Voto en Blanco
Eduardo Ibarra
EN LA SEGUNDA
VUELTA ELECTORAL DEL 5 del presente el Frente Amplio no tiene candidato propio,
y, por esto, se encuentra en la necesidad de reflexionar su voto.
En la misma situación se encuentran las tendencias de izquierda que no
son parte de dicho frente.
¿Hay que votar por Pedro Pablo Kuczynski? ¿Por Keiko Fujimori? ¿Votar en
blanco? ¿Viciado?
Hay quienes proponen votar por PPK a efecto de impedir el ascenso al
gobierno de Keiko Fujimori, y hay, también, aunque en número muchísimo menor,
quienes proponen lo contrario.
Es decir, hay quienes creen que el mal menor es PPK, y hay quienes creen
que lo es KF.
Como cualquier elección, la segunda vuelta no es, en esencia, una
contienda entre personas sino entre clases y fracciones de clase; así, detrás
de PPK y KF, están dos facciones de la gran burguesía intermediaria del
imperialismo.
Por eso, en el fondo de las posiciones señaladas arriba, late la idea de
que un sector de esa burguesía es el mal mayor, y el otro sector es el mal menor.
Pues bien, en el libro El
“izquierdismo”, enfermedad infantil del izquierdismo, Lenin señaló: “… del
hecho de que la mayoría de los obreros de Inglaterra siga todavía a los Kerenski
o a los Scheidemann ingleses, de que no haya conocido aún la experiencia de un
gobierno formado por esos hombres –experiencia que ha sido necesaria tanto en
Rusia como en Alemania para que los obreros pasaran en masa al comunismo–, se
deduce de modo indudable que los comunistas ingleses deben participar en el
parlamentarismo; deben ayudar a las masas obreras, desde dentro del parlamento,
a ver en la práctica los resultados del gobierno de los Henderson y los Snowden;
deben ayudar a los Henderson y los Snowden a vencer la coalición de Lloyd
George y Churchill. Proceder de otro modo significa dificultar la obra de la
revolución, pues si no se produce un cambio en el modo de pensar de la mayoría
de la clase obrera, la revolución será imposible. Y ese cambio se produce con
la experiencia política de las masas, nunca con la propaganda sola. La consigna
de ‘¡Adelante, sin compromisos, sin desviarse del camino’! es errónea a todas
luces, si quien habla así es una minoría de obreros, impotente a ciencia
cierta, que sabe (o, por lo menos, debe saber) que dentro de poco tiempo, si
Henderson y Snowden triunfan sobre Lloyd George y Churchill, la mayoría perderá
la fe en sus jefes y apoyará al comunismo (o, en todo caso, adoptará una
actitud de neutralidad y, en su mayor parte, de neutralidad benévola respecto a
los comunistas” (OE en doce tomos,
t.XI, p.65).
Como se ve, en condiciones en que en la lucha electoral la fuerza
proletaria, de clase, tiene una influencia entre las masas trabajadoras menor a
la de la democracia pequeño burguesa (el Partido Laborista en la cita), Lenin
plantea que puede y debe votarse por los Henderson y los Snowden (conspicuos
dirigentes de dicho partido) a fin de, por una parte, evitar la victoria de los
dos partidos de la burguesía inglesa (liberales y conservadores, Lloyd George y
Winston Churchill respectivamente), y, por otra, para desarrollar la conciencia
de las masas trabajadoras.
He ahí la esencia de la táctica leninista: facilitar que la propia
experiencia de las clases trabajadoras determine un cambio en su modo de
pensar; facilitar que su propia experiencia las lleve a abandonar la democracia
pequeño burguesa y a sumarse a la democracia proletaria.
Lenin señaló también: “El Partido Comunista propone a los Henderson y a
los Snowden un ‘compromiso’, un acuerdo electoral: marchamos juntos contra la
coalición de Lloyd George y los conservadores, repartámonos los escaños en el
Parlamento según el número de votos dados por los obreros al Partido Laborista
o a los comunistas (no en las elecciones, sino en una votación especial),
conservemos la libertad más completa de
agitación, de propaganda y de acción política. Si esta última condición es
imposible, naturalmente, aceptar el bloque, pues eso sería una traición. Los
comunistas ingleses deben defender y salvaguardar su más completa libertad de
desenmascarar a los Henderson y los Snowden, de la misma manera que la
defendieron y salvaguardaron (durante quince años, de 1903 a 1917) los
bolcheviques rusos con respecto a los Henderson y los Snowden de Rusia, esto
es, los mencheviques” (idídem, p.67).
Como se puede ver, las dos citas de Lenin constituyen una exposición
sucinta de su táctica revolucionaria.
Pues bien, en un artículo escrito por Ramón García el 13 de abril
del 2016,
pero firmado por Manuel Velásquez (hecho que
demuestra, una vez más, la falta de valor del mencionado autor para asumir con
su firma la responsabilidad de sus ideas), se apela a Maquiavelo para proponer
votar por PPK, pues, según se dice ahí, entre este candidato y KF, “Hay
matices, diferencias, contradicción. Tenemos que saber usar eso”, agregándose que
esta candidata “amenaza con arrasar con los derechos y libertades ciudadanas”, candidata a la cual juzga por la actuación de Alberto Fujimori: “la heredera
de la tiranía, la cómplice de los crímenes de lesa humanidad de su padre”.
Como conclusión de su artículo, García declara que “Con PPK podemos
conversar, nos podemos entender”.
Que KF sea
una amenaza para los derechos y libertades ciudadanas, no se deriva del hecho
de ser heredera de las atrocidades de su padre (la situación del país no es la
misma que aquella marcada por la guerra interna), sino de su condición de
representante de los intereses de la gran burguesía intermediaria del
imperialismo.
Ahora bien,
como García dice que KF es una amenaza en el sentido indicado, sugiere que PPK
no lo es, es decir, presenta a este candidato como el “bueno” de la película.
Pero, como
KF, PPK también es un representante de los intereses de la gran burguesía, y,
por lo tanto, igualmente es una amenaza para derechos y libertades.
La segunda
vuelta únicamente va a decidir la presidencia de la nación. Por lo tanto, la creencia
de García de que “nos podemos entender” con PPK, solo puede
comprenderse como que cree que con este candidato es posible un acuerdo sobre
derechos y libertades que tenga un resultado práctico.
La
afirmación de García encierra, pues, dos cosas: primero, su confianza a
ultranza en PPK (es decir en una facción de la gran burguesía); segundo, su no
asimilación de la experiencia electoral de las últimas décadas.
La moral de
la burguesía es la doblez. Por eso, Alberto Fujimori y Ollanta Humala engañaron
al pueblo peruano como lo engañaron.
Y, como es
de conocimiento general, los partidos de la izquierda electoral (de algún modo
hay que llamarlos), cayeron fácilmente en la trampa, sencillamente porque no
fueron capaces de ver que detrás de las personas hay clases sociales.
¿Qué podría
garantizar que PPK honre un acuerdo con la izquierda sobre los derechos y
libertades ciudadanas?
Nada, nada
en absoluto, pues los políticos burgueses utilizan también a Maquiavelo, y,
así, por ejemplo AF y OH, al prometer como candidatos e incumplir como
presidentes, actuaron maquiavélicamente.
Es decir,
los políticos burgueses aplican muy especialmente el principio maquiavélico de
que el fin justifica los medios.
Generalizando:
la burguesía utiliza a Maquiavelo en toda circunstancia y en cualquier marco, pero los marxistas sólo pueden utilizarlo en
determinadas circunstancias y en determinados marcos.
Esa es la
diferencia entre la moral política de la burguesía y la moral política del
proletariado.
Por lo tanto,
pretender utilizar a Maquiavelo en cualquier circunstancia y en cualquier
marco, es borrar la diferencia entre la moral burguesa y la moral proletaria.
Para
decirlo francamente, es caer en la moral burguesa.
Para saber
cuándo y dónde es posible utilizar a Maquiavelo, los marxistas tienen un
método: el análisis concreto de la situación concreta.
Ese es,
justamente, el método que sustenta las presentes notas.
La
experiencia enseña que cualquier acuerdo con PPK sería papel mojado, y, por lo
tanto, votar por su candidatura significaría votar a cambio de nada: el pueblo
no tendría garantizado ningún respeto a los derechos y libertades ciudadanas,
y, lo más importante, de dicho voto no resultaría ningún desarrollo de la
conciencia de las clases trabajadoras.
En
conclusión, la teoría del mal menor únicamente es viable cuando el compromiso o
el acuerdo es realizable realmente, prácticamente, lo que no es el caso si se
votara por PPK o por KF. En ambos casos el voto sería un desperdicio.
Pero hay
más. García disloca la segunda vuelta electoral del contexto general de la
lucha de clases. Extrapolando de dicho contexto la segunda vuelta, cree que
tiene sentido aquello de que “la neutralidad es la peor de las alternativas cuando
dos enemigos se enfrentan”.
Si eso
tuviera validez general, entonces, en USA por ejemplo, donde “matices, diferencias,
contradicción” diferencian al Partido Demócrata y al Partido Republicano, las
fuerzas proletarias, de clase, tendrían que votar cada vez por uno u otro de
tales partidos.
En
conclusión: es profundamente erróneo jugar con algunas afirmaciones de
Maquiavelo al margen de la situación concreta y haciendo a un lado la esencia
de la táctica leninista.
Esa es la
lección que arroja la experiencia de la lucha electoral de las últimas décadas.
Para
aprovechar la oportunidad electoral a efecto de desarrollar la conciencia de
los trabajadores, hay que decirles directamente que, no obstante los matices,
los dos candidatos en carrera representan los intereses de la gran burguesía
intermediaria del imperialismo.
La segunda
vuelta es una de esas circunstancias en que cobra vigencia el sentido esencial
de este juicio de Mariátegui: “El ‘problema del indio’, la ‘cuestión agraria’
interesan mucho más a los peruanos de nuestro tiempo que el ‘principio de la
autoridad’, la ‘soberanía popular’, el ‘sufragio universal’, la ‘soberanía de
la inteligencia y demás temas del diálogo entre liberales y conservadores” (7 Ensayos, pp.198-199).
Exactamente
como el maestro, que entendía que Maquiavelo no era aplicable en todas las
circunstancias y en todos los marcos, y que, por esto, no llamó nunca a votar
por Leguía para oponerse al civilismo (¡y esto en su tiempo de socialista a lo
Araquistain!), aquí y ahora sostenemos que, ante la inutilidad de cualquier
acuerdo con PPK (o con KF), lo que más le interesa a los trabajadores
conscientes es el problema de la tierra, la lucha contra el imperialismo,
etcétera, marco de cuestiones en el cual aparecen en primer plano dos altas
tareas: la Reconstitución del Partido de
Mariátegui (concreción de la conciencia proletaria) y la Construcción del Frente Unido del Pueblo
Peruano (desarrollo de la conciencia de las clases trabajadoras).
