectivos habida cuenta de los recursos de la zona y de sus necesidades de movilidad, se destacó de ella la columna de Raúl -Castro-, en los comienzos de 1957, para ir a abrir el segundo frente en el norte de la provincia de Oriente, y después se destacaron la de -Juan- Almeida en la periferia de Santiago, en marzo de 1957, y en agosto de 1958 las dos columnas del Che y de Camilo -Cienfuegos- hacia Las Villas, de la misma manera debían destacarse de la columna de Ñancahuazú, cuando esta hubiera alcanzado su punto de congestión, una pequeña columna hacia el segundo frente boliviano de Chapare, al norte de Cochabamba, y después otro para abrir el tercer frente del Alto Beni, al norte de La Paz (las dos tenían ya sus responsables designados en el seno de la guerrilla, aunque todavía no públicamente). El conjunto de estos tres frentes articulados habría de constituir entonces el foco central boliviano. De allí, en un segundo tiempo, habrían de partir diversas columnas hacia los países vecinos […].”[3] El autor mexicano Jorge Castañeda (1997: 419), tiene una versión más detallada de lo que se refiere al surgimiento de las columnas guerrilleras. “Para el 20 de diciembre -de 1966- habrían arribado la totalidad de los cubanos seleccionados así como sesenta bolivianos; con este núcleo inicial se crearía, más que un foco guerrillero, una especie de escuela de cuadros de la guerrilla latinoamericana. Las características del campamento debían entonces ser más bien el sigilo, la impenetrabilidad y el aislamiento, y no tanto la inmersión en zonas campesinas pobladas con propósitos de reclutamiento u obtención de víveres. A principios de 1967, se lanzaría un llamado a las direcciones revolucionarias latinoamericanas, para que enviaran a sus mejores cuadros, por las vías de acceso facilitadas por el PCB y Mario Monje. Del campamento inicial partirían diversas columnas nacionales en dirección a sus propios países, en excursiones de entrenamiento y reconocimiento más que de combate; al cabo de varios ensayos, se internarían en sus respectivos países, el Che conduciendo a la columna Argentina.”
Argentina y Perú formaron los puntos de lanza dentro de la concepción estratégica del Che. Una vez que la guerrilla en Bolivia se haya establecido firmemente, se debería empezar a trabajar en otros países. Ambos países se ubicaban relativamente altos en la lista de prioridades de La Habana, según la CIA (Gleijeses, 2007: 337).[4] Régis Debray (1978: 74-75): “En dirección de la Argentina se desplazaría otra columna latinoamericana compuesta también por una mayoría de argentinos, más importante esta sin duda que la anterior -que se dirigiría al Perú- y cuyo mando le correspondía tomar al Che, evidentemente, llegado el momento.”[5] Víctor Dreke, un guerrillero cubano quien formó parte del grupo de cubanos que bajo la dirección del Che luchó en el Zaire (1965), señala que el Che Guevara había ido al país africano con la intención de regresar posteriormente a América Latina cuando la situación haya madurada y para luchar en Argentina (Gleijeses, 2007: 171, 237). Según Juan Pablo Chang (2004: 473), de acuerdo a su «Informe de Francisco sobre la entrevista con Ramón y sobre la zona que se encuentra. Diciembre 23 de 1966» el plan era que desde Bolivia divisiones irían al Perú, Argentina y Brasil. La guerrillera argentina-alemana Tamara Bunke (Tania), que llegó en noviembre de 1964 a Bolivia, había recibido el encargo, aparte de recoger información sobre la situación política en Bolivia, de no perder de vista a las preparaciones de los levantamientos en los países vecinos, en particular las de Argentina (Anderson, 1997: 643).[6]
El 25 de julio de 1966, Harry Villegas (1997: 33) escribió en su diario: “El Negro -Mario Monje- había ofrecido cuatro hombres para preparar las cosas en Argentina o Perú y prometió darnos otros seis.” En un mensaje de Fidel Castro al Che, enviado el 14 de diciembre de 1966, se lee: “Tu decidirás lo que mejor convenga de acuerdo al análisis sobre el terreno, esta entrevista contigo -de Mario Monje con Ernesto Guevara, el día 31 de diciembre de 1966- lo planteé en base a que tú eras el jefe estratégico de esta operación y que la misma no se podía determinar donde comenzaría exactamente ya que podían surgir incidentes imprevistos que obligasen a desarrollarlas en la tierra de Stanislao -Mario Monje y Bolivia- antes que hacia el Sur.” (Soria, 2005: 237). El día 21 de marzo de 1967, Che Guevara (1977a: 85) escribe en su diario: “El Pelao -Ciro Bustos-, por supuesto, está en disposición de ponerse a mis órdenes y yo le propuse ser una especie de coordinador, tocando por ahora solo a los grupos de Jozamy, Gelman y Stamponi y mandándome 5 hombres para que comiencen el entrenamiento. […] Si aceptan, deben comenzar la acción exploratoria en el norte argentino y mandarme un informe.”
Las organizaciones guerrilleras que tendrían que crearse en Argentina y Perú, debían ser los primeros focos de la resistencia continental. Solo después del inicio de las acciones de ellas, se empezaría con los otros países. Régis Debray (1978: 75): “El foco boliviano funcionaría entonces como un centro de adiestramiento militar y de coordinación política de las diversas organizaciones revolucionarias nacionales de América Latina. Los elementos más avanzados de cada país serían sustraídos de su base de origen, incorporados por un momento al foco boliviano mandado por el Che, y devueltos después a su base nacional como cuadros político-militares ya formados. Se multiplicaría así, por reproducción natural, la guerrilla original en varios puntos del continente.”
        En los primeros meses de 1967, se habría fundado en Argentina un ELN por, entre otros, Marcos Osatinsky y Roberto Quieto para apoyar a la guerrilla en Bolivia. Con el mismo plan se habrían creado las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) (Korol, 2002: s.p.; Pastoriza, 2006: 12; Punto Final, s.f.: s.p.).[7] Las organizaciones no entraron en acción. Quizás una de las razones habría sido la detención de Ciro Bustos en mayo de 1967. Che Guevara (1977a: 116): “Dantón -Régis Debray- y Carlos -Ciro Bustos- cayeron víctimas de su apuro, casi desesperación, por salir y de mi falta de energía para impedírselos, de modo que también se cortan las comunicaciones con Cuba (Dantón) y se pierde el esquema de acción en la Argentina (Carlos).” Harry Villegas señala, sin embargo, que “el Che sabía que si tomábamos el poder -en Bolivia-, había que construir un movimiento de base muy fuerte para que al defender su revolución, Bolivia se tornara en internacionalista. Con la preparación de todos los peruanos, los argentinos que participaran, iba a ser recíproca la ayuda. Y saldrían de allí columnas internacionales, junto con los cubanos que también participaríamos. Entonces la lucha se trasladaría a los grandes escenarios. Ya en la primera etapa iban a participar los revolucionarios argentinos, que realmente lo hicieron. Hubo una división argentina que marchó hacia la frontera y se acercaron en busca de nosotros, también los revolucionarios brasileños asumieron la responsabilidad de financiamiento económico.” (Kohan, 2003: s.p.)