Como se
sabe, la táctica está al servicio de la estrategia, y, como está claro, hoy por
hoy la táctica de votar por uno u otro candidato de la burguesía, no abona el
desarrollo de la conciencia política de las clases trabajadoras, ni, por lo
tanto, el desarrollo de la lucha por el poder.
El camino
de la revolución no es, por cierto, un camino recto ni mucho menos: su desbroce
implica compromisos, acuerdos, zigzags, maniobras, repliegues, etcétera.
Pero una
cosa son esas tácticas útiles en la lucha del proletariado por el poder, y otra
cosa es la táctica inútil de votar por un candidato de la gran burguesía que no
garantiza en absoluto el respeto por derechos y libertades.
Puesto que
la situación le exige a la izquierda no caer en la trampa burguesa y concentrar
su atención y sus esfuerzos en coadyuvar en el desarrollo de la conciencia
política de las clases trabajadoras y en la concreción práctica de los dos
instrumentos materiales mencionados arriba, cae por su propio peso que lo que
se impone en la segunda vuelta es el VOTO EN BLANCO.
En la
presente situación, el VOTO EN BLANCO es la forma de afirmar conscientemente
la personalidad de la izquierda y sus deberes con respecto a las luchas del
pueblo peruano por la defensa de sus derechos, de sus reivindicaciones
inmediatas y de sus objetivos históricos.
25.05.2016.
Voto en Blanco II
“Donde antes se ponía declamación,
ahora
hay que poner pensamiento”
(Mariátegui, Ideología y
política)
Eduardo
Ibarra
I
EN EL MARCO DE LA IZQUIERDA, en el
sentido dilatado del término, el debate sobre la segunda vuelta electoral da cuenta
de que el problema se reduce a votar por Pedro Pablo Kuczynski
o votar en blanco (o viciado).
El voto por PPK se
sustenta en la teoría del mal menor. Pero hay dos teorías de este mal: la de
Maquiavelo y la del marxismo.
La de Maquiavelo
–asumida sin ningún espíritu crítico por algunos articulistas–, pretende tener
valor general, o sea que sus partidarios pueden aplicarla en toda circunstancia
y en cualquier marco.
La del marxismo, en
cambio, es aplicable únicamente en determinadas circunstancias y en ciertos
marcos.
En mi primer
artículo sobre la segunda vuelta electoral, señalé que detrás de las personas
hay que saber ver las clases sociales que inspiran su pensamiento y su acción.
Quien no sepa ver así a los candidatos PPK y KF, simplemente no es marxista.
La razón de ese
señalamiento estriba en el hecho de que desde hace décadas, ciertos sectores de
la izquierda no han seguido dicho criterio: en 1990 apoyaron a Alberto Fujimori
como el mal menor para oponerse al mal mayor Vargas Llosa; en 2000, apoyaron a
Alejandro Toledo para ponerse a AF; en 2001, apoyaron nuevamente a AT para
oponerse a Alan García; en el 2006, apoyaron a Ollanta Humala para oponerse a
AG; en 2011, apoyaron nuevamente a OH para oponerse a Keiko Fujimori.
Y, como es
de conocimiento general, en todos los casos se llevaron un fiasco. El más grave
fue el apoyo a AF en 1990: este personaje pisoteó los derechos y las libertades
ciudadanas, organizó bandas paramilitares, se vinculó al narcotráfico y cometió
delitos de lesa humanidad.
¿Qué han dicho de
eso los promotores de la táctica invariable de votar por un candidato de la
gran burguesía intermediaria del imperialismo para oponerse a otro candidato de
la misma clase?
Nada, nunca han
dicho nada, excepto que ahora van a votar por PPK para cerrarle el paso a KF.
¿Por qué quieren
cerrarle el paso a esta candidata? Porque desde hace tiempo se conocen las
atrocidades que cometió su padre, y suponen que, si ella llegara al gobierno,
seguiría la política paterna. Además, según parece, en las filas de su partido
hay algunos personajes vinculados al narcotráfico.
Pero la política
que seguiría KF si ganase la elección, no
depende de ella sino de la respuesta de la clase dominante a los problemas que
les presente el próximo quinquenio.
Y lo mismo hay que decir de PPK si fuese el
ganador.
Por lo tanto, la
cuestión de cómo votar el próximo 5 de junio, debe responder al análisis concreto de la situación concreta, y no a la
repugnancia que nos provoca el fujimorato.
Como es obvio, la
situación actual del país no es la misma que la de los años 80 y 90, situación
que determinó los rasgos del gobierno de Fujimori, personaje por quien votaron
diversas tendencias que conforman el Frente Amplio y que, en 1990, eran parte
de Izquierda Unida.
Es obvio que, para
la izquierda, la segunda vuelta no significa elegir entre el programa de Peruanos
por el Kambio y el programa de Fuerza Popular. Diferencias formales aparte, ambas
propuestas programáticas representan los intereses de la clase dominante.
¿Cuál es, entonces,
para la izquierda, el problema que está en juego en la segunda vuelta?
Pues fundamentalmente el problema de los
derechos y las libertades ciudadanas.
En efecto, la clase dominante pretenderá
constreñir aún más derechos y libertades o directamente liquidarlos.
En ese contexto previsible, KF aparece como la
persona más idónea para realizar semejante propósito.
Y, por cuanto PPK no ha sido hasta hoy
presidente (o sea que no ha tenido la oportunidad de mostrar su rostro como
ejecutor principal de los intereses de la clase dominante), a simple vista
aparece como la persona indicada para salvaguardar derechos y libertades.
La situación, pues, se parece un poco a la de 1990:
entonces las tendencias de izquierda aludidas arriba creyeron que AF era la
persona indicada para cerrarle el paso al programa neoliberal de Vargas Llosa,
pero ocurrió que, si como candidato se había declarado contrario al
neoliberalismo, como presidente empezó a aplicar tempranamente el susodicho
programa, y, además, una política que el pueblo consciente recuerda con
desaprobación.
¿Por qué ocurrió ese cambio? Porque AF
representaba a la gran burguesía, como hasta ahora; es decir, porque los intereses de la clase dominante se
impusieron al talante de su político.
Y los
que en 1990 votaron por AF, no solo que no se han autocriticado, sino que incluso
no han aprendido la lección.
La lección es que los intereses de la clase
dominante se imponen siempre a los gobernantes de turno, entre otras cosas porque
el clima moral (en el sentido en que utilizan los franceses este término) en el
seno de la gran burguesía, no suele producir personalidades suficientemente
fuertes y suficientemente netas.
Confiar, pues, hoy en PPK tiene un grado de
similitud con la confianza que en 1990 Izquierda Unida depositó en AF.
En la segunda vuelta del 5 del presente
corren dos candidatos a los que no les temblará la mano si la agudización de la
lucha de clases coloca a la gran burguesía en la situación de arrasar los derechos
y las libertades ciudadanas.
Entonces, si en la
pasajera coyuntura de la segunda vuelta KF aparece como el mal mayor y PPK como
el mal menor, en la situación que se abrirá con el nuevo presidente, sea
cualesquiera, se viabilizará el frente unido de la clase dominante: ambos candidatos ya aceptaron la propuesta
de esta clase de un “gobierno
de ancha base”, en palabras de PPK, o “gobierno de concertación nacional”, en
palabras de KF, propuesta
que apunta contra el frente unido (o más bien desunido) del pueblo peruano.
El voto por PPK, promovido principalmente por la
izquierda reformista, es un voto por un
candidato de la clase dominante que no garantiza en absoluto el respeto por los
derechos y las libertades ciudadanas, y que, si la lucha de clases llegara a un
punto inquietante para la clase dominante, cumplirá la función que le
corresponde como político de esa clase, exactamente como hicieron AF y OH en
sus respectivos gobiernos.
En conclusión, así como en 1990 Izquierda Unida
no fue capaz de ver más allá del talante de las personas ni más allá de la
efímera coyuntura de la segunda vuelta, ahora tampoco son capaces de
desembarazarse de la miopía política que no les permite ver las perspectivas
que se desprenderán de la segunda vuelta del 5 de junio.
Mariátegui señaló:
“La táctica, la praxis, en sí
mismas son algo más que forma y sistema. Los medios, aun cuando se trata de
movimientos bien adoctrinados, acaban por sustituir a los fines” (Martínez de
la Torre, Apuntes para una interpretación
marxista de historia social del Perú, t.II, p.297).
La
táctica, los medios: es
decir, el maestro sabía perfectamente que aquello de que los fines justifican
los medios no es cosa que los marxistas pueden aplicar en todas las
circunstancias y en todos los marcos.
Pero, como se ha visto, ciertas tendencias de la izquierda han erigido en sistema los medios,
y, así, desde hace veintiséis años juegan a ser maquiavelitos, aunque siempre
con funestos resultados.
¿Por qué con funestos resultados? Porque los políticos
burgueses aplican también a Maquiavelo, y frente a esto el maquiavelismo de las
aludidas tendencias resulta de pacotilla.
Por lo tanto, votar por PPK para cerrarle el paso a
KF, es de hecho abrirle el paso a un
personaje que, de acuerdo a lo que enseña la experiencia histórica, puede
resultar una KF en versión masculina, aunque sin llegar a los extremos del
fujimorato, extremos que la situación actual no aconseja a la clase dominante, razón
por la cual no serían cometidos tampoco por KF en caso de que ganara la
elección.
Para el marxismo, la teoría del mal menor es aplicable
únicamente si el análisis concreto de la situación concreta lo aconseja.
Y la situación concreta (segunda vuelta y sus
derivaciones), presenta dos candidatos que, con antecedentes distintos, se
aprestan a una “concertación nacional” o “gobierno de ancha base” para defender
sus intereses de clase incluso arrasando derechos y libertades.
La
teoría del mal menor no es una receta ni una regla general.
Por eso, no es aplicable, por ejemplo, en el sistema
bipartidista estadounidense.
¿El proletariado consciente de USA debe votar, cada
vez, por el Partido Democrático o por el Partido Republicano?
Ramón García dice que sí y, para justificarse, cita a
Noam Chomsky, quien ha dicho: “Si
Clinton es nominada, y se trata de elegir entre Clinton y Trump, si estuviera
en un estado decisivo, un estado en el que ese voto va a ser importante, yo
votaría en contra de Trump, y por la aritmética elemental, eso significa
taparse la nariz y votar por el Partido Demócrata. No creo que haya ninguna
otra decisión racional".