        En el Perú, la guerrilla debía reconstruirse completamente. Régis Debray (1978: 38): “El ELN peruano debía reconstruirse lentamente, y a ello se entregaba con un ardor metódico Juan Pablo Chang (El Chino), ayudado por los cuadros de su organización presentes en Bolivia. De todos modos, el combate no podía reanudarse en el Perú sino a partir de Bolivia, y esta conclusión deducida por el propio Che hubieron de trasmitírsela Papi y Pombo a los peruanos de La Paz, a través de Sánchez -Julio Dagnino-, en el mes de junio -de 1966-. Si bien los proyectos peruanos tan solo se aplazaban, la mala noticia causó en ellos cierto malestar –decepción y despecho– pronto superado.” Los peruanos que formaron parte de la guerrilla en Bolivia se unirían -según Régis Debray- después de que la guerrilla boliviana había alcanzado un tamaño adecuado, a la recién formada base guerrillera en Ayacucho (Debray, 1978: 38).[8]
        En el período en que el Che desarrollaba sus planes operativos, los guerrilleros del ELN y del MIR ya habían sido derrotados. La idea de restablecer una base guerrillera en Ayacucho no era realista. Además, las ambigüedades acerca de lo que exactamente había ocurrido en Ayacucho contribuyeron a que los mismos cubanos cambiaran sus planes y en vez de combatir en el Perú iban hacerlo primero en Bolivia. Los peruanos asimismo, no sabían lo que quedaba de la guerrilla en Ayacucho. El 2 de diciembre de 1966 el Che escribió que Juan Pablo Chang “cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a ciencia cierta pues no pudieron llegar hasta la zona.” (Guevara, 1977a: 32) Por eso, es un poco extraño leer lo que el Che señaló en su diario el 20 de marzo de 1967. Él escribió que el líder del ELN peruano “pide 5 mil dólares mensuales durante 10 meses y de La Habana le dijeron que discutiera conmigo. Trae además un mensaje que Arturo -René Martínez- no pudo descifrar por ser muy largo. Le dije que en principio sí, sujeto a que en 6 meses se alzara. Piensa hacerlo con 15 hombres y él como jefe en la zona de Ayacucho. Convinimos además, en que le recibiría 5 hombres ahora y 15 más, con algún lapso y les enviaría con sus armas luego de entrenarlos en combate. Él me debe enviar un par de trasmisores de alcance medio (40 millas) y trabajaremos en la confección de una clave para nuestro uso y estar en permanente contacto” (Guevara, 1977a: 84). En el mensaje número 4 del Che a Fidel Castro que debería haber sido escrito en el periodo del 10 al 19 de abril de 1967, se lee: “Llegaron Dantón -Régis Debray- y Francisco -Juan Pablo Chang- este no sabía cantidad -de dinero- y dejó dinero en La Paz, pienso darle 30 -mil dólares- y reservar el resto para cuando se alce; luce pocas condiciones y de carácter para dirigir guerrilla pero eso es cosa de él.” (Soria, 2005: 232) Además escribe que: “Manden los becados de Francisco aquí; informen contacto a La Paz, harán primera experiencia en esta zona.” (Soria, 2005: 233) La intención de reorganizar la guerrilla fue mencionada también por el propio Che en su mensaje a la Tricontinental. Se lee: “En el propio Perú, con tenacidad y firmeza, nuevas figuras aún no completamente conocidas, reorganizan la lucha guerrillera.” (Guevara, 1977d: 366)
        La reconstrucción de la guerrilla en Ayacucho nunca se ha llevado a cabo. Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008): “Lo de Ayacucho prácticamente ya quedó descartado porque todo eso estaba descubierto por el ejército.” Sin embargo, ciertamente los peruanos tenían planes para dar nuevamente vida al proyecto guerrillero pero no en el departamento de Ayacucho. En el Diario se puede encontrar la siguiente frase al respecto. El 2 de diciembre de 1966 Che Guevara (1977a: 32) escribió: “También decidí darles apoyo -a los guerrilleros peruanos- para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas a una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca.” En el informe de Juan Pablo Chang (2004: 473) a las autoridades cubanas sobre su conversación con el Che Guevara en diciembre de 1966, se lee lo siguiente: “Dijo que nosotros podíamos continuar con nuestros propios trabajos para abrir un frente guerrillero en la frontera con Bolivia en estrecha coordinación con él. Que en realidad nosotros debíamos hacer un trabajo de avanzada hasta que la columna de compañeros nuestros que parta de Bolivia llegue a la mencionada zona.” En 1966, el ELN peruano empezó a montar una base guerrillera en el departamento de Puno.

4. ¿Bolivia o Perú?

El Che escogió Bolivia como punto de partida para la lucha guerrillera continental. Sin embargo, se puede encontrar indicios que en vez de Bolivia tenía al Perú en mente. Pero debido a la falta de claridad acerca de lo que realmente había pasado en la provincia de La Mar y en qué estado se encontraba la organización guerrillera peruana después de la detención de Héctor Béjar, es posible que se hubiera tomado Bolivia como punto de partida.
        En una entrevista con el escritor izquierdista Néstor Kohan (2003: s.p.), Harry Villegas dice: “Si en la lectura del diario que escribí en aquella época pudieras apreciar la coyuntura de cómo surgen las decisiones, te podrías dar cuenta de que realmente el Che no pretendía ir a Bolivia. El Che pretendía ir a Perú. Cuando nosotros salimos del África, la línea principal era ir a Perú. Y los bolivianos se comprometen con nosotros en darnos la ayuda para organizar la manera de ir a Perú o a Argentina. […] Las instrucciones que a mí me dieron cuando yo salí de Praga era que le explicara a Papi concretamente que ya no íbamos para Perú. Que había que explicarle a Sánchez -que era el representante del grupo peruano que teníamos en Bolivia- las razones. Y todo esto se fundamentó en que el movimiento peruano estaba penetrado, infiltrado, como se podía ver por los golpes que le habían dado. Esas eran las instrucciones que me dieron.”[9] En una entrevista con el general cubano William Gálvez (2004: 22) dice: “Los primeros días de mayo -de 1966- llegué con Tuma -Carlos Coello- a Praga. La razón de nuestro viaje, además de acompañar al Che, era, fundamentalmente, que él nos prepara para la futura misión, que sería reiniciar la lucha armada en Perú, para luego extenderla a los demás países; aunque la entrada del Che sería por Bolivia.” De acuerdo con documentos en posesión del autor Jon Lee Anderson (2010: 637-638), Harry Villegas ya habría empezado con su diario boliviano en junio de 1966. En el prólogo inédito, se habría podido leer que la “siguiente aventura” debía realizarse en territorio peruano. Jon Lee Anderson (2010: 636-637) escribe también: “Según Pombo, la primera alternativa que propuso el Che para su destino siguiente fue Perú. Para ello necesitaba la ayuda de los bolivianos, estratégicamente situados en el país vecino. En abril -de 1966- envió a Papi a Bolivia como explorador de avanzada con la intención de seguirlo si este daba “luz verde”. “Lo primero era entrar en contacto con los peruanos, conocer el verdadero estado de su movimiento y [obtener] el apoyo del Partido Comunista Boliviano” -dijo Pombo-. [...] Hasta el día de hoy perdura la polémica sobre cuál era el destino verdadero de la siguiente -y última- empresa guerrillera del Che. Según Pombo, los planes de ir a Perú se modificaron y se empezó a estudiar las posibilidades de Bolivia después de su llegada con Tuma a este país. La versión de Ariel -Juan Carretero- es distinta: Piñeiro y Fidel ya pensaban en Bolivia cuando lograron sacar al Che de su reclusión en Tanzania.”[10] Además el escritor norteamericano (Anderson, 2010: 637ndp1) anotó: “Pombo dijo al autor que enviaron a Papi desde Praga a Bolivia con la intención de pedir a Monje que los ayudara a viajar a Perú y poner en marcha los preparativos para recibir al Che; que él y Tuma fueron luego a Perú a ayudar a Papi. Dijo que estando ellos en Bolivia, comenzó el derrumbe de las guerrillas peruanas y cundió la sospecha de que estaban “infiltrados”; que en ese momento empezaron a discutir la idea de iniciar una guerra en Bolivia. El problema de esta versión -además de contradecirse con la de Ariel- es que Pombo llegó a Bolivia en julio de 1966, pero la desintegración de los rebeldes peruanos había comenzado meses antes, con la muerte de Guillermo Lobatón y Luis de la Puente Uceda y la captura de Héctor Béjar producida en marzo.”[11] Ulises Estrada señala que Papi y Emiliano (Dawi Santiago) fueron enviados a Bolivia para crear las condiciones que posibilitaría la entrada del Che al Perú a través de este país (Gálvez, 2004: 15).[12] Juan Carretero, en ese entonces jefe de la división latinoamericana de la Dirección General de Inteligencia (DGI), dice: “En Bolivia habían ocurrido luchas políticas muy fuertes y se acrecentaban las desigualdades sociales, y siempre ha sido un pueblo combativo. Por todas estas condiciones se tomó como un punto importante, para que pudiera desde allá preparar su ingreso al Perú y luego a la Argentina […]” (Gálvez, 2004: 16).
Manuel Piñeiro, quien ha participado activamente en las preparaciones para la lucha guerrillera en Bolivia, dice lo siguiente sobre la cuestión si el Perú fue uno de los países donde el Che quería ir antes de que Bolivia fuese escogido: “Argentina, Perú, Bolivia, todo formaba parte de su proyecto integrador para llevar adelante su estrategia de continentalizar la revolución. […] Es decir, que en el Perú había cierta organización y efervescencia popular, luchas sociales; ocurría la toma de tierras dirigida por Hugo Blanco; a la vez que era atractivo para el Che porque se hallaba más cerca de Argentina. Además, en esa época, en Bolivia existía un gobierno democrático surgido de la revolución de 1952, que duró hasta 1964. Sin embargo, tanto el intento guerrillero del ELN como los del MIR, fueron destruidos; murieron Luis de la Puente Uceda (en noviembre del ’65) y Lobatón (en enero del ’66); Héctor Béjar ya había sido detenido en 1965 y golpeada la columna que dirigía.” (Suárez, Zuaco y Pellón, 2006: 28)[13] Régis Debray (1978, 38) escribió: “Hasta mediados de 1966, según parece, el Che no pensaba en Bolivia sino como una plataforma de partida para el Perú, adonde efectivamente proyectaba trasladarse con el fin de unirse a los frentes guerrilleros ya implantados. En los comienzos de su misión, Papi había recibido instrucciones que no dejaban dudas sobre este plan original; por eso, desde sus inicios, la infraestructura clandestina de La Paz tenía por pilares a elementos del ELN peruano, instalados en el país desde el asunto de Puerto Maldonado. Pero la derrota sufrida por Luis de la Puente en Mesa Pelada, en el Cuzco, así como la desaparición del grupo de Lobatón y de Máximo Velando en Junín, sellaban en lo inmediato la suerte del MIR como organización militar, y la emboscada de Tincoj en diciembre de 1965, seguida de la captura de Héctor Béjar, la del ELN. Estos fracasos de 1965, confirmados y verificados en los primeros meses de 1966, eliminaban pues la primera opción del Che.” Durante los interrogatorios después de su detención en abril de 1967 en Bolivia, Régis Debray habría declarado que, según el Che, el Perú fue una mejor opción que Bolivia (Prado, 1987: 111).
        Los planes para una contribución directa del Che al frente guerrillero Javier Heraud en el departamento de Ayacucho es confirmado por Alaín Elías y Milciades Ruíz, ambos militantes del ELN. Alaín Elías (entrevista, 21/05/2003): “En ese lapso -cuando yo regreso a Lima, saliendo de Ayacucho en mayo de 1965- yo y Juan Pablo Chang, que estaba al mando de la ciudad, teníamos una conversación. Como yo bajaba, sabía cuál era la situación arriba, entonces le informo que nos faltaba capacidad, experiencia y que necesitamos cuadros cubanos que nos reforzaran, que son más experimentados.” Y cuando Juan Pablo Chang se fue a La Habana, “me preguntó -dice Alaín Elías- qué cosa puedo solicitar. Entonces dije que necesitamos gente con mayor experiencia, cuadros y se pensaba en el Che” (entrevista, Elías, 20/08/2008). Milciades Ruíz (entrevista, Ruíz, 21/06/2008) dice que durante uno de sus viajes a Cuba, Juan Pablo Chang “se comprometió a traer al Che al grupo de Ayacucho, a la guerrilla de Ayacucho. Entonces él regresa en enero 1966 más o menos, y me dice:
―El Che se viene con nosotros.