Y, así, queda claro que, con Maquiavelo
y contra el marxismo, el citador pretende que la teoría del mal menor es
aplicable en todas las circunstancias y en todos los marcos.
La citada afirmación de Chomsky expresa
el punto de vista estrecho del pequeño burgués que no ve más allá de los
intereses de su clase y que no tiene en cuenta que el sufragio en USA tiene
consecuencias globales: votar por Clinton o por Trump es votar igual por un
representante del imperialismo norteamericano. Y aunque Chomsky y otros como él
anuncien que se taparían la nariz a la hora de votar por el Partido Demócrata, el
hecho es que con sus votos estarían apuntalando el imperialismo yanqui, enemigo
de los pueblos del mundo.
Por supuesto, la posición del
proletariado consciente de USA es distinta a la de Chomsky, cuya posición ha
sido tramposamente utilizada por García para, mediante una forzada analogía con
la segunda vuelta, justificar su maquiavelismo burgués.
Pero no solo en USA, sino tampoco en la
aludida segunda vuelta la teoría del mal menor es aplicable.
Pues bien, quienes promueven el voto por
PPK no hacen más que asumir, mutatis
mutandis, la misma posición de Izquierda Unida en 1990 a favor de AF. Para
decirlo de otro modo: asumen un apoyo gratuito, ejecutan un salto al vacío, ensayan
un gesto moral en el mejor de los casos.
En cambio, el VOTO EN BLANCO representa,
en primer lugar, la negativa de abrirle el paso a una persona que finalmente se
atendrá, en todo orden de cosas, a las necesidades de la clase dominante; en
segundo lugar, la conciencia de que los destinos de los derechos y las
libertades ciudadanas se decidirán en la lucha directa de las masas, y no por la
posible administración gubernamental de PPK; en tercer lugar, un medio de
desarrollar la conciencia política de las masas trabajadoras, a las que el voto
por PPK pretende encerrar en el marco de una contradicción no antagónica en el
seno de la clase dominante.
Lo mismo representa el VOTO VICIADO.
El camino de la revolución no es, por
supuesto, un camino recto, y, por esto, no es posible erigir en principio la
táctica de no utilizar la teoría del mal menor, pero en cada caso es el
análisis concreto de la situación concreta la que tiene que dilucidar la
pertinencia o impertinencia de su aplicación. Esto es lo que enseñan tanto la
dialéctica como la experiencia histórica, y a ellas nos atenemos lealmente.
II
El proletariado peruano tiene ante sí la tarea
de Reconstituir el Partido de Mariátegui, partido
de clase bajo la forma de partido de masas. El debate sobre esta cuestión
debe centralizarse y debe llevar a la unidad de los adherentes de la verdad
universal del proletariado consciente.
El pueblo peruano tiene ante sí la tarea de
Construir el Frente Unido que una a las clases trabajadoras en torno a un
programa que actualice la parte pertinente de la propuesta programática de José Carlos Mariátegui (véase el artículo Los “Principios programáticos del Partido
Socialista” y el programa del frente
unido del pueblo peruano hoy, 25.01.2016, publicado en la edición de
febrero del presente del blog CREACIÓN HEROICA).
La izquierda tiene ante sí la tarea
de construir su unidad frentista en torno a la actualización de Principios programáticos del partido
Socialista (véase el artículo El
frente unido de la izquierda peruana,
11.03.2016, publicado en la edición de abril del presente del mismo blog).
El proletariado consciente necesita
un Partido de Masas y de Ideas; la izquierda en general necesita un solo
Frente; la revolución necesita un solo Programa, una sola Dirección, un solo
Frente del Pueblo Peruano.
Estas son las tareas fundamentales
que marcan el camino de la revolución peruana, en cuyo curso no es posible desconocer
que determinadas situaciones puedan imponer justificados compromisos, acuerdos,
zigzags, maniobras, repliegues, etcétera, que deberán ser acometidos en cada
caso como corresponda.
Pero, por las razones expuestas, la
segunda vuelta del 5 del presente no es una de esas situaciones.
¡Viva el
Frente Unido del Pueblo Peruano!
¡Retomar y
actualizar el Programa de Mariátegui!
¡Viva el
Socialismo Peruano!
¡Continuar
el Camino de Mariátegui!
02.06.2016.
Eduardo Ibarra.
¡Defender
el Pensamiento de Mariátegui de toda tergiversación y desarrollarlo en función
de la realidad actual!
La Creación
Heroica de Mariátegui y el Liquidacionismo de Derecha
(Séptima
Parte)
Eduardo
Ibarra
La falsificación de cuestiones
fundamentales dirimentes de la Creación Heroica de Mariátegui
Como es de conocimiento general, en las últimas tres décadas y
pico García se ha aplicado en: 1) negar la filiación marxista-leninista de
Mariátegui y el PSP; 2) tergiversar el contenido de clase que encierra el
término socialismo en la literatura mariateguiana relativa al PSP; 3) negar el
carácter de clase de este partido; 4) falsificar las razones por las cuales
Mariátegui tituló Socialista a su partido; 5) tergiversar la estructura
orgánica del PSP; 6) mixtificar la
primera generación del Socialismo Peruano; 7) falsear el punto de arranque del
Socialismo Peruano; 8) negar la tesis mariateguiana según la cual la conquista
del poder político es la base de la socialización de la riqueza”; 9) negar el Camino de Mariátegui so pretexto de que la
reunión del 20 de mayo de 1930 fundó un otro partido; 10) negar la tarea de la
Reconstitución del PSP; 11) negar el concepto mariateguiano de un partido de
masas y de ideas; etcétera.
Como también es de conocimiento general, todas y cada una de
esas cuestiones han sido refutadas en diversos artículos nuestros, por la
sencilla razón de que era deber ineludible establecer meridianamente la verdad
histórica (44).
Por eso aquí nos limitaremos a algunas acotaciones acerca de
aquellas falsificaciones que más netamente demuestran el carácter oportunista de
las posiciones de García.
Cualquier marxista (y particularmente cualquier marxista
peruano), sabe perfectamente que Mariátegui propuso el marxismo-leninismo como
la base de unidad ideológica del PSP, propuesta aprobada, en primera instancia,
por la Reunión de Barranco del 7 de octubre de 1928, y aprobada definitivamente
por el Comité Ejecutivo del Partido en la segunda mitad de 1929.
De esa forma está
fuera de discusión la filiación marxista-leninista del PSP y de Mariátegui.
No obstante,
recurriendo, como se ha visto, a un recurso kautskiano, García pretende negar
el marxismo-leninismo como la base ideológica del PSP, y, de esta forma, negar
su carácter de clase, al mismo tiempo que negar la filiación marxista-leninista
de Mariátegui.
Más aún: con ello intenta, asimismo, descalificar el término
marxismo-leninismo como denominación de la verdad universal del proletariado.
Esta pretendida descalificación encierra, como ha quedado claro, la negación
del leninismo como desarrollo de valor universal del marxismo.
Mariátegui señaló: “En Europa, la degeneración parlamentaria
y reformista del socialismo ha impuesto, después de la guerra, designaciones
específicas. En los pueblos donde ese fenómeno no se ha producido, porque el
socialismo aparece recién en su proceso histórico, la vieja y grande palabra
conserva intacta su grandeza. La guardará también en la historia, mañana,
cuando las necesidades contingentes y convencionales de demarcación que hoy
distinguen prácticas y métodos, hayan desaparecido” (Ideología y política,
p.249).
Cualquier persona con dos adarmes de seso –y no
necesariamente marxista–, puede darse cuenta de que la cita es el argumento con
el que Mariátegui propuso y acordó el nombre de Socialista para su partido.
Es decir que el maestro basó su propuesta en un argumento de
valor particular: “En los pueblos donde ese fenómeno [la degeneración del
socialismo] no se ha producido…”.
Pero García niega el argumento de Mariátegui tergiversando el
significado de una afirmación suya y
pretendiendo así que la razón del nombre del PSP fue de valor universal: “Ésta [la
disyuntiva de nuestra época: capitalismo o socialismo] es precisamente la base para sostener el nombre de Partido
Socialista”. (El socialismo peruano).
Y completó su oposición a la razón de Mariátegui del siguiente modo: “si el
socialismo es el llamado a reemplazar el capitalismo, se entiende entonces el porqué del nombre de Partido Socialista”
(El lexicón octubrino).
La afirmación donde Mariátegui se
refiere a la disyuntiva de nuestra época es la siguiente: “Capitalismo o
socialismo. Este es el problema de nuestra época. No nos anticipamos a la
síntesis, a las transacciones, que sólo pueden operarse en la historia.
Pensamos y sentimos como Gobetti que la historia es un reformismo más a
condición de que los revolucionarios operen como tales. Marx, Sorel, Lenin, he
ahí los hombres que hacen la historia” (Ideología
y política, pp.249-250).
Como es evidente, la cita no se
refiere a la cuestión del nombre del Partido, sino a otra cosa muy distinta.
Para que no queden dudas, he aquí otra afirmación de Mariátegui sobre el mismo
tema: “Gobetti insiste en varios pasajes de su obra en esta idea [en la idea de
que el proceso reformístico de la historia, en
vez de reducirse a una diplomacia de iniciados, es producto de los individuos
en cuanto operen como revolucionarios], totalmente concorde con el
dialectismo marxista, que en modo absoluto excluye esas síntesis a priori tan fácilmente acariciadas por
el oportunismo mental de los intelectuales” (7 Ensayos, pp.229-230; nota a pie de página; negritas en el original).
Es decir
Mariátegui señala la disyuntiva de nuestra época, para significar que el
proceso reformístico de la historia se produce a condición de que los
revolucionarios operen como tales, es decir, contra el capitalismo y por el
socialismo.
Pero, como
se ha visto, García utiliza dolosamente la afirmación sobre la disyuntiva de
nuestra época para oponerse al argumento de valor particular con la cual
Mariátegui justificó el nombre de Socialista para su Partido.
Es decir,
recurre a la treta de recurrir a Mariátegui para oponerse a Mariátegui, treta
tempranamente desenmascarada sin embargo.
Mariátegui
propuso y acordó el marxismo-leninismo como la base de unidad del PSP (y no de
la “célula secreta de los siete”), y este solo hecho da al traste con la
pretensión de que dicho partido tuvo dos niveles orgánicos doctrinariamente
disímiles entre sí.