Pero eso fue un arreglo antes de que caiga la guerrilla de Ayacucho.”[14]
        Los cubanos respondieron favorablemente a la solicitud de enviar internacionalistas. En marzo de 1966, de acuerdo con la información que manejaba Alaín Elías en ese entonces, guerrilleros cubanos habían llegado a la ciudad de Arica (Chile) con el objetivo de reforzar el frente guerrillero en Ayacucho (entrevista, Elías, 21/05/2003; 20/08/2008). Alaín Elías (entrevista, Elías, 20/08/2008: “Sorpresivamente leí en el periódico que se había capturado a Héctor Béjar. Para mí, eso no tenía sentido porque para mí él estaba arriba. Cuando me conecté con la organización, resulta que efectivamente -Héctor Béjar- se había puesto en contacto con la organización. Lo iban a recoger para ponerlo en una casa clandestina, pero él estaba en la casa de una persona amiga de él que yo no conocía y ahí lo capturan. Entonces viene un desconcierto. En ese momento llega también la información que los cubanos ya están en Arica. […] Julio Dagnino va por allá, para Arica, y me dice que están aquí pero están cambiando por la caída de Héctor y se van a Bolivia. […] Los cubanos nos piden que reforcemos lo que se estaba organizando en Bolivia. Entonces Julio va para Bolivia y mandamos todo un equipo a Puno y a Bolivia. La presencia de cubanos en Arica es confirmada también por el hecho de que allá Juan Pablo Chang habría recibido dinero de José María Martínez (Papi). Luego, una persona con el nombre de Gallardo (Bolas) fue encargada de llevar este dinero a Lima (Presencia, 1968: 14).[15]
        El 29 de julio 1966, Harry Villegas (1997: 34-35) escribió en su diario: “Informamos a Sánchez, el compañero peruano que sirve como agente de enlace entre nosotros y Chino, de la decisión de nuestro gobierno de comenzar la lucha, primero en Bolivia y después en el Perú. Le explicamos el hecho de que, por el momento, las condiciones son mejores en Bolivia, comenzando por la forma en que se han desarrollado las cosas en su país que dieron al traste con la lucha armada allí (la muerte de De la Puente, la prisión de Calixto -Héctor Béjar-, la desaparición de Lobatón, etcétera. Él comprendió perfectamente las cosas. Le pedimos que continuara colaborando con nosotros, que su organización envíe hombres como está previsto para ser adiestrados aquí, que ellos participarían con los bolivianos en algunas de las acciones y posteriormente formarían el núcleo de las guerrillas en su país, junto con algunos de nuestros compatriotas.” El 6 de agosto escribió (Villlegas, 1997: 38-39): “Llegan dos compañeros peruanos con mensajes de Chino que dice que no comprende el motivo por el que le da prioridad a Bolivia. Piensa que ellos, aún cuando están trabajando lentamente, han tomado la decisión de comenzar la lucha y que cualesquiera que fuesen las condiciones para esta que estuvieran faltando, ellas serán creadas. (La verdad es que, a nuestro juicio Ramón -Che Guevara- no puede ir allí, hay muchas cosas que deben ser aclaradas, tales como la captura de Calixto, la muerte de De la Puente, la desaparición de Lobatón y la captura de Gadea. Parece, por la forma en que van las cosas, como si Calixto se hubiese entregado, por intermedio del médico, tal vez a condición de que ellos garantizaran su vida.).” El 10 de septiembre anotó (Villegas, 1997: 53): “En nuestro anterior informe pedimos orientación sobre la forma cómo resolver la cuestión de Perú. A la vez que informamos, hemos procedido a informarle a Sánchez a los efectos que le hiciera llegar al Chino el cambio de bola* le reiteramos nuestra decisión de seguirle ayudando en un plano secundario con relación a la cosa boliviana. El Chino contestó, accediendo a que Sánchez colaborase con nosotros en el Plan de Bolivia, pero a la vez nos hizo patente su opinión y decisión de trabajar, nos manifestó que aunque los trabajos habían ido lentos, se realizaban con paso firme, que su organización se mantiene en la decisión de ir a la lucha armada cueste lo que cueste.”
La elección de Bolivia no fue al azar. Inti Peredo (1970: 29) escribe en su libro Mi campaña con el Che, que el Che escogió Bolivia porque “está ubicado en el corazón del cono sur de nuestro continente, limitaba con cinco países que tienen una situación política-económica cada vez más crítica, y su misma posición geográfica la convierte en una región estratégica para irradiar la lucha revolucionaria a las naciones vecinas.”[16] Durante las conversaciones con el Che, el 31 de diciembre de 1966, el Che le habría explicado, según Mario Monje (1968: 2), “que su intención inicial era comenzar la lucha en otro lugar o país, pero que había llegado a la conclusión de que Bolivia ofrecía buenas condiciones […] que tal situación permitía crear un foco guerrillero, un foco revolucionario, impulsor de las luchas del pueblo, pues la guerrilla tendría la virtud de aglutinar a las fuerzas antiimperialistas y de arrastrarlas a la lucha armada; que el desarrollo de la lucha y la intervención abierta del imperialismo y de otras fuerzas extranjeras permitirían crear nuevos focos en otros países, generalizándose de ese modo la lucha guerrillera en el continente; […].”
La guerrilla boliviana fue construida en el sur del país, cerca de la frontera con Argentina. Che no ha participado en los viajes de reconocimiento, necesarios para la determinación de la zona de acción. Sin embargo, antes de que esta fuera decidida, el Che ha señalado reiteradamente que en el norte, cerca de La Paz, tenía que adquirir una finca. Esta región (Alto Beni), donde en septiembre de 1966 Régis Debray fue enviado para hacer un estudio geográfico y político y lo que el Che recibió justo antes de su partida, está a la altura del departamento peruano de Puno donde, en el mismo periodo, militantes del ELN estaban construyendo un frente guerrillero (Debray, 1978: 88-91).[17]
En los primeros meses de 1966 se buscaba una finca cerca de la localidad de Caranavi, que está alrededor de 3 horas de distancia de La Paz. La finca tenía que funcionar como un escondite y un centro de entrenamiento para guerrilleros que vinieron desde Cuba y estaban en camino al Perú (Rodríguez, 2007: 85; Vázquez-Viaña, 2008: 266). En 1965, otro grupo de peruanos fueron enviados a Cuba para recibir una capacitación política y militar (entrevista, Elías, 21/05/2003; 01/09/2008; entrevista, Pérez, 16/06/2008). Los planes para la compra de una finca no se realizaron (Soria, 2005: 235, Vázquez Viaña, 2008: 305).[18]
Los meses pasaron y aún no era determinado dónde se establecería la guerrilla. Esta situación duró hasta septiembre. Che insistió en la región cerca del departamento de Puno y envió a Alberto Fernández (Pacho) a Bolivia con un mensaje, de fecha del 3 de septiembre, diciendo que él ha escogido la región de Alto Beni (Caranavi) (Villegas, 1997: 47). Según el cubano Daniel Alarcón (Benigno), uno de los sobrevivientes de la lucha guerrillera en Bolivia, los entrenamientos de preparación en Cuba apuntaban a que lucharían en el Alto Beni. Los cubanos recibían clases en el idioma quechua para comunicarse con los indígenas que vivían allí (O’ Donnell, 2003: 388).[19] En la región donde finalmente se inició la lucha, no se hablaba el quechua (Debray, 1978: 86). Entonces, se podría concluir que el Che no había planeado empezar la guerra de guerrillas en el departamento de Santa Cruz.
El 6 septiembre se lee en el diario de Harry Villegas (1997: 49) que hubo un plan para comprar una finca en Alto Beni.[20] Cuatro días más tarde él informó al Che que en los alrededores de Santa Cruz existían las mejores oportunidades para la guerrilla (Villegas, 1997: 51-52). Caranavi no cumplió con los requisitos porque, cerca de la finca que se iba a comprar, unidades del ejército estaban construyendo una carretera (Villegas, 1997: 60). Según Manuel Piñeiro, la opción de Alto Beni significaría que el Che debería permanecer más tiempo en Cuba y el Che creía que si él esperaba mucho tiempo, aumentarían las posibilidades de que los planes se filtraran y eso tendría como resultado de que el proyecto de la guerrilla continental podría peligrar (Gálvez, 2004: 72). José María Martínez, que regresó a Cuba en octubre de 1966, presentó sus dudas al Che acerca de la zona sur de Santa Cruz (Ñancahuazú). Sin embargo, el Che no encontró los argumentos para postergar su contribución a la lucha. Según él, Ñancahuazú era una zona adecuada para largos entrenamientos. En Alto Beni se podría construir un segundo frente guerrillero (Kalfon, 1997: 250).