Sin
embargo, reciclando la especulación de Portocarrero y Pesce en la Conferencia
Comunista de Buenos Aires de 1929, García levanta la idea de que “El PSP tenía
dos niveles: internamente funcionaba como ‘facción orgánica y doctrinariamente
homogénea’ (como ‘célula secreta de los siete’); externamente aspiraba a ser
‘el primer gran partido de masas e ideas (sic) de toda nuestra historia
republicana’” (La creación heroica de
José Carlos Mariátegui, Editora Perú Nuevo, Lima, 2008, p.22).
El Camino de Mariátegui es el Camino
del Socialismo Peruano, el Camino del Marxismo-Leninismo Peruano, el Camino de
la Revolución Peruana. Este Camino ha experimentado, como es de conocimiento
general, no pocas vicisitudes, pero su contenido ideológico-teórico ha tenido
vigencia precisamente en la lucha de la militancia marxista-leninista en el
seno del PCP por retomar el pensamiento mariateguiano, establecerlo como piedra
angular de su base de unidad y reconstituir el Partido.
No
obstante, al negar la lucha de la tendencia marxista-leninista en el seno del
PCP (sosteniendo que este partido no es en absoluto continuación del PSP),
García niega el Camino de Mariátegui.
El revisionismo
es reformismo. Precisamente el revisionismo liquidacionista de García pone en
evidencia su reformismo con su pretenso camino municipal al socialismo,
semejante en esencia al camino parlamentario al socialismo del revisionismo
togliattiano-jruschoviano (45).
La Reconstitución es la
Reconstitución del PSP como partido de clase bajo la forma de partido de masas.
Pero García ha renunciado
públicamente a la Reconstitución del Partido de Mariátegui y pretende un
partido-amalgama con toda suerte de oportunismo y revisionismo.
Con el oportunismo mental que
caracteriza a los intelectuales extraños a la disciplina de la doctrina
marxista, García, como se ve, ha falsificado los textos mariateguianos sobre el
Partido y tergiversado los hechos históricos correspondientes.
Para semejante efecto, no ha tenido
escrúpulos de esgrimir falacias y engañar de este modo a sus copartidarios, lo
que, por su puesto, no ha podido lograr más allá de su grupo.
En conclusión, el conjunto de
falsificaciones reseñadas arriba constituye una flagrante ruptura respecto a la
Creación Heroica de Mariátegui, hecho que ninguna retórica puede ocultar o
disimular.
Notas
[44] Véanse,
entre otros, El partido de masas y de
ideas de José Carlos Mariátegui; De cómo Ramón García tergiversa a José Carlos
Mariátegui; Ramón García o la Manipulación; Ramón García o la manipulación III;
El desmonte de una conspiración contra Mariátegui y el PSP; Contribución a la
teoría de las generaciones del socialismo peruano; El nombre del partido;
Acerca de la propuesta de un parido minga; Notas sobre la creación heroica de
Mariátegui; Notas sobre la creación heroica de Mariátegui II; Acerca de un
altercado.
[45] García presenta
el “nuevo municipio” como una institución en la cual puede concretarse, bajo la
dictadura de la burguesía, el trabajo emancipado. Este solo hecho demuestra que
nuestro liquidador considera que la revolución (el trabajo emancipado es la
revolución) puede tener curso en el cauce de la lucha legal, contraviniendo
absolutamente a Mariátegui y al marxismo (véase, para mayor detalle, el
artículo El partido de masas y de ideas
de José Carlos Mariátegui).
En el caso del límite inferior de Gamero y Zeballos, a partir de 2007, las personas que trabajaban en empresas que empleaban a 51 o más individuos se consideraban como parte de la clase media. En el caso del límite inferior de Adrianzén esto sucedió en el 2012. En términos generales, esto significa que en el periodo 2007-2012 entre el 16,7% y el 19,7% de la PEA ocupada, o entre 2.370.932 y 3.061.675 personas, pertenecieron a la clase media. ¿Y a qué clase perteneció el resto de las personas que trabajaba? ¿Ellos formaban parte de la clase trabajadora porque ganaban menos que la clase media? ¿Ellos fueron campesinos? Pero ¿quiénes fueron las personas que ganaban más que la clase media? ¿Ellos fueron los dueños de los medios de producción?
La Clase Media Peruana y la Máscara
de las Estadísticas
(Segunda y Última Parte)
Jan Lust
3. LA POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA
peruana de acuerdo al tamaño de la empresa y la remuneración
La economía
peruana es para el empleo en gran medida dependiente delas actividades
económicas delas empresas muy pequeñas, es decir, aquellas empresas que emplean
entre1 y 10 individuos. Según los datos, en 1999 el 72,3% de la PEA urbana ocupada
trabajaba en empresas que empleaban entre 1 y 10 individuos. En 2006, para la
PEA ocupada en su conjunto, esta cifra había aumentado al 76,1%. En 2013, el
70,9% de la PEA ocupada trabajaba en empresas que empleaban entre 1 y 10 individuos.
En las tablas 1a y1b se presentan datos sobre el empleo según tamaño de la
empresa en el período2001-2013. Diferencias redondeas significan que los
porcentajes no suman al 100 por ciento o superan el 100 por ciento.
Tabla
1a: PEA total ocupada y EAP según tamaño de la empresa(en
porcentajes de la PEA total ocupada): 2001-2007
Individuos empleados
|
2001
|
2002
|
2003
|
2004
|
2005
|
2006
|
2007
|
PEA total ocupada (x1000)
|
11862.2
|
12033.9
|
12836.7
|
13059.8
|
13120.4
|
13683.0
|
14197.2
|
1-10
|
77,8%
|
76,9%
|
78,2%
|
78,0%
|
76,9%
|
76,1%
|
75,2%
|
11-50
|
6,6%
|
6,7%
|
6,8%
|
6,6%
|
7,1%
|
6,8%
|
7,0%
|
51 y más
|
14,1%
|
15,3%
|
13,9%
|
14,4%
|
14,9%
|
16,0%
|
16,7%
|
No especificado
|
1,4%
|
1,1%
|
1,1%
|
1,1%
|
1,1%
|
1,0%
|
1,1%
|
Total
|
99,9%
|
100%
|
100%
|
100.1%
|
100%
|
99,9%
|
100%
|
Fuente: INEI (2010),Perú: Evolución de los indicadores de empleo e ingresos por
departamentos 2001-2009, p. 81 yhttp://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/ocupacion-y-vivienda/ (consultado 30/12/2014).
Tabla 1b: PEA total ocupada y EAP según tamaño de la empresa (en
porcentajes de la PEA total ocupada): 2008-2013.
Individuos empleados
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
PEA total ocupada total (x1000)
|
14459.2
|
14757.7
|
15089.9
|
15307.3
|
15541.5
|
15683.6
|
1-10
|
74,0%
|
73,2%
|
73,5%
|
72,5%
|
70,9%
|
70,9%
|
11-50
|
7,6%
|
7,7%
|
7,4%
|
7,2%
|
7,6%
|
7,8%
|
51 y más
|
17,3%
|
18,0%
|
17,8%
|
18,8%
|
19,7%
|
20,0%
|
No especificado
|
1,1%
|
1,1%
|
1,3%
|
1,5%
|
1,8%
|
1,3%
|
Total
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
Fuente:
INEI (2010), Perú: Evolución de los
indicadores de empleo e ingresos por departamentos 2001-2009, p. 81 y http://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/ocupacion-y-vivienda/ (consultado 30/12/2014).
La PEA ocupada no es la misma que la
PEA total. La diferencia la componen los desempleados y personas en busca de
trabajo que no estaban empleados anteriormente. En los últimos ocho años, la
diferencia entre la PEA ocupada y PEA total fue entre 600.000 y 750.000 personas.
(14)
Las empresas que
emplean entre 1 y 10 individuos se caracterizan por bajos niveles de acumulación
de capital y reducidos niveles de productividad. Por lo tanto, los ingresos de
las personas que trabajan en estas empresas son muy bajos. De hecho, el sueldo
de estas personas apenas pasa el nivel del salario mínimo. En la tabla 2 se
presentan datos sobre la evolución del nivel de salario mínimo en el período 2001-2014.
En los cuadros 3ª y 3b se proporcionan datos sobre la remuneración promedio de
la PEA ocupada según tamaño de la empresa para el período 2001-2012. (15). Por último,
en el gráfico1 se compara el salario mínimo y la remuneración promedio de las
personas que trabajan en empresas que emplean de 1-10 personas en el periodo
2001-2012.
Tabla
2: Sueldo mínimo en nuevo soles: 2001-2014
Periodos
|
Sueldo mínimo en nuevos soles
|
10/03/2000 - 14/09/2003
|
410
|
15/09/2003 -
31/12/2005
|
460
|
01/01/2006
- 30/09/2007
|
500
|
01/10/2007
- 31/12/2007
|
530
|
01/01/2008
- 30/11/2010
|
550
|
01/12/2010
- 31/01/2011
|
580
|
01/02/2011
- 13/08/2011
|
600
|
14/08/2011
- 31/08/2011
|
640
|
01/09/2011
- 31/05/2012
|
675
|
01/06/2012
-
|
750
|
Fuente:
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
(www.mintra.gob.pe).
Tabla 3a: La remuneración promedio de la PEA ocupada (en nuevo
soles) según tamaño de la empresa: 2001-2006
Tamaño de las empresas en personas empleadas
|
2001
|
2002
|
2003
|
2004
|
2005
|
2006
|
1-10
|
458.9
|
487.1
|
482.4
|
465.2
|
471.0
|
488.8
|
11-50
|
862.9
|
1059.0
|
966.3
|
946.4
|
931.3
|
1014.9
|
51 y más
|
1250.0
|
1342.6
|
1574.3
|
1363.2
|
1326.8
|
1426.5
|
Tabla 3b: La remuneración promedio (en nuevo soles) de la PEA ocupada
según tamaño de la empresa: 2007-2012.
Tamaño de las empresas en personas empleadas
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
1-10
|
551.6
|
624.3
|
657.1
|
698.1
|
775.4
|
824.3
|
11-50
|
1030.1
|
1081.2
|
1213.1
|
1229.6
|
1342.6
|
1347.5
|
51
y más
|
1516.6
|
1660.7
|
1786.7
|
1748.0
|
1798.1
|
1937.4
|
Gráfico 1: Salario mínimo y la remuneración promedio de las personas
que trabajan en empresas que emplean a 1-10 personas (en nuevos soles):
2001-2012.
El tamaño y la remuneración de la PEA ocupada
que trabaja en muy pequeñas empresas nos dice mucho sobre el carácter de la
economía peruana. El Perú parece ser un país en la que la mayoría de los trabajadores
no contribuye sustancialmente a la producción de la plusvalía que permite la reproducción
ampliada del capital en el país.