Varios guerrilleros cubanos confirman que no era la intención combatir en la región de Ñancahuazú. Según Leonardo Tamayo (Urbano), el Che habría constatado que Ñancahuazú no cumplió con los requisitos guerrilleros. Ñancahuazú fue considerado como el campamento base para los combates que lejos de allí tendría que llevarse a cabo (O’ Donnell, 2003: 329). Harry Villegas señala que la verdadera lucha guerrillera debía empezar en Alto Beni (Gálvez, 2004: 112).[21] También el boliviano Rodolfo Saldaña, que trabajaba en la red urbana de la guerrilla, confirma que la lucha tenía que hacerse en la región de Alto Beni. Ñancahuazú sirvió como una base de soporte (Gálvez, 2004: 106).[22] En octubre de 1966, Rodolfo Saldaña compró una hacienda en Alto Beni (Gálvez, 2004: 76; Villegas, 1997: 66).[23]


5. La construcción del frente guerrillero en el departamento de Puno

El proyecto guerrillero en la provincia de Sandia, ubicada en el departamento de Puno, limítrofe con Bolivia, tuvo una relación mucho más fuerte y más directa con Cuba, y con el Che en particular, que con los planes guerrilleros de las etapas anteriores del ELN. En el período 1961-1963, los cubanos dieron todas las facilidades para que el ELN empezara con éxito la lucha guerrillera: entrenamiento, dinero, armas, apoyo logístico, etcétera. En los años 1963 a 1965, el apoyo fue principalmente al nivel de coordinación. En su tercera fase, el ELN fue completamente acogido en el proyecto guerrillero continental iniciado por Cuba. Héctor Béjar (entrevista, 07/04/2003) sostiene que en los años 1966-1967 “la estrategia del ELN, ya en esa momento, era una estrategia muy latinoamericana, era muy internacional”.
        En el Diario del Che se encuentran pasajes que describen esta “nueva” relación entre el ELN peruano y su organización hermana en Bolivia. El 27 de noviembre de 1966 está escrito lo siguiente: “El Chino está en Bolivia y quiere mandar 20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao” (Guevara, 1977a: 30). El 28 de noviembre anota: “Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones” (Guevara, 1977a: 30). El 2 de diciembre él anotó: “Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos peruanos del Titicaca” (Guevara, 1977a: 32).
La oferta de Juan Pablo Chang para enviar 20 peruanos no era un número fantasioso. Hubo realmente un grupo de aproximadamente veinte personas afiliadas al ELN que recibían una formación política y militar en Cuba. Estos revolucionarios deberían ir al frente guerrillero que se estaba construyendo en Puno o en Bolivia (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Durante la visita de Juan Pablo Chang a Cuba en enero de 1967, se le dijo que 30 peruanos podrían recibir un entrenamiento guerrillero (Soria, 2005: 239).
Uno de los peruanos que se entrenó en Cuba fue Igor Calvo. En 1966 partió a Cuba y allí estaba en un campamento internacional. Además de militantes del ELN, también había gente de las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) peruano (entrevista, Calvo, 07/08/2008; entrevista, Samaniego, 16/09/2009).
Al frente guerrillero en Bolivia se juntaron al final solamente dos miembros del ELN: Lucio Galván y Restituto José Cabrera. Lucio Galván (Eustaquio) fue parte de los estudiantes becados que había viajado a Cuba en 1962. Después del debacle en Puerto Maldonado, trabajó en la red urbana del ELN en Lima y más tarde siguió en La Habana otro curso político-militar (correspondencia, Lama, 26/07/2009). Lucio Galván murió en combate el 14 octubre de 1967. Restituto Cabrera trabajó después de su estudio de medicinas en la Universidad de Buenos Aires, poco tiempo como médico en Argentina. En algún momento se trasladó a Cuba para trabajar en un hospital en Santiago de Cuba. El 14 febrero de 1967 llegó en compañía de Lucio Galván y Juan Pablo Chang al campamento de Ñancahuazú. El 3 septiembre de 1967 fue asesinado (Alvis, 2007; Blaquier, 1998: 107, 109-110). Juan Pablo Chang, el tercer peruano que participó en la guerrilla del Che, nunca tuvo la intención de combatir en Bolivia. Durante su segunda visita al campamento guerrillero la lucha estalló (23 marzo de 1967) y ya no podía salir. Juan Pablo Chang fue asesinado el 9 de octubre de 1967. El grupo de internacionalistas peruanos se completó con dos militantes del ELN que trabajaron en la red urbana: Julio Dagnino y Néstor Guevara.[24] Julio Dagnino colaboró con José María Martínez y Harry Villegas, y fue la persona de contacto de Juan Pablo Chang y del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) (Estrada, 2005: 303).
El frente guerrillero que fue construido en la provincia de Sandia estaba bajo la dirección de Milciades Ruíz (entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Li, 22/06/2008; entrevista, Márquez, 23/06/2008; entrevista, Pacheco, 28/06/2008, entrevista, Elías, 01/09/2008). Juan Pablo Chang tenía la dirección general. Antonio Li (entrevista, 22/06/2008): Después de la caída de Héctor en Lima, me llaman de nuevo para hacer un trabajo. La sorpresa fue que el responsable era el chino Juan Pablo Chang. Ahí conocí Juan Pablo Chang, fue la primera vez que lo vi. Nunca he escuchado de él o quién era. Me llamó la atención que era un chino. Un chino gordo, corto de vista, con unos lentes muy gruesos”. El objetivo de la guerrilla era, según Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008), para “servir de apoyo y como un corredor con el Che; o sea, un corredor estratégico con la guerrilla del Che. Porque el Che no se iba a alzar en esa zona -en el sur de Bolivia debajo de la ciudad de Santa Cruz- sino cerca de la frontera con el Perú, en esa selva -Alto Beni-. Entonces como una parte de la estrategia se abre el frente de Puno”. Además, el líder del frente guerrillero de Puno escribió (correspondencia, Ruíz, 28/06/2008) que “esta misión tenía como objetivo establecer un corredor secreto entre la selva peruana y la selva boliviana, abriendo una ruta hacia el lugar denominado Apolo, en Bolivia. Este corredor sirvió de escape temporal de la guerrilla al entrar en acción en Puno y la consiguiente represión. Al mismo tiempo, era una ruta de escape táctico para la guerrilla que estaba armando el Che en Bolivia. Aunque después el Che cambió su zona de alzamiento en Bolivia, los trabajos de preparación, equipamiento y alzamiento continuaron en la selva de Tambopata porque se mantenía en pie el resurgimiento del ELN en Puno”. Alaín Elías (entrevista, 21/05/2003): “Mandamos cuadros a Bolivia para que apoyaran a la guerrilla del Che. […] De tal manera que nuestros cuadros que se estaban entrenando en Bolivia con el Che, pudieran regresar y apoyar a lo que íbamos a comenzar en Puno”.
        La construcción del frente guerrillero en Puno nunca ha podido desarrollarse realmente. Hubo solo 5 o 6 guerrilleros disponibles para el trabajo, el resto estaba en Bolivia o en Lima (entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista Li, 22/06/2008; entrevista, Elías, 01/09/2008). En ese entonces, el ELN tenía unos 30 militantes (entrevista, Ruiz, 21/06/2008). Frecuentemente, Milciades Ruíz criticaba a sus camaradas en Lima porque contribuyeron muy poco a la construcción del nuevo frente en Puno y usaron muchos pretextos para no ir allá (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Milciades Ruíz (correspondencia, 28/06/2008) escribe: “En 1966, cuando el compañero Chang fue al encuentro con el Che, prolongó su estadía hasta llegar a perder contacto con el ELN y por último, terminó quedándose en el campamento de la guerrilla boliviana. Como consecuencia, la red urbana en el Perú se quedó sin dirección. Yo estaba trabajando en el foco guerrillero del valle de Tambopata pero necesitaba coordinar con el compañero Chang. Ante estas circunstancias los más antiguos de la red formaron una dirección colegiada para adoptar decisiones ante la ausencia de Chang, entre los que estaban Alaín Elías, Gonzalo Manrique, Vladimiro Gallegos, Fortunato Silva, Juan Gómez, Antonio Li, Edilberto Márquez y yo, que era el único que estaba en el monte trabajando para el resurgimiento de la guerrilla del ELN. La dirección colegiada se reunía para analizar la situación y tomar decisiones pero surgieron discrepancias y como a excepción mía, todos querían seguir en Lima, disfrutando de las comodidades de un trabajo urbano sin riesgos”.
        Críticos al funcionamiento del ELN peruano también venían del lado cubano. En un mensaje de Juan Carretero al Che, de fecha 13 de junio de 1967, se lee: “Peruano Cápac -Milciades Ruiz-, responsable ELN trabajo preparatorio núcleo guerrillero en Puno, llegó -a Cuba- esta fin realizar acuerdo, pues estaban sin contacto con El Chino y sin información. Le explicamos importancia guerrillas de Bolivia sin detallar composición, dirección, expresándole su contenido estratégico. Explicamos Chino contacto guerrillas fin establecer acuerdos y Sánchez ayuda en tareas de apoyo. Se le dieron -los cubanos- 25 mil dólares para envío 20 hombres esta y continuar trabajo foco. En La Paz Sánchez tiene 48 mil que quedan de lo llevado por el Chino, según informa Cápac a quien planteamos no tocar ese dinero; que había que esperar acuerdos Chino-guerrillas y dejar a Sánchez situación actual” (Soria, 2005: 240). El 30 de junio de 1967 el Che Guevara (1997a: 147) escribe que “recibió un mensaje de Cuba en que explican el poco desarrollo alcanzado por la organización guerrillera en el Perú, donde apenas tienen armas y hombres, pero han gastado un dineral […]”.
        La cantidad de guerrilleros en Puno fue solo un pequeño porcentaje del total de personas que en ese entonces militaban en el ELN. Por tanto, Milciades Ruíz empezó a buscar exmilitantes de la organización quienes por diversos motivos habían salido del frente guerrillero Javier Heraud en Ayacucho antes del inicio de los combates. Hubo conversaciones con los militantes del ELN Horacio Juárez y Chiquitico, pero mientras Horacio Juárez desapareció cuando Miliciades Ruiz pidió su participación en la guerrilla de Puno, Chiquitico respondió negativamente a la petición de Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008).[25] Chiquitico (entrevista, 10/08/2008): “Cápac -Milciades Ruiz- vino a mi casa en Chiclayo y me dijo:
―Jorge alístate, nos vamos.
Yo le digo:
―Dime de qué se trata.
No me quiso decir, me dijo:
―Jorge, nos vamos y tú tienes que confiar.
Yo le dije:
―Si no me dices de qué se trata, no te acompaño.
Únicamente me dijo que era una cosa grande”.
Según parece, el ELN ha hablado con gente del comité de Puno del Partido Comunista Peruano–Bandera Roja (PCP-Bandera Roja). El grupo Cahuide, una fusión del aparato político y militar del Comité Regional de Puno de los comunistas orientados a China, habría estado dispuesto a tomar parte en el proyecto guerrillero del ELN. Omar Benavides, miembro de Cahuide, habría hecho un reconocimiento del terreno en Sandia. La cooperación, sin embargo, no llegó a más porque, según cuenta Omar Benavides, el grupo no vio muchas perspectivas. Cahuide consideraba que la dirección del ELN en Puno no tenía las capacidades para organizar la lucha guerrillera; además, no estaba dispuesto a hacer expropiaciones para financiar la lucha guerrillera (entrevista, Benavides, 13/02/2011).
La falta de recursos humanos significó que la construcción del frente se estancó al nivel de hacer depósitos de armas y de alimentos y de explorar el área. Recorrieron la zona fronteriza con Bolivia hasta la ciudad de Reyes y trasladaron armas y municiones de Bolivia al Perú (entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista Li, 22/06/2008; entrevista, Pacheco, 28/06/2008; entrevista, Elías, 01/09/2008). Según Milciades Ruíz, solamente hacían actividades de carácter militar (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). [26] Antonio Li (entrevista, 22/06/2008) señala, sin embargo, que también hubo un trabajo político. Se distribuyeron volantes en las universidades de Cuzco y pintaron consignas en las paredes.
Los intentos para crear un frente guerrillero en el departamento de Puno no ha quedado desapercibida por la inteligencia militar DINTE. En un documento secreto del 18 enero de 1968, se decía lo siguiente: “Durante el primer semestre de 1967, las actividades subversivas en el campo se caracterizaron por una intensa labor de organización de grupos particularmente en Paucartambo, La Convención, Manu, La Mar, Carabaya-Sandia y en menor grado en la zona central y norte del país, realizada por el MIR, ELN y FALN. Dicha actividad se desarrollaba paralelamente con el movimiento del SE de “Bo” -Bolivia-, al parecer en forma coordinada y evidentemente alentada por los éxitos iniciales de las guerrillas en ese país” (Comandancia General del Ejército DINTE, 1968: 3).
Los trabajos logísticos tomaron todo el tiempo. Las armas y las municiones que venían de Bolivia fueron introducidas por etapas. Primeramente las trajeron a un determinado lugar directamente pasando la frontera con Perú. Luego, frecuentemente cargados por los mismos guerrilleros -a pie y por las montañas-, fueron trasladadas hacia el interior del departamento de Puno. De esta manera, se crearon una serie de depósitos de armas entre el departamento boliviano de La Paz y de la provincia peruana de Sandia. La idea era que los depósitos pudieran ser utilizados tanto por la guerrilla peruana como la boliviana (entrevista, Li, 22/06/2008; entrevista, Pacheco, 28/06/2008; entrevista, Calvo, 07/08/2008).[27]
        La imposibilidad de apoyar con acciones armadas a la guerrilla en Bolivia y construir el frente guerrillero en Puno, incrementó las discrepancias entre el líder de la guerrilla en Puno y los militantes que trabajaron en Lima. Antonio Li (entrevista, 22/06/2008): “Yo tuve discusiones ahí con el compañero Cápac. Él era de la idea de levantarse en Puno, tenía ciertas divergencias con la gente de la ciudad. Él conversaba conmigo y decía:
―Vamos a levantarnos.
Él quería levantarse hasta con diez hombres. Entonces comenzó a explorar el terreno de Puno por el lado de la selva. Yo nunca llegué por allá. Solamente estuve en Puno y en la ciudad de Juliaca. […] Él despreciaba a los de la ciudad, él decía:
―Son comemierdas, no trabajan, no hacen nada. Vamos a levantarnos― me decía.
Yo en cierta forma decía:
―Bueno, vamos a levantarnos, para eso estamos acá, pero no tenemos que ser tan imbéciles de levantarnos con diez personas porque ni siquiera hay una capacidad de fuego, ni hay cómo defenderse, no hay nada.
Militarmente, levantarse con diez personas es como formar un grupo de bandoleros, no una guerrilla. Yo pienso que una guerrilla tiene que tener por lo menos veinte personas como mínimo, para apoyar algo, para tener un cuerpo guerrillero”.