Los relativos
bajos niveles de producción de valor agregado de las empresas que emplean entre
1 y 10 personas se manifiestan en el pequeño tamaño del mercado interno. (16).
Dados estos reducidos
niveles de producción de valor agregado, las exportaciones de bienes tradicionales
ocupan una posición dominante en las exportaciones totales y son de gran
importancia para el crecimiento económico. Sin embargo, estos sectores no son
de mayor importancia para la supervivencia económica de la gran mayoría de la
PEA, ya que viven en una especie de economía de subsistencia capitalista.
4. El tamaño de
la clase media peruana y el encubrimiento de las realidades sociales y
económicas
Una definición de la clase media en
base de los ingresos tiene la desventaja de que los límites de clase sucumben a
la arbitrariedad como no existen criterios objetivos y generalmente aceptados para
determinar dónde poner los límites de clase. Como hemos visto en la sección 1, los
diferentes puntos de vista que existen actualmente sobre el tema de la clase
media son precisamente aquellos en dónde ponerlos límites de clase, calculado en base de
categorías de ingresos.
En la introducción
de este artículo nos referimos a los trabajos de Gamero y Zeballos y Adrianzén en
relación con el tamaño de la clase media peruana. Como un ejemplo de la falta
de idoneidad para definir la clase media peruana sobre la base de los límites de
ingresos, se procede analizar sus límites de clase a la luz de los datos
presentados en la sección 3.
Gamero y Zeballos determinaron
los límites de clase de las familias de clase media en el año 2003 entre los
umbrales de US $426 y de US$1224. En nuevos soles estos límites fueron 1482 y 4258.
(17). De acuerdo con la remuneración promedio
de la PEA ocupada en el año 2003, sólo las personas que trabajaban en empresas que
empleaban a 51 personas o más obtuvieron un ingreso suficientemente alto como
para ser consideradas como clase media, es decir, el 13,9% de los ocupados. El
resto de las personas que trabajaban no contaba como clase media. ¿Entonces, qué
fueron? ¿Ellos fueron los casi pobres, los trabajadores pobres?
Los límites de la
clase propuestos por Adrianzén hacen más difíciles de encontrar individuos que
pertenecen a la clase media. En este caso, los límites son 1864 y 3322 nuevos
soles. La remuneración promedio en 2003 de las personas que trabajaban en
empresas que empleaban a 51 o más personas no era lo suficientemente alto como
para contar estos individuos como pertenecientes a la clase media. (18). Cuando
comparamos los límites de clase establecidos por Gamero y Zeballos y Adrianzén en
2003 con la remuneración promedio en los años entre 2004 y 2013 se obtiene la
tabla 4. (19).
Tabla 4: Remuneración
promedio de los individuos en las empresas con 51 o más empleada versus los límites
de la clase 2003 de Gamero y Zeballos y Adrianzén (en nuevo soles): 2004-2012.
Tabla 4: Remuneración promedio de los individuos
en las empresas con 51 o más empleada versus los límites de la clase 2003 de Gamero
y Zeballos y Adrianzén (en nuevo soles): 2004-2012.
Remuneración
promedio
|
Límite
inferior de Gamero y Zeballos
|
Límite
superior de Gamero y Zeballos
|
Límite
inferior de Adrianzén
|
Límite
superior de Adrianzén
|
|
2004
|
1363.2
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2005
|
1326.8
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2006
|
1426.5
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2007
|
1516.6
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2008
|
1660.7
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2009
|
1786.7
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2010
|
1748.0
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2011
|
1798.1
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
2012
|
1937.4
|
1482
|
4258
|
1864
|
3322
|
En el caso del límite inferior de Gamero y Zeballos, a partir de 2007, las personas que trabajaban en empresas que empleaban a 51 o más individuos se consideraban como parte de la clase media. En el caso del límite inferior de Adrianzén esto sucedió en el 2012. En términos generales, esto significa que en el periodo 2007-2012 entre el 16,7% y el 19,7% de la PEA ocupada, o entre 2.370.932 y 3.061.675 personas, pertenecieron a la clase media. ¿Y a qué clase perteneció el resto de las personas que trabajaba? ¿Ellos formaban parte de la clase trabajadora porque ganaban menos que la clase media? ¿Ellos fueron campesinos? Pero ¿quiénes fueron las personas que ganaban más que la clase media? ¿Ellos fueron los dueños de los medios de producción?
En su trabajo Gamero
y Zeballos se refieren a las familias que pertenecen a la clase media. Debe ser
obvio que en los hogares que tienen más de un sostén es posible que individualmente
estas personas no pertenezcan a la clase media e incluso podría ser considerado
como pobre. Esto es, por supuesto, la muerte de cualquier análisis que propone
contribuir a la comprensión dela estructura social dela sociedad. (20).
Se podría
argumentar que la remuneración es sólo una parte de los ingresos de un
individuo; entonces, comparar la remuneración con los límites de las clases
inferiores y superiores de Gamero y Zeballos y Adrianzén no es correcto. Por
supuesto, esto es definitivamente cierto y seguramente este ingreso adicional
podría ayudar a las personas pasar de un supuesto umbral inferior de la clase
media. Desafortunadamente datos sobre este ingreso adicional per cápita no está
disponible.
Los debates sobre el
tamaño de la clase media son discusiones sobre la clase media como una
agrupación estadística. Aunque se presentan estos debates como herramientas
para iniciar a comprender la evolución de la estructura social, en realidad, estas
discusiones confunden más que clarifican. En la sección 1 sostuvimos que mediante
el uso de las categorías de ingresos para determinarla clase media era política
y sociológicamente posible eliminar la clase obrera. Por supuesto, esto también
hizo posible la eliminación de la clase capitalista y, como consecuencia, la
eliminación de la necesidad de la lucha de clases para cambiarlas estructuras
sociales dela sociedad.
Para que las
clases dominantes puedan utilizar el espectro dela clase media como un
instrumento político e ideológico, los límites de clase deberían ser fijados en
éstos niveles que permitan aumentar sustancialmente la clase media. En su
artículo, Kapsos y Bourmpoula (2013) consideran la clase media en desarrollo
como trabajadores que ganan entre US $4 y US $13 (en paridad de poder
adquisitivo). En el caso del Perú, esto significa que todo el mundo que actualmente
gana el salario mínimo está considerado como clase media. Sobre la base dela
remuneración promedio de 2012 es posible concluir que el conjunto de la PEA ocupada
puede considerarse como clase media. (21). Entonces,
cuando el conjunto de la PEA está al menos considerado como clase media, ¿qué
nos dice realmente la medición del tamaño de la clase media sobre la base de las
categorías de ingresos acerca de la estructura social del país en lugar de ocultar
lo que hay detrás de la clase media concebida como una agrupación estadística?
5. La clase
media como una agrupación estadística o una clase social: algunas reflexiones
En la sección 4 demostramos que las categorías
de ingresos no nos ayudan a comprender la estructura social de la sociedad y, más
concretamente, para comprender la estructura sociológica de la clase media. Por
lo tanto, uno podría preguntarse si un retorno a los debates de los años 1970 y
1980 sobre el concepto de la clase media podría ser conveniente. Tal vez estos
debates podrían ayudar a encontrar algunas claves o puntos de partida para
definir sociológicamente la clase media peruana, tomando los acontecimientos
económicos y sociales de las últimas tres décadas en consideración.
En la primera
década del tercer milenio, las discusiones sobre la clase y la estructura de
clases del Perú parecen apuntar a la necesidad de un debate sociológico. Benavides
(2007: 121) afirma que la sociología peruana no ha sido muy activa en estudiar empíricamente
los problemas de la estratificación social o de las clases sociales en
particular. Balbi Scarneo y Arámbulo Quiroz (2009: 299) sostienen que no se ha
trabajado en la evolución de la estratificación social en el Perú. En 2007 Plaza
editó el libro Clases Sociales en el Perú.
Visiones y Trayectorias.
Los debates en las
décadas de 70 y 80 sobre la clase media en lo que se describen como los países
capitalistas avanzados no pueden ser simplemente trasplantados al Perú. Sin
embargo, lo que seguramente se podría aprender de estas discusiones es que
fueron principalmente el resultado de los cambios en la estructura social causados
por el desarrollo del capitalismo en los principales países capitalistas. En
otras palabras, un debate sobre la estructura social del Perú debería comenzar
con un análisis del desarrollo del capitalismo en el Perú en general y la
estructura económica de la sociedad en particular. Podría discutirse si este
análisis debería comenzar en 1980, cuando se restableció la democracia
parlamentaria tras doce años de dictadura militar o en 1990, cuando Alberto Fujimori
se convirtió en presidente e introdujo una forma más o menos radical del
neoliberalismo que hasta el día de hoy determina
las políticas macro económicas de los diferentes gobiernos que vinieron después
de Fujimori.
Como ha sido
demostrado en los cuadros 1a y 1b, la mayoría absoluta de la PEA está empleada
en empresas muy pequeñas. Aunque en el periodo 2001-2013 la cantidad de
personas que estaban trabajando en estas empresas como porcentaje de la EAP
total ocupada ha disminuido en 7 puntos porcentuales, su papel como el principal
empleador es indiscutible. Entonces, si queremos determinar la clase media en
el Perú, es crucial tener una comprensión de las características de estas empresas
y las funciones y el trabajo realizado por las personas que trabajan en estas
empresas. ¿Podemos considerar los supervisores en estas pequeñas empresas como
gerentes en el sentido como fueron descritas durante los debates en los años
1970 y 1980? ¿Estos supervisores desempeñan el papel del capital como sostiene Carchedi?
¿Cómo definimos a los propietarios de estas pequeñas empresas en relación con los
propietarios de las empresas que emplean a más de 51 personas? ¿Los dueños de
las pequeñas empresas pertenecen a la pequeña burguesía como sostiene Poulantzas?
Las personas que
trabajan en pequeñas empresas (1-10 personas empleadas) pueden realizar las
mismas funciones administrativas básicas como las de las grandes empresas (más
de 51 personas empleadas). A medida que estos empleados no transforman los
valores de uso, no conservan los valores de uso y no llevan los valores de uso al
lugar de consumo (Carchedi, 1987b: 133), ellos realizan trabajo improductivo. Por
lo tanto, ¿se debería considerar estos individuos como clase media? Y cuando los
consideramos como clase media, ¿no deberíamos hacer una distinción entre el
trabajo administrativo en las pequeñas y grandes empresas?