El grupo en Lima se ocupaba principalmente con actividades de propaganda y de reclutamiento de nuevos miembros en las universidades y en los sindicatos. También participaron en reuniones políticas públicas (entrevista, Pérez, 16/06/2008; entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Márquez, 23/06/2008).
Entrevista con Hildebrando Pérez, 16 de junio del 2008; Entrevista con Milciades Ruíz, 21 de junio del 2008; Entrevista con Edilberto Márquez, 23 de junio del 2008). Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008): Cuando Juan Pablo se hace cargo de la red urbana, él desarrolla un trabajo político amplio. Sacó un periódico que se llamaba Masas, comenzaba a sacar publicaciones, boletines, textos marxistas y hacer trabajos a mimeógrafo. Los otros miembros de la red urbana estaban felices porque cómodamente participaban en una tarea; no les gustaba ningún riesgo”.
El 9 octubre de 1967, el Che y Juan Pablo Chang fueron asesinados. Sus muertes anunciaron el fin del ELN peruano. Aunque fue tan solo en los primeros meses de 1971 que se disolvió la organización guerrillera -después de la liberación de Héctor Béjar el 24 diciembre de 1970- el grupo se fragmentó rápidamente después de la muerte del Che Guevara y de Juan Pablo (entrevista, Béjar, 07/04/2008; 14/06/2008).
Antes del fracaso boliviano, el ELN había enviado, nuevamente, un contingente de unos 12 revolucionarios a Cuba para ser capacitados en las tácticas y la estrategia de la guerra de guerrillas. Estos no fueron los 20 guerrilleros que Juan Pablo Chang prometió al Che Guevara. El grupo de 12 salió después a Cuba (entrevista, Elías, 01/09/2008). Entonces, el ELN tenía un total de 32 personas que fueron entrenadas o se habían entrenado en Cuba. Eso podría haber sido un muy bueno refuerzo para la guerrilla boliviana o también un número razonable para crear un foco en Puno. En 1965, la organización en Ayacucho llegó justo a un poco más de 20 combatientes.
Tras el asesinato de Juan Pablo Chang se formó una nueva dirección. Milciades Ruíz fue comandante general (entrevista, Pérez, 16/06/2008; entrevista Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Li, 22/06/2008). Ahora, el énfasis fue puesto definitivamente en las preparaciones militares en el departamento de Puno (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Milciades Ruíz (entrevista, Ruíz, 21/06/2008): Yo rompí con el estilo de trabajo que tenía Juan Pablo Chang. [...] Cuando yo me hago cargo, eso se acabó -dar preferencia a las actividades urbanas-. Acá todo el mundo a trabajar para la guerrilla”.
La continuación de la guerrilla habría sido apoyada por las autoridades cubanas (entrevista, Elías, 01/09/2008). Un mes después de la muerte del Che Guevara y de Juan Pablo Chang, la construcción del frente en Puno fue parado. Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008) relató lo siguiente: “Al caer el diario del Che en manos del enemigo, caía también la información de que había un frente en Puno a cargo de Cápac. […] Después la policía comenzó a indagar y recién se supo que Cápac era Milciades Ruiz, pero antes no sabían. Entonces, delatado nuestro lugar, el enemigo iba a ir a toda esta zona porque ya tenía la información. Como cayó la guerrilla del Che, que era la parte principal, entonces nosotros por medidas de seguridad suspendimos las operaciones en Puno”.

6. Conclusiones

Che Guevara fue un internacionalista. El consideraba que la lucha guerrillera continental en América Latina no solo era esencial para la supervivencia de la Revolución Cubana, sino para cualquier intento que tenía como objetivo liberar América Latina del yugo imperialista. Según el Che, el imperialismo estaba preparando la represión de los pueblos latinoamericanos. Esta represión continental debería ser respondida por una lucha guerrillera continental.
Se debería levantar un frente guerrillero continental que debería ser capaz de combatir eficazmente el imperialismo y sus aliados internos. Este frente tenía que estar conformado por varias organizaciones guerrilleras que, si bien actuando individualmente, podrían contar con un cierto nivel de coordinación continental.
Se puede argumentar que el proyecto guerrillero continental del Che se inició en 1965 con el intento de internacionalizar el ELN peruano. Se propuso, y se acordaron, que Guevara y los internacionalistas cubanos reforzarían la lucha guerrillera dirigida por el ELN en el departamento de Ayacucho. La derrota del ELN en diciembre de 1965 instó al Che a cambiar su punto de partida.
Las relaciones entre Guevara y el ELN peruano date desde principios de la década de 1960 cuando se fundó esta organización guerrillera en Cuba. De hecho, desde su fundación el ELN peruano fue apoyado por el gobierno cubano. Por lo tanto, su inserción en el proyecto guerrillero continental del Che no es sorprendente.
En el sur de Bolivia se estableció una base guerrillera continental que tenía que funcionar, principalmente, como un centro de formación. La lucha debería llevarse a cabo en el centro y en el norte de Bolivia. Aunque Guevara cambió el sitio para el inicio de la lucha guerrillera continental, el ELN peruano mantuvo su papel clave dentro del proyecto. Un nuevo frente guerrillero que se establecería en el sur de Perú, en el departamento de Puno, podría tener ayuda de los internacionalistas cubanos.
La importancia del ELN peruano en el proyecto guerrillero continental del Che puede evidenciarse por, en primer lugar, la intención de Guevara para participar en la lucha guerrillera en 1965 en el departamento de Ayacucho. Las discusiones acerca de la ubicación del frente guerrillero en Bolivia forman la segunda evidencia. Se puede sustentar que estas conversaciones apuntaban a zonas cercanas a la frontera con Perú. De hecho, no se tenía la intención de iniciar la guerra de guerrillas en el sur de Bolivia sino en el departamento de Alto Beni, cerca de la frontera de Perú, o en el departamento de Cochabamba, en el centro del país. La tercera y cuarta indicación es la participación de militantes del ELN peruano en la guerrilla boliviana dirigida por el Che Guevara y el apoyo financiero como también las facilidades de entrenamiento ofrecidas por las autoridades cubanas con el fin de construir un frente guerrillero en el departamento de Puno. Por último, la quinta prueba que evidencia la importancia del ELN peruano en el proyecto guerrillero continental del Che es el trabajo del ELN peruano para establecer un corredor logístico y depósitos de alimentos y de armas entre el departamento de Puno y el supuesto frente guerrillero en el departamento de Alto Beni, en Bolivia.
En su biografía sobre el Che, Anderson (636-637, 2010) se refería a “la polémica sobre cuál era el destino verdadero de la siguiente ─y última─ empresa guerrillera del Che”. Para este artículo no ha sido posible acceder a los archivos militares cubanos. Con el fin de obtener un conocimiento completo de los esfuerzos de Guevara para establecer un frente guerrillero continental, consideramos que es necesario que se abran estos archivos para la investigación.
A pesar de la “polémica” como mencionó Anderson, este artículo ha demostrado que el destino de Guevara fue la creación de un proyecto guerrillero con dimensiones continentales. El ELN peruano jugó un papel clave en este proyecto, aunque, al final, el Che no participó personalmente en la guerrilla peruana en el departamento de Ayacucho.
En este artículo se ha puesto de manifiesto las estrechas relaciones militares entre el ELN peruano y boliviano. Aunque, debido a una variedad de razones, ha sido muy difícil para levantar un frente guerrillero en Puno y la lucha en Bolivia se inició antes de que la base guerrillera en Puno fue realmente establecida, la historia contemporánea del Perú y de Bolivia podría haber sido diferente si las preparaciones en Puno se habían terminado antes de que el Che y Juan Pablo Chang fueron asesinados.