En concordancia
con los argumentos de Burrisse podría argumentar que, en términos generales,
las personas que trabajan en el sector de los servicios deberían ser
consideradas como clase media a pesar de que no son propietarios de los medios materiales
de producción y tienen que vender su fuerza de trabajo. De acuerdo con los
datos y una lista de ramas proporcionada por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), en 2012 más de la mitad de la PEA trabajaba
en los sectores de servicios compuestos de las siguientes ramas: comercio, administración
pública y defensa, educación, hoteles y restaurantes, inmobiliarias y el
alquiler de casas, y otros servicios. (22). ¿Todas las
personas que trabajan en este sector deberían ser contadas como clase media? ¿Las
personas que trabajan en restaurantes muy pequeños y ganan el salario mínimo deben
ser consideradas como clase media? ¿Cómo clasificamos a todos ellos que
trabajan en sectores económicos como la manufactura, transporte y minería que producen,
preservan y transportan valores de uso? ¿Podemos clasificar a los profesores de
escuelas de negocios y a los maestros de las escuelas primarias estatales como
pertenecientes a la clase media?
6. Conclusiones
Los debates actuales sobre la clase media
se centran en su supuesto tamaño, determinado en base de categorías de ingresos.
Dado que estas discusiones no están acompañadas de debates sobre el significado
sociológico del concepto de la clase media, estos debates ayudan a eliminar cualquier
debate sobre los fundamentos sociales y económicos que han causados el
surgimiento de la estructura social particular de la sociedad. Como tal, estos
debates contribuyen a ocultar las realidades sociales y económicas detrás de
esta estructura.
Al considerarla
estructura de la sociedad como el conjunto de agrupaciones estadísticas
particulares, ya no es posible determinar lo que ha causado que las personas se
encuentren en las agrupaciones estadísticas A, B, C, D, E, etc. Esto es muy
conveniente para las clases en el poder ya que contribuye a difundir una
práctica reformista entre las clases y capas sociales que podrían ser
consideradas como las fuerzas para el cambio social progresista. Según Przeworski
(N/D: 16-17), es justamente la crítica de Weberal concepto de clase de Marx que
ha establecido las bases teóricas de lo que se llama la teoría de la estratificación
social. Clases como elementos históricos fueron reemplazadas por los análisis estadísticos
sobre la distribución del ingreso, la educación y el prestigio. El análisis de
la diferenciación social se separó del análisis del conflicto. Además, Plaza (2007:
31) sostiene que la teoría de la estratificación social implica la comprensión
de la desigualdad a partir de su consecuencia y no de sus causas. (23).
Nuestra revisión
de las diversas propuestas de límites de clase de la clase media y nuestra
examinación de las definiciones de la clase media que fueron elaboradas en los
años 1970 y 1980 por los marxistas, muestran la importancia, o quizás la superioridad,
de una definición sociológica para comprender la estructura social de la
sociedad y la determinación de las personas que pertenecen a la clase media. Su
poder explicativo radica precisamente en el uso de criterios tales como la
propiedad sobre los medios de producción, el control sobre los medios de
producción, la relación con la fuerza de trabajo, el control sobre la fuerza de
trabajo y el papel de los individuos en la producción y la reproducción de la sistema
capitalista, que ayudan a definir la clase media como también las clases ‘inferiores’
y ‘superiores’. Por lo tanto, al mismo tiempo que estos criterios contribuyen a
la comprensión de la estructura social de la sociedad, también ayudan a crear
la conciencia de la necesidad de derrocar el sistema capitalista. Exactamente esto
es lo que la práctica para definir la clase media sobre la base de las
categorías de ingresos trata de evitar.
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Verso.
Notas
[14] Fuente: http://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/ocupacion-y-vivienda/ (consultado02/01/2015).
[15] Para fines del
análisis no es necesario convertir los nuevos soles (la moneda peruana) en US
dólares.
[16] Es interesante
observar que Jaramillo y Zambrano (2013: sp), haciendo referencia al artículo
de Easterly “The middle
class consensus and economic development” (2001), argumentan
que debido a que la clase media (i) “tiende a favorecer una mayor cohesión social”;
(ii) es una “fuente estable de mano de obra productiva y cualificada”; y, (iii)
es una fuente estable de la “demanda de bienes y servicios”, los mercados
domésticos “pueden convertirse en motores del crecimiento”. En el caso del Perú
esto no ocurrió aunque, como veremos más adelante, para algunos estudiosos el
conjunto de la PEA peruana puede considerarse al menos como clase media.
[17] Hemos tomado el tipo de cambio promedio
del US dólar frente al nuevo sol en el año 2003. Este valor fue de 1:3.479, en http://www.bcrp.gob.pe/estadisticas/cuadros-anuales-historicos.html (consultado 03/01/2015).
[18] Al hacer
referencia a un estudio de la Asociación Peruana de Empresas de Investigación
de Mercado de 2011, Jaramillo y Zambrano (2013: sp) definen la clase media como
familias cuyas ingresos mensuales se sitúan entre 3915 y 8230 nuevo soles. Como
se argumenta a continuación, con sólo añadir los ingresos de todas las personas
que pertenecen a una familia una persona pobre puede convertirse en un miembro de
la clase media.
[19] Se podría
esperar que a lo largo de los años estos límites podrían haber sido
incrementados.
[20] Se considera que una familia peruana consiste en un promedio de 3.7
miembros (Fuente: http://www.mimp.gob.pe/files/direcciones/dgfc/estadisticas_diff.pdf; consultado 30/01/2015).
[21] La
definición de Ravallion del tamaño de la clase media, conduce a las mismas
conclusiones. Para Banerjee y Duflo esto sólo cuenta en el caso del umbral de US$2-4.
La aplicación de los criterios de Ferreira et. al. Tiene como consecuencia que
la clase media peruana se compone de, por lo menos, todos aquellos individuos cuyas
remuneraciones promedios son las de las personas que trabajan en empresas que
emplean entre 11 y 50 individuos.
[23] Según Bresser-Pereira (1981), la estratificación
social hace posible aumentar el número de estratos de acuerdo a las necesidades
políticas, económicas, sociales e ideológicas. Como tal, mediante el aumento de
las diferentes posiciones sociales dentro de una clase, la estratificación
social ayuda a crear la ilusión de que las diferencias de clase están
disminuyéndose. Elementos de la estratificación social podrían ser remuneración,
ocupación, edad, género, raza, religión, privilegios, etc. Es interesante
observar que Birdsall, Graham y Pettinato (2000: 3) parecen utilizar los
términos clase media y estratos medios como sinónimos.
César Guardia Mayorga
Tenacidad y Pasión por el Perú
Sara Beatriz Guardia
ORIUNDO DE LAMPA, Ayacucho, Cesar
Guardia Mayorga se formó en la Universidad
Nacional de San Agustín, donde inició la docencia universitaria
en 1931, al obtener el bachillerato en Historia, Filosofía y Letras; el
doctorado en 1934, y el título de Abogado en 1937. Desde el inicio de su
fecunda actividad intelectual y académica, defendió con tenacidad y pasión su
visión del Perú, y la adhesión al socialismo en una época en que esto significó
persecución política, exilio y prisión. Fue
Director del Colegio Universitario de la Universidad de San Agustín; Presidente
de la Asociación Nacional de Escritores Artistas e Intelectuales, filial de
Arequipa; Director de Conferencias del Colegio de Abogados; Director de la
Revista de la Universidad de San Agustín, y fundador de la Facultad de
Educación donde durante veinte años tuvo a su cargo diversas asignaturas
académicas.
En sus primeros libros: Historia Contemporánea (1937), e Historia Media y Moderna (1941), se evidencia ya la ruptura con la tradicional historiografía por
lo general descriptiva, “aparentemente neutra y objetiva, para penetrar con
lenguaje ágil y ejemplificado, en la interpretación de los hechos,
contextualizando fechas y datos. En estos textos se trasuntaba claramente un
nuevo enfoque de la disciplina histórica, quizá́ inédito en la época”, señala
Fortunato Jáuregui en su tesis doctoral. Data de estos años: Manual de Legislación Obrera (1938), y Léxico Filosófico (1941).
En 1945 publicó, Reconstruyendo
el aprismo, a propósito del viraje histórico del Apra, en circunstancias en
que Haya de la Torre anunciaba su teoría del espacio-tiempo-histórico, que fue
ampliamente refutada. Como señala un artículo publicado en el diario “La
República”, el 13 de noviembre de 1983, este libro fundamental y claro no
estaba cegado de encono. “Quienes lo lean hoy con lucidez podrán encontrar
incluso un llamado a deponer fobias en aras de una renovación democrática del
Perú. El filósofo llamaba a luchar por la razón contra el fanatismo”.
Poco después, publicó Psicología infantil y del adolescente (1946), Filosofía y Ciencia (1947); y en 1949, Terminología
Filosófica. Sus escritos, conferencias, y enseñanzas
confirman su permanente preocupación por la educación y la filosofía en el Perú.
Orientación que también se evidencia como Director de la Revista de la Universidad de San
Agustín, donde publicó: “La
Reforma Universitaria” (1949); “Fascículos de Psicología”, (1950); “Esoterismo
Filosófico” (1950), y “Universidad de San Marcos” en 1951.
Fecunda y dedicada labor que se interrumpió en Arequipa cuando por
orden del general Odría en 1952, fue separado de la Universidad de San Agustín
conjuntamente con otros profesores, acusados de hacer proselitismo político en
contra de la dictadura militar. Llamado inmediatamente por el Dr. Arturo
Urquidi, Rector de la Universidad San Simón de Cochabamba, Bolivia, César
Guardia Mayorga fue nombrado catedrático de Introducción a la Filosofía e
Historia de la Filosofía. Durante los años que permaneció en Cochabamba con su
familia, organizó y dirigió el Seminario de Filosofía, conformó la Comisión de
la Reforma Universitaria, y el Comité de Asesoramiento de la Comisión de
Reforma Agraria. Colaboró con la Revista Jurídica, y la Revista Cultura.
En los primeros años del convulsionado gobierno de Víctor Paz
Estensoro, la Universidad de San Simón sufrió la intervención de una comisión
organizadora que impuso al Consejo Universitario la separación arbitraria de
Cesar Guardia Mayorga acusado de realizar proselitismo político. Pronto estalló
una huelga generalizada de profesores y alumnos, que obligó al Consejo
Universitario a revocar su decisión. Pero cuando se le comunicó que podía
volver a la universidad, repuso que sólo lo haría con todos los profesores que
también habían sido depuestos. Demostración de lealtad que animó su honesta y
limpia vida. Después de tres meses de huelga y movilizaciones estudiantiles,
todos los maestros regresaron a las aulas de la Universidad de San Simón donde
Cesar Guardia Mayorga recibió el grado de Profesor Honorario.
En 1956, Manuel Prado Ugarteche ganó las elecciones en el Perú, y
declaró la amnistía para los exilados políticos. Pero la alegría del encuentro
con la patria pronto se convirtió en profunda aflicción. Mediante decreto, el
gobierno le prohibió a César Guardia Mayorga la docencia universitaria en el
país. Ernesto More, que entonces
era diputado, logró que se revalide el título de maestra de mi madre, Manuela Aguirre
Dongo, que con gran sacrificio y amor por su familia, hizo que todo fuera posible.
Otro importante aporte significó la publicación de su libro La Reforma Agraria en el Perú (1957), donde plantea como eje principal la transformación
de la condición del campesino. "En realidad, escribe, no es posible conseguir
la liberación del indio mientras preexista el sistema feudal o semifeudal. No
se trata solamente de crear la pequeña propiedad ni de aliviar la condición de
los campesinos, sino de dar fin a todo
un sistema de propiedad y de explotación agrícola".
Contra la mayoritaria opinión que el quechua no tenía ninguna
importancia, César Guardia Mayorga publicó en 1959, Diccionario
Kechwa-Castellano- Castellano - Kechwa, donde defiende “el principio
reconocido al derecho que tienen los pueblos a expresarse y desarrollar su
cultura en su propio idioma”. En esa perspectiva, fue importante el lúcido
comentario que publicó Sebastián Salazar Bondy en “El Comercio”, titulado: “Un
diccionario y la Nacionalidad”, situando al quechua como parte “de la obligación de integrar la
nacionalidad como una sola e indisoluble unidad”.
Fue profesor de Psicología y Filosofía en la Universidad de
Huamanga de Ayacucho, pero sólo pudo enseñar un año en 1960, porque fue
depuesto por la influencia que ejercía en los estudiantes que se declararon en
huelga ante el abusivo despido, en el contexto de un clima de intensa
convulsión social que vivía el país, descontento popular y las permanentes
invasiones de tierras de los campesinos. Luego
de un viaje a China, publicó, De
Confucio a Mao TseTung, en cuya introducción titulada “La ruta a seguir”,
recuerda al poeta Chu Yuang que 350 años a.C., se preguntaba al ser despedido
de un alto cargo, si debía seguir con firmeza la ruta de la verdad y la lealtad
o la estela de una generación corrompida.
El 18 de julio de 1962, el Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas dio un golpe militar deponiendo al Presidente Prado. Poco
después, el 5 de enero de 1963,
apresó a César Guardia Mayorga,
conjuntamente con mil quinientos
profesores, dirigentes políticos, sindicales, y universitarios, procedentes de
todo el Perú, encarcelados por el delito de ser de izquierda. Tras nueve meses de injusta reclusión
fueron liberados. Durante cuatro años fue profesor de Psicología y Filosofía en la
Universidad San Luis Gonzaga de Ica, y a partir de 1968, ejerció la docencia en
la Universidad Nacional de San Marcos. En este período publicó: Problemas del conocimiento (1964); ¿Es posible la existencia de una
filosofía nacional o latinoamericana? (1966); Job el Creyente y Prometeo el
Rebelde (1966); Cultura Humana I Parte (1966); Psicología del Hombre concreto (1967); Carlos Marx y Federico Engels (1968).
Escribió el prólogo de la primera edición de Peruanicemos al Perú de José Carlos Mariátegui (1970); Filosofía, Ciencia y Religión; Cultura Humana II parte (1972); y Gramática Kechwa (1973). En
1975, salió la segunda edición de Runa
Simi Jarawi, poemario en quechua firmado con el seudónimo de Kusi Paukar. En
el prólogo, Mario Florián, escribe: “En César Guardia Mayorga, polígrafo
brillante, se dan la mano la inquietud social y la erudición. Maestro
universitario, ensayista, filósofo, impulsador de corrientes doctrinarias
socialistas marxistas en varias universidades, quechuísta y poeta”.
El 18 de octubre de 1983, Cesar Guardia Mayorga, murió a los 77
años de edad. “Dura y recta
trayectoria de la luz entre las sombras
es esta que escuetamente nos ha tocado reseñar”, escribió el Dr. Hugo
Pesce. Y se pregunta: ¿Por qué el encono, amigos? ¿Y de quiénes? ¿Por qué la incorruptible
serenidad, nos preguntamos? Hagamos que la Historia
conteste”.
El
Punto de Partida. El Horizonte Teórico: Spinoza y Labriola
(Primera Parte)
(Primera Parte)
Jorge Oshiro
"Spinoza (era) su filósofo favorito"
Armando Bazán, «Mariátegui y su época»
1. La Naturaleza (La Determinación de lo Viviente)
La composición del libro ya nos da algunos indicios de la
filosofía de Spinoza. En oposición a Descartes, Spinoza no parte de la búsqueda
y la fundamentación del ego; no parte
del 'Sujeto'. Spinoza parte de Dios, es decir de la Totalidad.
Es dentro de ella y solamente
dentro de ella que el cogito ergo sum
cartesiano (convertido en el cap. II en un simple axioma: "Homo cogitat",
"el hombre piensa") debe ser comprendido.
El concepto de Dios, producido
rigurosamente a lo largo de 36 teoremas con sus respectivas demostraciones,
corolarios y escolios, no es un Dios trascendente.
El concepto Deus es idéntico al concepto Natura
y al concepto Vita. El Dios
spinoziano es la Naturaleza misma, él es la Vida misma en su totalidad
infinita.[2] Esta totalidad está constituida
por una sola Sustancia. El universo spinoziano es monista. Esta única sustancia
se define como causa sui, como causa
de sí misma.
La Naturaleza es por definición
autónoma, es decir, excluye la idea hebrea-cristiana de 'creación', como
producción 'ex nihilo' con otras palabras la naturaleza no es creada. Y por
allí se evita todo tipo de dualismo ontológico de ‹lo natural y lo
sobrenatural›.[3] La Naturaleza es para Spinoza lo
Absoluto.
La Naturaleza spinoziana se explica
por sí misma[4] a través de un sistema de
expresiones. La Sustancia infinita se expresa a través de una infinidad de
Atributos. El hombre conoce solamente dos: el Atributo Pensamiento y el
Atributo Extensión.[5]
Cada Atributo se expresa a su vez a través de una infinidad de modos.[6]
Así tenemos el mundo de los cuerpos
y el mundo de las ideas. Esto significa que todos los cuerpos y todas las ideas
son expresiones específicas e individuales de una sola y misma sustancia, a
través de dos Atributos diferentes.
Si bien las ideas y los cuerpos
expresan una sola y misma sustancia, debe considerarse que ellos son
expresiones de diversos atributos de la sustancia y por esto debe explicarse
cada cual según su atributo respectivo: las ideas a través de las ideas, los
cuerpos a través de los cuerpos y no confundir el mundo de los cuerpos con el
mundo de las ideas.[7]
Todas las ideas como todos los
cuerpos están ordenados en un sistema riguroso de causalidad. El mundo
spinoziano es un mundo de la necesidad. La contingencia no tiene lugar en él.[8]
La Sustancia infinita se define por
su Potencia infinita.[9] Por lo tanto el sistema de
expresión no es solamente un sistema del 'Ser', sino también de su 'Potencia'.
Así tenemos que los modos individuales no sólo expresan el ser de la sustancia
sino también su potencia. Y las relaciones entre ellos, sea idea o cuerpo, no
solamente se explica a través del complejo riguroso de la causalidad, sino
también y sobre todo a través de la potencia expresiva contenida en la idea
o el cuerpo.
El mundo spinoziano es un mundo
dinámico en el cual el concepto Vida es definido como Fuerza o Potencia con la
cual todo individuo persevera en la existencia.[10]
Descartes, partiendo de la
hipótesis del cogito (yo pienso)
había reducido la Naturaleza a una entidad esencialmente pasiva, puramente
cuantitativa, y por allí traducible a fórmulas matemáticas y reducible a
fórmulas del pensamiento científico. En este sentido su pensamiento fue la
elaboración filosófica de la nueva física fundada por Galileo.[11]
Por otro lado el cartesianismo fue
la sistematización de una experiencia diaria de la conciencia espontánea, en el
sentido de que la Naturaleza es una entidad ‹para-el-hombre›. Así concibe la
conciencia espontánea que el manzano o el naranjo están allí para producir los
frutos que el hombre necesita, de la misma manera que el río y el mar contienen
peces para su exclusivo provecho. La crítica spinoziana va a dirigirse contra
este prejuicio antropocentrista[12], tanto en la versión ingenua de la
conciencia espontánea como en su sistematización racionalista. El hombre es
parte de la Naturaleza, es decir, no forma un reino especial y no constituye
"un imperio dentro de un imperio".[13] El spinozismo es rechazo radical
de toda concepción instrumental de la Naturaleza.
La Naturaleza no está
"allí" para el hombre; ella no requiere ninguna forma de finalidad
fuera de ella misma, pues ella es la Totalidad única.[14]
Otro prejuicio de la conciencia
espontánea es la creencia en la existencia del libre arbitrio. Los hombres
piensan que son libres porque son conscientes de sus deseos, voliciones y
apetitos y no piensan, ni aún en sueño, en las causas que lo disponen a desear,
a querer[15].
De este prejuicio nace la creencia
de una voluntad libre, 'no causada'; de una libertad que se opone a la necesidad.
En esta perspectiva: allí donde se presenta la causalidad necesaria, se excluye
la libertad; y allí donde hay libertad, se niega la necesidad. De allí la
(falsa) disyuntiva: si afirmamos la existencia de la libertad, debemos
consecuentemente negar toda forma de determinismo absoluto; o bien aceptamos el
determinismo y consecuentemente debemos negar la posibilidad del acto libre.
Esta contradicción es para Spinoza
producto de un prejuicio. Es imposible que exista un 'mundo de la libertad'
fuera del contexto de la necesidad. La aceptación de esta hipótesis es
expresión de una ilusión. Si existe un concepto de libertad, debe éste
necesariamente partir del contexto de la causalidad. Tiene que surgir dentro de
ella y a base de ella y no contra o fuera de ella.
La comprensión de la libertad a
partir de la necesidad exige abandonar el campo teórico
cartesiano-antropocéntrico y comenzar a construir otro horizonte teórico, como
lo hace el filósofo de Amsterdam. Spinoza define la libertad de la siguiente
forma:
"Es dicha libre la cosa que
existe según la necesidad de su propia naturaleza y es determinada por si sola
a actuar" (Et.I.Def.7).