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Entrevistas exmilitantes del ELN

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Entrevista exmilitante del FALN

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Entrevista exmilitante grupo Cahuide

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Entrevista exmilitante del MIR

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Correspondencia exmilitantes del ELN

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[1] Ver también: Furiati (2006: 50). Che Guevara estaba convencido, según Harry Villegas, de que el Ejército de los Estados Unidos intervendría y eso consideraba como uno de los objetivos de la lucha guerrillera (Waters y Madrid, 1997: 20).
[2] Según Harry Villegas, la investigación de Regis Debray consistía en la elaboración de mapas de la zona, tomar fotos, analizar las condiciones socioeconómicas y políticas, y debía hacer una lista de posibles simpatizantes y colaboradores (Gálvez, 2004: 72).
[3] Regis Debray no dejó en claro en qué se estaba basando. En un mensaje del Che a Fidel Castro que debió ser escrito en el período del 10-19 de abril de 1967, el Che señaló que en las proximidades del río Chapare, ubicado en el norte de Cochabamba, se organizará un segundo frente (Soria, 2005: 233). En su resumen del mes de abril de 1967, el Che escribió, tras la muerte de Eliseo Reyes (Rolando), que había pensado dar a Rolando la dirección de un posible segundo frente guerrillero (Guevara, 1977a: 115). En una reunión, el 28 de septiembre de 1966, en que participaron Mario Monje, José María Martínez y Harry Villegas, se habló sobre las posibles cuatro zonas guerrilleras: Alto Beni, Yungas, Cochabamba y Santa Cruz. En una de estas regiones debía comenzar la guerrilla (Villegas, 1997: 62).
[4] Según Harry Villegas, el proyecto revolucionario del Che Guevara se centró en Bolivia, Perú y Argentina (Del Carmen Garcés, 2009: 47).
[5] Ver también: Anderson (1997: 643); Del Carmen Garcés (2007: 576).
[6] Ver también: Gott (1973: 495).
[7] Según Drago (2007: 199-216), exmiembro del ELN de Argentina, recién en 1969 este ELN, en estrecha colaboración con su organización hermana de Bolivia, inició las acciones. Al final de 1970, la organización se habría desarticulado. Ver Cano (2011: 70-87) para un esbozo sobre la guerrilla argentina en los años 1966 y 1967.
[8] Según Ricardo Gadea (entrevista, 01/05/2003), exmiembro del Comité Central del MIR, no solamente los miembros del ELN fueron invitados a participar en la guerrilla boliviana, sino también esta propuesta fue presentada al MIR. La difícil situación en que se encontraba el MIR, hacía imposible su participación.
[9] Ver también: Del Carmen Garcés (2009: 21-22).
[10] Ver también: Gleijeses (2007: 336-337).
[11] Héctor Béjar no fue detenido en marzo sino en febrero.
[12] Está confirmado que José María Martínez (Papi) fue al Perú. Héctor Béjar (entrevista, 02/06/2003) dice: “Estando yo en prisión aquí, mi esposa, que ya murió, me visitó en la prisión y dijo:
―Oye, Papi te manda saludos.
Papi le decíamos al compañero Tamayo que también murió con el Che. Papi era su sobrenombre. Entonces, él había estado aquí en Lima, con Juan Pablo Chang. Estoy hablando de 1966 más o menos.”
[13] Luis de la Puente no murió en noviembre, sino el 23 de octubre de 1965. Héctor Béjar fue detenido en febrero de 1966. Aún en diciembre de 1965, bajo su liderazgo, se estaba combatiendo en Ayacucho.
[14] Según el exguerrillero, Luben Petkoff, de las FALN de Venezuela, fue a finales de 1965 y principios de 1966 que invitaron al Che a venir para reforzar a los guerrilleros venezolanos. Che rechazó la invitación (Blanco, 1981: 149).
[15] Los nombres Gallardo y Bolas son seudónimos de un peruano cuya identidad es desconocida.
* La palabra ‘bola’ se traduce como ‘plan’.
[16] Ver también: Mayo (s.f: 64).Según la CIA, solo ya en base a razones geográficas sería entendible por qué Bolivia fue elegido como el punto de partida para la lucha guerrillera continental. Limita con cinco países y topográficamente era ideal para la guerra de guerrillas. Por otra parte, sin embargo, hubo inestabilidad política y económica crónica, el país tenía un movimiento obrero militante y los servicios de seguridad eran ineficientes (Gleijeses, 2007: 337).
[17] Harry Villegas y Manuel Piñeiro confirman la investigación de Régis Debray (Villegas, 1997: 60; Gálvez, 2004: 72).
[18] Según Rodríguez (2007: 85), en el periodo mayo/junio de 1966, se compraron una hacienda. González y Sánchez (1969: 52) escriben que a mediados de 1966 se compró una finca en Alto Beni.
[19] González y Sánchez (1969: 52) escriben que en Alto Beni se debía construir el núcleo revolucionario central. Gálvez (2004: 60). En base al censo de 1975 (el último censo había sido en 1950), se concluye que la lengua aymara se habla principalmente en los departamentos de La Paz, Oruro y en el norte de Potosí. El departamento de La Paz está situado al lado del Perú (departamento de Puno). Se hablaba quechua, sobre todo, en los departamentos de Cochabamba y Potosí. En la Amazonía, por ejemplo el Departamento de Beni, se hablaba principalmente español o lenguas originarias de esta área (Martínez, 1996: 14, 16-17, 22, 24). El hecho de que los guerrilleros cubanos recibían clases de quechua podría fundamentar el “planteamiento” de Régis Debray que Che quería montar un guerrilla en el departamento de Cochabamba.
[20]. El 4 octubre de 1966 habrían comprado dos haciendas (Vázquez-Viaña, 2008: 312).
[21] Ver también: A. Reyes, “Su ejemplo inmortal”, Verde Olivo (La Habana), No. 40, 7 de octubre de 1982, citado en Del Carmen Garcés (2009: 26).
[22] Ver también: Del Carmen Garcés (2009: 70, 74).
[23] También en Alto Beni se construyeron depósitos de armas (Gálvez, 2004: 313).
[24] Cabe señalar que había un tercer peruano que participó en la red urbana, su seudónimo era Mito. El autor ha sostenido varias conversaciones con Mito para que explique cuál era su rol en la red urbana. Lamentablemente, hasta ahora Mito se niega a relatar sus experiencias. El autor conoce la verdadera identidad de Mito, sin embargo, Mito pidió no revelarla. Eso ha sido respetado por el autor.
[25] Omar Benavides confirmó que el ELN en Puno tuvo una falta de “personal” (entrevista, Benavides, 13/02/2011). Benavides fue militante del grupo Cahuide (ver abajo).
[26] También Antonio Pacheco señala que no hubo un trabajo político. La construcción de la guerrilla en Puno era un asunto puramente militar (entrevista, Pacheco, 28/06/2008).
[27] Según Hildebrando Pérez, también habrían construido depósitos de armas cerca de las ciudades de Tacna y Lima (entrevista, Pérez, 16/06/2008).
CREACIÓN HEROICA