En sentido absoluto es libre solamente Dios, porque él es
el único ser que "existe según su propia necesidad y es determinada por sí
solo a actuar". Mientras que los modos, los seres individuales, no existen
por 'causa sui', sino dentro de la Totalidad, es decir en Dios y depende de él
para existir. Sin embargo, allí encontramos el horizonte conceptual de la
libertad spinoziana. Dentro de este horizonte conceptual ningún individuo en la
Naturaleza es libre por el simple hecho de existir.
La libertad es producto de un
proceso, libertad es un proceso de liberación que comienza con la conciencia de
la alienación inicial, que se manifiesta como un estado de insatisfacción
general, el 'Unbehagen' alemán[16] Y dentro de este proceso de
liberación la vieja exigencia socrática, del conocerse a sí mismo. Y esta
búsqueda del 'sí mismo', de la identidad es un momento importante del complejo
proceso de liberación.
La dificultad que implica la
intelección de esta concepción de la libertad -como proceso consciente de
liberación de una enajenación original- viene como consecuencia de la profunda
influencia de la concepción cartesiana de la naturaleza y su sistema de
causalidad en nuestro pensar.
En la cadena infinita de causas y
efectos en la cual se encuentran todos los individuos de la naturaleza el
cartesianismo toma y acentúa solamente el aspecto pasivo de la relación entre
las cosas y las personas. Así percibimos solamente al individuo en su aspecto
de 'ser causado' y convertimos a cada uno de los miembros de la cadena causal
en mero "cuerpo trasmisor" de la relación de causalidad.[17] En esta percepción pasiva de la
causalidad solamente la 'causa primera', el 'motor primero' -en el sentido
aristotélico- tiene el carácter de actividad.
Spinoza concibe la causalidad de
una forma completamente diferente. Los individuos en la Naturaleza están
determinados a existir y actuar. Lo que define al individuo es el hecho de
existir como agente de una acción.[18] Todo individuo, como expresión
modal, es manifestación de la potencia de Dios; él es expresión concreta y
determinada de esa potencia total e infinita. Hablar de potencia, es hablar de
actividad. Así, los individuos en la serie infinita de causalidad son para
Spinoza a la vez agentes y pacientes, producto y productor a la vez.[19]
Esta dialéctica entre la Pasividad
y la Actividad es la expresión de la dialéctica entre la Libertad y la
Necesidad. La estructura dialéctica ‹Actividad-Pasividad› va a permitir la
aparición de la libertad sin salir de la cadena de causalidad.
La Actividad es la expresión de la propia
potencia (de actuar sobre los demás), Pasividad es, en cambio, la
expresión de la potencia de los otros sobre uno mismo. Cuanto mayor sea el
aspecto de actividad, es decir, cuanto más potente seamos, mayor será
nuestra libertad. Y también al revés: cuanto más débil sea el individuo, es
decir cuando los otros individuos sean más potentes, menos libre será él.
Nuestra libertad es expresión de
nuestra fuerza vital, de nuestra potencia de existir. Pero al mismo tiempo
nuestra libertad expresa al mismo tiempo nuestro ser. Es decir
solamente en la libertad seremos nosotros mismos; de la misma manera en
nuestra servidumbre expresaremos nuestra impotencia o pasividad y nuestra
alienación.
Partiendo de la consideración que
ser 'causa sui', en su sentido absoluto, es solamente una cualidad de la
Totalidad, -es decir de Dios o Naturaleza o Vida-, para los hombres, como
expresiones modales, la libertad siempre será un horizonte a conquistar,
no individualmente sino en comunidad cada vez mayor, pues nuestra potencia (y
por lo tanto nuestro ser) será mayor, cuanto más concordia encontremos en
la relación con los otros, y será menor (y por lo tanto mayor nuestra
impotencia, pasividad y alienación) cuando estemos en discordia con los otros.
[1] La obra capital de Spinoza es un
libro de Etica (Et.) «demostrada según el orden geométrico» y que tiene cinco
partes que tratan respectivamente de Dios, de la Naturaleza y el origen del
alma, del origen y naturaleza de los afectos, de la servidumbre humana o de las
fuerzas de los afectos y de la potencia del entendimiento o de la libertad
humana. El primer capítulo se comprende como la ontología de Spinoza; el
segundo como su antropología y teoría del conocimiento; el tercer como un
tratado (materialista) de psicología y las dos últimas partes como propiamente
Etica, como ética de la liberación.
[2] Spinoza dice: "Deus seu
Natura" (Et.IV. Intr.; Et. IV, Pr.4). Comparar: S.Zac: (1963:24-25):
Primer Cap. (a) "Dieu est la vie, parce qu'il existe par sa propre
sufficence et par son propre pouvoir...; (b) Dieu est la vie, parce qu'il est activité
pure...; (c) Dieu est la vie, car il est vie de chose".
[3] "Por «causa sui» comprendo
aquello cuya esencia implica la existencia, dicho de otra manera, aquello cuya naturaleza no puede
concebirse sino como existente" (Et.I. Def.1); "Dios es único, es
decir...que en la Naturaleza hay solamente una sustancia, y que ella es
absolutamente infinita..."(Et.I.Pr.4. Cor.); "Una sustancia no puede
ser producida por otra sustancia" (Et.I.Pr.6).
[4] La Naturaleza se explica por si
misma: "Por sustancia entiendo aquello que es en sí y es concebido por sí
mismo, es decir, aquello cuyo concepto no tiene necesidad del concepto de otra
cosa para ser comprendido" (I.Def.3).
[5] (a) "Dios y todos sus
atributos son eternos, es decir...que cada uno de sus atributos expresa la
existencia" (Et.I.Pr.20); (b). "Las cosas particulares no son otra
cosa que las afecciones de los atributos de Dios, dicho de otra manera, son
modos por los cuales los Atributos de Dios son expresados de una manera
definida y determinada (Et.I.Pr.20); (c) "Todo lo que existe expresa de
una manera definida y determinada la potencia de Dios"
(I.Pr.36).(Subr.JO). Sobre el tema de la 'expresión' en Spinoza, ver G.
Deleuze: «Spinoza et le problème de l'expression». Paris. 1968.
[6] "Por modo entiendo las
afecciones de la sustancia, dicho de otra manera, aquello que es en otra cosa
por la cual él es y es concebido" (Et.I.Def.5). Es necesario comprender
este sistema dialécticamente. La Sustancia se expresa en los Modos, los Modos
son expresiones de la Sustancia. Esto quiere decir que no hay Modos sin
Sustancia, pero tampoco hay Sustancia sin Modos. Los Modos no son simplemente 'sombras' de la Sustancia en el sentido
platónico, ni pierden significado ontolóngico como en Plotino.
[7]"Se entiende como una cosa finita en
su género, la cosa que puede ser limitada por otro de la misma naturaleza. Por
ejemplo, un cuerpo es denominado finito porque concebimos siempre otro cuerpo
más grande. Lo mismo un pensamiento es limitado por otro pensamiento; pero un
cuerpo no puede ser limitado por un pensamiento, ni un pensamiento por un
cuerpo" (Et.I.Def.2).
[8] "En la Naturaleza no hay nada
contingente; todas las cosas están determinadas por la necesidad de la
naturaleza divina a existir y producir un efecto de una manera
determinada" (Et.I.Pr.29).
[9] "La Potencia de Dios es su
misma esencia" (Et.I.Pr.34).
[10] "Entendemos por vida la
fuerza que hace perseverar las cosas en su ser" (Spinoza: Pensamientos
metafísicos». II.Art.6.).
[12] Ver la crítica de Spinoza a este
ingenuo antropocentrismo en el Apéndice al Primer Libro de la Etica. Ver
nuestro trabajo: «Spinozas Kritik der anthropozentrischen Betrachtungsweise in
ihrer systematischen Bedeutung». Hamburg.1982. Magisterarbeit.
[13] "La mayor parte de aquellos
que han hablado de los sentimientos y de la conducta humana parece tratarlos,
no como cosas naturales que siguen las leyes ordinarias de la Naturaleza, sino
como cosas que está n fuera de la Naturaleza. Mejor: se diría que ellos conciben
al hombre dentro de la naturaleza como un imperio dentro de un imperio" .(Et.III. Introd.) (Subr.JO).
Recién hoy, a comienzo del siglo XXI.
Nos damos cuenta de los efectos catástroficos de esta visión
cristiana-cartesiana de la naturaleza si vemos la situación ecológica global en
que vive la humanidad.
[14] Desde esta perspectiva la
filosofía de Spinoza es la primera concepción ecolóngica coherente en el
pensamiento europeo moderno, pues el pensamiento spinoziano es crítica
sistemática de este prejuicio instrumentalista y antropocéntrico sobre la
Naturaleza.
[15] Ver el Apéndice al Primer Libro de
la Etica.
[16] Las primeras consideraciones del
«Tratado de la Reforma del Entendimiento» (1661) son las confesiones de Spinoza
de este estado de insatisfacción, producto de esta conciencia.
[17] Esta concepción de la causalidad
pasiva es vieja en la tradición intelectual europea, pero es con Descartes que
tomará una dimensión mucho más extensa. Y en este sentido escribe el
filónsofo francés F. Moreau: "Sobre este punto, los materialistas del
siglo XVIII retomarán a Descartes en un sentido: el hombre máquina de la
Méttrie no hará otra cosa que extender al nivel de la conciencia esto que
un siglo antes ya había sido enunciado para la res extensa: una
determinación de lo inerte". 1975:43. (Trad. y subr.JO).
[18] Esta actividad es formulada por
Spinoza a través de la expresión 'producir un efecto':."Una cosa que es
determinada a producir algún efecto no puede hacerse ella misma indeterminada"
(Et.I.Pr.27).
[19] "Toda cosa singular, dicho de
otra manera, toda cosa que es finita y posee una existencia determinada, no
puede existir ni ser determinada a producir un efecto si ella no está
determinada a existir y a producir este efecto por una otra causa, que ella
también es finita y posee una existencia determinada; y ésta a su vez...así
hasta el infinito" (Et.I.Pr.28). Comparar la traducción marxista que
Bertolt Brecht hace de este teorema:
"Si hablas de un proceso, acepta de antemano que hablas de un
'actuante actuado' Citado de K. Korsch: «Revolution und Klassenkampf» Kollektiv Verlag. Berlin. s/fecha. Werke. Bd.20:S.70.(Trad.JO). Y sobre todo la III. tesis de Marx
sobre Feuerbach: "...y que el propio educador necesita ser aducado".
También consideremos la versión zapatista de esta dialéctica: “dirigir
obedeciendo”.